Día Internacional de los Afrodescendientes: Camino hacia la reparación de las víctimas de racismo en la región
Washington D.C., 31 de agosto de 2023.- En América Latina y el Caribe, región en la que una de cada cuatro personas se identifica como afrodescendiente, el racismo estructural y […]
Washington D.C., 31 de agosto de 2023.- En América Latina y el Caribe, región en la que una de cada cuatro personas se identifica como afrodescendiente, el racismo estructural y la discriminación racial se reflejan en el acceso desigual a educación de calidad, el desempleo y la mayor incidencia de la pobreza. Así, según el informe Afrodescendientes en Latinoamérica, las personas afrodescendientes latinoamericanas tienen 2,5 veces más probabilidades de vivir en condiciones de pobreza crónica.
En el Día Internacional de los Afrodescendientes, el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad) reafirma su compromiso de garantizar y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales de las personas afrodescendientes, como lo plantean la Declaración y el Programa de Acción de Durban, el Decenio Internacional de los Afrodescendientes (2015-2024) y el Plan del Decenio de las Personas Afrodescendientes en las Américas (2016-2025).
Nuestro trabajo en la región
Raza e Igualdad trabaja con contrapartes de Latinoamérica y el Caribe para impulsar procesos de documentación, denuncia e incidencia ante el Sistema Interamericano y el Sistema Universal de protección de los derechos humanos, incluyendo espacios recientemente creados, como el Foro Permanente de los Afrodescendientes (PFPAD por sus siglas en inglés) y el Mecanismo de Expertos para Promover la Justicia y la Igualdad Racial en la Aplicación de la Ley (EMLER, por sus siglas en inglés). Asimismo, la organización es reconocida por aportar a nuestras contrapartes para incidir en eventos de alto nivel como la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA). Todo ello para respaldar su plena e igualitaria participación en todos los aspectos de la sociedad, y promover la reparación integral de las víctimas.
En Brasil, donde el 56% de la población se declara afrodescendiente, Raza e Igualdad trabaja con organizaciones de la sociedad civil brasileña desde una perspectiva interseccional, entendiendo que la problemática racial está atravesada por la vulnerabilidad de género, territorial, económica y social.
Con su proyecto de justicia racial, Raza e Igualdad y su contraparte Selo Juristas Negras trabajan en la búsqueda de justicia para mujeres, particularmente mujeres negras en situación de privación de libertad, adoptando medidas para su salida de los centros de detención y su posterior reinserción social, familiar y profesional. En este sentido, durante nuestra gira de incidencia de este año en Washington D.C., concertamos reuniones de Selo Juristas Negras con congresistas afro-estadounidenses del Congressional Black Caucus (caucus o bancada de congresistas negros).
En Colombia, 599,580 mujeres negras han sufrido las consecuencias del conflicto armado, siendo el grupo poblacional más afectado. Actualmente, estas mujeres se encuentran agrupadas en la Coordinación de Mujeres Afrocolombianas Desplazadas en Resistencia “La COMADRE” y Raza e Igualdad las acompaña en acciones de litigio internacional para el proceso de su reconocimiento como sujetas de reparación colectiva étnica y su respectiva reparación como víctimas del conflicto armado.
Este es un proceso largo que inició en 2014 y sigue sin resolverse, por tanto, Raza e Igualdad ha realizado acciones de incidencia ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH), que resultaron en medidas cautelares para garantizar la protección a la vida e integridad personal de dos integrantes de La COMADRE. Asimismo, hemos realizado acciones de incidencia internacional, mediante la participación de una lideresa de La COMADRE en el Foro Permanente sobre los Afrodescendientes; y acciones de investigación y documentación de violaciones a los derechos de las mujeres afrocolombianas que evidencian un patrón de afectaciones sistemáticas a sus derechos.
En México, donde la población afrodescendiente es la segunda que enfrenta más actos de discriminación basada en ciertas condiciones o características de la diversidad humana, Raza e Igualdad impulsó la “Estrategia de desarrollo de capacidades para la campaña Censo México 2020”, que generó un proyecto mediático de alcance nacional enfocado en fortalecer la autoidentificación afrodescendiente con los etnónimos incluidos en el Censo 2020 y dio como resultado que más de 2.5 millones de personas se autorreconocieran como afrodescendientes.
Por otro lado, en el año 2018 y 2019 acompañamos a activistas afromexicanas en la primera y segunda audiencia temática sobre la población afrodescendiente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y en la sesión del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD). Estos espacios han sido clave para manifestar que el Estado mexicano debe “redoblar los esfuerzos y garantizar a las personas afrodescendientes el pleno acceso a la protección y recursos efectivos en los tribunales nacionales e instituciones del Estado contra cualquier acto de discriminación y racismo, y adopte todas las medidas legales y efectivas para su combate”, según la activista Gina Diédhiuo de la organización Afrodescendencias.
En Cuba, Raza e Igualdad capacita a activistas afrodescendientes de organizaciones de la sociedad civil independiente de la Isla. A través de diversas jornadas de formación, impulsamos estrategias para que las personas afrocubanas visibilicen el racismo, la discriminacion racial que enfrentan, y las obligaciones que ha asumido el Estado cubano en la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial.
En Uruguay, apoyamos a organizaciones de la sociedad civil afrodescendiente en la elaboración de informes alternativos ante el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD). Estos documentos abordan las desigualdades étnico-raciales, las barreras para el acceso a la justicia de los casos de discriminación racial, la penalización del racismo religioso, la preocupación ante el importante porcentaje de población afrodescendiente privada de libertad, y la exigencia de reparación integral ante los desplazamientos forzados que sufrió la comunidad afro en tiempos de terrorismo de Estado.
También hemos impulsado la participación de organizaciones afrouruguayas en el último periodo de sesiones del CERD, donde el Estado de Uruguay fue examinado a principios de agosto. En aquel momento, Raza e Igualdad apoyó a integrantes de la Organización Social Salvador para sostener encuentros de trabajo y diálogo con representantes de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, y con miembros del Comité CERD en Ginebra.
En República Dominicana el Estado ha aprobado leyes que avalan la deportación arbitraria y otras violaciones a los derechos de las poblaciones de migrantes haitianos y dominico-haitianos. Raza e Igualdad trabaja con el Movimiento Socio Cultural de Trabajadores Haitianos (MOSCTHA) brindando apoyo técnico para promover la justicia racial mediante capacitaciones, documentación y fortalecimiento del trabajo de litigio racial de una red de personas abogadas.
Este año, asistimos a MOSCTHA para su participación activa en el Foro Permanente de Afrodescendientes y en una gira de incidencia en Washington D.C., logrando visitas al congreso de Estados Unidos. Para María Martínez, abogada de MOSCTHA, también es importante destacar que, gracias al trabajo conjunto “formamos parte de UNAR -que trabaja la justicia racial- y RegionaR, dos coaliciones formadas para promover la reparación de las personas afrodescendientes víctimas de trata transatlántica y discriminación estructural”
Nuestra campaña hacia una región libre de racismo
Desde el año 2021, con la campaña “CIRDI 2024, Hacía una región libre de discriminación racial”, Raza e Igualdad adoptó el compromiso regional de impulsar en mayor escala la ratificación e implementación de la Convención Interamericana contra el Racismo, la Discriminación Racial y las Formas Conexas de Intolerancia (CIRDI). En el marco de esta campaña, capacitamos a organizaciones locales para superar los desafíos particulares que se interponen en la ratificación y la implementación total de la CIRDI, como las brechas en los recursos, la falta de capacidad humana y de experiencia técnica.
Asimismo, este año celebramos el décimo aniversario de la CIRDI con representantes de los gobiernos de Estados Unidos y Brasil, personas expertas y liderazgos afrodescendientes, indígenas y LGBTI+ de la región, en un evento paralelo a la Asamblea General de la OEA; e impartimos diversos talleres, como el webinar “Herramientas claves para monitorear la implementación de una Convención Interamericana”, en la cual participaron personas especialistas del derecho internacional de los derechos humanos de Brasil y México, en compañía de Paul Spencer quien se desempeña como Asesor Senior de los Asuntos del Caribe de la CIDH.
Estas acciones, sumadas a las acciones de incidencia de nuestras contrapartes, han generado que más de tres países de la región se encuentren discutiendo fuertemente la ratificación de este importante instrumento.
Pronunciamiento
Este 31 de agosto, desde Raza e Igualdad instamos a los Estados a adoptar medidas concretas y prácticas mediante la aprobación y aplicación efectiva de marcos jurídicos nacionales e internacionales y de políticas contra el racismo, la discriminación racial y otras formas conexas de intolerancia. Es imperativo que los Estados de las Américas firmen, ratifiquen e implementen la CIRDI, como muestra de un verdadero compromiso para enfrentar estos flagelos.
Finalmente, con miras a la Asamblea General de Naciones Unidas que se celebrará en septiembre, Raza e Igualdad llama urgentemente a la proclamación del segundo Decenio Internacional de los Afrodescendientes para el período 2025-2034, que contribuirá a adoptar nuevas medidas para combatir la discriminación estructural y las desigualdades históricas que ha enfrentado esta población, para así lograr el pleno reconocimiento, la justicia y el desarrollo de las personas afrodescendientes en todo el mundo. Igualmente, por una activa y efectiva participación de estos ante el Foro Permanente de los Afrodescendientes (PFPAD).