Nicaragua: Persecución contra personas percibidas como opositoras se ha convertido en una práctica recurrente y puede trascender más allá de sus fronteras

Nicaragua: Persecución contra personas percibidas como opositoras se ha convertido en una práctica recurrente y puede trascender más allá de sus fronteras

Washington, D.C., 27 de junio de 2025.– La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, señaló que la persecución del Gobierno de Nicaragua contra personas percibidas como opositoras “se ha convertido en una práctica recurrente y puede trascender más allá de sus fronteras”, lo cual representa un alto riesgo para la vida e integridad física de las personas en el exilio.

Dicha información corresponde a la actualización oral sobre la situación de derechos humanos en Nicaragua, realizada este viernes 27 de junio en el marco de la 59 sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y en correspondencia con la Resolución 58/18 de dicho órgano. La misma fue presentada por la directora de la División de Operaciones Globales de la Oficina, Maarit Kohonen.

Kohonen precisó que la persecución contra personas percibidas como opositoras políticas en Nicaragua incluye a personas defensoras de derechos humanos, periodistas, pueblos indígenas y afrodescendientes, líderes religiosos y laicos, y que esta situación “se ve exacerbada por cambios legislativos que refuerzan el cierre del espacio cívico y aumentan las restricciones a la participación política”.

Detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas

El informe indica que las detenciones arbitrarias continúan siendo utilizadas como herramienta de represión política, consolidando un clima de miedo para silenciar toda voz crítica y que, según información recabada por la Oficina, al menos 54 personas (47 hombres y 7 mujeres) permanecen detenidas arbitrariamente. “La cifra real podría ser mayor ya que muchas familias temen denunciar por miedo a represalias”, dijo.

Además, la Oficina ha documentado 13 casos de posible desaparición forzada, de los cuales 8 corresponden a personas adultas mayores y 2 a personas indígenas. De estos casos, destacaron el de Evelyn Carolina Matus Hernández, cuyo paradero es desconocido desde que fue detenida arbitrariamente el 25 de junio de 2024 y separada de sus niños de 5 y 10 años.

“Las condiciones de detención siguen siendo preocupantes con reportes de tortura y alimentación insuficiente. 15 de las 54 personas detenidas son personas adultas mayores con necesidades médicas urgentes sin atención adecuada. Preocupa particularmente el caso de Aníbal Martín Rivas Reed, de 62 años, quien padece artritis degenerativa y depresión clínica y cuyo paradero es desconocido desde su detención en mayo pasado”, agregó.

En relación con la situación de la prensa independiente, informó que al menos 168 periodistas han debido exiliarse desde 2018 mientras quienes continúan en el país enfrentan vigilancia, amenazas y censura, destacó el caso del periodista Leo Cárcamo, quien fue detenido arbitrariamente en noviembre de 2024 y desde entonces su paradero sigue siendo desconocido, lo que podría constituir una desaparición forzada.

En la actualización oral, la Oficina reiteró su llamado a las autoridades nicaragüenses a liberar de inmediato a todas las personas detenidas arbitrariamente, a cesar las desapariciones forzadas y la tortura, y a garantizar el respeto de las normas internacionales sobre el trato digno en los lugares de detención.

Reformas legislativas

El informe del Alto Comisionado se refirió a las reformas a la Ley Electoral aprobadas en marzo pasado, señalando que profundiza la concentración de poder en la Presidencia y debilita aún más las garantías de participación democrática, al eliminar los mecanismos de referéndum y plebiscito y autorizar el proselitismo en oficinas públicas, así como limita la constitución e integración de partidos políticos.

“Estas reformas en conjunto con las reformas constitucionales adoptadas en enero de 2025 plantean serias dudas sobre la existencia, funcionamiento independiente de los partidos políticos, además existe la incertidumbre sobre las fechas de las próximas elecciones presidenciales”, apuntó.

También hizo referencia a la nueva ley orgánica del Poder Judicial, en cuanto otorga a la Presidencia de la República la potestad de proponer la presidencia de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y permite restringir la publicidad de los procesos penales a discreción de la autoridad judicial.

“Legislación recientemente promulgada ha debilitado aún más las protecciones de los territorios de los pueblos indígenas y afrodescendientes y de sus formas de gobierno; estas reformas se han adoptado sin las debidas garantías del derecho a la consulta y el consentimiento previo libre e informado. Esto, sumado a continuos ataques contra las comunidades que incluyen asesinatos, violencia sexual y detención arbitraria de lideres, representa una grave amenaza para la sobrevivencia de los pueblos indígenas y afrodescendientes nicaragüenses”, añadió.

En el reporte también se denunció que la cifra de organizaciones no gubernamentales o de sociedad civil que han sido canceladas arbitrariamente ya alcanza las 5,535 y que este año la Oficina ha documentado 29 casos (17 mujeres y 12 hombres) de personas a quienes se le negó la entrada a su propio país por motivos políticos.

Aislamiento de Nicaragua

La representación de Nicaragua se ausentó de  la sesión y, por tanto, no hizo réplica a las denuncias y demandas planteadas. La Oficina del Alto Comisionado, por su parte, señaló que a pesar de la urgente necesidad de atender la crisis de derechos humanos Nicaragua continúa aislándose de la cooperación con organismos internacionales, al notificar su retirada de la UNESCO en mayo y de la ACNUR en junio.

“Hacemos otra vez un llamado a las autoridades nicaragüenses a retomar el diálogo para garantizar la promoción y protección de los derechos humanos en el país incluyendo la conclusión del Examen Periódico Universal”, apuntaron.

Desde Raza e Igualdad, repudiamos la resistencia del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo a rendir cuentas ante el Consejo de Derechos Humanos y advertimos que tanto los órganos del sistema universal de protección de los derechos humanos como las organizaciones de sociedad civil debemos continuar demandando que el Estado se haga responsable y que las víctimas reciban justicia, reparación y garantías de no repetición que merecen.  Dar la espalda a las obligaciones internacionales y a los órganos de protección, no les proporcionará la impunidad que buscan.

Compartimos la preocupación de la Oficina del Alto Comisionado por la persistencia y agravamiento de la persecución por motivos políticos y otras formas de represión en contra de personas percibidas como opositoras, por lo que llamamos a la comunidad internacional a mantener la vigilancia sobre la situación de derechos humanos en el país y más allá de sus fronteras en cuanto a personas exiliadas.

Demandamos que el régimen informe sobre el paradero de todas las personas desaparecidas, así como la inmediata liberación de todas las personas en prisión por motivos políticos.

 

La Comunidad Internacional debe actuar para proteger a las personas opositoras nicaragüenses exiliadas en Costa Rica

Ginebra, 23 de Junio. El Colectivo 46/2 denuncia ante la comunidad internacional el asesinato del Mayor en retiro del Ejército de Nicaragua, Roberto Samcam Ruíz, sucedido el 19 de junio en su casa de habitación en San José, Costa Rica.

Samcam Ruíz era una voz contundente de denuncia contra la dictadura Ortega-Murillo, denunció al ejército de Nicaragua y lo señaló como partícipe de la represión y las ejecuciones extrajudiciales cometidas desde 2018. Había también denunciado una red de espionaje contra opositores refugiados en Costa Rica.

El mayor en retiro fue uno de los 94 nicaragüenses desnacionalizados en febrero de 2023 por la dictadura y desde el 11 de julio de 2018 se encontraba refugiado en Costa Rica debido a la persecución y criminalización de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Obtuvo la nacionalidad española el 26 de julio de 2023.

El asesinato del ex militar en retiro no es el primer atentado contra opositores en suelo costarricense.  En 2023, el opositor Joao Maldonado y su esposa fueron atacados a balazos con la clara intención de matarlos. Maldonado ya había sufrido otro atentado en 2021, también en San José, Costa Rica. En 2022 fue encontrado muerto en Honduras el opositor nicaragüense Rodolfo Rojas, quien, según familiares, habría sido llevado a ese país con engaños desde Costa Rica, donde se había exiliado. A la lista se suma el asesinato del también refugiado Jaime Luis Ortega, en 2024, ocurrido en Upala, cantón fronterizo con Nicaragua. A raíz de estos hechos, Roberto Samcam había hablado con la prensa señalando la implicación directa del régimen Ortega Murillo e indicando que sabía que su vida estaba en riesgo.

Si bien las investigaciones por el asesinato de Samcam se encuentran en curso, las circunstancias del hecho y el perfil de la víctima despiertan fundadas sospechas sobre la posibilidad de que se trate de un crimen de carácter político, con posibles vínculos transnacionales. Este asesinato ocurre en un contexto en el que distintas organizaciones de derechos humanos hemos venido documentando un patrón sostenido de vigilancia, amenazas, hostigamiento y actos de intimidación dirigidos contra personas nicaragüenses exiliadas en la región, especialmente en Costa Rica.

Consideramos que este crimen debe analizarse e investigarse como parte de una estrategia más amplia de represión transnacional impulsada por el régimen nicaragüense para perseguir y silenciar a la disidencia fuera de sus fronteras, en abierta violación de los derechos humanos de las personas refugiadas y exiliada. Esta represión transnacional ha sido documentada por el Grupo de Expertos en derechos humanos sobre Nicaragua (GHREN), quienes han señalado que «Las acciones represivas del Gobierno trascienden las fronteras del país y afectan a personas opositoras o percibidas como tales en el exterior. El Gobierno también ha continuado atacando a familiares de opositores dentro de Nicaragua, incluyendo niños, por simple asociación, como una forma de castigar a los opositores y/o disuadirlos de hablar dondequiera que se encuentren».

Ante la gravedad de este crimen y el patrón sostenido de represión transnacional contra personas nicaragüenses exiliadas, hacemos un llamado urgente a la comunidad internacional para que exija al Estado de Nicaragua el cese inmediato de toda forma de persecución, vigilancia y violencia contra la disidencia en el exilio. Solicitamos, además, que la comunidad internacional refuerce el apoyo político, técnico y financiero a los mecanismos de protección para personas defensoras de derechos humanos en el exilio. Asimismo, instamos a establecer canales de comunicación bilaterales o multilaterales con los países de acogida de personas nicaragüenses, con el fin de valorar la situación de seguridad y articular respuestas preventivas frente a posibles actos de persecución transnacional. Finalmente, pedimos a los organismos internacionales de derechos humanos que den seguimiento urgente a estos casos como parte de un patrón sistemático de represión transfronteriza, y que se garantice justicia y verdad para las víctimas.

Información adicional

El Colectivo 46/2 es una coalición conformada por 19 organizaciones de derechos humanos internacionales, regionales y nicaragüenses que informa periódicamente a la comunidad internacional sobre la falta de acciones del régimen de Nicaragua para atender sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos. A continuación, se listan las organizaciones integrantes del Colectivo que han decidido hacer pública su adhesión a este pronunciamiento:

Colectivo Nicaragua Nunca Más

Centro por el Derecho y la Justicia Internacional – CEJIL

Federación Internacional por los Derechos Humanos – FIDH

International Institute on Race, Equality and Human Rights

International Service for Human Rights – ISHR

Movimiento Autónomo de Mujeres – MAM

Organización Mundial Contra la Tortura – OMCT

Peace Brigades International – PBI

Red Internacional de Derechos Humanos Europa – RIDHE

Unidad de Defensa Jurídica, Registro y Memoria – UDJUDR

Urnas Abiertas

Asesinato de Roberto Samcam: Un crimen abominable que enciende las alarmas sobre la infiltración de la inteligencia militar nicaragüense en Costa Rica

Washington, D.C., 20 de junio de 2025.– El Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad) condena enérgicamente el asesinato del Mayor en retiro del Ejército de Nicaragua, Roberto Samcam, ocurrido en horas de la mañana del jueves 19 de junio en San José, Costa Rica. Este crimen pone de manifiesto que el riesgo para la integridad y la vida de las personas opositoras o percibidas como tales por los dictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo trasciende más allá de las fronteras, por lo que este abominable hecho, sumado a otros atentados que se han registrado, debe encender las alertas de las instituciones costarricenses para garantizar justicia.

Las organizaciones de sociedad civil en el exilio, el Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua y otros mecanismos de protección de los derechos humanos han advertido sobre la represión transnacional, al señalar la existencia de la persecución y represalias aplicadas fuera de territorio nicaragüense y que a la fecha se ha manifestado en atentados y asesinatos como el que hoy condenamos, así como a través de la negativa de emitir pasaportes o el ingreso a Nicaragua, dejando a centenares de nicaragüenses en situación de apatridia de facto.

En Raza e Igualdad nos preocupa profundamente la presencia de infiltrados de la inteligencia militar nicaragüense en Costa Rica y su vinculación con los asesinatos y atentados en contra de la oposición presente en el país, a donde se vio obligada a exiliarse para poner a salvo su vida e integridad personal.

“Lo que hoy enfrentamos no es solo un crimen atroz, sino una muestra del alcance que puede tener un régimen cuando se permite que la impunidad cruce fronteras. Como organización internacional de derechos humanos, nos preocupa profundamente el debilitamiento de los espacios seguros para el exilio nicaragüense. Defender la vida y la libertad de quienes huyen de la persecución debe ser una prioridad para la comunidad internacional”, señala Carlos Quesada, Director Ejecutivo de Raza e Igualdad.

Esperamos que las autoridades costarricenses investiguen exhaustivamente el asesinato del Mayor en retiro Roberto Samcam – quien fue un reconocido crítico del régimen dictatorial encabezado por Ortega y Murillo– y determinen a los autores materiales e intelectuales de este crimen.

Denunciamos que, de esta forma, la dictadura nicaragüense intenta silenciar a la oposición, incluso más allá de sus fronteras.  El discurso crítico está protegido por los instrumentos internacionales de derechos humanos y merece toda la protección necesaria. El crimen contra Roberto Samcam, defensor de la democracia y los derechos humanos, no debe quedar en la impunidad.

Finalmente, instamos a las autoridades costarricenses a garantizar la seguridad de las y los opositores nicaragüenses que residen en el país, así como un entorno adecuado para que puedan expresarse sin temor a represalias.

Raza e Igualdad condena redada policial en contra de personas opositoras en Nicaragua

Washington, D.C., 19 de mayo de 2025.– El Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad) denuncia y condena las recientes detenciones de personas opositoras en Nicaragua, que incluye a dos exalcaldes de municipios en el Norte del país y a integrantes del partido político Ciudadanos por la Libertad (CxL), el cual fue cancelado de forma arbitraria en agosto de 2021.

Desde el exilio, la dirigente de dicha organización política, Kitty Monterrey, confirmó a medios nacionales la detención de los ciudadanos Óscar Gadea y Noel Moreno, exalcaldes de los municipios Santa María de Pantasma y San Sebastián de Yalí, en el departamento de Jinotega, respectivamente. Asimismo, indicó que fueron detenidas alrededor de 20 personas integrantes de CxL en esas localidades, entre ellas exconcejales.

La redada de detenciones ocurrió entre el 17 y el 18 de mayo, de acuerdo con la información divulgada por los medios, y hasta la publicación de este artículo, las autoridades no las habían confirmado.

“Estas nuevas detenciones confirman la consolidación de un modelo represivo en contra de voces críticas por parte del régimen Ortega-Murillo. Es muy preocupante porque recordemos que la mayoría de las personas privadas de libertad por motivos políticos en Nicaragua se mantienen en condición de desaparición forzada, es decir que no son acusadas formalmente y se desconoce información sobre su paradero y condición”, declaró el Director Ejecutivo de Raza e Igualdad, Carlos Quesada.

Según los reportes de los medios, entre las personas detenidas se encuentran ciudadanos cercanos al general de brigada en retiro Álvaro Baltodano, quien fue detenido el miércoles 14 de mayo, mientras se encontraba en una finca de su propiedad en el municipio de El Tuma-La Dalia, en el departamento de Matagalpa.

De acuerdo con las fuentes, fueron detenidos Ronald Paul Leiva Silva, exoficial del Ejército, y Denis Chavarría; ambos cercanos al general Baltodano. También fueron detenidos otros ciudadanos que trabajan como escoltas del general en retiro.

Desde Raza e Igualdad rechazamos que el régimen Ortega-Murillo continúe valiéndose de  la privación arbitraria de la libertad como medida de represión en contra de personas opositoras o percibidas como tales. Hacemos un llamado a la comunidad internacional para que dé seguimiento a esta situación y emprenda acciones para lograr la inmediata libertad de todas las personas detenidas por motivos políticos en Nicaragua.

Estado de Nicaragua en desacato continuo a las resoluciones de la Corte IDH, alertan ante el Consejo Permanente de la OEA

En el marco de la última resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), en el asunto Juan Sebastián Chamorro y otros, la presidenta de la Corte IDH informó sobre el desacato permanente por parte del Estado de Nicaragua a 19 resoluciones emitidas desde 2021, lo que mantiene en total indefensión a los beneficiarios de estas, todos ellos presos o ex-presos políticos

San José, 23 de abril de 2025 -. La jueza Nancy Hernández López, presidenta de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, presentó ante el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) la situación de desacato permanente y desprotección de las personas beneficiarias de medidas provisionales en Nicaragua.

En su presentación, la presidenta informó sobre el desacato permanente a las resoluciones emitidas por la Corte IDH respecto a las medidas adoptadas, que buscan proteger la vida e integridad personal de más de un centenar  de beneficiarios de dichas medidas cuyos derechos se encuentran en grave riesgo. Recordó que, desde junio de 2021 hasta marzo de 2025, la Corte IDH ha emitido 19 resoluciones de medidas provisionales, las cuales ordenan al Estado de Nicaragua adoptar medidas para proteger a las personas beneficiarias, pero  el Estado nunca remitió información sobre su cumplimiento. Más bien las ignora.

La presidenta de la Corte IDH recordó que, al  27 de marzo de 2025, 15 personas continúan privadas arbitrariamente de su libertad en condiciones extremas. Enumeró violaciones de derechos generalizadas y sistemáticas perpetradas por el régimen, en particular contra las personas beneficiarias de medidas. En el asunto Chamorro, de las 107 personas excarceladas y expulsadas, muchas carecen de documentos de identidad, han sido despojados de su nacionalidad, han visto anulados títulos de estudios, confiscadas propiedades, eliminados registros de nacimiento, entre otras violaciones. Asimismo, se encuentran en situación de apatridia y extrema vulnerabilidad, situación que ha sido denominada “muerte civil”  y como actos “deshumanizantes” por la Corte IDH en su resolución y el Grupo de Expertos en derechos Humanos de Nicaragua.

La Presidenta hizo un llamado firme a los Estados Miembros para que contribuyan a mitigar las consecuencias humanitarias y jurídicas que enfrentan dichas personas, al mismo tiempo que sigan monitoreando su situación e impulsen otras acciones oportunas.

Llamados contundentes de los Estados

A esta intervención siguieron pronunciamientos de diversos Estados miembros, incluyendo Canadá, Costa Rica, Paraguay, Chile, Brasil, Uruguay y Estados Unidos, quienes se pronunciaron con preocupación sobre esta situación.

Estados Unidos condenó enérgicamente los abusos sistemáticos a los derechos humanos perpetrados por el gobierno nicaragüense e hizo un llamado a que las autoridades permitan un retorno seguro y libre de represalias a las personas desterradas. Costa Rica, por su parte, hizo un llamado urgente a la conciencia colectiva del sistema interamericano.

La situación de desprotección de las víctimas fue el centro de varias intervenciones. El representante de Chile subrayó la obligación colectiva de los Estados miembros de brindar, al menos, una protección mínima, mantenerse vigilantes y asumir un rol activo en la reversión de la situación en Nicaragua. En la misma línea, Paraguay destacó esta responsabilidad común y urgió adoptar medidas concretas con voluntad política. Costa Rica recordó que la fortaleza de la Corte reside no sólo en sus decisiones, sino también en el compromiso político de los Estados para hacerlas cumplir. Canadá instó a una respuesta firme, coordinada y unificada.

Paraguay y Costa Rica coincidieron en que el desacato de Nicaragua debilita gravemente al Sistema Interamericano, al amenazar su legitimidad y eficacia. Costa Rica reiteró que las decisiones de la Corte IDH, incluidas las medidas provisionales, son vinculantes y deben cumplirse para resguardar su autoridad e independencia. Finalmente, los Estados participantes llamaron al Estado de Nicaragua a respetar los derechos humanos y el Estado de derecho.

Las personas beneficiarias demandan medidas concretas

En un esfuerzo colectivo, un grupo de personas beneficiarias de las medidas dirigieron una carta a los Estados miembros de la OEA a través de la cual  expresaron su profunda preocupación por las consecuencias persistentes del destierro forzado y la desnacionalización arbitraria impuesta por el régimen nicaragüense. Denunciaron que estas acciones los han dejado en situación de apatridia, que los despoja de identidad legal, bienes y vínculos familiares, lo que constituye una forma extrema de exclusión conocida como «muerte civil». Enfatizaron, que, aunque ya no están en prisión, siguen enfrentando graves violaciones a sus derechos humanos y llamaron a los Estados miembros a adoptar medidas concretas para apoyar la transición democrática, la liberación de personas presas políticas y el retorno seguro de quienes han sido desterrados.

“La decisión de la Corte Interamericana no solo mandata el respeto a nuestra vidas e integridad personal, sino que también visibiliza las consecuencias persistentes del destierro, la desnacionalización arbitraria, la confiscación de nuestros bienes, la eliminación de nuestros nombres de los registros públicos y la continua persecución hacia nuestros núcleos familiares, condenándonos a la muerte civil sin precedentes en la región,  destacaron en la carta las personas beneficiarias de las medidas.

Un paso adelante para la garantía colectiva

La carta enviada es un llamado a la concientización de la necesidad de continuar visibilizando la situación persistente en Nicaragua, especialmente de las personas desterradas y desnacionalizadas.

La intervención de la Presidenta de la Corte IDH sobre la grave situación en Nicaragua constituye un paso adelante hacia una sensibilización colectiva, abriendo la puerta a llamados más contundentes hacia el Estado de Nicaragua, y a adoptar acciones decididas y coordinadas entre los países miembros de la OEA.

Invitamos a conocer el testimonio directo de las personas beneficiarias leyendo la carta que enviaron al Consejo Permanente de la OEA, disponible aquí.

Nicaragua: A siete años de las protestas de abril, las víctimas de la represión siguen reclamando justicia

Washington, DC, 17 de abril de 2025.- Este abril se conmemora el séptimo aniversario de las protestas que desencadenaron una violenta represión por parte del régimen presidido por Daniel Ortega y Rosario Murillo, la cual  dejó 355 víctimas letales, más de 2000 personas heridas, más de 2000 personas detenidas y a más de 440,000 personas en el exilio, según registro de la CIDH y su Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (MESENI). Las víctimas no sólo no han encontrado la justicia que merecen, sino que han sido perseguidas por un Estado que siguió tomando represalias en su contra.

Raza e Igualdad expresa su solidaridad con todas las víctimas de la represión y su compromiso de  seguir acompañándoles hasta que se haga justicia.

Al cumplirse siete años del inicio de las protestas de abril, en Nicaragua, conforme el Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas, 52 personas siguen detenidas arbitrariamente por motivos políticos, 11 de ellas en situación de desaparición forzada, entre éstas 5 mujeres. Mas de 450 personas han despojadas de su nacionalidad. El periodismo independiente no puede ejercer en el país y la defensa de los derechos humanos  y la libertad de asociación ha sido impactada por el cierre de más de 5,400 organizaciones de sociedad civil y la confiscación de sus bienes.

Adicionalmente, una profunda reforma constitucional que entró en vigencia en febrero de este año terminó de configurar a un régimen dictatorial  co-gobernado por Ortega y Murillo. A consecuencia de esa reforma a la Constitución más de 80,000 civiles han sido armados y dotados de pasamontañas para aterrorizar a la población y terminar de someterla a la voluntad de permanencia en el poder de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

Estos siete años, Raza e Igualdad ha acompañado a las víctimas de la represión en su búsqueda de justicia, así como para garantizarles la protección que confieren las medidas cautelares y provisionales  frente a los graves riesgos que enfrentan y en conjunto con otras organizaciones de sociedad civil, hemos desarrollado amplias acciones de incidencia y litigio con el propósito de contribuir a que dicha crisis sea superada.

Raza e Igualdad ha acompañado también a organizaciones de sociedad civil tanto locales como las que siguen atendiendo la crisis nicaragüense desde el exilio, para que la labor de documentación que realizan sirva de insumo para elaborar informes ante los órganos de tratados que revisaron el cumplimiento por parte de Nicaragua de sus obligaciones internacionales en los años 2022 y 2023 y en las evaluaciones realizadas bajo el Examen Periódico Universal (EPU) en los años 2019 y 2024. Raza e Igualdad también ha llevado a cabo reiteradas acciones de incidencia ante el Parlamento Europeo con el propósito de que el régimen sea condenado y persuadido para obligarle a cumplir sus obligaciones internacionales de derechos humanos.

A siete años del inicio de las protestas cívicas de abril, con profunda preocupación vemos el rumbo al que un régimen despiadado y cruel conduce al pueblo nicaragüense mediante el ejercicio de un poder desbordado, que continúa violando de forma masiva y sistemática los derechos humanos. El régimen ha decidido aislarse,  abandonar la Organización de Estados Americanos y retirarse de toda actividad relacionada con el Consejo de Derechos Humanos para no ser declarado responsable de los graves crímenes de lesa humanidad y violaciones de derechos humanos documentadas por el Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua (GHREN), por la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos y por los órganos del Sistema Interamericano de Derechos Humanos.

Estos siete años, las recomendaciones de los órganos de tratados, del Examen Periódico Universal y las órdenes emanadas de la Corte Interamericana de Derechos Humanos han sido absolutamente desatendidas y el Estado se ha ausentado de esos foros esgrimiendo cuestionamientos infundados mediante los cuales busca evadir sus responsabilidades internacionales.

Sin embargo, Nicaragua continúa obligada por los instrumentos de derechos humanos universales y por la Convención Americana sobre Derechos Humanos.

La comunidad internacional, las organizaciones de sociedad civil y los órganos de protección de los derechos humanos, debemos seguir poniendo todo nuestro empeño para que en Nicaragua se restablezca pronto la democracia y se garantice el respeto por los derechos humanos.

¡Sigamos trabajando codo a codo para que así sea!

Nicaragua: Corte Interamericana reafirma la extrema gravedad de la situación de personas detenidas, desterradas y desnacionalizadas

 

  • La resolución responde a la solicitud de medidas de protección presentadas por CEJIL, la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos, la Unidad de Defensa Jurídica, la UDR, la FIDH, Raza e Igualdad y el Colectivo Nicaragua Nunca Más, entre otras personas y organizaciones.

San José, 9 de abril de 2025 – La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) emitió una nueva resolución en la que reitera la persistencia de una situación de extrema gravedad, urgencia y riesgo de daño irreparable que enfrentan las personas beneficiarias de medidas provisionales en el asunto Juan Sebastián Chamorro y otros respecto de Nicaragua, que incluye a 122 personas, entre ellas defensoras de derechos humanos, jóvenes, políticos y otras personas percibidas como opositoras por el régimen Ortega-Murillo.

La Corte IDH subraya que, respecto a las 15 personas que permanecen privadas de libertad, el riesgo a su integridad “no solo se mantiene, sino que se ha incrementado con el paso del tiempo”. Además, se extiende a sus familiares, quienes estarían sufriendo actos de intimidación y acoso vinculados a la privación de libertad de sus seres queridos.

Particularmente, se destacan los casos de Jaime Navarrete y José Manuel Urbina Lara, quienes continúan encarcelados a pesar de haber cumplido sus condenas. A su vez, a la madre del Sr. Navarrete se le ha prohibido el ingreso a Nicaragua para visitarlo. Adicionalmente, la Corte señala que en el caso  de Steadman Fagoth Muller y Catalino Leo Cárcamo se desconocería su paradero, lo que pone a estas personas en una situación de riesgo aún más agravada y en consecuencia, la Corte les mantiene las medidas provisionales.

En cuanto a las 107 personas que han sido desterradas, desnacionalizadas y despojadas de sus bienes, la Corte reafirma que estas acciones fueron ejecutadas por autoridades nicaragüenses y destaca el impacto directo de esta práctica sobre sus derechos fundamentales, incluso cuando se encuentran fuera del territorio nacional. La Corte sostiene que estas personas están en una situación de extrema vulnerabilidad y, por tanto, justifica el mantenimiento de las medidas provisionales.

A pesar de que estas personas ya no se encuentran privadas de libertad, la Corte resalta que el riesgo persiste porque se origina en un mismo contexto de persecución en el cual fueron identificadas como opositoras.  De acuerdo con la resolución, la revocatoria de nacionalidad, el impedimento de ingreso al país, y la eliminación de registros públicos y privados constituyen una amenaza directa al derecho a la personalidad jurídica y a la nacionalidad, afectando también el acceso a otros derechos fundamentales.

Riesgos específicos y “muerte civil”

La Corte advierte que la situación actual ha generado una forma de «muerte civil», despojando a las y los beneficiarios de su existencia legal y, con ello, de la posibilidad de ejercer sus derechos ante Nicaragua y otros Estados. Esto pone en riesgo directo  el  derecho a la identidad (nombre, estado civil, nacionalidad), la libertad personal (ante posibles detenciones por situación irregular), la vida privada y familiar, el derecho de circulación y residencia, los derechos de la niñez (considerando a los hijos e hijas de estas personas) y los derechos políticos, entre muchos otros.

Asimismo, constata que esta situación ha sido producto de actos sistemáticos de criminalización y persecución, y reitera que ante el incumplimiento de las órdenes de la Corte, el Estado de Nicaragua permanece en un desacato grave.

Acciones ordenadas por la Corte

Ante estos hallazgos, la Corte resuelve, entre otras medidas:

  • Mantener las medidas provisionales a favor de todas las personas beneficiarias;
  • Ordenar al Estado que revoque todas las decisiones que constituyen «muerte civil», incluyendo la eliminación de registros civiles, académicos y de propiedad, la revocatoria de nacionalidad, la prohibición de ingreso al país y la confiscación de bienes;
  • Respecto de las personas que estarían desaparecidas, proceda a determinar e informar de forma inequívoca a sus familiares y abogados de confianza sobre sus lugares de detención y facilitar su contacto inmediato con familiares y comunicación adecuada con sus abogados.
  • Presentar un informe ante el Consejo Permanente de la OEA sobre la situación de desacato permanente;

La resolución también insta a la OEA a ejercer su rol de garantía colectiva, a dar seguimiento a la situación y a exigir al Estado de Nicaragua el cumplimiento de las órdenes de la Corte.

La Corte reitera que la denuncia de la Carta de la OEA por parte de Nicaragua no exime al Estado del cumplimiento de sus obligaciones internacionales bajo la Convención Americana sobre Derechos Humanos.

Para las organizaciones solicitantes de medidas de protección, el pronunciamiento del tribunal interamericano representa un paso fundamental para visibilizar y atender la grave situación de desprotección en la que se encuentran las personas beneficiarias, por ello hacen un llamado urgente a la comunidad internacional a actuar en consecuencia.

Persecución sostenida y represión extraterritorial: Organizaciones de Derechos Humanos denuncian la situación de Nicaragua ante la Corte IDH

San José, Costa Rica, 05 de febrero de 2025.- En una audiencia ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) organizaciones de derechos humanos denunciaron la continua represión y persecución del Estado de Nicaragua en contra de personas beneficiarias de medidas provisionales y sus núcleos familiares, algunas de ellas presas en la cárceles nicaragüenses y muchas de ellas desterradas y privadas arbitrariamente de su nacionalidad.

El Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos, la Federación Internacional por los Derechos Humanos (FIDH), el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más y la Unidad de Defensa Jurídica (UDJ), expusieron ante el Tribunal sobre el grave y urgente riesgo al que continúan expuestas 97 personas, de las 116 beneficiarias de las medidas de la Corte IDH.

Graves violaciones de derechos humanos

Durante la audiencia, se evidenció que el Estado de Nicaragua ha incumplido sistemáticamente las resoluciones de la Corte IDH, las cuales ordenan la liberación inmediata de personas detenidas arbitrariamente y la protección de sus derechos fundamentales. A la fecha, 88 de las personas beneficiarias han sido desterradas y despojadas de su nacionalidad, mientras que 7 permanecen en prisión y 1 sigue en situación de desaparición forzada.

Las organizaciones denunciaron que el destierro y la desnacionalización han sido utilizados como mecanismos de represalia por parte del gobierno nicaragüense contra la oposición política. Asimismo, el Estado ha confiscado bienes y cuentas bancarias, anulado registros de identidad y negado acceso a documentos oficiales, dejando a las víctimas en un limbo jurídico y social. Además, a los adultos mayores los han despojado de su pensión.

Un contexto de represión sistemática

La represión en Nicaragua no solo se mantiene, sino que se ha intensificado. Recientes reformas constitucionales y legislativas han consolidado un Estado autoritario y policiaco que suprime derechos fundamentales y legaliza la persecución contra la oposición. Entre las medidas más alarmantes se encuentra la concentración del poder en la figura de los co-presidentes, la instauración de las policías voluntarias y la eliminación de la prohibición de la tortura, lo que deja en absoluta indefensión a las personas detenidas por motivos políticos.

Las organizaciones también alertaron sobre la extensión de la política de represión más allá de las fronteras nicaragüenses, con intentos de criminalizar a exiliados a través de falsas acusaciones y la posible utilización de mecanismos internacionales como INTERPOL para perseguir a opositores en el extranjero.

Esta situación fue ratificada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y por el Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua (GHREN).

Llamado urgente a la Corte IDH y a la comunidad internacional

Ante este escenario, las organizaciones solicitantes instaron a la Corte IDH a mantener vigentes las medidas provisionales en favor de las personas beneficiarias y sus familiares, y le solicitaron que ordene al Estado de Nicaragua:

  • Restituir la nacionalidad y todos aquellos derechos de los que fueron despojados.
  • Devolver los bienes confiscados y garantizar la protección de los derechos económicos y sociales de las víctimas.
  • Garantizar la seguridad y condiciones adecuadas para un eventual retorno seguro de las personas desterradas.
  • Liberar de manera inmediata a las personas que permanecen detenidas arbitrariamente.
  • Investigar y sancionar los actos de persecución y represalia cometidos contra las personas beneficiarias y sus familiares.

Finalmente, se hizo un llamado a la comunidad internacional y a los Estados miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA) para que adopten medidas que presionen al gobierno de Nicaragua a cumplir con sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos.

Raza e Igualdad y #NicasLibresYa dialogan con familiares de personas privadas de libertad por motivos políticos: Revelan sus deseos para esta época del año

Washington D.C., 18 de diciembre de 2024 – En esta época del año, desde Raza e Igualdad y la campaña #NicasLibresYa, queremos destacar los deseos de las familias que están sufriendo la prisión arbitraria de sus seres queridos por motivaciones políticas que los regímenes autoritarios de Cuba y Nicaragua ejercen contra quienes se identifican como personas opositoras, o hacia quienes perciben como tales.

Los deseos y sentimientos de estas familias claman por la libertad de sus madres, padres, hijos, hijas, esposos, esposas o amigos, personas que fueron detenidas arbitrariamente por exigir respeto a sus derechos humanos en regímenes totalitarios que reprimen con violencia a cualquiera que piense diferente. 

El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua se ha valido de las detenciones arbitrarias por motivos políticos desde el año 2011. La cifra sólo ha ido aumentando y, a pesar de la excarcelación y destierro de 222 personas en febrero de 2023 y 135 más en septiembre de 2024, en las cárceles todavía hay más de 70 inocentes pagando por crímenes que no cometieron, al menos una decena de ellos en condición de desaparición forzada. 

Este año, el líder indígena nicaragüense Brooklyn Rivera no podrá visitar la tumba de su madre, como solía hacerlo todos los años, ya que desde el 29 de septiembre de 2023 se encuentra en situación de desaparición forzada luego de desafiar a la dictadura que le había prohibido ingresar a su propio país, tras haber participado en una actividad de pueblos indígenas en el extranjero. 

Tininiska Rivera, su hija, recuerda que cada año, durante las festividades de diciembre su padre organizaba una comida con las personas de algunas comunidades del norte de la Costa Caribe de Nicaragua. “Si estuviera libre mi padre haría reuniones con las comunidades para avisarles sobre toda su gestión del año y con ellos compartiríamos una comida tradicional”. 

A finales de noviembre, el régimen realizó redadas que culminaron con la captura de más de 38 personas, aunque la mayoría fueron enviadas a sus casas el 11 de diciembre, periodistas, líderes políticos y médicos continúan detenidos. 

La situación es similar para los familiares de Steadman Fagot, otro líder indígena miskito quien se encuentra en situación de desaparición forzada desde el 14 de septiembre de 2024. Su familia lo recuerda por preparar paquetes de comida durante las fiestas de fin de año. 

“Él elaboraba pequeñas canastas básicas para compartir con ancianos, viudas, madres solteras y comunidades aledañas, y organizaba cultos con pastores de esas comunidades como agradecimiento a Dios por tenerlo con nosotros. Quisiera recuperar el tiempo perdido con mi papá, es triste que hasta el momento no sepamos nada de él”, lamenta Ingni Fagot, hija de Steadman Fagot. 

Más represión 

En Cuba, por su parte, el régimen autoritario de este país no para de reprimir y hostigar a activistas, personas defensoras de los derechos humanos, periodistas independientes y artistas, quienes sufren detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas. 

Lizandra Góngora es parte de las 554 personas (de acuerdo con Justicia 11J) que están presas en Cuba por haber participado en las manifestaciones del 11 de julio de 2021, las cuales exigían el respeto a los derechos humanos, y fueron reprimidas con violencia por el régimen cubano. Su esposo Ángel Delgado afirma que el regalo más grande que pudiera darle en esta época del año, es que ella “recuperara su libertad”.

Desde La Habana, Norma Pérez, madre de la activista Sulmira Martínez, quien permanece en prisión desde el 10 de enero de 2023 tras haber sido acusada falsamente de incitar a la violencia, afirma:  “Extraño mucho verla entusiasmada por las fiestecitas que armaba con sus amistades de la danza”. 

En Cuba, la crisis social, política y económica ha empeorado en los últimos cuatro años, debido a los extensos cortes de energía eléctrica, a la falta de agua potable, y a la escasez de alimentos y medicamentos, que sumado a la represión que sufren las voces críticas al régimen autoritario de este país, forman un ‘cóctel’ nocivo para la población cubana. 

Ángel Cuza Alfonso, de 36 años, es un activista y periodista independiente cubano, que permanece privado de libertad por motivos políticos en la Isla. A él lo detuvieron el 1 de diciembre de 2022, cuando intentaba comprar alimentos en una tienda de La Habana; y fue condenado el 6 de noviembre de 2023 a un año y seis meses de prisión, por el supuesto delito de “desórdenes públicos”.

Su esposa Ana Castillo afirma que lo extraña mucho, principalmente en esta época del año. “Lo que más quisiera, y le pido a Dios, es que pueda estar en libertad porque sé que lo que está pasando ahí es algo que no puede ni explicar”, agrega. 

Las personas presas políticas de Cuba y Nicaragua sufren torturas, aislamiento, incomunicación y, en ocasiones, se les impide recibir visitas familiares por períodos prolongados de tiempo. Además, se les niega el acceso a médicos y medicinas para tratar sus padecimientos oportunamente, y en el caso de las mujeres su condición es más grave porque se les limita el acceso a productos higiénicos de primera necesidad. Incluso, respecto de algunos, el Estado ni siquiera informa a las familias donde están detenidos y cuál es su situación.

Por todo esto, desde Raza e Igualdad y #NicasLibresYa, exigimos que los regímenes de ambos países liberen a todas las personas que se encuentran privadas de libertad por motivos políticos, se brinde información de quiénes se encuentran en desaparición forzada, y se permita que sus familiares puedan tenerles en casa durante estas fiestas de fin de año.



Reforma a Constitución Política de Nicaragua anula la división de poderes

11 de diciembre de 2024.- Las organizaciones firmantes manifestamos profunda preocupación por la reciente reforma a la Constitución Política de Nicaragua, la cual, reestructura el Estado, concentrando el Poder en la figura de “Co-presidentes” y con ello, anula, constitucionalmente, la división de poderes. Además, consolida el cierre del espacio cívico, eliminando la libertad de expresión y religión, y asegura impunidad para perpetradores de violaciones a derechos humanos. 

El 22 de noviembre de 2024 se aprobó “la reforma parcial” de la Constitución Política de Nicaragua con la cual se modifican más de 100 artículos de su Carta Magna. Esta es la 12va reforma constitucional propuesta por Daniel Ortega desde que se encuentra en el poder. 

Uno de los elementos más alarmantes de la reforma es la concentración del poder en la figura de la “Co-presidencia” a la que se le otorga el rol de “coordinación” de los “órganos” legislativo, judicial y electoral del Estado, a los cuales no considera como poderes independientes, además de otras entidades. La Co-presidencia tendrá control absoluto del Ejército y un año más de mandato presidencial, para un total de 6 años.

Alertamos que asegurar impunidad para las violaciones a derechos humanos es un elemento clave en estas reformas. En el nuevo texto se elimina el derecho a no ser torturado, alentando la continuidad de la comisión de tal delito. También institucionalizan “las policías voluntarias”, que desde la crisis del 2018 han sido reconocidas como grupos de civiles fuertemente armados, que actúan con la aquiescencia, el apoyo y la protección de las fuerzas estatales. Existe múltiple evidencia sobre la actuación de estos grupos en la comisión de las graves violaciones a derechos humanos en contra de la población nicaragüense 

Llamamos la atención sobre el cierre absoluto del espacio cívico y las restricciones a cualquier libertad. Las reformas supeditan el ejercicio de derechos al mantenimiento de los valores supremos de la paz y la seguridad.; cualquier acto que se considere como una afrenta a estos valores, implica la disminución o pérdida de derechos. Se fortalecen los controles sobre los medios de comunicación y organizaciones de sociedad civil, tanto fuera como dentro de Nicaragua. Además, desde las reformas del pasado septiembre, se avala el uso excesivo e indebido del sistema penal para reprimir a cualquier persona opositora o percibida, al eliminar garantías judiciales mínimas. 

Evidenciamos una escalada alarmante sobre el control y despojo de los territorios de los pueblos indígenas y afrodescendientes de Nicaragua. En el nuevo texto constitucional, se impone un mayor control sobre estos pueblos para decidir sus formas de gobierno y organización, instrumentalizando la autonomía al momento de llevar a cabo las consultas, quedando estas sujetas a una aprobación única por parte de los gobiernos regionales y no por parte de las comunidades. 

De igual manera, la reforma robustece una serie de cambios legislativos en los ámbitos penal, económico y migratorio, con los que las autoridades nicaragüenses buscan extender la represión tanto dentro como fuera de Nicaragua. Entre otras, las modificaciones concretan la apatridia de facto, el destierro y la represión transfronteriza.

Finalmente, destacamos que los cambios legislativos se han dado en un ambiente tenso marcado por actos represivos. El 03 de noviembre se reportaron 2 asesinatos de miembros de comunidades indígenas de la Costa Caribe Norte, y el 28 del mismo mes, organizaciones de derechos humanos reportaron al menos 30 detenciones arbitrarias, acompañadas de desapariciones forzadas, así como el destierro de familias enteras en las fronteras. 

Por tanto, ante este panorama, las organizaciones firmantes solicitamos:

A la comunidad de Estados: mantener la vigilancia sobre Nicaragua y reforzar su apoyo a las comunidades indígenas y afrodescendientes, organizaciones y movimientos sociales. Solicitamos valorar la activación de los mecanismos diplomáticos para incidir en la urgencia del retorno a la democracia en Nicaragua, y asegurar que los relacionamientos comerciales y financieros se condicionen al estricto cumplimiento del Estado de sus obligaciones en materia de derechos humanos y acceso a la justicia. 

A las entidades financieras: implementar políticas y directrices que establezcan disposiciones en materia del respeto y garantía de la democracia, seguridad jurídica y derechos humanos, que supediten el otorgamiento de préstamos y créditos a que el Estado de Nicaragua cumpla con dichas disposiciones, en consonancia con los más altos estándares de derechos humanos. 

A los organismos internacionales de derechos humanos: continuar y reforzar la documentación sobre las vulneraciones a los derechos humanos de la población nicaragüense tanto dentro como fuera del país; abordar integralmente a través de sus informes y pronunciamientos la continuidad de las violaciones a derechos humanos, con enfoque interseccional y énfasis en las poblaciones en mayor situación de vulnerabilidad como niñez, mujeres, disidencias sexuales y pueblos indígenas y afrodescendientes; visibilizar e informar a la comunidad internacional a través de sus mecanismos sobre el recrudecimiento de la represión transfronteriza y las violaciones a derechos humanos en Nicaragua. 



 Firman:

Alerta Venezuela

Asociación Centroamericana para el Desarrollo y la Democracia Red Local

Asociación para el Desarrollo Indígena Social – ADIS

Centro de Asistencia Legal a Pueblos Indígenas (CALPI)

Centro Internacional por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) 

Civil Rights Defenders

Colectivo Nicaragua Nunca Más

Equipo Jurídico por los Derechos Humanos 

Federación Internacional por los Derechos Humanos – FIDH

Grupo de Reflexión de Excarcelados Políticos (GREX)

Iniciativa Universitaria por Nicaragua

Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad)

La Mesa Redonda

Movimiento Autónomo de Mujeres 

Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT)

Peace Brigades International – PBI

Red de Mujeres Pinoleras

Red Internacional de Derechos Humanos Europa RIDHE

Unamos 

Unidad de Defensa Jurídica

Unidad Nacional Azul y Blanco

Urnas Abiertas 

Washington Office on Latin America (WOLA)

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