En audiencia CIDH sobre Nicaragua: Instituciones Financieras Internacionales inadvertidamente financian crímenes de lesa humanidad 

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Washington, D.C., 15 de noviembre de 2024.-“La comunidad internacional y diversos fondos (de Instituciones Financieras Internacionales – IFIs), sin querer, están financiando crímenes de lesa humanidad”, dijo el Relator Especial […]

Washington, D.C., 15 de noviembre de 2024.-“La comunidad internacional y diversos fondos (de Instituciones Financieras Internacionales – IFIs), sin querer, están financiando crímenes de lesa humanidad”, dijo el Relator Especial para Nicaragua de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Arif Bulkan, en la audiencia temática “Nicaragua: apoyo financiero internacional y su impacto en los derechos humanos”, celebrada este jueves 14 de noviembre.

En la audiencia participaron representantes de las organizaciones Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad), Diálogo Interamericano, Fundación del Río y Urnas Abiertas; comisionados y comisionadas de la CIDH y una representación del Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua (GHREN).

Al iniciar la audiencia, Christina Fetterhoff, Directora de Programas de Raza e Igualdad, contextualizó sobre la crisis democrática y de derechos humanos nicaragüense, caracterizada por una concentración del poder en manos del presidente Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo; el cierre del espacio cívico y la represión sistemática contra la disidencia.“El régimen ha cancelado por motivos políticos más de 5,200 organizaciones de la sociedad civil de las 7,200 existentes… Sin embargo, la amplia documentación y conocimiento de la crisis democrática y de derechos humanos nicaragüense no implicó la revisión, suspensión o cancelación de proyectos de desarrollo con financiación internacional”, alertó Fetterhoff.

Por su parte, Marcelo Azambuja, Oficial del Programa Legal de Raza e Igualdad, expuso que el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el BCIE, actualmente apoyan 88 proyectos en Nicaragua con un valor de USD 4.35 mil millones. De estos proyectos, 50 proyectos por un monto de USD 2.7 mil millones fueron aprobados después de 2018, año en el que se agudizó la crisis democrática y de derechos humanos en el país centroamericano. Sin embargo, “ninguna de esas instituciones mencionó públicamente la crisis como un factor influenciando la aprobación o el monitoreo de la implementación de proyectos de desarrollo en Nicaragua”, enfatizó Azambuja.

“Las IFIs también están obligadas por el derecho internacional a respetar a los derechos humanos reconocidos internacionalmente. Deben adoptar medidas de debida diligencia en derechos humanos para buscar prevenir o mitigar los impactos adversos a los derechos humanos… En Nicaragua, su omisión ha resultado en la violación del derecho a la libertad de expresión tanto por la restricción de acceso a información pública sobre proyectos de desarrollo y políticas públicas con financiación internacional…”, dijo Azambuja durante su intervención. 

Manuel Orozco, Director del programa de Migración, Remesas y Desarrollo del Diálogo Interamericano, expuso cómo la captura del Estado en Nicaragua ha consolidado un sistema cleptocrático, donde el régimen Ortega-Murillo utiliza las instituciones estatales y el endeudamiento externo para beneficios personales y el enriquecimiento del círculo de poder. 

Orozco afirmó que la economía autoritaria del régimen se sustenta en la apropiación de ingresos fiscales y en la utilización de organismos estatales para extorsionar al sector privado. Agregó que “el uso del endeudamiento externo para beneficiar a la élite económica y política es otra de las formas más evidentes de captura del Estado”, ante esto, la “dependencia del Gobierno de la financiación externa aumentó del 46% al 56% del PIB entre 2017 y 2023, con casi USD 9,000 millones de deuda pública”. 

Olga Valle, directora de Urnas Abiertas, enfatizó que el modelo económico autoritario del régimen Ortega-Murillo y la falta de supervisión de los fondos públicos ha ocasionado que el Estado deje de servir a los intereses del pueblo, y se constituya como una reconfiguración cooptada del Estado. Valle instó a las IFIs a mejorar sus mecanismos de transparencia y exigió la adopción de medidas que aseguren el beneficio de los recursos al pueblo nicaragüense en lugar de favorecer los intereses de la élite en el poder.

“Es fundamental que las instituciones financieras internacionales asuman un papel proactivo y riguroso en la fiscalización del uso de los préstamos y donaciones. Deben garantizar el uso adecuado de los mecanismos de monitoreo y evaluación con los que cuenta, asimismo, es importante facilitar la participación de la sociedad civil en dichos mecanismos”, destacó Valle. 

Por su parte, Amaru Ruiz, Director de Fundación del Río, mostró su preocupación por la gestión del Financiamiento Verde al régimen Ortega-Murillo a través de las IFIs. Actualmente Nicaragua tiene 27 proyectos ambientales en ejecución con una cartera de USD 384.8 millones, de los cuales el 66% son donaciones, siendo las principales fuentes de financiamiento el BM y BID, esta situación ha generado impactos ambientales negativos en Nicaragua como la deforestación acelerada, el aumento de gases de efecto invernadero, pérdida de la biodiversidad, entre otros.

Además, de violaciones de derechos, dado que los proyectos de financiamiento verde se concentran en las Regiones Autónomas de la Costa Caribe, donde también persisten las violaciones a los derechos humanos y territoriales de los pueblos indígenas y afrodescendientes. Ruiz, también enfatizó en la cancelación del proyecto BioClima, y solicitó en la audiencia incrementar la fiscalización y el monitoreo de los proyectos financiados. Así como, establecer mecanismos de cooperación que respeten los derechos humanos, provea resultados tangibles y que se evalúe la transparencia.

En su intervención, el Presidente del Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua (GHREN), Jan-Michael Simon explicó que “un patrón notorio y particularmente grave del Estado de Derecho invertido en las manos del Gobierno de Nicaragua consiste en la masiva cancelación forzosa de la personería jurídica de organizaciones sin fines de lucro”. Según el experto, el Gobierno de Nicaragua ha reportado al Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) la cancelación del 80% del total de organizaciones sin fines de lucro. Para ello, el Gobierno ha implementado la recomendación número ocho del GAFI  que dice “asegurar que las OSFL no sean utilizadas indebidamente por orgs terroristas”.

“Esta situación se presenta apenas a los dos años de la decisión del GAFI, en octubre de 2022, de retirar a Nicaragua de su lista de países de alto riesgo en materia de control de la base… Nicaragua aceptó a cambio que se realice el proceso voluntario para analizar lo que suele llamarse, yo cito, ‘posibles consecuencias imprevistas relacionadas con la implementación de la Recomendación 8’”, alertó el experto.

Por su parte, el Relator Especial de la CIDH para Nicaragua, Arif Bulkan afirmó que el Gobierno de Nicaragua sigue recibiendo “inmensa financiación” en nombre de proyectos de desarrollo, “pero en vez de que ese cúmulo de dinero que se está recibiendo se utilice para lo que dice que se debe utilizar, es decir, para caminos, para proyectos sociales, etc… esos fondos acaban en el bolsillo de las élites”.

“La comunidad internacional y diversos fondos, sin querer están financiando crímenes de lesa humanidad. Eso hay que decirlo con todas sus letras”, dijo Bulkan, quien también aseguró que esta situación empuja a la CIDH “a hacer un llamamiento muy, muy claro y contundente a las distintas organizaciones internacionales y demás entidades” para que tomen en cuenta la situación real de Nicaragua y “dejen de sostenerla.. aún poniendo como pretextos medios indirectos”.

Para Javier Palummo, Relator Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales de la CIDH, “las instituciones financieras internacionales no son cualquier tipo de empresas…son órganos internacionales, órganos que son creados por los Estados, que tienen órganos de dirección donde podemos encontrar representantes gubernamentales… Estas instituciones tienen el deber de implementar salvaguardas robustas que garanticen que sus recursos no contribuyan a perpetuar situaciones de abuso o de represión. Es imperativo, por tanto, que refuercen mecanismos de transparencia y que realicen auditorías independientes de sus proyectos”.

El Relator para la Libertad de Expresión de la CIDH, Pedro Vaca reconoció el esfuerzo de la sociedad civil nicaragüense “por seguir explorando espacios, caminos por los cuales se pueda restablecer la garantía de derechos humanos en un Estado que ha decidido deliberadamente atropellar los derechos civiles y políticos, entre ellos la libertad de expresión”.

“La represión cuesta y es importante preguntarnos de dónde vienen los recursos que generan entornos permisivos a la represión”, expresó Vaca.

Las organizaciones Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad), Diálogo Interamericano, Fundación del Río y Urnas Abiertas, esperamos que la CIDH tome en cuenta nuestras recomendaciones para promover medidas que aseguren el respeto a los derechos humanos en Nicaragua. Entre estas destacamos: formular una resolución sobre el alcance de las obligaciones interamericanas en materia de derechos humanos en el ámbito del apoyo financiero internacional y de proyectos orientados al desarrollo; establecer un grupo de trabajo entre la CIDH, las IFIs y las organizaciones de la sociedad civil para abordar la relación entre el desarrollo sostenible y el respeto a los derechos humanos en Nicaragua y en América Latina; y manifestarse públicamente sobre los riesgos de impactos adversos de los proyectos financiados con recursos de las instituciones financieras internacionales en territorio nicaragüense.

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