El Instituto Internacional sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad), el Instituto Transformar de Brasil, la organización TRANSSA TRANS Siempre Amigas de República Dominicana, La Corporación Caribe Afirmativo de Colombia, Fundación Arcoíris de Tumaco en Colombia, Red Peruana de Jóvenes Afrodescendientes Ashantí en Perú y la Rede Afro LGBT de Brasil, expresan extrema preocupación por la grave situación de vulneración en que se encuentran los derechos fundamentales de las personas LGBTI en Brasil. Con más de 160 homicidios registrados durante el 2018 contra las personas LGBTI, preocupa gravemente la ocurrencia de diez homicidios por prejuicio durante los primeros días del mes de enero de 2019 en su mayoría hacía personas trans afrodescendientes, a lo cual se suma la Medida Provisional 870/19 que excluye a la población LGBT como sujeto para la promoción de Derechos Humanos. Así mismo, la reciente renuncia del congresista Jean Wyllis, único legislador afro-Gay del país, quien anunció hoy desistir a su cargo por las múltiples amenazas, difamaciones y actos de hostigamiento orquestadas en contra de su persona a través de redes sociales.
Situación de derechos personas LGBTI
Según las cifras reportadas por la Asociación Nacional de Travestis y Transexuales – ANTRA de Brasil, cada 48 horas una persona trans es asesinada en este país. Durante los últimos dos años se han registrado un aproximado de 332 homicidios hacía personas trans, promovidos especialmente por el odio e imaginarios negativos que ahondan el desconocimiento de los derechos de las personas LGBTI y que además incitan la normalización y/o legitimización de violencias contra esta población.
Solamente en el 2017 un total de 179 personas trans perdieron la vida de forma violenta en asesinatos relacionados con su sexualidad, de las cuales el 80% de homicidios fueron de personas negras o mulatas, además de identificar que un 70% de las víctimas se desempeñaban como trabajadoras sexuales. El 85% de los asesinatos se registró con refinamientos de crueldad como descuartizaciones, ahogamientos y otras formas brutales de violencia”, apuntó la organización.
Retroceso en materia de derechos
La reciente elección del mandatario Jair Bolsonaro representa un peligro real para las personas LGBTI, afrodescendientes, defensores de derechos humanos, grupos indígenas y quilombolas, entre otras minorías políticas. A esos grupos -o al menos a estas minorías- se declaró una verdadera guerra, señaló Alessandra Ramos mujer trans defensora de los derechos de las personas LGBTI y parte del equipo de trabajo del congresista Jean Wyllis; quien además señaló que los casos de violencia contra personas LGBT por parte de seguidores de Bolsonaro se han multiplicado en el país. Según cifra ofrecida por la activista, se registraron más de 80 casos de agresiones y asesinatos de personas LGBTI durante campaña del actual presidente, puntualizando, además, que es la población trans quien se enfrenta a un mayor estado de vulneración por encarnar la figura y máxima expresión del odio por su visibilidad, y por el grado de exclusión social a que están sometidas.
Aunque los índices de violencia contra las minorías políticas, en especial contra las personas LGBT, indican un preocupante aumento durante la campaña de Jair Bolsonaro promovida por la producción de más de 700 millones de noticias falsas dispersas en las principales redes sociales, en relación a la exigibilidad y reconocimiento de los derechos de las personas LGBTI, según denuncian múltiples organizaciones de derechos humanos del país; la polarización de Jair Bolsonaro ya se revelaba antes incluso de comenzar la campaña, quien a través de fuertes discursos de odio patentaba una disputa narrativa sobre la corrupción, la elección del gobierno del Partido de los Trabajadores / PT, la promesa de una ley que da derecho a policías de matar sin repercusiones jurídicas, la defensa de la familia tradicional y / o la lucha contra ideología de género y otra promesa de liberación del porte de armas. Apuntó Ramos durante su reflexión, quien añadió además que todo esto se convierte en una amenaza concreta a las vidas de algunas minorías políticas y en sí misma un riesgo para la democracia brasileña y los avances que en materia de derechos se han logrado.
Preocupa que en este marco de violencia la Medida Provisional No. 870/19 adoptada por el presidente Bolsonaro el 1 de enero de 2019 haya removido a la población LGBTI de la lista de políticas y lineamientos que apuntan a la promoción de los derechos humanos. A ello se suma la creación del nuevo ministerio de la Mujer, Familia y Derechos Humanos, liderado por el pastor Damares Alves.
Persecución y hostigamiento
¡El discurso de odio no puede ser minimizado! ¡Él es potencialmente asesino y ha producido sus víctimas! Expresó el congresista del PSOL Jean Wyllis, tras anunciar su renuncia al mandato por los diversos actos de acoso, persecución, difamación y amenazas de muerte en contra de su persona durante el último tiempo.
El diputado abiertamente gay quien durante su mandato habría luchado por el reconocimiento de los derechos de las personas LGBTI, señaló en diversas entrevistas a medios de comunicación nacional que su renuncia no se debe exclusivamente a la elección de Bolsonaro como presidente, sino al nivel de violencia que después de su elección ha ido en aumento. Para tener una idea, el congresista referenció el reciente caso de la travestí a la que días atrás le arrancaron el corazón y sobre quien dejaron una imagen santa. Todos estos actos de barbarie representan una amenaza contra su vida ¡Por el futuro de la causa, necesito estar vivo! Señaló el exmandatario quien cuenta medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Pronunciamiento
En enérgico estado de preocupación y rechazo las diversas organizaciones de derechos humanos inicialmente mencionados hacemos un llamado de alerta al Estado Brasilero para atender inmediatamente la grave situación de violación a los derechos fundamentales de las minorías políticas especialmente a los grupos históricamente marginados como los pueblos afrodescendientes, indígenas y personas LGBTI. Urgimos al Estado entrar un estado de alerta por los múltiples y sistemáticos actos de barbarie cometidos contra personas LGBTI promovidos por el odio e imaginarios negativos que desconocen los derechos de las personas y que además incitan y legitimizan las violencias contra esta población.
Recordamos al país que el retroceso en materia de los logros del reconocimiento de los derechos de las minorías puede tener repercusiones a nivel regional; así como también representa un rompimiento directo con una serie de compromisos internacionales adoptados por Brasil, al ser signatario de diversos tratatos internacional de derechos humanos y acuerdos en esta índole.
Instamos a la comunidad internacional, a los organismos de derechos humanos de todo el mundo pronunciarse ante el serio problema en materia de derechos humanos que hoy sostiene el país latinoamericano y que requiere de monitoreo inmediato.