Nicaragua: Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria ONU pide liberar a 13 personas presas políticas e investigar la muerte de Hugo Torres

Nicaragua: Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria ONU pide liberar a 13 personas presas políticas e investigar la muerte de Hugo Torres

Washington D.C., 27 de junio de 2022-. En una opinión pública, el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de Naciones Unidas instó al gobierno de Nicaragua a liberar inmediatamente a trece personas presas políticas, realizar una “investigación exhaustiva e independiente” de las circunstancias en torno a su privación arbitraria de libertad y adoptar las medidas pertinentes contra los responsables de la violación de sus derechos. Entre estas personas figura Jorge Hugo Torres Jiménez, quien falleció bajo custodia policial el pasado 12 de febrero, y por el cual el Grupo de Trabajo pide una investigación específica que incluya un informe detallado de un experto independiente sobre la atención médica y de otro tipo que recibió.

El Grupo de Trabajo solicitó que la liberación de las otras trece (13) personas presas políticas que permanecen con vida sea absoluta, y que se les conceda a ellas y a las personas beneficiarias de Torres Jiménez, el derecho efectivo a obtener una indemnización y otros tipos de reparación, de conformidad con el derecho internacional.

Las trece personas cuya libertad solicita el Grupo son defensoras y defensores de derechos humanos, precandidatos a la presidencia, lideresas feministas, dirigentes políticos, periodistas y empresarios: Arturo Cruz Sequeira, Violeta Granera Padilla, José Adán Aguerri Chamorro, José Bernard Pallais Arana, Daysi Tamara Dávila Rivas, Ana Margarita Vijil Gurdián, Dora María Téllez Argüello, Suyen Barahona Cuan, Víctor Hugo Tinoco Fonseca, Luis Rivas Anduray, Miguel Mora Barberena, Miguel Mendoza Urbina y Pedro Joaquín Chamorro Barrios.

En su opinión, el Grupo de Trabajo explicó que sus detenciones son de carácter arbitrario porque contravienen ocho artículos de la Declaración Universal de Derechos Humanos y nueve artículos del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, del cual Nicaragua es firmante; y se inscriben en cuatro (I, II, III y V) de las cinco categorías, según sus Métodos de Trabajo.

No hay fundamento jurídico que justifique las detenciones. Estas personas fueron arrestadas por oficiales de la Policía Nacional acompañados de civiles armados, o por otras fuerzas coercitivas del Estado excesivamente armadas, sin orden y justificando el arresto con la supuesta comisión de un delito, pero sin antes haberles informado de las vías judiciales para impugnarla. Además, todas las detenciones fueron violentas y bajo amenazas. Incluso, en varias ocasiones había personas menores de edad presentes.

Sus casos son ejemplos del uso de procedimientos penales para que personas críticas al gobierno actual, que han trabajado en favor del cambio democrático y la defensa de los derechos humanos, no expresen sus opiniones ni participen en la vida pública.

Las personas detenidas tampoco fueron presentadas inmediatamente ante un juez, sometidas a prisión preventiva automática y estuvieron incomunicadas por al menos un mes, sin contar con la asistencia y comunicación confidencial con sus abogadas y abogados defensores. Lo anterior constituye una violación al derecho a tener contacto con el mundo exterior. Asimismo, se están incumpliendo las Reglas Nelson Mandela y principios del “Conjunto de Principios para la Protección de Todas las Personas Sometidas a Cualquier Forma de Detención o Prisión”. Estas personas han sufrido impacto en su salud producto de la carencia de alimentación, higiene, sanidad, camas apropiadas, falta de abrigo y atención médica especializada.

Finalmente, el Grupo de trabajo hizo énfasis en la discriminación ejercida contra las personas defensoras de derechos humanos con posiciones y opiniones políticas expresadas públicamente, y expuso que estas detenciones fueron efectuadas para imposibilitar que integrantes de grupos políticos opositores al Gobierno participen en la vida pública del país

Pronunciamiento 

El Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad), el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) y la Unidad de Defensa Jurídica (UDJ) respaldamos plenamente el llamado del Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria para que las personas prisioneras por motivos políticos sean liberadas, en particular su petición para que el régimen de Nicaragua realice investigaciones exhaustivas e independientes sobre sus condiciones de detención y la lamentable muerte del General en retiro, Hugo Torres. 

Exigimos el cese de las detenciones arbitrarias, y la liberación inmediata y sin condiciones de las más de 190 personas privadas de libertad por motivos políticos. Son inocentes y fueron arrestadas por ejercer derechos humanos como el derecho a la protesta cívica, la libertad de expresión y asociación, entre otros.

Expresamos nuestra profunda preocupación por las condiciones de detención de las personas presas políticas, que como hemos mencionado en reiteradas ocasiones, constituyen tratos crueles, inhumanos y degradantes; y son especialmente alarmantes para las personas adultas mayores, mujeres y personas con padecimientos crónicos que no están recibiendo atención médica especializada.

Recordamos que la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, en su última actualización oral sobre la situación de derechos humanos en Nicaragua, pidió a las autoridades nicaragüenses “asegurar la inmediata liberación de todas las personas detenidas arbitrariamente”, les instó para que se lleve a cabo una verificación independiente de las condiciones de detención; y recordó que, de acuerdo a la normativa nacional vigente, todas las personas detenidas adultas mayores o que tienen enfermedades graves deberían encontrarse en detención domiciliaria.

Finalmente, ponemos a disposición nuestra colaboración  para que el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria, y otros Procedimientos Especiales de Naciones Unidas, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la Corte Interamericana de Derechos Humanos y otros organismos continúen monitoreando, documentando y promoviendo la rendición de cuentas por las violaciones a los derechos humanos cometidas en Nicaragua. 

Personas presas políticas: Raza e Igualdad organiza foro para contribuir al abordaje eficaz de la detención y prisión por motivos políticos en la región

Washington D.C., 17 de junio de 2022.-Raza e Igualdad organizó un foro para contribuir al abordaje eficaz de la detención y prisión por motivos políticos en el hemisferio occidental y propuso pautas que permitan establecer criterios para determinar quién es una persona detenida por motivos políticos.

“En el instituto este proceso inició hace como un año y medio preocupados un poco por la necesidad de tener criterios para que una persona sea considerada presa política en el hemisferio”, mencionó el director de Raza e Igualdad, Carlos Quesada.

La directora para las Américas de Amnistía Internacional, Ericka Guevara Rosas destacó la similitud que existe en las violaciones a los derechos humanos cometidos contra personas arbitrariamente privadas de libertad por motivos políticos  en países como Cuba, Nicaragua y Venezuela donde hay una “cooptación de los Poderes del Estado”. 

Guevara participó en el evento «Personas presas políticas: Desafíos y propuestas para su protección internacional desde un enfoque de derechos humanos», organizado por el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad), con el fin de crear un espacio de reflexión sobre las características que deben existir para que se considere que una persona está arbitrariamente privada de libertad por motivos políticos en un país. 

Guevara destacó que hay un patrón entre Cuba, Nicaragua y Venezuela, por ejemplo, en el que se apunta a la criminalización de personas periodistas y activistas de derechos humanos que se oponen a ciertas políticas estatales y, por tanto, se vuelven objetivo del Estado que crea leyes y utiliza los Poderes del Estado para enjuiciarlas. 

“Las personas son detenidas a través del uso indebido del sistema de justicia penal y através de la privación de libertad, que, muchas veces, no solo se da en condiciones de cárcel, sino que muchas veces hemos visto patrones de privaciones a la libertad através de detenciones de corto período, detenciones y domiciliarias”, dijo Guevara.

“Trataron de sacarle los ojos”

Miriam Cardet, hermana del ex preso político Eduardo Cardet, de Cuba, recordó en el evento cómo fue la detención de su familiar el 30 de noviembre de 2016, cuando, tras regresar de un viaje por Estados Unidos, fue interceptado por hombres vestidos de civil en su casa quienes lo empezaron a golpear salvajemente. 

“Se abalanzaron sobre él poniéndolo contra una reja frente a la casa y lo golpearon (…) Trataron de sacarle los ojos”, dijo Cardet en su relato. Ese fue solo el comienzo de los problemas para la familia y las violaciones de derechos humanos en contra del médico y activista cubano.

Estuvo desaparecido durante cinco días hasta que una protesta de los familiares obligó a las autoridades del gobierno cubano a mostrarlo a medias, cuando apenas podía sostenerse en pie y estaba inflamado por la golpiza que le propinaron. 

Cardet fue liberado en mayo de 2019, luego de cumplir con los tres años de condena por lo que lo habían acusado. 

“A través de todas las denuncias a nivel internacional se le pudo salvar la vida a mi hermano», dijo Cardet, recordando que la denuncia y la constante presión contra estos Estados es el único camino para garantizar la vida de estas personas.

10 muertes bajo tutela del Estado venezolano

En Venezuela se calcula que desde el año 2014 ha habido por lo menos 4000 personas presas por motivos políticos tras participar en manifestaciones en contra del gobierno de Nicolás Maduro. Al menos 10 de ellos han muerto bajo tutela del Estado según cifras de organizaciones defensoras de derechos humanos.

“En el caso de Venezuela se ha creado una estructura y no es solo la detención arbitraria la única violación que se utiliza, se ha creado una estructura judicial, se ha creado una estructura administrativa y legislativa que lo que busca es cerrar el espacio cívico cada vez más”,  señaló Ronnie Boquier, coordinador jurídico del Comité de Familiares Víctimas del Caracazo.

La situación allí es bastante similar a la ocurrida en Cuba y Nicaragua, donde se inventan crímenes de terrorismo en contra de manifestantes pacíficos y se les atribuyen crímenes ambiguos como el de “traición a la patria”. 

Nicaragua y la criminalización de defensores de derechos humanos 

La criminalización de defensores de derechos humanos y la cancelación de organizaciones no gubernamentales que no son afines al régimen de Daniel Ortega ha provocado que más de 500 ONG’s ya no tengan personería jurídica, según han documentado medios de comunicación nicaragüenses. 

Estos cierres son solo parte del problema, pues luego de que se cancela su capacidad legal operativa se desata una persecución en contra de sus dirigentes que en muchos casos son obligados a salir del país o detenidos. 

Las detenciones arbitrarias en Nicaragua iniciaron en abril del 2018, tras las manifestaciones pacíficas y hasta mayo de 2020, la CIDH calculaba que al menos 1614 personas estaban en prisión, resaltó Fiorella Melzi, coordinadora del Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (Meseni).

“A raíz de las detenciones la Comisión ha observado una serie de violaciones a los derechos humanos: violaciones a las garantías y protección judicial, en la mayoría de los casos, inicialmente, el Estado no informó del paradero de las personas detenidas y (se impidió), tener acceso a un abogado de elección, las acusaciones presentadas en audiencias preliminares, privadas y secretas en instalaciones distintas a los tribunales judiciales”, enumeró Melzi.

Algunas fueron liberadas posteriormente, pero la criminalización de disidentes continuó y se extendió hacia todos los sectores del país. Al punto previo a las elecciones presidenciales de 2021, cuando Daniel Ortega se reeligió fraudulentamente para un cuarto período consecutivo, encarceló a 7 precandidatos y precandidatas presidenciales y hasta el 31 de mayo de 2022, la cifra de personas arbitrariamente privadas de libertad por motivos políticos  en el país ya era de más de 190, según las cifras actualizadas a mayo del Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas en Nicaragua.

Muchas de estas personas fueron directivos de organizaciones no gubernamentales o simplemente se les detuvo por expresar opiniones contrarias a las políticas del régimen en redes sociales. 

“Se crean delitos nuevos, leyes contra el terrorismo que involucran a las personas que defienden derechos en la lógica de que el Estado siempre va a catalogar como enemigo y se unen con leyes pasadas», dijo Boquier, quien explicó sobre las similitudes que ocurren en los tres países al momento de perseguir a la disidencia. 

Esas son políticas que, según Boquier, están definiendo los mismos Estados y los responsabilizó de ser quienes clasifican a las personas como “enemigos”, para posteriormente detenerlos arbitrariamente por las actividades que realizan. 

“Quien define la política de persecución son los Estados y quien le da los motivos políticos son los Estados. Los presos por motivos políticos de nuestros países (existen) porque los Estados los consideran así por su actividad”, remarcó.

Raza e Igualdad propone pautas para determinar la privación de libertad por motivos políticos

Considerando todas estas situaciones que ocurren en Cuba, Nicaragua y Venezuela, pero que también se extienden a países como Chile o Colombia, Raza e Igualdad publicó el documento «Pautas para la determinación de la detención y prisión por motivos políticos: Aportes desde el Derecho Internacional de los Derechos Humanos”, que busca contribuir a una discusión que lleve a identificar y resaltar los patrones que hay en los países que detienen a las personas por motivos políticos. 

En el documento se destaca la importancia de contar con una caracterización a nivel internacional que permita reconocer que las personas bajo esta forma de  privación de libertad se encuentran más expuestas a sufrir graves violaciones a sus derechos humanos y por lo tanto, están en una situación de especial vulnerabilidad. Este reconocimiento permite hacer responsables a los Estados por estas privaciones de libertad  arbitrarias por motivos políticos y crear una ruta de responsabilidad que permita justicia y reparación a las víctimas. 

Raza e Igualdad propone dos pautas. La primera,  consiste en establecer si  la privación de libertad es arbitraria de acuerdo a las categorías establecidas por el Grupo de Trabajo de las Naciones sobre la Detención Arbitraria. Esto es, que se produce como consecuencia del ejercicio de derechos o libertades de pensamiento, conciencia y religión; opinión y expresión; reunión y asociación pacífica; y participación política; y que la misma es discriminatoria por motivos como la opinión política. 

En segundo lugar, se señala que resulta fundamental para esta determinación, identificar que la privación arbitraria de la libertad, es producto de acciones del Estado políticamente sesgadas, para lo cual se debe examinar  los patrones de detención e instrumentalización de las instituciones de justicia en contextos tanto democráticos como autoritarios, así como las acciones que lleva a cabo la persona, tales como, la defensa de los derechos humanos, la participación en la vida política de su país, el periodismo, entre otras. 

El documento completo puede ser descargado en este link para la versión en español y en este otro para la versión en inglés.

#RenovarIESOGI: Las OSC urgen al Consejo de Derechos Humanos a renovar el mandato del Experto Independiente sobre la violencia y la discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género durante su 50º período de sesiones

En todas las regiones del mundo persisten la violencia y la discriminación generalizadas, graves y sistemáticas, basadas en la orientación sexual y/o la identidad de género real o percibida de las personas.

Asesinatos y ejecuciones extrajudiciales; torturas, violaciones y violencia sexual; desapariciones forzadas; desplazamientos forzados; criminalización; detenciones arbitrarias; chantaje y extorsión; violencia y acoso policial; intimidación; estigmatización; discursos de odio; campañas de desinformación; negación de la identidad de género definida por une misme; tratamiento médico forzado y/o esterilización forzada; represión de los derechos a la libertad de expresión, asociación y reunión, religión o creencias; ataques y restricciones a les defensores de los derechos humanos y periodistas; denegación de servicios y obstaculización del acceso a la justicia; discriminación en todos los ámbitos de la vida, incluidos el empleo, la atención sanitaria, la vivienda, la educación y las tradiciones culturales; y otras múltiples e interrelacionadas formas de violencia y discriminación. Estas son algunas de las violaciones y abusos de los derechos humanos a los que se enfrentan las personas de orientaciones sexuales y/o identidades de género diversas.

Esta grave situación de los derechos humanos ha motivado una importante acción en las Naciones Unidas para reconocer y proteger los derechos humanos de estas personas y comunidades, la cual celebramos. En 2016, el Consejo de Derechos Humanos tomó medidas definitivas para abordar sistemáticamente estos abusos, avanzar en reformas positivas y compartir las mejores prácticas -mediante la presentación de informes periódicos, el diálogo constructivo y el compromiso- y creó un Experto Independiente sobre la protección contra la violencia y la discriminación por motivos de orientación sexual o identidad de género (SOGI).

En 2019, la renovación de este mandato recibió el apoyo de más de 50 Estados de todas las regiones del mundo y de 1.314 organizaciones de 174 Estados y territorios. Este creciente apoyo es una prueba de la importancia crítica de este mandato y de su trabajo para apoyar a las personas de orientaciones sexuales y/o identidades de género diversas, y a quienes defienden sus derechos, tanto en los foros internacionales de derechos humanos como a nivel de base.

En los últimos 6 años, los dos titulares del mandato han documentado en profundidad la discriminación y la violencia por motivos de orientación sexual e identidad de género a través de informes y declaraciones; han enviado más de 100 comunicaciones que documentan las denuncias de estas violaciones en todas las regiones; han realizado 5 visitas a países; han identificado las causas fundamentales y han abordado la violencia y la discriminación a las que se enfrentan grupos específicos, como las personas lesbianas, bisexuales, trans y de género diverso.

El mandato también ha acogido con satisfacción los avances e identificado las mejores prácticas de todas las regiones del mundo, incluyendo la despenalización, el reconocimiento legal del género, las leyes contra la discriminación y las leyes sobre delitos de odio. Todo ello sin dejar de entablar un diálogo constructivo y de ayudar a los Estados a aplicar y seguir cumpliendo las normas y los estándares del derecho internacional de los derechos humanos, así como de colaborar con los mecanismos, organismos, fondos y programas de la ONU y otros órganos del sistema internacional y los sistemas regionales.

A pesar de estos avances positivos, hoy en día más de 68 países siguen penalizando las conductas y relaciones sexuales consentidas entre personas del mismo sexo de los cuales 11 jurisdicciones siguen aplicando la pena de muerte y más de 10 países siguen penalizando las expresiones e identidades de género diversas, y persisten las violaciones de derechos humanos anteriormente mencionadas. Además, entre el 1 de enero de 2008 y el 30 de septiembre de 2021 se registraron aproximadamente 4.042 asesinatos de personas trans y de género diverso. Con muchos más casos sin denunciar, el 2021 ha sido el año más letal para las personas trans y de género diverso desde que comenzó la recopilación de datos. Está claro que este mandato sigue siendo esencial.

Una decisión de los miembros del Consejo de renovar este mandato enviaría un mensaje claro de que no se puede tolerar la violencia y la discriminación contra las personas de orientaciones sexuales y/o identidades de género diversas. Reafirmaría que la atención específica, sostenida y sistemática sigue siendo crucial para hacer frente a estas violaciones de los derechos humanos y garantizar que las personas LGBT sean, de hecho, libres e iguales en dignidad y derechos.

Nosotres, las 1117 ONGs de 134 Estados y territorios de todo el mundo, instamos a este Consejo a garantizar que sigamos construyendo un mundo en el que todes puedan vivir libres de violencia y discriminación. Para permitir que este importante y aún pendiente trabajo continúe, les instamos a renovar el mandato del Experto Independiente sobre la protección contra la violencia y la discriminación por motivos de orientación sexual o identidad de género.

Brian Nichols en “¿Presos Por Qué?”: Detención y juicios por motivos políticos a manifestantes son una afrenta para la democracia en Cuba, Nicaragua y Venezuela

Washington DC, 15 de junio de 2022.- Las detenciones de manifestantes pacíficos en Cuba, Nicaragua y Venezuela son una afrenta para la democracia y los juicios buscan silenciar la libertad de expresión, resaltó el Subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, Brian A. Nichols, durante el evento “¿Presos por qué?: Personas presas por motivos políticos en Cuba, Nicaragua y Venezuela”, organizado por el Consorcio Latinoamericano de Derechos Humanos, del cual forma parte el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad).

Este evento se realizó en el marco de la IX Cumbre de las Américas con el objetivo de generar un espacio de reflexión y diálogo sobre las circunstancias y condiciones que experimentan las personas privadas de libertad en el ejercicio de sus derechos fundamentales en esos tres países. Aparte de Nichols, en este espacio participó el  Relator de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre los Derechos de las Personas Privadas de Libertad y para la Prevención y Combate a la Tortura, Edgar Stuardo Ralón, así como familiares de personas presas políticas y activistas.

“Estados Unidos, junto con sus socios y aliados en todo el mundo, sigue presionando para que se libere a todas las personas detenidas injustamente por motivos políticos y para que se ponga fin a las violaciones de derechos humanos y para que se den las condiciones para la celebración de elecciones libres y justas que permitan a los venezolanos, cubanos y nicaragüenses elegir por sí mismos a sus dirigentes”, expresó Nichols.

Stuardo Ralón: “La CIDH quiere reiterar el compromiso de condenar esta situación”

Por su parte, el Relator de la CIDH sobre los Derechos de las Personas Privadas de Libertad y para la Prevención y Combate a la Tortura, Edgar Stuardo Ralón, aseguró que las cárceles en las que se encuentran las personas presas políticas “se caracterizan por altos niveles de hacinamiento, alojamiento en celdas con deficiencias estructurales y condiciones insalubres; empleo de medidas de aislamiento, falta de acceso a agua potable; alimentación adecuada y medicamentos; empleo de prácticas de tortura y otros malos tratos”.

Ralón dijo que la situación en los tres países es grave y particularmente en Cuba se volvió mucho más complicada a raíz de las protestas del 11 y 12 de julio de 2021, que el régimen reprimió con violencia; tal cual ocurrió en las manifestaciones pacíficas de Nicaragua en 2018 y Venezuela en 2014.

“La Comisión Interamericana de Derechos Humanos quiere reiterar el compromiso de condenar esta situación y exigir la liberación de todos los presos políticos. El compromiso de la Comisión es de visibilizar todas estas situaciones con todos los instrumentos a su alcance, sean estos comunicados de prensa, medidas cautelares para poner fin a este régimen de represión”. 

Anamely Ramos: “En Cuba, los presos políticos no solo son víctimas, también son héroes”

En Cuba hay más de 1400 personas presas políticas a raíz de las manifestaciones del 11 y 12 de julio y las condiciones en que se encuentran son inhumanas completamente, según datos de las organizaciones Cubalex y Justicia11J.

Anamely Ramos, artista cubana y defensora de derechos humanos expresó que la situación es difícil para todas las personas presas políticas, pero especialmente para las mujeres. “Las mujeres que están presas, además que la mitad son madres que están separadas de sus hijos, son sometidas a actos degradantes y todo tipo de humillaciones”, expresó, y solicitó que se de acceso a las prisiones para constatar la condición de salud de las personas presas políticas, más apoyo a la sociedad civil, mayor visibilización al encarcelamiento de menores de edad y denunciar la complicidad de los sistemas de justicia de los tres países en favor de sus regímenes. 

«En Cuba, los presos políticos no solo son víctimas, también son héroes. No comenzaron a ser presos cuando fueron detenidos, sino desde que nacieron», resaltó Ramos.

Victoria Cárdenas de Nicaragua: “Unámonos al grito de Libertad”

Un 8 de junio, pero de 2021, el precandidato presidencial Juan Sebastián Chamorro fue detenido por la Policía del régimen de Daniel Ortega y su esposa, la empresaria Victoria Cárdenas, tuvo que exiliarse para no ser apresada también. En prisión, Chamorro ha perdido más de 50 libras de peso y se encuentra irreconocible, según las personas que han logrado visitarlo sólo siete veces en el último año.

Hasta inicios del mes de junio en Nicaragua habían 184 personas presas políticas y de ellas, 180 ya habían recibido una condena en juicios carentes del debido proceso y en los cuales se utilizaron a policías como testigos. 

“Invito a todos a alzar nuestras voces por todas esas voces que regímenes autoritarios como el de Cuba, Venezuela y Nicaragua quisieron callar. Unámonos al grito de libertad.  Hago un llamado a la comunidad internacional, a los jefes de Estado, a los organismos internacionales de derechos humanos, a la sociedad civil, al empresariado del continente y del mundo y a las personas de buena voluntad, a hacer todo lo necesario para conseguir que se cumpla con lo que la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha ordenado y se les libere inmediatamente”, agregó Cárdenas. 

Sobre la situación de Nicaragua, el director de Raza e Igualdad, Carlos Quesada, recalcó que desde el inicio de las protestas de abril de 2018, al menos 1,614 nicaragüenses fueron detenidos arbitrariamente hasta mayo de 2020. “En la mayoría de los casos lo que se ha criminalizado es el derecho a la libertad de expresión», dijo Quesada.

Para finalizar, Quesada aseguró que seguirán denunciando las violaciones a los derechos humanos que comete el régimen de Ortega en Nicaragua en contra de las más de 180 personas presas políticas y para ello lanzarán la campaña “Nicas Libres Ya” que busca visibilizar sus historias y lograr el apoyo necesario para su pronta liberación. 

Munira Muñoz: “En Venezuela tenemos 235 personas presas políticas”

Munira Muñoz, abogada y coordinadora de la organización Foro Penal USA/Venezuela, recordó que “en Venezuela tenemos 235 personas presas políticas de las cuales 15 son mujeres”. En este país han muerto por lo menos 10 personas presas políticas desde el año 2014, y muchas de ellas son confinadas junto a presos comunes. 

Muñóz mencionó el caso de la presa política Emirlendris Benítez, de 41 años, quien fue arrestada en agosto de 2018. “Se le imputaron delitos de terrorismo, asociación para delinquir, homicidio intencional en grado de frustración en contra del Presidente de la República, homicidio intencional con alevosía en contra del alto mando militar, daños a la propiedad pública y detentación de artefactos explosivos. Ella se encontraba dando un servicio de transporte con su esposo quien también se encuentra preso”. 

Benítez perdió la movilidad de sus piernas tras sufrir un aborto por el maltrato recibido al momento de su detención y en 2021 su hermana denunció que su situación de salud era bastante delicada.

Situación grave para personas defensoras de derechos humanos

El Director Ejecutivo de Raza e Igualdad, Carlos Quesada, relató que la situación es grave para todas las personas de los tres países, pero especialmente para los defensores y defensoras de derechos humanos y las personas activistas que, incluso cuando pretendían ir a Los Ángeles para participar en la Cumbre de las Américas, fueron impedidas por las autoridades cubanas. 

“En particular se imponen (restricciones) para impedir la participación (de activistas) en foros internacionales donde se pretende exponer violaciones a los derechos humanos por parte del régimen cubano”, agregó Quesada.

Esta situación se ha registrado en Nicaragua, Cuba y Venezuela, cuyos Gobiernos limitan los viajes de quienes consideran oposición política para evitar las denuncias a nivel internacional sobre las violaciones a los derechos humanos. 

Pronunciamiento

Desde el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad) no cesamos en demandar la liberación inmediata y sin condiciones de todas las personas presas políticas de Cuba, Nicaragua y Venezuela. Asimismo, instamos a los Estados a cumplir con las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de las Personas Reclusas (Reglas Nelson Mandela) en los centros penitenciarios. 

Es imperativo que estos países acaten las recomendaciones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH), la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas (CDH), órganos de los tratados y los procedimientos especiales. 

¡Libertad para las personas presas políticas!

Raza e Igualdad denuncia la situación de personas presas políticas en Cuba, Nicaragua y Venezuela en el marco de la IX Cumbre de las Américas

Washington DC, 2 de junio de 2022.En el marco de la Cumbre de las Américas, el Consorcio Latinoamericano de Derechos Humanos– que es liderado por el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad)– realizará el evento “¿Presos por qué?: Personas presas por motivos políticos en Cuba, Nicaragua y Venezuela”, cuyo objetivo es generar un espacio de reflexión y diálogo sobre las circunstancias y condiciones que experimentan las personas privadas de libertad en el ejercicio de sus derechos fundamentales en esos tres países.

El evento, que tendrá una modalidad híbrida, se llevará a cabo el miércoles 8 de junio en el salón Orpheum A del Hotel Índigo, en Los Ángeles (California), a partir de las 4:00 pm hora local (5:00 pm hora Centroamérica y 7:00 pm hora Caracas y La Habana). Asimismo, será transmitido por la página de Facebook y el canal de YouTube de Raza e Igualdad. 

Entre los panelistas, se encuentra Uzra Zeya, Subsecretaria para Seguridad Civil, Democracia y Derechos Humanos de Estados Unidos;  Brian A. Nichols, Subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental; el Relator sobre los Derechos de las Personas Privadas de Libertad y para la Prevención y Combate a la Tortura, Edgar Stuardo Ralón; y el Director Ejecutivo de Raza e Igualdad, Carlos Quesada. 

También se contará con la participación de Victoria Cárdenas, empresaria nicaragüense y esposa del precandidato presidencial y preso político del régimen de Ortega y Murillo, Juan Sebastián Chamorro; Anamely Ramos, artista cubana y defensora de derechos humanos; Munira Muñoz, abogada y coordinadora de la organización Foro Penal USA/Venezuela. El evento será moderado por David Álvarez Veloso, Coordinador del Consorcio de Derechos Humanos.

La situación de las personas presas políticas en Cuba, Nicaragua y Venezuela 

La cantidad de personas presas políticas en Cuba, Nicaragua y Venezuela continúa incrementando. Estos tres países se caracterizan por tener gobiernos autoritarios que utilizan leyes para criminalizar las actividades de promoción y defensa de los derechos humanos, el periodismo y a la oposición política. 

Cuba

En Cuba, cuyo sistema de partido único mantiene un férreo control sobre la sociedad en todos sus ámbitos, se contabilizaban 150 personas presas políticas hasta julio de 2021, pero tras las históricas protestas del 11 y 12 de julio, la cifra aumentó a más de 1400. Entre las personas detenidas hay por lo menos 50 menores de edad, de los cuales, hasta marzo de 2022,  20 habían sido enjuiciados y condenados a entre 7 y 13 años de prisión.

Nicaragua

En Nicaragua, la represión estatal y paraestatal a las manifestaciones pacíficas iniciadas en abril de 2018, resultó en 355 víctimas fatales, más de 2,000 personas heridas y 1,614 detenciones arbitrarias.

La crisis se ha extendido por más de cuatro años y, actualmente, más de 170 personas se encuentran presas por motivos políticos, sin acceso a atención médica especializada en condiciones que incumplen las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de las Personas Reclusas (Reglas Nelson Mandela) y la Ley interna en materia de derechos humanos, que pueden calificarse de tratos crueles, inhumanos, degradantes, torturas físicas y psicológicas. Esta situación es especialmente crítica para las 14 mujeres presas políticas, 19 personas de la tercera edad y personas con enfermedades crónicas.

Venezuela

Desde el 2014 Venezuela no ha sido la excepción a la profundización de la crisis de derechos humanos, luego que la ciudadanía saliera a protestar por la situación económica y de inseguridad en el país. Ese año, el número de personas detenidas por motivos políticos alcanzó los 3,708, mientras que en 2017 se registraron 5,511 arrestos por las mismas motivaciones. Actualmente, según la organización Foro Penal, hay 239 personas privadas de libertad por motivos políticos en este país. 

Desde el año 2014 al menos 10 personas presas políticas han perdido la vida y la organización Foro Penal ha reportado que las condiciones carcelarias en el país son precarias, y ha registrado casos de presos por motivos políticos que se encuentran recluidos junto a presos comunes. 

¿Cuándo una persona es presa política?

En el ámbito del derecho internacional, no hay una definición o caracterización de personas presas políticas. Sin embargo, la existencia de esta problemática en la región ha permitido identificar criterios para determinar cuándo una persona ha sido privada de libertad por motivos políticos, independientemente del país donde se registre.

Estos son algunos:

  • Las actividades de la persona están vinculadas al ejercicio de la libertad de expresión, asociación o reunión; la oposición política, la defensa de los derechos humanos y manifestaciones pacíficas.
  • El Estado lleva a cabo acciones con el fin de consolidar o retener el poder, las cuales resultan en violaciones a los derechos humanos.
  • Existe una utilización y articulación de las estructuras e instituciones del Estado para la privación arbitraria de la libertad de la persona y su criminalización.
  • El contexto se caracteriza por Estados unipartidistas y autoritarios, donde las instituciones democráticas no existen…aunque hay registro de casos en contextos de países con cierta institucionalidad democrática reconocida.

Información del evento ¿PRESOS POR QUÉ? Personas presas por motivos políticos en Cuba, Nicaragua y Venezuela. 

Miércoles, 8 de junio de 2022

4:00 PM Los Ángeles | 5:00 PM Centroamérica | 7:00 PM Caracas – La Habana

Hotel Índigo – Los Ángeles, Downtown | Salón Orpheum A

RSVP y registro virtual: https://bit.ly/3sVeJAw

Interpretación simultánea ESPAÑOL | INGLÉS | PORTUGUÉS

17M: La tarea es eliminar la LGBTIfobia estructural

Washington D.C., 17 de mayo de 2022.– Las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans, intersexuales y de identidades diversas a lo largo de la historia universal han sido perseguidas por su identidad de género y su orientación sexual. Aunque hay avances normativos en materia de derechos humanos aún en algunas sociedades patologizan y criminalizan a las personas LGBTI+.

Incluso, hasta el 17 de mayo de 1990, Organización Mundial de la Salud (OMS) consideraba a la homosexualidad como una patología mental, así lo registró en la primera versión de su Manual de Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) de 1948. Asimismo, desde 1975 definieron a la transexualidad como un trastorno mental. Recién en el 2018, con la versión CIE-11, la sacó de la lista.

Por ello, cada 17 de mayo, Día Internacional contra la Homofobia, Transfobia y Bifobia se conmemora la histórica decisión de la OMS que contribuyó a la despatologización y al reconocimiento de la homosexualidad como un aspecto natural de la vida y de la sexualidad. Sin embargo, aún en muchos lugares del mundo, la diversidad sexual es condenada por la religión, las leyes y la sociedad, incluso con pena de muerte.

El daño histórico es irreversible y lo mejor que queda por hacer es saldar esa deuda histórica que ha colocado a la comunidad LGBTI+ en un contexto de particular vulnerabilidad.

Cuerpos como territorios de violencia

“Nuestros cuerpos, nuestras vidas, nuestros derechos” es la consiga de este año elegida por la organización 17 de Mayo para conmemorar esta fecha. “Un tema que nos recuerda que muchos de nosotros en todo el mundo vivimos la LGBTQI-fobia en carne propia todos los días y que nuestros cuerpos están siendo abusados, arruinando nuestras vidas.”, describe su portal web.

En Latinoamérica y el Caribe, se registraron al menos 370 asesinatos de personas LGBTI+ en el 2020, y la tendencia desde 2014 es que el número de homicidios aumente anualmente, tal y como señala el último informe la red de organizaciones de la sociedad civil Sin Violencia LGBTI. A diario, se practican muchas violencias sobre los cuerpos que no cumplen con las expectativas de género binario cisnormativo heterosexual, siendo la muerte la forma más violenta de atentar contra las vidas de las personas de la diversidad sexual.

Lucha LGBTI+

Gracias a los liderazgos LGBTI+ y a la suma de contribuciones de organizaciones de derechos humanos, hoy hay más personas visibles y no visibles uniéndose a la lucha LGBTI+ contra la desigualdad, violencia y la discriminación estructural.

Sin embargo, es compromiso de todes construir y defender una sociedad plural, donde se respeten las diversas formas de expresar, pensar, actuar, amar y ser. Esta es una lucha de todes, para todes y que todes debemos hacer nuestra. Como menciona Dhananjayan Sriskandarajah, director de Oxfam, en una columna de opinión de Equal Times, la defensa de la dignidad, la libertad, la identidad y la vida son derechos ligados intrínsecamente a los derechos de cada une.

En la campaña global a favor de la igualdad, justicia social y no discriminación por razones de orientación sexual e identidad de género todes debemos ser parte.

Acciones contra el odio y la violencia

Este 17 de mayo, desde Raza e Igualdad conmemoramos el derecho a vivir libres de violencia y con dignidad. Si bien existen cambios normativos y reconocimientos legales en muchos países, creemos que no es suficiente. Tenemos el firme convencimiento de que la verdadera transformación social llegará cuando, desde diferentes sectores, empecemos un verdadero trabajo para deconstruir los pensamientos y actitudes de las sociedades que no permite que todas las personas en sus diversidades puedan vivir plenas y seguras.

Por ello, conminamos a los Estados a combatir el estigma, la discriminación y la violencia estatal que precariza las existencias LGBTI+ residentes y en movilidad humana, que permite el abuso policial, la impunidad en crímenes de odio, la discriminación, la violencia en espacios educativos y sanitarios, la tortura, la violencia sexual y reproductiva, los malos tratos, los trámites injustificados y un largo etcétera de acciones que disfrazan y justifican la violencia para seguir manteniéndoles en la marginalización.

Todo ello, tiene efectos reales, graves y adversos en la seguridad integral de la población LGBTI+, en el acceso al trabajo, en sus desarrollos, en la educación y en la salud física y mental que no se pueden tolerar más. Se necesitan los esfuerzos de todos los Estados y sociedades para eliminar el entorno LGBTIfóbico y garantizar los derechos humanos de la población LGBTI+. Esto no se logrará sin la voluntad política de escuchar activamente, comprender y abordar con altura las necesidades específicas de lesbianas, gays, bisexuales, trans, intersexuales y demás identidades diversas.

Día Mundial de la Libertad de Prensa: Periodismo en resistencia dentro y fuera de Nicaragua

Washington D.C., 3 de mayo de 2022.- Este 3 de mayo, se conmemora el Día Mundial de la Libertad de Prensa; sin embargo en Nicaragua, los medios de comunicación Confidencial, 100% Noticias y La Prensa están confiscados; Radio Darío vive bajo permanente asedio de la policía, periodistas, comentaristas, trabajadores de medios y colaboradores de organizaciones promotoras de la Libertad de Prensa están arbitrariamente en la cárcel; el asesinato del periodista Ángel Gahona continúa en la impunidad; más de 100 periodistas informan desde el exilio, y las y los periodistas que reportan desde el terreno lo hacen desde la clandestinidad debido a las represalias. 

Por ello, con el objetivo de denunciar el grave deterioro de la Libertad de Prensa en Nicaragua, el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad) conversó con tres periodistas nicaragüenses exiliados sobre los patrones represivos contra la prensa, su decisión de exiliarse, los retos y oportunidades de informar desde dentro y fuera del país, entre otros aspectos. A continuación sus comentarios sobre la situación. 

María Lilly Delgado: Hay una nueva versión del periodismo de catacumbas 

María Lilly Delgado es una periodista nicaragüense con larga trayectoria en medios nacionales e internacionales que, como corresponsal para la cadena internacional Univisión, cubrió las protestas de abril del año 2018. En mayo del año 2021, Delgado fue citada a la Fiscalía como “testigo” por el caso de supuesto lavado de dinero de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro. Posteriormente, cuando solicitó la presencia de un abogado en la cita, las autoridades cambiaron su condición a “investigada” y le aplicaron restricción migratoria y “prohibición a salir a lugares públicos y reuniones”. Actualmente se encuentra exiliada en Estados Unidos. 

Para Delgado, en Nicaragua, la prensa y los periodistas independientes son perseguidos por pensar y expresarse diferente a la narrativa oficial del régimen, por informar la demanda de justicia de los familiares de las víctimas de la represión estatal y los familiares de las personas presas políticas. “El régimen quiere aniquilar o silenciar toda voz disidente y crítica”, denunció.

“Hay una nueva versión del periodismo de catacumbas a través de la social media y la web”, afirmó refiriéndose a que, ante el peligro inminente, las y los periodistas operan de forma anónima y “prácticamente clandestina” a lo interno del país. 

Sobre informar desde el exilio, Delgado considera que representa “un enorme reto” porque las mujeres y los hombres de prensa no solo deben reinventarse y expandirse, también deben explorar alianzas, hacer periodismo colaborativo con el objetivo de seguir elevando la calidad del contenido periodístico, buscar la sostenibilidad; y adicionalmente, garantizar la seguridad de quienes reportan a lo interno.

Pese a los momentos difíciles que está viviendo el periodismo nicaragüense, la periodista cree que es el momento de renovar el compromiso con los principios de la ética periodística, como son la verdad y precisión, independencia y humanidad. “Desde donde estemos intentemos poner nuestro grano de arena con este enorme ejército de periodistas que desde dentro y fuera de Nicaragua reivindican su derecho a informar sobre la crisis de derechos humanos”, finalizó.

José Denis Cruz: El régimen no quiere una prensa crítica sino una que sea el altoparlante de su discurso

José Denis Cruz es un periodista nicaragüense que se encuentra exiliado en España. Trabajó en La Prensa y El Nuevo Diario, dos periódicos de edición nacional que cesaron de circular debido a la política represiva del régimen autoritario de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Decidió exiliarse en el año 2018, luego de cubrir las protestas sociales, exponerse a golpizas, balas y otros ataques, y tras concluir que “Nicaragua ya no era un país seguro para los periodistas”. Actualmente labora en un medio español de fact-checking y verificación de noticias falsas. 

Para Cruz, ejercer la libertad de prensa sin sufrir represalias es difícil. Los medios y periodistas nicaragüenses han sufrido asedio, censura, amenazas, exilio forzoso, criminalización y en el peor de los casos, asesinato. “Ese ha sido el costo que ha pagado el periodismo por ejercer la libertad de prensa”, lamentó. 

El régimen no quiere una prensa crítica sino una que sea el altoparlante de su discurso, y el periodismo independiente ha sido valiente en desafiarlo. Las y los periodistas, como toda sociedad que quiere un cambio, defendemos los valores de libertad, justicia y democracia”, expresó.

Sobre informar desde el exilio, Cruz considera que los medios de comunicación que han surgido desde fuera son admirables, se adelantaron a los tiempos con nuevos formatos como las entrevistas a través de la plataforma ZOOM y las reuniones editoriales virtuales. Las y los periodistas se las ingenian para contar las noticias desde nuevas narrativas como podcasts y explainers. “Hay una reinvención del periodismo y por primera vez vemos  medios que no están ligados a grupos de poder”. Sin  embargo, considera que siempre estará presente el reto de mantener la calidad, y encontrar el equilibrio entre la salud mental y la sostenibilidad de los medios

Finalmente, José Denis envía el siguiente mensaje para quienes continúan informando desde Nicaragua: “Tengan cuidado. No queremos más mártires… Valoramos su valentía, sin ustedes no supiéramos cómo va el país”. Para sus colegas en el exilio, envía un mensaje de resistencia: “Sigamos resistiendo y denunciando, desde cualquier espacio, las violaciones a los derechos humanos que comete el régimen”.

Carlos Eddy Monterrey: Este régimen es capaz de todo, es un régimen represivo

Carlos Eddy Monterrey es un periodista radial que trabajó como comentarista del noticiero “Tras La Noticia” de Radio La Costeñísima, el único medio de comunicación independiente en la ciudad de Bluefields, en la Región Autónoma del Caribe Sur de Nicaragua. En su programa radial, Monterrey abordaba la crisis sociopolítica y económica, la autonomía regional, el debilitamiento de las instituciones, entre otros temas de interés regional y local. Como consecuencia de esta labor, el periodista fue agredido verbalmente por un ex Secretario Político del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y simpatizantes de dicho partido, también sufrió constante acoso policial, amenazas y campañas de desprestigio. Actualmente está exiliado.

Para Monterrey, ejercer la libertad de prensa es “la libertad de informar, tener acceso a la información de parte de organismos e instituciones del Estado sin represión, ni censura”, pero esto no sucede en Nicaragua, “el régimen está desafiando todos los acuerdos internacionales”, lamentó. 

El periodista compartió que, pese a que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) le extendió medidas cautelares porque su vida e integridad personal se encuentran bajo riesgo y urgencia, “esto definitivamente no ha sido acatado por el Gobierno, por el Estado”. Asimismo, lamentó que personas con medidas cautelares de la CIDH hayan sido encarceladas.

Sobre los retos que enfrentan las y los periodistas en el exilio, Monterrey lamentó las dificultades económicas, así como la necesidad de mantener un “bajo perfil”, no identificarse o evitar hacer publicaciones por miedo a que el régimen tome acciones contra sus familiares. 

Ya sabemos que este régimen es capaz de todo, es un régimen represivo, criminal y viola totalmente todos los derechos humanos, civiles y políticos de todos los ciudadanos nicaragüenses”. 

Por otro lado, denunció que las y los periodistas que continúan trabajando desde el terreno se enfrentan a acoso constante y amenazas de fanáticos; pero también destacó que tienen una gran capacidad para “ingeniárselas”, tomar medidas de seguridad, e informar a través de plataformas digitales. “Esa es la manera en que la población nicaragüense se da cuenta de lo que ocurre”. 

Finalmente, su llamado es a “seguir resistiendo e informando a un pueblo ávido de información y ávido de conocer la verdad de lo que realmente está ocurriendo, que es lo que trata de ocultar el régimen Ortega Murillo (…) que se divulgue la verdad y que seamos críticos contra todas las atrocidades y barbaridades que cometen”.

Pronunciamiento

En este día, Raza e Igualdad se solidariza con las y los periodistas nicaragüenses que se encuentran dentro y fuera del país; así como con las personas trabajadoras de medios de comunicación, las personas defensoras de la libertad de prensa y sus familias. La continuidad de su labor es fundamental para el restablecimiento de la democracia en Nicaragua así como para que las víctimas y sus familias accedan a la justicia, verdad, reparación y garantías de no repetición.

Demandamos la liberación inmediata y sin condiciones de todas las personas presas políticas, incluidas personas periodistas, trabajadoras de medios y de organizaciones defensoras de libertad de expresión y libertad de prensa que han sido injustamente condenadas.

Instamos al Gobierno de Nicaragua a respetar la libertad de prensa, brindando condiciones para que las y los periodistas desarrollen su trabajo sin enfrentar asedio policial, persecución, amenazas, judicialización, exilio, e incluso la muerte.

Demandamos la derogación de la Ley Especial de Ciberdelitos, la Ley de Regulación de Agentes Extranjeros y otras leyes con las que se ha criminalizado el ejercicio de la libertad de expresión, la libertad de prensa y el derecho de informar. 

#26A Día de la Visibilidad Lésbica: desafiando al heteropatriarcado

Washington D.C., 26 de abril de 2022.- En varios países del mundo, cada 26 de abril se conmemora el Día de la Visibilidad Lésbica. Tal y como se concibe la fecha, es un acto político que reivindica la presencia y el papel de las personas lesbianas en los espacios públicos. Es también una oportunidad para continuar luchando por los derechos humanos y para visibilizar los múltiples desafíos que enfrentan desde la sociedad y el Estado. 

El Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad), además de reiterar su compromiso con la promoción y defensa de los derechos humanos de la población LGBTI+, da especial reconocimiento a las vidas lesbianas que se rebelan y enfrentan al mandado de la heteronormatividad, un sistema que normaliza e institucionaliza la violencia contra las diversidades sexuales e identitarias. A lo largo del tiempo, dicha contribución ha sido y es de suma importancia para la lucha por los derechos humanos y la vida digna. 

Esta también es una oportunidad para recordar las valerosas luchas del movimiento lésbico y las tareas pendientes que los diversos Estados de América Latina y el Caribe tienen con las lesbianas. En la historia de Perú, por ejemplo, este año por primera vez una pareja de madres y esposas lesbianas, Jenny Trujillo y Darling Delfín, demandaron al Estado Peruano ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) “tras esperar casi 5 años a que la justicia peruana garantice los derechos de su hijo y de ellas como lesbianas y madres”, como indica el portal web de Demus, organización que litiga el caso. El Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (RENIEC) del país se niega a registrarlas a ambas en el documento de identidad de su hijo como sus madres, pese a que, en primera instancia, el Poder Judicial le ordenó hacerlo. Actualmente, el caso tiene una petición y solicitud de medida cautelar en curso dentro del Sistema Interamericano. En Perú, las familias homoparentales siguen siendo tabú y no gozan de los derechos que les corresponde por ley. A menudo, las madres lesbianas son criminalizadas por sus exparejas hombres y por la justicia peruana que durante los procesos de tenencia pretenden quitarles a sus hijos/as. Por ello, el caso de Jenny y Darling marcaría un gran precedente en el reconocimiento legal de familias diversas.  

En Colombia, el caso de Marta Lucía Álvarez Giraldo también llegó a la CIDH y tuvo un precedente importante. Ella estuvo privada de su libertad en el Centro de Reclusión Dosquebradas «La Badea», en Pereira, cuando demandó al Estado porque las autoridades penitenciarias se negaron a autorizar el ejercicio de su derecho a la visita íntima debido a su orientación sexual. Como resultado de un proceso legal de 9 años y una Solución Amistosa en el Sistema Interamericano, el Estado tuvo que pedir  disculpas por discriminarla e implementar una reforma al reglamento del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC) para prohibir que se sancionen las manifestaciones de afecto entre integrantes de los sectores LGBTI+ al interior de las cárceles.  

Por otro lado, en República Dominicana, organizaciones de promoción y defensa de los derechos de las personas LGBTI+ como TRANSSA, el Observatorio de Derechos Humanos de Personas Trans y el Voluntariado GLBT se encargan de documentar y producir data sobre situaciones de violencia y discriminación por orientación sexual e identidad de género, una labor que en general los Estados de la región no desempeñan.  En su último informe titulado “Homicidios de Lesbianas, Gais, Bisexuales, Trans e Intersex en la República Dominicana” señalan que entre 2020 y 2021, en este país asesinaron a dos mujeres lesbianas, una en cada año.  

La falta de un sistema de registro estatal que recopile datos sobre las violencias contra las personas LGBTI+ dificulta la formulación de políticas públicas de prevención y atención, e imposibilita producir datos estadísticos para visibilizar y abordar la violencia adecuadamente. 

Por su parte, Nicaragua vive una crisis sociopolítica y de derechos humanos que agrava la situación de aquellos grupos que han sido históricamente vulnerados, como las personas LGBTI+, y más aún si participan en espacios políticos y de defensa de los derechos humanos. Por ejemplo, desde el estallido de la rebelión cívica en abril de 2018, más de 70 personas de la diversidad sexual y de género han sido víctimas de campañas de odio, y más de 4 personas estuvieron encarceladas por motivos políticos y en condiciones discriminatorias por su orientación sexual e identidad de género. Dos lideresas lesbianas de la Mesa Nacional LGBTIQ+ de Nicaragua que se encuentran en el exilio aseguraron que, en los espacios políticos nicaragüenses, tanto oficialistas como de oposición, se invisibilizan las demandas de las mujeres lesbianas y no se priorizan medidas que garanticen sus derechos. Además, manifestaron que las mujeres lesbianas no tienen acceso real a los espacios de toma de decisiones y más si son jóvenes.  

En Cuba desde 2002, Las Isabelas -primer grupo de activismo formado por mujeres no heterosexuales de Cuba- vienen reclamando el reconocimiento de sus uniones y familias, sus derechos patrimoniales como pareja, a visitas conyugales para mujeres lesbianas en las cárceles, la Educación Integral de la Sexualidad y la perspectiva de género.  Actualmente, el gobierno de este país promueve una serie de reuniones para dar a conocer y debatir los alcances del proyecto de ley del Código de las Familias. Sin embargo, esta iniciativa que reconoce a las familias diversas se someterá a consulta popular, una situación insólita porque los derechos humanos no se supeditan a votación.  

Desde Raza e Igualdad seguimos trabajando a favor de los derechos de las personas LGBTI+ y de la mano con diversas organizaciones a fin de erradicar los estereotipos, prejuicios y normas sociales que discriminan y normalizan la violencia contra las lesbianas en espacios públicos y privados. Trabajaremos para derribar la heterosexualidad obligatoria que perpetúa el bullying lesbofóbico, las terapias de conversión, las violaciones correctivas entre otros crímenes de odio. ¡Los derechos LGBTI+ son derechos humanos! 

En ese sentido, recomendamos a los Estados: 

  • Implementar las políticas de Educación Sexual Integral bajo un enfoque de derechos humanos a fin de que se reconozca y respete la diversidad sexual y las identidades de género. 
  • Garantizar el trato digno hacia las mujeres lesbianas y personas GBTI+ en todos los servicios públicos y privados del país a través del fortalecimiento de los programas de capacitación a autoridades, operadores de justicia, funcionarios públicos y personal administrativo, y a través de la adecuación de los protocolos de atención. 
  • Registrar, documentar y analizar las violencias contra lesbianas y personas GBTI+ a fin de ilustrar mejor las situaciones de violencia y, posteriormente, formular políticas de prevención y atención. 
  • Garantizar el acceso a la justicia a través de la investigación y sanción de la discriminación y los crímenes cometidos contra las mujeres lesbianas y personas GBTI+. Asimismo, elaborar mecanismos que evite la criminalización de las madres lesbianas en procesos de tenencias de sus hijos/as. 
  • Garantizar y defender los derechos civiles y el derecho a la familia de las lesbianas y personas LGBTI+ a través del acceso al matrimonio igualitario y el reconocimiento legal de madres lesbianas y familias diversas. En ese sentido, respetar también los derechos adquiridos en el extranjero.  
  • Promover el acceso de lesbianas y personas GBTI+ a espacios políticos y cargos de poder a fin de garantizar el derecho a la participación política sin violencia y la representación de identidades.  

Representante OACNUDH sobre Nicaragua: La creación del Grupo de Personas Expertas en Derechos Humanos supone un paso adelante hacia la rendición de cuentas

Washington D.C., 20 de abril de 2022.- En el cuarto aniversario del inicio de la crisis socio política y de derechos humanos de Nicaragua, el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos entrevistó al Representante Regional para América Central de la Oficina Regional para América Central del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), Alberto Brunori, sobre el rol de las Naciones Unidas en la situación que atraviesa el país desde el año 2018, la negativa del Estado de Nicaragua a cumplir las recomendaciones del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas (CDH) y otros órganos internacionales de protección, y el papel del Mecanismo de investigación y rendición de cuentas establecido en la 49 sesión del CDH.

El Mecanismo de investigación y rendición de cuentas adoptado por el Consejo es un pedido de las organizaciones de la sociedad civil tales como el Colectivo 46/2, conformado por Raza e Igualdad y otras veinte organizaciones de derechos humanos han realizado desde el año 2021, luego de confirmar el deterioro progresivo de la situación y la absoluta falta de voluntad del Estado nicaragüense para cumplir las recomendaciones de Naciones Unidas. Este Mecanismo estará conformado por tres personas expertas en derechos humanos que, durante un año, investigarán de forma exhaustiva e independiente, establecerán los hechos y las circunstancias, recopilarán, preservarán y analizarán las pruebas, y -cuando sea posible- identificarán a los responsables de las presuntas violaciones a los derechos humanos cometidas en Nicaragua desde abril del año 2018.

Para Brunori, este Grupo de Personas Expertas en Derechos Humanos tiene un mandato “inédito” y “supone un paso adelante hacia la rendición de cuentas por las graves violaciones de derechos humanos cometidas en Nicaragua”

Nicaragua lleva más de 4 años inmersa en una profunda crisis de derechos humanos. El Consejo de Derechos Humanos la ha analizado y ha emitido cuatro resoluciones. ¿Cómo ha sido la posición del Estado de Nicaragua ante estas recomendaciones? ¿Qué acciones ha llevado a cabo el gobierno? ¿Cuál es la valoración de la OACNUDH al respecto?

Me preocupa que, a lo largo de los últimos cuatro años, el Gobierno no haya mostrado la intención de implementar las recomendaciones emitidas, tanto por el Consejo de Derechos Humanos, como por la Oficina del Alto Comisionado y otros mecanismos del Sistema Regional (OEA) y Universal de Derechos Humanos (ONU). El año pasado la Oficina publicó un boletín donde se establecen los escasos avances en este sentido. En septiembre de este año (2022), la Oficina presentará, por requerimiento del Consejo de Derechos Humanos, un informe actualizado y exhaustivo donde se analizará la implementación de las recomendaciones emitidas por los mecanismos de derechos humanos del sistema de la ONU hasta 2022.

Recientemente, en su 49 sesión, el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas aprobó una resolución que incluye el establecimiento de un mecanismo de investigación y rendición de cuentas para Nicaragua. ¿Cuál es el mandato de este mecanismo? ¿Qué características deben tener las personas expertas que lo conformarán? ¿Cuál será el rol de la OACNUDH en este?

La Resolución 49/3 refleja la preocupación existente en la comunidad internacional y en la sociedad civil nicaragüense. La creación del Grupo de Tres Personas Expertas en Derechos Humanos supone un paso adelante hacia la rendición de cuentas por las graves violaciones de derechos humanos cometidas en Nicaragua.

Su mandato, como reza la resolución, consistirá en realizar investigaciones exhaustivas e independientes de las violaciones de los derechos humanos cometidas en Nicaragua desde abril de 2018, establecer los hechos, reunir pruebas e identificar a los responsables, de manera que esta información pueda utilizarse también en futuras iniciativas de rendición de cuentas. También deberá formular recomendaciones que contribuyan a mejorar la situación de derechos humanos en el país y presentar un informe escrito al Consejo de Derechos Humanos en marzo de 2023, entre otras tareas.

Cabe resaltar que el mandato ha destacado las posibles dimensiones de género de los abusos y violaciones, así como sus causas estructurales.

Las tres personas expertas serán elegidas por el Presidente del Consejo de Derechos Humanos, por lo que confiamos en su criterio para identificar los mejores perfiles que puedan llevar a cabo el mandato de manera exitosa. Estoy convencido de que se tratará de profesionales con conocimiento del país y la región, con un profundo dominio del derecho internacional de los derechos humanos, y con la experiencia necesaria para afrontar una tarea delicada que contribuya a que las víctimas de violaciones a sus derechos humanos en Nicaragua obtengan justicia y reparación.

La Oficina del Alto Comisionado, por su parte, seguirá cumpliendo su mandato de monitoreo regular de la situación de derechos humanos en el país. En tal sentido, la Resolución 49/3 refuerza el papel de la Oficina en el ámbito del monitoreo, de los informes y del análisis normativo, de manera independiente respecto al mandato del Grupo de Expertos.

Actualmente existe un Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (MESENI) que fue establecido a partir de junio 2018 para darle seguimiento a las recomendaciones realizadas por la CIDH y el GIEI. ¿Cuáles son las principales diferencias entre ambos mecanismos? ¿Cuáles son los puntos fuertes del Mecanismo de Naciones Unidas? ¿Contemplan trabajar de la mano?

El MESENI y la Oficina vienen colaborando de forma estrecha en el monitoreo de la situación de derechos humanos en Nicaragua, de manera que realizamos reuniones de análisis e información, y emitimos comunicados conjuntos para expresar las preocupaciones que comparten tanto el Sistema Interamericano como el Sistema Universal de Derechos Humanos. Sin embargo, el mandato de investigación, establecimiento de los hechos y circunstancias de las violaciones, e identificación de responsables que el Consejo le da al Grupo de Personas Expertas es inédito para Nicaragua, y precisamente ahí radica su fortaleza. El Grupo de Personas Expertas, además de informar a la comunidad internacional sobre lo sucedido en el país, reunirá pruebas que ayuden a llevar ante la justicia a los autores de las graves violaciones cometidas.

Por último, cabe agregar que el marco de colaboración establecido por el Consejo de Derechos Humanos en su Resolución 49/3, prevé también que el Grupo  pueda relacionarse con otros organismos de derechos humanos.

En múltiples ocasiones la Alta Comisionada Michelle Bachelet ha instado al gobierno de Nicaragua permitir el reingreso de su Oficina. En su último informe lo solicita nuevamente. ¿El Estado de Nicaragua ha respondido a alguna de estas comunicaciones? ¿Qué acciones realizará la Oficina para lograr un “sí” por parte del Estado? ¿Qué expectativas tiene de esta visita?

El Gobierno no ha contestado a las múltiples peticiones de la Oficina de acceso al país, de las que se han hecho eco también numerosos Estados miembros y organismos internacionales. Por nuestro lado, seguiremos reiterando nuestra petición, tanto en nuestros informes públicos como de manera bilateral.

Tener acceso al país nos permitiría tener un conocimiento aún más profundo sobre la situación de derechos humanos en Nicaragua. Podríamos, además, tener la oportunidad de visitar a las personas arbitrariamente detenidas y contribuir a la mejora urgente de su situación. Igualmente, podríamos establecer una interlocución franca y directa con el Gobierno, que no resulta posible cuando el intercambio se reduce a comunicaciones bilaterales que no son respondidas y, cuando son públicas, contienen  consideraciones políticas sin entrar al fondo de las cuestiones de interés para los derechos humanos. La presencia en el país también nos permitiría llegar y dar aliento a tantas personas defensoras de derechos humanos que están realizando su labor en una situación de extrema precariedad, y bajo la constante amenaza de la prisión o el exilio.

De no recibir una respuesta positiva del gobierno de Nicaragua para trabajar en el terreno, ¿Cuáles son las oportunidades y desafíos que podrían enfrentar estas personas expertas al trabajar a distancia?

La ONU cuenta con amplia experiencia en el monitoreo remoto, tanto debido a situaciones de conflicto e inseguridad donde no resulta posible el acceso físico a un determinado territorio, como (más frecuentemente) por la objeción de los gobiernos a permitir la entrada de oficiales de derechos humanos de la misma. Los gobiernos deben saber que bloquear el acceso de los y las investigadoras puede entorpecer su trabajo, pero finalmente no va a detener los avances hacia la rendición de cuentas. Por medio de entrevistas (físicas y virtuales) con víctimas y testigos, y el análisis de documentación, puede realizarse una labor exhaustiva de investigación. Pero, en todo caso, no debemos adelantarnos sobre este punto, pues, deberán ser las y los propios expertos los que valoren la situación en su momento.

Ante la falta de verdad y justicia en Nicaragua, ¿Qué mensaje le enviaría a las víctimas de la represión y a la ciudadanía nicaragüense? ¿Cuál es su llamado al gobierno de Nicaragua?

Ante las víctimas y todas las personas que han sufrido violaciones de derechos humanos, incluyendo a familiares que han perdido a sus seres queridos, o quienes llevan meses e incluso años en prisión de manera injusta, sólo puedo extender mi solidaridad. Admiro profundamente la resiliencia que han mostrado y el trabajo que siguen realizando, tanto dentro de Nicaragua como en el exilio, por mejorar la situación en el país. Esta crisis se está extendiendo ya por demasiado tiempo, y espero que no pierdan la esperanza por lograr que se haga justicia, se libere a todas las personas que están detenidas arbitrariamente y en situaciones inhumanas, y se tomen las medidas que aseguren que estas violaciones no vayan a repetirse.

Al Gobierno le diría ante todo que, más allá de toda la serie de recomendaciones que ha recibido por parte de los organismos de derechos humanos, escuche y dé la voz a los y las nicaragüenses. Las profundas desavenencias que pueden existir sobre el modelo de sociedad que desean para Nicaragua y sobre su papel en el mundo, no pueden jamás justificar la privación de la vida y de la libertad, las torturas ni la exclusión de la vida social y política. El Gobierno debe saber que de esta crisis solo puede salir cesando inmediatamente la persecución contra aquellos sectores de la sociedad con los que discrepa, e incorporándolos al debate y a los ámbitos de decisión políticos.

Relatora CIDH para Nicaragua: “Seguiremos monitoreando la situación, acompañando y escuchando a las víctimas”

La labor de monitoreo, documentación, denuncia y condena de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha sido fundamental desde el inicio de la grave crisis sociopolítica y de derechos humanos en Nicaragua. Reconociendo su labor, en el cuarto aniversario de la rebelión cívica de abril 2018, el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad) entrevistó a la Relatora para Nicaragua de la CIDH, Esmeralda Arosemena, sobre el rol que ha jugado este organismo en la situación que atraviesa el país desde abril de 2018 y cuáles podrían ser los próximos pasos para lograr verdad, justicia, reparación y no repetición para las víctimas de la violencia y represión.

En un informe publicado en octubre de 2021, la CIDH advirtió que en Nicaragua existe un debilitamiento del Estado de Derecho y un profundo deterioro en materia de Derechos Humanos que se viene fraguando desde hace dos décadas. ¿Qué avances o retrocesos se han dado en Nicaragua en materia de Derechos Humanos desde la publicación de este informe (octubre de 2021)? ¿Qué nuevos patrones se han identificado y qué es lo que más preocupa actualmente?

El informe recoge varios elementos que dan cuenta de lo que señala el título del mismo, concentración del poder y debilitamiento del Estado de derecho en Nicaragua. En noviembre de 2021 se llevaron a cabo elecciones en un contexto de represión, corrupción, fraude electoral e impunidad estructural, lo cual permitió asegurar que el Ejecutivo se perpetúe en el poder y a su vez, consolidar un régimen antidemocrático en el país.

La CIDH observa que el Estado continúa con una estrategia tendiente a mantener cooptado el espacio cívico y democrático mediante la imposición de un estado policial perpetuo, y de nuevas medidas y leyes que restringen de manera arbitraria los derechos de la población. Recientemente, desde la CIDH, rechazamos el cierre masivo y forzado de organizaciones de la sociedad civil, fundaciones, universidades, agencias de cooperación y desarrollo, colectivos feministas, gremios médicos, entre otros.

Por otro lado, tenemos muy presente la violación del derecho penal, incluso (las) recogidas en las normas constitucionales del país; y la criminalización de las personas identificadas como opositoras al gobierno, elemento que responde a la falta de independencia judicial y separación de poderes de un Ministerio Público y un Poder Judicial sometido a la voluntad del gobierno en un claro desmedro del Estado de derecho y de la democracia. Ello recordando a las presas políticas y presos políticos que, entre febrero y marzo fueron juzgadas, y condenadas con altísimas penas, sin garantías judiciales.

Han pasado 4 años desde el inicio de la crisis en el país, y el régimen de Ortega y Murillo continúa sin dar una respuesta a las recomendaciones y medidas cautelares otorgadas por la CIDH e incumple sentencias y resoluciones de la Corte-IDH. ¿Cómo valora esta posición de Nicaragua? ¿Cuál es la posición de la CIDH para contribuir al cese de la represión y a la salida de esta crisis? ¿Qué mecanismos o instrumentos internacionales adicionales existen para la rendición de cuentas en Nicaragua?

Entre los roles que la CIDH tiene, está el de generar conciencia sobre los derechos humanos, visibilizar las vulneraciones, y hacer uso de sus mecanismos de protección como las medidas cautelares. En tal sentido, seguiremos monitoreando la situación, acompañando y escuchando a las víctimas, y exigiendo que Nicaragua restablezca su democracia y repare las graves e inaceptables violaciones que siguen ocurriendo bajo un régimen que decidió no ser democrático.

La Comisión ha valorado la falta de cumplimiento de sus recomendaciones para la inclusión del Estado de Nicaragua en la sección B del Capítulo IV de su Informe Anual por tres años consecutivos. Hemos otorgado más de 30 medidas cautelares a personas, líderes, lideresas, opositoras políticas por estar en situación de riesgo y daño irreparable a sus derechos. Por su parte, la Corte Interamericana en 2021 comunicó a la OEA el desacato del Estado de Nicaragua a las medidas provisionales dictadas a favor de la liberación de las personas presas políticas en el país. Esto ejemplifica que, desde los órganos del Sistema Interamericano se está haciendo uso de todas las herramientas convencionales disponibles para contribuir con el cumplimiento de las recomendaciones formuladas al Estado.

Debemos recordar que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) para Nicaragua fue una instancia instalada mediante un acuerdo entre la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (SG OEA), la CIDH y el gobierno de Nicaragua para investigar los hechos de violencia acaecidos en el período del 18 de abril al 30 de mayo de 2018. El GIEI presentó su informe que daba cuenta de las graves violaciones ocurridas y que continuaron. Posteriormente, la CIDH instaló su Mecanismo Especial de Seguimiento también para Nicaragua (MESENI) para seguir monitoreando y visibilizando. Ahora Naciones Unidas ha resuelto establecer también tiene una propuesta de establecer un grupo de personas expertas para que investigue las violaciones a los derechos humanos en Nicaragua.

Recientemente, en una audiencia de la CIDH, expresó que ha intentado establecer un diálogo con el Estado pero no ha recibido respuesta alguna. ¿Cree que hay posibilidades de obtener una respuesta positiva del Estado en el corto plazo? ¿Qué resultados se puede esperar de este diálogo?

La Comisión Interamericana ha expresado permanentemente su disposición para colaborar técnicamente con el Estado para el restablecimiento de los derechos humanos, el Estado de Derecho y el cumplimiento de las recomendaciones. Desde nuestro rol, seguiremos insistiendo en que el diálogo nacional con los organismos que cumplen la función de defender y promover los derechos humanos, es una de las vías que debe asumirse en todo sistema democrático para la reparación, para la memoria, verdad y justicia.

Anteriormente, usted ha expresado que las personas presas políticas son prioridad para la Comisión. Desde su Relatoría:¿Visualizan avances que podrían resultar en la pronta liberación de las personas presas políticas? ¿Qué otros esfuerzos se prevén para exigir la liberación de estas personas?

Para la Comisión, las 171 personas presas políticas son prioridad y continuará trabajando por su liberación, así como para garantizar el debido proceso y el acceso a una defensa. Sin embargo, como lo mencioné con antelación, lamentamos la falta de voluntad del Estado para dar cumplimiento a las recomendaciones realizadas y liberarlas de inmediato. Por lo anterior, la Comisión seguirá haciendo uso de todos sus mecanismos para que las presas y los presos salgan en libertad y reciban justicia y reparación.

En mi calidad de relatora para Nicaragua, seguiré acompañando a las mujeres y hombres que hoy son presos y presas políticas, a través de sus familias, amigas y amigos, de sus abogadas y abogados.

Como Relatora de Pueblos Indígenas, ¿Cuál es su valoración de la reciente cancelación de la organización defensora de derechos humanos de pueblos indígenas y afrodescendientes CEJUDHCAN? ¿Qué desafíos existen en relación a la obligación estatal de respetar la autodeterminación de estos pueblos en Nicaragua?

Sin lugar a dudas, el cierre de esta organización (CEJUDHCAN) tiene consecuencias graves para la protección de los derechos y territorios tradicionales de los pueblos  de la Costa Caribe Norte de Nicaragua. Al respecto, integrantes de diferentes comunidades han denunciado los graves efectos que el cierre de esta organización tiene para la protección de sus derechos, tierras y territorios tradicionales en un contexto de agresiones sistemáticas por parte de «colonos» (terceros invasores no indígenas). Vale recordar que los derechos individuales y colectivos de los pueblos indígenas, los derechos civiles, políticos, económicos, sociales, culturales y ambientales están estrechamente vinculados con sus tierras, territorios, recursos naturales, instituciones sociales, culturales y políticas propias, y su libre determinación.

En el informe sobre derecho a la libre determinación de los pueblos indígenas y tribales de la CIDH se hace referencia a que los distintos elementos constitutivos de la libre determinación como la participación política, consulta y consentimiento libre, previo e informado, forman parte de compromisos y obligaciones de los Estados en virtud de instrumentos internacionales. Este es uno de los desafíos que los Estados, entre ellos el de Nicaragua, tienen respecto a los pueblos indígenas y a los afrodescendientes.

El pasado 7 de marzo, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas afirmó que “los Pueblos Indígenas de Nicaragua han seguido sufriendo ataques violentos en el contexto de disputas territoriales, la mayoría de ellos en total impunidad”. Dados estos antecedentes: ¿De qué forma considera usted podría la CIDH articularse con el Sistema de Naciones Unidas para buscar una mejora en la situación de desprotección en que viven los pueblos indígenas?

Desde el inicio de la crisis, la CIDH trabaja de manera coordinada con la Oficina de la Alta Comisionada de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (OACNUDH) para atender las graves violaciones de derechos humanos. El año pasado, ante la intensificación de la represión en el contexto de las elecciones, la CIDH anunció además que reforzaban este trabajo, así como la intención de establecer estrategias articuladas para brindar respuestas oportunas a la situación que se observa en el país […]

El pasado 23 de marzo, el ex-embajador de Nicaragua ante la OEA, Arturo McFields, denunció crímenes de lesa humanidad cometidos por el régimen de Ortega en contra de la ciudadanía nicaragüense: ¿Qué importancia  tiene esta denuncia para la CIDH? ¿Podría tomarse como una prueba más del deterioro de la situación de derechos humanos?

La CIDH considera que las declaraciones del Embajador Arturo McFields confirman las graves violaciones a derechos humanos que se vienen cometiendo en el país, el deterioro institucional y la agudización de la estrategia del Ejecutivo para acallar a las voces disidentes y opositoras […] Asimismo, demuestra la persistencia de un estado policial que, en coordinación con grupos del Gobierno, agrede, vigila, amenaza y hostiga a cualquier persona identificada como opositora, y ello para este caso, se plasma con la destitución de Arturo McFields como embajador de Nicaragua ante la OEA.

¿Cuál es su mensaje para la ciudadanía nicaragüense, particularmente para las víctimas de la violencia estatal? ¿Qué llamado hace al Gobierno de Nicaragua? ¿Cuál es su mensaje a la comunidad internacional y otros Estados de la región frente a la profundización de la crisis?

A 4 años del inicio de la crisis de derechos humanos, la CIDH recuerda a las víctimas, sus familiares y las organizaciones de la sociedad civil que mantiene su compromiso permanente de seguir trabajando hasta lograr la justicia y reparación, la reconstrucción de la democracia y lograr que la reconciliación nacional llegue con memoria y verdad histórica. Desde nuestro rol, velaremos incansablemente por que la protección a la vida y la integridad física de cada una de las personas sea garantizada, asi como la libertad de expresión del pueblo nicaragüense.  

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