De acuerdo con datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en América Latina existen alrededor de 55 millones de personas indígenas, equivalentes al 8,5% de la población a nivel regional, siendo México, Guatemala, Perú y Bolivia los países donde se encuentra el 80% de dicha población.
Las personas indígenas han sido históricamente marginadas y discriminadas en la región, lo que ha desembocado en una grave violación de sus derechos humanos. La discriminación estructural que enfrenta la población indígena se manifiesta en altos niveles de pobreza y escaso acceso a servicios básicos, incluyendo educación, agua y vivienda, lo cual se suma al irrespeto e invasión de sus territorios en condiciones de extrema violencia y, en muchos casos, en la impunidad.
Nuestro trabajo con pueblos indígenas
Raza e Igualdad enfoca su trabajo en los siguientes ejes:
- Promover la incorporación de la variable étnico/racial en los censos nacionales de población en los países de América Latina. Esto representa un elemento esencial para conocer la calidad de vida de los pueblos indígenas.
- Promover la efectiva participación de los pueblos indígenas en las actividades de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y sus distintos órganos, incluyendo la Asamblea General de la OEA, la Cumbre de las Américas y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), especialmente la Relatoría sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
- Buscar la efectiva ratificación e implementación de la Convención Interamericana contra el Racismo, la Discriminación Racial y Formas Conexas de Intolerancia (CIRDI)
- En la Organización de las Naciones Unidas (ONU), buscamos incidir en los Procedimientos Especiales, entre ellos el Foro Permanente Para las Cuestiones Indígenas de la ONU y en el Mecanismo de Expertos sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, así como en los órganos de Tratados como el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD).