El Comité no es un comité de aplausos: Entrevista con Pastor Murillo

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  Carlos Quesada y Dominic Procopio del Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos estuvimos en Bogotá, Colombia durante la segunda semana de noviembre para reunirnos con nuestras contrapartes colombianas. Durante nuestra estadía, tuvimos el placer de hablar con Pastor Elías Murillo Martínez, Experto Independiente desde hace ocho años del Comité para la Eliminación de […]

 

Carlos Quesada y Dominic Procopio del Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos estuvimos en Bogotá, Colombia durante la segunda semana de noviembre para reunirnos con nuestras contrapartes colombianas. Durante nuestra estadía, tuvimos el placer de hablar con Pastor Elías Murillo Martínez, Experto Independiente desde hace ocho años del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD) de las Naciones Unidas.

Al cerrar el primer año del Decenio Internacional para los Afrodescendientes (2015-2025), un período declarado por las Naciones Unidas en que se espera que los Estados realicen un conjunto de actividades con el fin de mejorar la situación de derechos humanos de las comunidades afrodescendientes en el mundo, cuya base está formada en tres líneas de acción: el Reconocimiento, la Justicia y el Desarrollo, quisimos aprovechar la oportunidad de conversar con la persona clave que impulsó esta importante iniciativa.

Es un momento propicio para destacar el importante trabajo del Comité, dado que el 21 de diciembre del 2015, celebrará el 50 aniversario del establecimiento de la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial (ICERD).

En preparación de una investigación sobre el impacto de la Convención y el Comité en la región latinoamericana, entrevistamos al Sr. Murillo sobre el trabajo del CERD en general, y en América Latina en particular, así como la relación del Comité con los Estados y con la sociedad civil.

¿Podría contarnos de su formación educativa y su trabajo antes de ser miembro del Comité para la Eliminación de Discriminación Racial (CERD)?

Soy abogado especializado en derecho ambiental y en análisis de problemas sociales con enfoque en derechos humanos. Me involucré desde muy joven en los temas de la lucha en contra del racismo y discriminación racial, quizás inspirado por la situación particular de mi pueblo Andagoya [Chocó, Colombia]. En Andagoya habían escuelas para blancos, escuelas para negros, piscinas para negros y piscinas para blancos. En ese contexto crecí yo.

Posteriormente, después de haber hecho mis estudios de derecho, tuve la oportunidad de involucrarme en la formulación de la Ley 70 en 1993, la ley de derechos de las comunidades negras, y también de contribuir en otros campos relacionados con la población afrocolombiana, como Director de Asuntos para las Comunidades Negras del Ministerio del Interior, donde estuve a cargo de la política pública para dicha población. Fui elegido al CERD para el período 2008-2012, reelegido para 2012-2016, y luego para 2016-2020.

En su capacidad de experto independiente del CERD, ha trabajado como Relator para varios países. ¿Para cuáles países ha trabajado como Relator en el Comité?

Yo he sido Relator para Surinam, Guatemala, México, El Salvador, Honduras, Cuba, República Dominicana, Perú y Costa Rica, entre otros países

Hablando del trabajo del Comité, desde su perspectiva, ¿cuáles son algunos de los principales desafíos que enfrenta el Comité en su trabajo?

Infelizmente el fenómeno del racismo y la discriminación racial es un fenómeno universal, latente, permanente en todas partes del mundo, que se manifiesta de maneras particulares en uno u otro país, pero que finalmente es racismo, discriminación, xenofobia y formas conexas de intolerancia.

En estos momentos a nivel global, yo diría que hay dos o tres fenómenos que preocupan a la comunidad internacional, y particularmente al Comité. Uno tiene que ver con el uso político de la xenofobia, particularmente por partidos de ultraderecha, que utilizan el odio y el rechazo al extranjero como un arma política para lograr posicionarse al interior de sus respectivos países. Esta es una situación altamente peligrosa que tenemos que combatir con toda energía. Por otro lado existe la situación y la práctica de perfil racial en los EE.UU. y otros países de la región latinoamericana. Esta es, sin duda, una situación de especial preocupación no solo para los EE.UU., sino para la comunidad internacional en su conjunto. En caso del Comité, hemos tenido la posibilidad de constatarlo al recibir denuncias de esta práctica.

Por supuesto, los problemas de racismo y discriminación racial estructural que enfrentan los pueblos indígenas y los afrodescendientes en general siempre ocupan un lugar central en la agenda del CERD. Lo propio ocurre con la cuestión de los Roma, particularmente en Europa.

Continuando con el tema de perfil racial, esto es un problema en muchos países de América Latina. ¿Cómo ve el Comité esta situación? ¿Qué trabajo ha hecho en la región sobre el tema?

Las denuncias más elocuentes provienen de Panamá. El Grupo de Trabajo de Expertos sobre Personas de Descendencia Africana de las Naciones Unidas justamente con la ocasión de su visita in locu a Panamá, pudo constatar y comentar la existencia de esta práctica. No en vano, la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para Derechos Humanos en Panamá, la oficina regional para Panamá y Centroamérica, ha elaborado una guía para la documentación de los casos de perfil racial. Es un instrumento muy interesante que creo que va a tener una aplicación importante.

En Brasil, basta con recordar y tomar en cuenta la violencia generalizada que afecta a la población, y particularmente la población joven en Brasil. Sabido es que de cada 100 homicidios en Brasil en contra de jóvenes, 77 se dan en contra de jóvenes afrodescendientes. Esto es un indicador más de la discriminación racial estructural que afecta a todos los países de América Latina.

En Colombia el tema trascendió recientemente tras un video en el que un transeúnte desprevenido capto la enérgica y emblemática reacción de un ciudadano afrocolombiano. El señor Carlos Angulo, quien reaccionó en plena calle frente a un evidente acto de perfilamiento racial.

Usted ha mencionado algunos de los principales desafíos que enfrenta el Comité en su trabajo en contra del racismo y la discriminación racial, ¿nos podría hablar de algunos de los logros recientes del Comité?

Yo creo que el Comité ha sido un órgano precursor en el proceso de inserción de la cuestión de los afrodescendientes, por ejemplo, en las agendas nacionales y en la agenda global, a través de los requerimientos periódicos sistemáticos del Comité a los Estados partes y los aportes que ha hecho a las instancias multilaterales que se ocupan del tema. El trabajo del Comité ha implicado que los afrodescendientes, cada vez más, ocupen un lugar mucho más destacado, tanto en las agendas políticas nacionales como en la agenda global, la agenda de las Naciones Unidas y otras organizaciones especializadas como la Organización de Estado Americanos (OEA) o la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

Fue en el Comité que tuve ocasión de gestar la iniciativa de un Decenio Internacional para los Afrodescendientes, que inicialmente derivó en el Año Internacional de los Afrodescendientes proclamado por la Asamblea General de la ONU. El decenio fue producto de un esfuerzo en conjunto de muchos países: Sudáfrica, Brasil y Colombia entre otros. Fue justamente en el Comité donde tuve ocasión de por primera vez plantear la iniciativa y recibir ese acompañamiento y ese respaldo.

También se debe mencionar la práctica que tiene el Comité de atender las situaciones de Alerta Temprana y Acción Urgente. El seguimiento de estos permite anticipar las situaciones que podrían derivar en hechos muchos más graves. Esto, en combinación con el análisis de los informes periódicos, nos da la posibilidad de generar diálogos y abordar situaciones que eventualmente tienen la potencialidad de derivar en conflictos mucho más graves. Recordemos que para la década de los noventas, por ejemplo, la mayoría de los conflictos bélicos que existían en el mundo tenían su orígenes en problemas de tipo étnico o religioso, o en la interseccionalidad entre cuestiones étnicas o religiosas.

Usted mencionó el Decenio Internacional para los Afrodescendientes. ¿Nos podría hablar un poco más del trabajo planeado del Comité para el Decenio?

Mediante su plan de acción del Decenio de los Afrodescendientes, el Comité ha elaborado una declaración general sobre la discriminación racial en contra de los afrodescendientes, que recomendó un conjunto de acciones que, por ejemplo, invita a que las organizaciones especializadas del sistema de las Naciones Unidas y otros organismos, como el Banco Mundial, incorporen el enfoque diferencial afrodescendiente en sus informes globales.

Entre los objetivos del Decenio se incluyen: promover el respeto, la protección y la realización de todos los derechos humanos y libertades fundamentales de los afrodescendientes, promover un mayor conocimiento y respeto de la diversidad de la herencia y la cultura de los afrodescendientes y de su contribución al desarrollo de las sociedades, así como aprobar y fortalecer marcos jurídicos nacionales, regionales e internacionales de conformidad con la Declaración y el Programa de Acción de Durban y la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, y asegurar su aplicación plena y efectiva.

En cuanto a actividades programadas para el transcurso del Decenio, el Comité trabajará con los Estados para que ellos adopten medidas concretas y prácticas mediante la aprobación y aplicación efectiva de marcos jurídicos nacionales e internacionales y de políticas y programas de lucha contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, con especial énfasis en las áreas del reconocimiento, la justicia, el desarrollo, y también en las formas múltiples o agravadas de discriminación.

Hizo mención de las diferentes acciones que el Comité promueve en cuanto a las otras instituciones de las Naciones Unidas, ¿podría explicarnos un poco más sobre el rol de la sociedad civil en el trabajo del Comité?

Un rol muy importante. El Comité tiene la práctica de habilitar espacios para diálogos oficiales con la sociedad civil, previo al examen del informe del Estado parte. Esto permite a los miembros del Comité y al Comité en su conjunto tener una mirada adicional al informe que presenta el Estado parte y a los estudios que hacen los propios miembros del Comité, previo al examen periódico de un Estado. Cada vez encontramos más presencia y participación de organizaciones de afrodescendientes y esto le permite al Comité tener una visión mucho más equilibrada de la realidad de racismo y discriminación racial dentro de un país.

Las evaluaciones que hace el Comité son transmitidas en directo a través de la web, donde se puede seguir en tiempo real el trabajo del Comité en cualquier parte del mundo.

¿En qué aspectos puede fortalecer la sociedad civil su trabajo en el CERD? ¿Cómo podemos incrementar nuestra participación en el trabajo del Comité?

¡Hay muchas maneras! Yo creo que una participación mucho más activa, mucho más amplia y masiva de la sociedad civil, que le permita tener un rol mucho más activo en el desarrollo de las distintas actividades que lleva a cabo el Comité, siempre será muy bienvenida y será muy importante, porque el combate al racismo y la discriminación racial pasa por la movilización social y eso depende de la sociedad civil. Es importantísima la participación de la sociedad civil, sobre todo en la elaboración de los informes alternativos, que sean más sistemáticos, y mucho mucho más especializados.

Valoro el apoyo que organizaciones internacionales de derechos humanos, de manera creciente, le están prestando a la sociedad civil afrodescendiente en la elaboración de sus informes alternativos y para sus viajes a Ginebra con ocasión del examen de los informes de sus respectivos países.

Una importante contribución se puede dar también con las denuncias de casos individuales, que permiten activar los mecanismos de Alerta Temprana y de Acciones Urgentes. Todo esto nos ayuda a ser vigilantes, activos y productivos para seguir el cumplimiento de las recomendaciones que emite el Comité.

Y por otro lado, ¿podría darnos su perspectiva sobre las relaciones entre el Comité y los Estados de la región?

El Comité mantiene una relación muy positiva y muy constructiva con los Estados partes, y los Estados llegan con una actitud positiva al Comité, salvo casos excepcionales. Sin embargo, el Comité no es un comité de aplausos. Es un comité que examina a fondo la situación de los países y, por supuesto esto genera tensiones.

Por ejemplo, examinamos a Costa Rica en agosto 2015, derivado de la demanda de la sociedad civil de sacar del uso como material docente un libro titulado Cocorí, donde se presenta a un niño negro que se asimila a un mono. Por supuesto es una situación que con toda razón los líderes de la sociedad civil demandan que sea retirado el libro. Ya antes habíamos examinado y habíamos recomendado retirar de la televisión peruana el programa «la Paisana Jacinta», que muestra una imagen inequitativa y denigrante de la comunidad indígena del Perú.  Estos asuntos, evidentemente, crean tensiones al interior de los países que se trasladan al examen que se hace por parte del Comité. El examen de República Dominicana también revistió gran complejidad debido al grave problema de apátridia que enfrentan las personas de ascendencia haitiana y que era negado por el Estado Parte. Son más de 200 mil personas que están en dicha situación.

Para terminar, miremos al futuro. ¿Qué tiene planeado el CERD?

El 26 de noviembre, en el marco de las sesiones del Comité, vamos a llevar a cabo un conjunto de foros y actividades conmemorativas de los 50 años de la Convención Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial, y esperamos que esto le otorgue un renovado impulso a las labores del Comité en la lucha contra el racismo y la discriminación racial. Recordemos que la Convención fue adoptada en 1965 en momentos en que la lucha contra el colonialismo, el apartheid y la segregación racial en Estados Unidos estaba en su punto más alto.  

En cuanto al Decenio Internacional para los Afrodescendientes, trabajaremos con la sociedad civil y los Estados miembros para realizar el Plan de Acción y el Programa de Actividades que hemos elaborado.

Para ver el video que celebra los 50 años de la Convención, haga clic en el enlace:

https://www.youtube.com/watch?v=EOgTRGjjKNE&feature=youtu.be 

 

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