“En Cuba no podemos contrarrestar los efectos del coronavirus de la misma manera que lo hacen otros países” Activista de derechos humanos relata cómo vive el país la llegada del virus.
Los
impactos que ha enfrentado el mundo a causa del COVID 19 han sido múltiples, sus
efectos no solo han cobrado la vida de más de 60.000 personas alrededor del
mundo, según datos publicados recientemente por BBC News[1];
sino que sus efectos ha tenido considerables consecuencias en escenarios
sociales, económicos y políticos de todos los continentes.
En
Latinoamérica los impactos son diferenciados, las tasas de pobreza, desempleo y
violencia representan un precedente importante a tener en cuenta por los
Estados para establecer estrategias de contención de la crisis sin que esto
vulnere la realidad de los derechos de muchos sectores sociales de la región
históricamente marginados.
Países
como Cuba hoy se ven amenazados, por lo que varios medios han denominado “la
peor catástrofe humanitaria” no sólo por las deficiencias en el sistema de
salud que hoy enfrenta el país, sino por las situaciones de pobreza, desempleo
y desabastecimiento general que desde hace varias décadas vive la isla.
Aunque el Estado cubano ya empezó a tomar medidas para
enfrentar el virus, y desde el 21 de marzo tiene cerrado el aeropuerto para
entrada de turistas y ha puesto en marcha protocolos de contención por
expansión del coronavirus, varios días pasaron antes de que el Estado tomara dicha
decisiones y por el contrario declarara al país, el pasado 14 de marzo, como lugar “seguro” para recibir extranjeros[2], aun
cuando la Organización Mundial de la Salud, el 12 de marzo, había declarado el
COVID-19 como una pandemia y recomendaba a los Estados tomar medidas al
respecto.
Hoy el
número de casos en el país por contagio de coronavirus asciende alrededor de
los 300, siendo un 10% de los casos perteneciente a niños y niñas[3];
esto según lo reportado recientemente por Diario de Cuba. Así mismo, este medio de comunicación
notificó que en la Habana se concentra el epicentro de la epidemia con 108 casos[4]. En relación a esta realidad, activistas de
derechos humanos y medios de comunicación han expresado preocupación por las
condiciones en que la isla recibe al virus.
“La verdad se vive mucha incertidumbre, no
tenemos la información completa porque el Estado a través de las cadenas
nacionales, que son las que tenemos, no transmite la información completa,
además no hay medicamentos, la infraestructura de los hospitales no tiene la
capacidad de enfrentar una situación como está y además desde hace varias
semanas estamos desabastecidos, no tenemos qué comer” señala activista cubana sobre la situación
que hoy se vive en la isla a causa del virus.
Las estrategias de contención que el Estado Cubano ha tomado para mitigar los efectos del virus son muy parecidas a las que otros países de la región han aplicado, sin embargo, la realidad de Cuba no permite que estas estrategias sean efectivas en la isla, pues según lo explicado por activistas de derechos humanos “la situación del país no permite que podamos quedarnos en nuestras casas para contrarrestar los efectos del virus, los cubanos viven del diario” expresan activistas cubanos a través de video enviados a Raza e Igualdad.
“Entre las recomendaciones que el Estado está
haciendo se anunciaron medidas como la atención a los ancianos que están en los
asilos, los que viven solos y los que pernoctan en las calles que no son pocos.
Se repite mucho que estas personas no deben salir a las calles. Las aglomeraciones se mantienen porque
llevamos meses desabastecidos. Los niños de hogares y los ancianos son los
únicos que tienen atención especial, el resto de la población tiene igualdad de
trato en cuanto a las medidas tomadas”
Activistas de derechos humanos han denunciado a través de redes sociales sin número de situaciones que atentan contra la integridad de la persona y sus derechos fundamentales, entre las denuncias recurrentes se encuentra la de falta de alimentos en la isla, situación que impide a las personas del país permanecer en casa y salir a buscar sustento diario.
Así mismo, El Observatorio Cubano de Derechos Humanos denunció en sus redes sociales un incremento de las violaciones de derechos de los cubanos en medio de la pandemia. Según la organización durante el último mes se registraron 251 acciones represivas por parte de autoridades del Estado cubano, de las cuales 192 fueron detenciones arbitrarias y 27 citaciones policiales contra activistas y miembros de la sociedad civil independiente; cifras que enmarcan al mes de marzo como el más represivo en lo que va del 2020.
Por otra
parte, organizaciones cubanas han manifestado preocupación por la vida de las
mujeres que sufren violencia en sus hogares. “Un grupo preocupante son las mujeres maltratadas. No se habla desde
las instituciones de los peligros que se pueden intensificar al convivir con el
maltratador porque están expuestas a más tiempo con ellos. Por esta razón, plataformas
de activistas como “Yo si te creo en Cuba” están
divulgando contenido de acompañamiento y denuncias” expresa activista
cubana Lidia Romero.
Las
afectaciones a causa del virus tienden a tener mayor impacto en los grupos
sociales que carecen de reconocimiento y garantía de sus derechos. En este sentido, las personas LGBTI,
especialmente las mujeres trans, trabajadoras sexuales se han visto preocupantemente
afectadas por la situación del COVID-19, pues el estado de aislamiento no ha
permitido que puedan salir a trabajar lo que las pone en grave estado de
indefensión y precariedad económica. Según Lidia Romero, para contrarrestar los
efectos, activistas LGBTI se han coordinado a través de un grupo de whatsapp
para coordinar ayuda con recursos propios. Se han priorizado aproximadamente 17
casos de personas LGBTI necesitadas, de las cuales 10 son mujeres trans.
Preocupa
especialmente a Raza e Igualdad los impactos en materia de derechos y garantías
que la implementación de protocolos de contención propuestos por el Estado
Cubano pueda tener en grupos menos favorecidos, como lo son las mujeres, las
personas afrodescendientes y las personas LGBTI. Especialmente de este último grupo,
expresamos especial preocupación por las condiciones en que mujeres trans
trabajadoras sexuales puedan estar debido a las limitaciones para llevar a cabo
su trabajo, además de la poca información diferenciada que se pueda conocer al
respecto de su situación.
Por tal
razón, recordamos al Estado cubano que las estrategias de contención para
contrarrestar los efectos del virus deben contemplar la situación de derechos
que vive el país, además, se deben implementar protocolos con enfoques
diferenciales de derechos que garantice que aquellos grupos sociales que
históricamente han sido víctimas de marginación, pobreza y violación a sus
derechos fundamentales, como las mujeres, personas adultas mayores, personas
LGBTI no sean re-victimizadas a causa de los planes indiscriminados que
implemente el Estado. Así mismo urgimos
al Estado garantizar el acceso a la salud, alimentación y bienestar de su
pueblo, derechos fundamentales para respetar la integridad de cualquier ser
humano.
Urgimos a
la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y a la Organización de las
Naciones Unidas instar al Estado cubano la atención de todo su pueblo sin
discriminación alguna. Solicitamos a los
organismos internacionales monitorear la situación para garantizar el bienestar
de la población cubana.
[1] https://www.bbc.com/mundo/noticias-51705060
[2] https://www.lavanguardia.com/vida/20200314/474142252815/cuba-se-declara-pais-seguro-para-recibir-turistas-pese-al-coronavirus.html
[3] https://diariodecuba.com/cuba/1586279874_15666.html
[4] https://diariodecuba.com/cuba/1586254554_15556.html