El voto mayoritario del SÍ en el plebiscito para apoyar el Acuerdo Final de Paz en Colombia fortalecerá condiciones para garantizar los derechos de los grupos étnicos.

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Bogotá, 13 de septiembre de 2016. Después de la firma del Acuerdo Final por parte de los representantes del gobierno colombiano y las FARC-EP el 24 de agosto de 2016, el Congreso de Colombia autorizó al presidente Juan Manuel Santos convocar un plebiscito el día 2 de octubre para que los ciudadanos expresen su voto […]

Bogotá, 13 de septiembre de 2016. Después de la firma del Acuerdo Final por parte de los representantes del gobierno colombiano y las FARC-EP el 24 de agosto de 2016, el Congreso de Colombia autorizó al presidente Juan Manuel Santos convocar un plebiscito el día 2 de octubre para que los ciudadanos expresen su voto positivo o negativo frente a lo acordado. La pregunta del plebiscito será: ¿Apoya usted el acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera? El Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos expresa su apoyo a las organizaciones y comunidades étnicas que públicamente vienen adelantando acciones pedagógicas para convocar a los colombianos para votar por el SÍ.

Son varias las razones que sustentan la conveniencia para las comunidades étnicas, y para la sociedad en general, de que el resultado del plebiscito sea favorable a apoyar el Acuerdo Final. Algunas se relacionan con las dinámicas institucionales de la implementación de los Acuerdos. Otras trascienden este nivel formal, y se relacionan con imaginarios y percepciones que también son fundamentales para que la construcción de la paz sea incluyente con los grupos étnicos.

El voto por el SÍ, al expresar el apoyo popular a lo acordado, también estaría legitimando el enfoque diferencial étnico que contiene el Acuerdo Final.  En un comunicado del 5 de septiembre de 2016, la Comisión Étnica para la Paz y la Defensa de los Derechos Territoriales, argumenta que la inclusión de un “capítulo étnico” en el Acuerdo Final contiene compromisos para la aplicación de principios que garanticen los derechos de sus comunidades en la implementación de los Acuerdos. De ahí, que estén movilizándose a favor del SÍ al plebiscito:

Después que las partes del conflicto llegaron al Acuerdo Final de Paz el 24 de agosto del presente año, los pueblos étnicos seguimos en Asamblea Permanente en todo el país, haciendo Pedagogía de Paz para la pervivencia de los pueblos y comunidades de todo lo acordado en el proceso paz. En más del 35% del territorio nacional le estamos diciendo ¡SÍ A LA PAZ, SÍ A LA VIDA!, por tanto invitamos a los Colombianos a lograr la paz entre todos, diciéndoles a los que quieren perpetuar la guerra, que aquí no cabe el NO de los partidos políticos, en alianza con medios de comunicación que le hacen apología a la guerra; sería vergonzoso con todos los pueblos del mundo, que después de más de 50 años de guerra, hayan colombianos apoyando la guerra y no a las víctimas que queremos la PAZ , solo les decimos aquí va ganar la Verdad… la verdad nos hará libres, la verdad nos hará vivir en PAZ.

Un resultado del plebiscito favorable al SÍ contribuirá a consolidar las condiciones para la construcción de la paz en los territorios y lugares donde habitan las comunidades étnicas. Las comunidades étnicas son conscientes que la firma del Acuerdo Final y el apoyo ciudadano mayoritario constituyen un punto de partida para la construcción de la paz. Pero también saben que más allá del cumplimiento de estos requisitos institucionales, el consenso ciudadano sobre la conveniencia de aplicar el Acuerdo Final propiciará actitudes de los ciudadanos e instituciones que son necesarias para que reconozcan los impactos diferenciales que han experimentando y apoyen la ejecución de políticas y programas que se orientarán a la restauración de sus derechos.

El apoyo mayoritario al SÍ también ayudara a que la implementación de los Acuerdos se consolide como oportunidad para que los grupos étnicos puedan superar las exclusiones históricas estructurales. Las organizaciones étnicas agrupadas en la Comisión Étnica para la Paz y la Defensa de los Derechos Territoriales, que lideraron los procesos de incidencia para la inclusión del capítulo étnico en el Acuerdo Final, desde un principio resaltaron que el Acuerdo para poner fin al conflicto puede ser una oportunidad para que el Estado y la sociedad colombiana finalmente adopte las políticas públicas necesarias para superar la exclusión estructural que se vio profundizada como consecuencia del conflicto. Desde esa perspectiva, el voto por el SÍ también fortalecerá la legitimidad y conveniencia para que las agendas de los grupos étnicos sean finalmente atendidas en forma adecuada y suficiente.

El voto mayoritario por el SÍ también significará que la sociedad colombiana expresa su compromiso para eliminar la discriminación racial y otras formas de exclusión que afectan a los grupos étnicos. El Acuerdo Final, al reconocer los impactos diferenciales del conflicto sobre los grupos étnicos, e incorporar principios para garantizar un enfoque diferencial, estará contribuyendo con su implementación a que se avance en corregir los efectos negativos de la discriminación racial que siguen experimentando las comunidades étnicas. De manera especial, las inversiones públicas orientadas a mejorar la calidad de vida de los sectores rurales ofrecerán una oportunidad para eliminar uno de las mayores expresiones del racismo institucional: la indiferencia estatal ante las condiciones de vida de los grupos étnicos.

El voto mayoritario por el SÍ significará dar luz verde para que la sociedad colombiana construya y reconozca la “verdad” sobre los impactos del conflicto armado sobre los grupos étnicos. Las comunidades y organizaciones étnicas, durante los últimos 20 años en especial, han denunciado como un “genocidio” el patrón sistemático de violencias y violaciones que han ejercido sobre ellos todos los actores armados. Estos hechos, que ya han sido ampliamente documentados por organizaciones e instituciones de derechos humanos nacionales e internacionales, demuestran que el conflicto armado ha destruido condiciones fundamentales para la supervivencia física y cultural de las comunidades indígenas y afrocolombianos. Hasta el momento parecería que la sociedad y el Estado colombiano no han reconocido plenamente la magnitud y la calidad de estos impactos. El voto por el SÍ, que dará luz verde a la implementación de los mecanismos para la construcción de la verdad, ofrecerá finalmente la oportunidad para este reconocimiento.

El Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos reitera su compromiso para apoyar a las comunidades y organizaciones afrocolombianas e indígenas en sus esfuerzos para que en la implementación del Acuerdo Final se adopte un enfoque diferencial étnico que garantice la protección y restitución de sus derechos.

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