¡Justicia para Leandro y Smith!: La juventud de Quibdó exige vivir, no ser marcada por el miedo y la violencia
Bogotá, 24 de enero de 2025.- El recrudecimiento de la violencia armada el municipio de Quibdó, Chocó; constituye una violación flagrante de los derechos fundamentales y pone de relieve el racismo estructural y la exclusión histórica que enfrentan las comunidades del departamento del Chocó. Según Darwin Lozano – veedor del Chocó – esta violencia ha cobrado la vida de 11 jóvenes en lo que va de 2025, evidenciando la urgencia de implementar medidas efectivas que protejan a nuestra juventud y garanticen su derecho a vivir en paz. Además, datos de colectivos sociales revelan que, en 2024, fueron asesinados 148 jóvenes, mientras que en 2023 el Instituto Nacional de Medicina Legal registró 66 víctimas fatales entre adolescentes y jóvenes en el departamento del Chocó.
José Alejandro Valencia Valencia (Leandro) y Juan David Ramírez Rodríguez (Smith) fueron dos jóvenes que encontraron en el baile urbano una herramienta de transformación social y un camino para alejarse de la violencia que golpea a Quibdó. A través de la iniciativa «Bailar por la paz, para no ver más muertes», hicieron parte de ‘Voces de Poder’ de UNICEF Colombia, un proyecto que impulsa el liderazgo juvenil en el Pacífico colombiano y fortalece narrativas de paz y convivencia. Además, integraban la agrupación “Chicos Dance”, reafirmando el arte como una vía para la reconstrucción del tejido social.
En este contexto de violencia desbordada, José Alejandro de 17 años y Juan David de 19 años, fueron reportados como desaparecidos el pasado 19 de enero de 2025, antes de que se confirmara su asesinato, una práctica desafortunada cada vez más común en Quibdó, donde bandas criminales ejercen control territorial. Sus cuerpos fueron hallados días después, en un contexto que apunta a la acción de estructuras armadas ilegales que operan impunemente en la región, perpetuando el miedo y la desolación en las comunidades. A pesar de haber dedicado sus vidas al arte y a la construcción de paz, sus asesinatos evidencian el riesgo constante que enfrentan los jóvenes del Chocó, especialmente aquellos que buscan alejarse de la violencia y desafiar el orden impuesto por los grupos ilegales.
El racismo sistémico que atraviesa la historia del Chocó se manifiesta en la ausencia de oportunidades, la falta de inversión en educación, salud y empleo, y en la desprotección de sus habitantes frente a la violencia armada. Esta realidad que vulnera los derechos fundamentales de las personas afrodescendientes también perpetúa un ciclo de discriminación y marginalización incompatible con los mandatos constitucionales y los compromisos internacionales asumidos por Colombia.
Desde Raza e Igualdad, rechazamos la violencia sistemática que ha cobrado la vida de cientos de jóvenes en los últimos años y expresamos nuestras condolencias a las familias de las víctimas, quienes cargan el peso de una pérdida irreparable. Esta crisis exige medidas inmediatas por parte del Estado colombiano para garantizar la protección de la vida y la dignidad de las y los jóvenes afrocolombianos en el Chocó.
Hacemos un llamado firme y urgente al Gobierno Nacional, al Sr. Presidente Gustavo Petro; la Sra. Vicepresidente Francia Elena Márquez; la Sra. Gobernadora del Chocó Nubia Carolina Córdoba y el Sr. Alcalde Rafael Andrés Bolaños para que concentren sus esfuerzos en la implementación de políticas públicas que aborden de manera integral las raíces estructurales de la violencia, desarticulen los grupos armados que operan en la región y promuevan condiciones de justicia, equidad y desarrollo sostenible. La vida de las y los jóvenes afrocolombianos no puede seguir siendo sacrificada ante la indiferencia institucional.
El Chocó no puede seguir siendo un territorio de exclusión y olvido. Garantizar la paz, la seguridad y los derechos de su población es un deber irrenunciable del Estado y una exigencia moral para toda la sociedad colombiana.
Las instituciones y la sociedad deben responder con firmeza para restablecer la paz y la convivencia en el departamento del Chocó.