Raza e Igualdad condena las torturas y amenazas contra José Daniel Ferrer, quien anunció estar dispuesto al exilio forzado
Las declaraciones del activista cubano evidencian la continuidad de un patrón de represión estatal que, en los últimos años, ha forzado al exilio a numerosas personas activistas, defensoras de derechos […]

- Las declaraciones del activista cubano evidencian la continuidad de un patrón de represión estatal que, en los últimos años, ha forzado al exilio a numerosas personas activistas, defensoras de derechos humanos y periodistas independientes en Cuba.
Washington D.C., 7 de octubre de 2025. – El Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad) expresa su preocupación ante el anuncio del activista cubano José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), quien manifestó estar dispuesto a aceptar el exilio forzado como única alternativa para proteger su vida y la de su familia, tras años de torturas, amenazas y tratos inhumanos sufridos en prisión y mientras estuvo en libertad condicional.
En una carta escrita desde el Centro Penitenciario de Mar Verde, y divulgada el pasado viernes 3 de octubre, Ferrer denunció las graves violaciones a los derechos humanos que ha enfrentado por su activismo. “Durante años he sido sometido a brutales golpizas, torturas, humillaciones, amenazas hasta de muerte y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes por esbirros y otros instrumentos de la peor dictadura que ha conocido el continente americano”, escribió Ferrer.
Raza e Igualdad ha denunciado en reiteradas ocasiones ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) la violencia ejercida contra José Daniel Ferrer, así como las condiciones de reclusión a las que ha sido sometido. El activista también relató las amenazas dirigidas contra su esposa e hijos, lo que lo ha llevado a contemplar el exilio forzado como única forma de salvaguardar su integridad y la de su familia. “He llegado al límite de lo que un ser humano puede resistir. Si mi salida del país es la única opción para proteger a los míos, estoy dispuesto a aceptarla”, agregó.
“Las declaraciones de Ferrer confirman el nivel extremo de persecución y crueldad que enfrentan quienes defienden los derechos humanos en Cuba. Su disposición a aceptar el exilio forzado refleja la desesperación de un activista que ha sido víctima de tortura y represión sistemática durante años”, señala Carlos Quesada, director ejecutivo de Raza e Igualdad.
Ferrer, de 55 años, es uno de los activistas más reconocidos de Cuba. Integró el grupo de los 75 prisioneros de conciencia condenados durante la Primavera Negra de 2003 y, desde entonces, ha sido objeto de reiteradas detenciones, torturas y procesos judiciales arbitrarios. Participó en las históricas manifestaciones del 11 de julio de 2021, tras las cuales fue detenido arbitrariamente y, en enero de este año, puesto en libertad condicional. Sin embargo, el 29 de abril volvió a ser encarcelado en la prisión de Mar Verde.
Las denuncias realizadas por el defensor de derechos humanos reavivan una de las prácticas represivas más persistentes del régimen autoritario cubano: el destierro forzado, una estrategia que vulnera derechos fundamentales y que las autoridades utilizan para neutralizar liderazgos, silenciar voces críticas y despojar a activistas, artistas y periodistas de su arraigo y de sus vínculos familiares. Esta práctica se suma a otras formas de represión —como los procesos judiciales arbitrarios, el hostigamiento, la censura y el acoso sistemático—, cuyo objetivo es limitar o anular la participación política y social de quienes defienden los derechos humanos en Cuba.
En los últimos años, esta estrategia ha afectado a diversas personas activistas y periodistas de Cuba, quienes se han visto forzadas a abandonar el país tras años de represión, amenazas y encarcelamientos. Recientemente, la activista cubana Aymara Nieto, integrante de la organización Damas de Blanco y de la UNPACU, y también representada por Raza e Igualdad ante la CIDH, abandonó la Isla para radicarse en República Dominicana, el 11 de agosto de 2025. Nieto, encarcelada desde 2018, fue liberada bajo la condición impuesta por la Seguridad del Estado de abandonar Cuba. “Estuve presa hasta el último momento en que estuve en el aeropuerto. Ellos fueron los que me llevaron. Nunca me dejaron ir a la casa”, relató la defensora de derechos humanos. Viajó acompañada de su esposo, el también activista Ismael Boris Reñí, y dos de sus hijas, después de cumplir dos condenas consecutivas en una prisión de La Habana.
Desde Raza e Igualdad condenamos enérgicamente las torturas, amenazas y represalias que enfrenta José Daniel Ferrer, y alertamos sobre la gravedad de su situación en prisión. El caso de Ferrer evidencia la continuidad de un patrón de represión que, en los últimos años, ha obligado al exilio forzado a numerosas personas activistas, defensoras y periodistas independientes en Cuba. Instamos a la comunidad internacional a redoblar los esfuerzos para exigir su liberación inmediata, así como la protección de su familia y de todas las personas defensoras de derechos humanos en Cuba y en el exilio.
Asimismo, hacemos un llamado urgente a las Naciones Unidas, a la CIDH y a los gobiernos democráticos de la región a intervenir de manera decidida para garantizar la integridad física y psicológica de Ferrer, y poner fin a la persecución y al destierro forzado de la disidencia cubana.