Programa de pasantías en el marco del proyecto “Iniciativa de equidad en el fortalecimiento de colaboración y empoderamiento de las comunidades afrodescendientes e indígenas en América Latina y el Caribe”

Programa de pasantías en el marco del proyecto “Iniciativa de equidad en el fortalecimiento de colaboración y empoderamiento de las comunidades afrodescendientes e indígenas en América Latina y el Caribe”

TÉRMINOS DE REFERENCIA

CONVOCATORIA INTERNA PARA JÓVENES INTEGRANTES DE OITP

AÑO 2025

PROGRAMA DE PASANTÍAS EN EL MARCO DEL PROYECTO: “INICIATIVA DE EQUIDAD EN EL FORTALECIMIENTO DE COLABORACIÓN Y EMPODERAMIENTO DE LAS COMUNIDADES AFRODESCENDIENTES E INDIGENAS EN AMERICA LATINA Y EL CARIBE”

 

PRESENTACIÓN

La Organización Indígena del Territorio Pasto (OITP), y el Instituto Internacional sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos en el marco del proyecto: “Iniciativa de Equidad en el Fortalecimiento de Colaboración y Empoderamiento de Las Comunidades Afrodescendientes e Indígenas en América Latina y el Caribe” con el fin de promover el fortalecimiento del liderazgo de jóvenes indígenas presentan un programa de pasantías para jóvenes indígenas. Esta convocatoria  busca promover el fortalecimiento de liderazgos juveniles y el fortalecimiento institucional de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales  con énfasis en el ámbito educativo y la equidad étnico-racial en Colombia, esto, considerando que, los pueblos indígenas enfrentan una persistente discriminación estructural e histórica, que se materializa en grandes barreras para acceder a sus derechos, abusos y violaciones de los derechos humanos que impiden la equidad.

El 13 de abril del 2021 se fundó la ORGANIZACIÓN INDIGENA DEL TERRITORIO PASTO (OITP), con la misión de lograr el reconocimiento y desarrollo propio para la prolongación de la vida y la autodeterminación como Pueblos Indígenas. Nuestras leyes y principios se fundamentan en nuestra cosmovisión que afianza la IDENTIDAD, AUTORIDAD, AUTONOMÍA Y TERRITORIO.

Conformamos la OITP para impulsar la materialización de los planes de vida con criterios diferenciales, que permita el ejercicio de la autonomía en los procesos de salud propia e intercultural, educación propia, soberanía alimentaria, defensa territorial, de propia identidad cultural, recreación y deporte, inclusión de género, derechos humanos, patrimonio natural, investigación y el fortalecimiento del Territorio Indígena.

Somos filiales de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC). La ONIC es una instancia mayor de gobierno propio de todos los Pueblos Indígenas de Colombia y sus autoridades, con capacidad para concertar y establecer políticas nacionales que fortalezcan la autonomía territorial y Jurisdiccional indígena y de emitir leyes indígenas que sean reconocidas por el Estado colombiano y sus instituciones que contribuyan a crear capacidades de autogobierno en los pueblos indígenas, para el ejercicio de sus derechos colectivos. Desde este espacio, se ha venido trabajando en la conformación y estructuración de las comunidades indígenas. La ONIC cuenta con excelentes profesionales, que han sido un pilar fundamental para denunciar y procesos distintos en nuestros territorios.

A nivel social OITP ha venido desarrollando proyectos y está trabajando en nuevas propuestas ante las convocatorias que ofrecen las entidades estatales, encaminados a la protección del medio ambiente, cultura, deporte, mujer y familia, educación, salud, etc. Desde enero de 2024, estamos desarrollando un proyecto junto al INSTITUTO INTERNACIONAL SOBRE RAZA, IGUALDAD Y DERECHOS HUMANOS, el cual tiene como objetivo promover el trabajo de incidencia contra las violencias basadas en género y la violencia política.

En este sentido, OITP se ha dado a conocer por la defensa de los derechos de las comunidades, el fortalecimiento de los procesos políticos organizativos, administrativos y autónomos de los territorios ancestrales. Así mismo, OITP apoya, gestiona, ejecuta proyectos y acciones que permitan promover el desarrollo integral de los pueblos indígenas, en coherencia con sus planes de vida y las leyes especiales nacionales e internacionales que protejan sus derechos colectivos.

El Instituto Internacional sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad) es una organización internacional no gubernamental de defensa y protección de los derechos humanos creada en 2014 que trabaja con contrapartes y activistas locales en América Latina para promover y proteger los derechos humanos de poblaciones en condiciones de marginalidad, ya sea por su origen nacional o étnico, su orientación sexual o identidad de género, estado socioeconómico o discapacidad. Raza e Igualdad tiene el enfoque de fortalecimiento y desarrollo de capacidades de organizaciones de base, con el objetivo de convertirse en actores políticos que promuevan cambios estructurales en los países donde trabajamos. Nuestra metodología se basa en la capacitación técnica, movilización comunitaria, investigación y documentación de violaciones a derechos humanos, litigio estratégico y el trabajo de incidencia política a nivel nacional e internacional para lograr cambios estructurales sostenibles. (Raza e Igualdad, 2024)

Objetivo general

  • Ofrecer la oportunidad a jóvenes rurales pertenecientes a la Organización Indígena del Territorio Pasto  (OITP) para realizar una pasantía por dos (2) meses en entidades gubernamentales y no gubernamentales  que les permita fortalecer sus habilidades, conocimientos, en participación social y comunitaria juvenil con el fin de promover la equidad, inclusión e igualdad de acceso a oportunidades educativas y procesos de formación en derechos humanos, principalmente en herramientas y estándares en el ámbito de acciones contra la discriminación, el racismo y la equidad étnico-racial.

¿QUIÉN PUEDE APLICAR A LA CONVOCATORIA?

Jóvenes indígenas en contextos rurales pertenecientes a la Organización Indígena del Territorio Pasto (OITP), mediante la realización de una pasantía en el marco del proyecto en ejecución que responda a los focos temáticos priorizados de esta convocatoria.

¿QUÉ OFRECE EL PROGRAMA?

  • Apoyo económico para el sostenimiento[1] durante la vigencia de la pasantía.
  • Procesos de acompañamiento en el marco de la pasantía por parte de OITP y la organización receptora.
  • Posibilidad de presentar una propuesta de proyecto final que promueva el acceso a oportunidades educativas para jóvenes indígenas en contextos rurales. Para ello, la organización realizará un proceso de selección una vez finalice la pasantía.
  • Procesos de formación en derechos humanos.
  • Intercambios Sur-Sur virtuales entre los países que hacen parte del proyecto: Colombia, Brasil, Costa Rica, México y Chile.

REQUISITOS

  • Auto Reconocerse como una persona indígena.
  • Tener un rango de edad entre 20 a 30 años.
  • Presentar un documento (máximo 3 páginas, arial 12) donde explique las motivaciones para postularse a la beca, centrándose en responder:
  • Presentación personal
  • ¿Por qué quiere ser parte de esta iniciativa?
  • ¿Cuáles son las motivaciones para participar?
  • Participar de una entrevista con los integrantes de OITP: Consejeria Mayor, Consejería de Juventud y la delegada de Raza e Igualdad.
  • Comprometerse a presentar informes cada quince (15) días y mensuales de las actividades que se encuentra realizando dentro de la entidad asignada.
  • Comprometerse a realizar una propuesta escrita que permita promover el acceso a jóvenes indígenas en contextos rurales a oportunidades educativas.
  • Ser partícipe de los eventos o actividades establecidas dentro de la pasantía.
  • Tener disponibilidad de tiempo completo para iniciar y finalizar la pasantía.

Documentos requeridos: los siguientes documentos son requeridos para la consideración de las postulaciones de la pasantía:

  • Copia del documento de identidad ampliado al 150%.
  • Recibo de servicios públicos de la vivienda donde reside.
  • Carta de motivación.

Nota: una vez la persona aspirante quede seleccionada, debe diligenciar un formato documento de aceptación de pasantía y cumplir con los requisitos establecidos.Asimismo, se le compartirá un consentimiento de datos personales para su revisión sobre el uso de la información e imagen para acciones comunicativas en el marco del proyecto).

Restricción: Las y los jóvenes participantes de OITP no deben tener un primer grado de consanguinidad con el equipo participante de OITP (Junta directiva y Consejerías).

EVALUACIÓN

El programa otorgará 4 cupos, para pasantías a jóvenes indígenas de zonas rurales en el primer año (2025), que cumplan con las características detalladas en este documento y que resulten beneficiarios tras pasar por un cuidadoso proceso de selección, a través de entrevistas realizadas por el comité de selección que será integrado por el equipo técnico y demás  consejerías de los diferentes territorios, por medio de un proceso participativo se elige a cuatro (4) jóvenes de cada territorio de OITP.

Las cuatro (4) personas seleccionadas realizarán una pasantía de dos (2) dos  meses. Los dos primeros meses harán la pasantía en la entidad asignada. Asimismo, se tendrá la posibilidad de aplicar los conocimientos y habilidades adquiridos a través de la implementación del proyecto formulado por las personas pasantes seleccionadas. Durante la vigencia de la pasantía las personas beneficiarias recibirán acompañamiento por parte de (OITP) y la entidad participante.

Criterios de selección: las solicitudes se evaluarán teniendo en cuenta:

Criterio de selección Porcentaje
Cumplir con los requisitos establecidos 50 %
Documento escrito de motivación 25 %
Entrevista 25%
TOTAL 100%

 

Responsabilidades de la persona seleccionada para dar inicio a la beca:

  • La persona seleccionada deberá aceptar la pasantía formalmente por escrito a la (OITP) y el Instituto de Raza e Igualdad, confirmando su completa disponibilidad para iniciar la pasantía.
  • La persona seleccionada debe presentar informes detallados sobre las actividades llevadas a cabo, antes y después de terminada la pasantía. (Informe quincenal y mensual).
  • Contar con disponibilidad para el desarrollo de las actividades de (OITP) y la organización receptora en el marco de la pasantía.

Lugar de la pasantía: La pasantía se realizará en entidades, instituciones, gubernamentales y no gubernamentales en articulación con (OITP).

Modalidad:  La pasantía se desarrollará de manera presencial.

CALENDARIO O CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES  

Fecha Actividades
04 de diciembre Cierre de la convocatoria
05 y 06 de diciembre Revisión de documentos y preselección.
12 y 13 de diciembre Entrevistas
15 y  16 de diciembre Notificación de resultados

Los documentos deben enviarse a los siguientes correos electrónicos de   OITP: organizacionindigenapasto@gmail.com y a velasquez@raceandequality.org

Para consultas relacionadas con la convocatoria, por favor escribir a: organizacionindigenapasto@gmail.com

[1] La persona seleccionada será responsable por el pago de la seguridad social.

Ante el auge de la extrema derecha en Latinoamérica, líderes afrolatinos, indígenas y LGBTI+ sostuvieron reuniones de incidencia en Washington D.C.

Washington D.C., 16 de octubre 2024.- Ante la creciente influencia de movimientos de extrema derecha y el preocupante avance de agendas racistas y xenófobas en América Latina y el Caribe, una delegación de liderazgos afrolatinos, indígenas y LGBTI+, encabezada por el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad), sostuvo reuniones clave de incidencia en Washington D.C. con el Congreso de los Estados Unidos, el Departamento de Estado y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Durante estos encuentros, la delegación presentó soluciones y perspectivas críticas frente a problemas como la discriminación racial y de género, la brutalidad policial y la sistemática falta de acceso a servicios esenciales como la salud y la educación.

Asimismo, la delegación presentó recomendaciones para promover la formulación e integración de políticas más inclusivas y equitativas en marcos clave como el Plan de Acción Conjunta para la Igualdad Racial y Étnica (JAPER), el Plan de Eliminación de la Discriminación Racial en las Américas (CAPREE) y la Declaración de Asociación de América del Norte por la Equidad y la Justicia Racial. 

Durante las reuniones, Mauricio Ye’kwana, Director Ejecutivo de Hutukara Associação Yanomami, abordó la crisis de violencia que enfrenta los territorios indígenas en Brasil, destacando las constantes amenazas derivadas de la explotación minera ilegal y la falta de reconocimiento gubernamental de sus tierras ancestrales. Ye’kwana señaló la negligencia del gobierno en su protección y la impunidad que rodea los asesinatos de líderes indígenas. También alertó sobre el preocupante reclutamiento de jóvenes indígenas por grupos armados, lo que debilita la cohesión comunitaria. Además, hizo un llamado urgente a la representación indígena en foros internacionales como la COP, enfatizando la necesidad de reconocer a los pueblos indígenas como guardianes esenciales del medio ambiente.

Bruna Benevides, Presidenta de la Asociación Nacional de Travestis y Transexuales (ANTRA), de Brasil, expuso las violaciones de derechos humanos que enfrentan las mujeres trans, especialmente las mujeres trans negras. Benevides señaló que el componente racial del transfemicidio está profundamente arraigado en la sociedad brasileña, y que las mujeres trans negras son desproporcionadamente afectadas por la violencia y la exclusión. Benevides también enfatizó la falta de representación de las personas trans en los movimientos antirracistas y que la invisibilización de sus problemas dentro de los espacios LGBTQ+ es una preocupación clave. 

Por su parte, Lucía Xavier, Coordinadora General de CRIOLA (Brasil) alertó sobre una ola conservadora que se ha extendido por Brasil y que aumentado significativamente la violencia contra las mujeres negras, tanto cis como trans, quienes enfrentan múltiples barreras para acceder a recursos básicos debido a políticas de financiamiento discriminatorias. Xavier solicitó una mayor representación política de las mujeres negras, así como políticas públicas efectivas que protejan sus derechos y promuevan su bienestar.

María Martínez, del Movimiento Socio-Cultural de los Trabajadores Haitianos (MOSCTHA),  denunció la constante amenaza de expulsión y la brutalidad policial que sufren las personas migrantes haitianas en República Dominicana. La reciente política del gobierno dominicano de deportar a 10,000 haitianos por semana ha agravado la discriminación y el racismo estructural que ya sufren estas comunidades, siendo las mujeres haitianas particularmente vulnerables a la violencia de género. Asimismo, Martínez explicó que la falta de reconocimiento civil y la situación de apatridia excluyen a estas personas del acceso a servicios básicos como la salud y la educación. 

Erlendy Cuero, vicepresidenta de la Asociación Nacional de Afrocolombianos desplazados (AFRODES) de Colombia, alertó sobre la difícil situación de la juventud afrodescendiente en Colombia, particularmente afectada por la violencia y el conflicto armado. La discriminación racial por parte de las fuerzas de seguridad ha resultado en un aumento alarmante de homicidios y desapariciones forzadas de jóvenes afrocolombianos, quienes son frecuentemente estigmatizados y tratados como sospechosos solo por su color de piel. 

Sandra Arizabaleta, Directora de la Fundación Afrodescendiente por las diversidades sociales y sexuales “Somos Identidad” (Colombia) expuso cómo la polarización política en Colombia ha exacerbado la violencia y la discriminación contra las personas afrodescendientes y LGBTI+. Para Arizabaleta es urgente crear políticas públicas que aborden de manera efectiva la interseccionalidad entre raza, género y orientación sexual, algo que actualmente está ausente en el discurso político colombiano. Asimismo, denunció la violencia que aún persiste por parte de grupos armados contra estas poblaciones vulnerables.

Cecilia Ramírez, Directora Ejecutiva del Centro para el Desarrollo de la Mujer Negra Peruana (CEDEMUNEP), Perú explicó que el plan de desarrollo afroperuano, que fue diseñado para mejorar las condiciones de estas comunidades, se ha estancado debido a la falta de recursos financieros y apoyo técnico. Ramírez también enfatizó en cómo el racismo estructural sigue siendo un obstáculo para el progreso social y económico de las personas afrodescendientes en Perú, quienes continúan teniendo los peores indicadores socioeconómicos. En sus planteamientos, propuso la implementación de cuotas étnicas para asegurar la representación política de afrodescendientes e indígenas, y subrayó la necesidad de procesos de autoidentificación más inclusivos que consideren tanto el género como la etnicidad.

Patricia Torres Sandoval, Representante del Enlace Continental de Mujeres Indígenas de las Américas (ECMIA), centró su intervención en la violencia contra las mujeres y niñas indígenas, enfatizando cómo esta situación se ve agravada por la violencia estructural que proviene del racismo, la pobreza y el colonialismo. También subrayó el impacto devastador de las actividades extractivistas en la región, que no solo causan destrucción ambiental, sino que también profundizan la pobreza y la exclusión social de las comunidades indígenas, intensificando la violencia contra las mujeres. Torres destacó que la falta de voluntad política y la implementación ineficaz de acuerdos internacionales contribuyen a la marginación y exclusión de estas comunidades, lo que requiere una atención urgente y sostenida.

Finalmente, las y los líderes presentaron una serie de recomendaciones clave a las autoridades, enfocadas en fortalecer la representación, promover políticas inclusivas y garantizar la rendición de cuentas:

  • Financiar programas que promuevan el liderazgo de las comunidades Afro-Latinas, Indígenas y LGBTQ+. 
  • Fomentar alianzas entre organizaciones de base de derechos humanos en EE.UU. y América Latina para fortalecer su capacidad y visibilidad. 
  • Instar a los gobiernos latinoamericanos a adoptar legislaciones que protejan a las poblaciones marginadas y promuevan políticas antirracistas y antihomofóbicas. 
  • Garantizar que acuerdos como JAPER y CAPREE aborden activamente la violencia que sufren estas comunidades.
  • Fortalecer la supervisión de la financiación internacional para garantizar que los recursos lleguen a los grupos vulnerables. 
  • Facilitar el diálogo entre los gobiernos y la sociedad civil para mejorar la transparencia en el monitoreo de derechos humanos y garantizar la rendición de cuentas de los responsables de abusos.

Raza e Igualdad respalda firmemente estas recomendaciones y reafirma su compromiso de seguir acompañando a estos liderazgos en la promoción de sus voces ante instancias gubernamentales y otros espacios de incidencia. Asimismo, continuará trabajando en la documentación de las violaciones a los derechos humanos y en la construcción de propuestas que fomentan sociedades más inclusivas, equitativas y respetuosas.

En América Latina y el Caribe, las desapariciones forzadas entorpecen la democracia

Washington D.C., 30 de agosto de 2024 – En Venezuela, luego de que se cumpliera un mes de las cuestionadas elecciones presidenciales en este país, más de dos mil personas han sido víctimas de desapariciones forzadas y detenciones arbitrarias, de acuerdo con las organizaciones Provea y Foro Penal.  En México, “son alrededor de 110 mil las personas que a la fecha se encuentran desaparecidas”, según el Comité contra la Desaparición Forzada de la ONU (CED, por sus siglas en inglés). Mientras, en Cuba se registran casos de activistas “víctimas de desapariciones forzadas que no se prolongan en el tiempo”, de acuerdo con el Grupo de Trabajo sobre las Desapariciones Forzadas o Involuntarias

La situación en estos tres países evidencia parte de las graves violaciones a los derechos humanos en América Latina y el Caribe, según el miembro del Comité contra la Desaparición Forzada, el abogado ecuatoriano Juan Pablo Albán, con quien dialogamos a propósito de la conmemoración del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, este viernes 30 de agosto. 

Las desapariciones forzadas ocurren “siempre que se arreste, detenga o traslade contra su voluntad a las personas, o que estas resulten privadas de su libertad de alguna otra forma por agentes gubernamentales de cualquier sector o nivel, por grupos organizados o por particulares que actúan en nombre del Gobierno o con su apoyo directo o indirecto, y que luego se niegan a revelar la suerte o el paradero de esas personas, o a reconocer que están privadas de la libertad”, de acuerdo con Naciones Unidas

Esto es, precisamente, lo que ocurre de manera constante en América Latina y el Caribe, donde, según Albán, se registra el número más elevado de desapariciones forzadas en el mundo, siendo México el país en el que más se han documentado este tipo de violaciones a los derechos humanos. 

“Las tendencias más notables que se registran en la región y en el mundo, tienen que ver con las desapariciones cometidas por actores no estatales, las desapariciones en el entorno migratorio, las desapariciones en contextos de represión de la protesta o bajo el argumento de la lucha contra el terrorismo, o contra la delincuencia organizada; y las desapariciones de personas que son etiquetadas como potenciales miembros de pandillas, de bandas de delincuencia organizada o grupos terroristas”, afirma el integrante del Comité contra la Desaparición Forzada de Naciones Unidas. 

Albán asegura que cuando en un país se registran casos de desaparición forzada, se pierde la calidad de la democracia porque no hay debate social. “Los Estados pierden mucho cuando no responden, no afrontan este fenómeno y peor todavía, cuando practican la desaparición forzada como una política estatal”, agrega.

Colombia

El fenómeno de las desapariciones forzadas en Colombia ha sido un problema persistente durante más de seis décadas, estrechamente vinculado al conflicto armado que ha asolado el país. Según la Comisión de la Verdad, entre 1985 y 2016 se reportaron aproximadamente 121,768 casos de desapariciones forzadas, aunque se estima que la cifra podría alcanzar las 210,000 víctimas. Esta problemática también ha afectado a la población migrante, especialmente a las y los venezolanos. De acuerdo con la Universidad Católica Andrés Bello, de 2015 a 2020 se reportaron 836 personas venezolanas desaparecidas en Colombia. Sin embargo, la ausencia de datos precisos ha dificultado una evaluación completa de la magnitud de estas violaciones a los derechos humanos.

En el marco del Paro Nacional de 2021, se documentaron 4,846 traslados por protección temporal, una figura legal que ha sido cuestionada por su uso arbitrario y su impacto en los derechos de las y los manifestantes. A pesar de la resolución de la Corte Constitucional de exigir reportes detallados y el derecho a solicitar la cesación del traslado, estas prácticas continúan en la actualidad y siguen siendo problemáticas, con numerosos casos de abuso reportados, incluyendo tortura y violencia sexual.

El manejo de las desapariciones forzadas en Colombia enfrenta varios desafíos críticos, como la falta de activación del Mecanismo de Búsqueda Urgente (MBU) por parte de la Fiscalía; la falta de cumplimiento de recomendaciones internacionales y el uso de eufemismos por parte del Gobierno para minimizar la gravedad del problema. Además, el subregistro de casos y la discrepancia entre las cifras oficiales y las reportadas por organizaciones de la sociedad civil complican la evaluación precisa del fenómeno. Estas cuestiones subrayan la necesidad de una reforma integral en las prácticas policiales, y una mejora en la transparencia y eficacia en la respuesta del Estado ante las desapariciones forzadas.

Cuba

En la Isla, entre enero de 2022 y julio de 2024, se registraron “93 incidentes violatorios de derechos humanos, que incluyeron condiciones de desaparición forzada durante varias horas, días, e incluso por más de una semana”, de acuerdo con la organización Cubalex. El movimiento Damas de Blanco, por su parte, ha denunciado que entre 2013 y junio de 2024, se han documentado 3,904 detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas contra mujeres integrantes de este colectivo. La mayoría han sido víctimas en repetidas ocasiones, y por periodos que van de las 24 a las 72 horas.  

Este tipo de desapariciones forzadas, que no se prolongan en el tiempo como sí ocurre en Colombia, afectan principalmente a activistas, periodistas independientes, artistas y, en general, a todas las personas que discrepan del discurso oficial.

Un informe del Grupo de Trabajo sobre las Desapariciones Forzadas o Involuntarias de julio de 2024, también ha expresado su preocupación por las detenciones y el uso excesivo de la fuerza ejercida por la Policía durante las históricas manifestaciones del 11 de julio de 2021, conocidas como 11J. De acuerdo con este Procedimiento Especial de Naciones Unidas, la mayoría de las personas detenidas en ese contexto no comparecieron ante una autoridad judicial hasta muchos días, semanas o meses después, y antes de eso se desconocía la suerte y el paradero de los detenidos, lo que constituyó un acto de desaparición forzada.

Nicaragua 

En Nicaragua nueve personas se encuentran en situación de desaparición forzada, según la Unidad de Registro (UDR).  Entre estas personas se encuentran el líder indígena Brooklyn Rivera, y la periodista y gestora cultural Fabiola Tercero. 

Brooklyn Rivera, 72 años, es indígena miskitu, diputado regional (2022-2026) y líder máximo del pueblo misquito (Ta Upla), y del partido idígena YATAMA (Yapti Tasba Masraka Nanih Aslatakanka, “Hijos de la madre tierra unidos”). Su familia no tiene conocimiento de su paradero desde el 29 de septiembre de 2023. En enero de este año, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) señaló que Rivera se encuentra en “desaparición forzada” y abogó por su liberación.

Fabiola Tercero es periodista, activista y fundadora de “El rincón de Fabi”, un proyecto que tiene como objetivo promover la lectura entre jóvenes nicaragüenses. Su vivienda fue allanada el pasado 12 de julio y desde entonces se desconoce su paradero, al igual que el de su madre y su hermana. 

En una entrevista con el periódico español El País, la directora de la Unidad de Defensa Jurídica (UDJ), Alexandra Salazar, afirmó que las autoridades se niegan a proporcionar información sobre el paradero de estas personas. “De tal manera que no se tiene certeza de sus condiciones de detención, ni constatación de su estado de salud y vida”, añadió. Además, la UDJ identificó casos en los que las autoridades penitenciarias recomendaron a los familiares buscar a las personas detenidas políticas “en las morgues”, lo cual incrementa la angustia y constituye una forma adicional de tortura.

Por su parte, el Grupo de Trabajo sobre las Desapariciones Forzadas o Involuntarias, en su informe de julio de 2024, afirmó que las desapariciones forzadas “de corta duración” están siendo utilizadas como “instrumento para reprimir a opositores y críticos del Gobierno” desde el año 2018. Asimismo, el Grupo puso en relieve que el Estado debe proporcionar rápidamente información exacta sobre la detención de las personas privadas de libertad y el lugar o lugares a los miembros de su familia y a cualquier otra persona que tenga interés legítimo (art. 10, párr. 2, de la Declaración), y que el hecho de no hacerlo constituye una desaparición forzada. 

Perú 

En el caso de Perú, según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y Sitios de Entierro (Renade) del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, entre los años 1980 y 2000, durante el conflicto armado interno, hubo 21,918 personas desaparecidas, de las cuales aún falta determinar el paradero de 19,200 casos. A la fecha, solo se ha concluido con la búsqueda de 2,718 personas desaparecidas, en las que 39 fueron halladas con vida. Además, se pudo identificar y restituir 682 restos óseos que fueron entregados a las familias. A inicios de julio de 2024, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se pronunció sobre la restitución de restos del caso Putis, alentando al Estado a continuar la búsqueda, identificación, restitución digna y juzgamiento de los responsables.

Lamentablemente, el país ha retrocedido en el acceso de justicia, derecho a la verdad y a la reparación de las víctimas de desapariciones forzadas. Recientemente, el Congreso de la República aprobó la Ley 32107 que prescribe los crímenes de lesa humanidad o crímenes de guerra cometidos antes de 1 de julio de 2002, es decir, antes de la entrada en vigencia del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional y de la Convención sobre la Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de los Crímenes de Lesa Humanidad. Con esta ley, nadie podrá ser procesado, condenado o castigado por desapariciones forzadas, genocidio, esclavitud, terrorismo, tortura sistemática y generalizada, y otros crímenes de lesa humanidad. 

“Todo esto para darle impunidad a Fujimori y otras personas involucradas en graves violaciones a los derechos humanos”, enfatiza Albán. De hecho, los actos cometidos por el expresidente Alberto Fujimori dieron paso a la declaratoria de responsabilidad internacional de Perú dentro de  los casos Barrios Altos y La Cantuta, que fueron resueltos por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) y en los cuales varias de estas acciones han sido calificadas como crímenes de lesa humanidad.

En junio pasado, a través de un comunicado, la CIDH expresó que la propuesta de ley es contraria al derecho internacional y alertó que “desobedece abiertamente las sentencias de la Corte IDH”. En la misma línea, Volker Turk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, dijo en una reciente declaración que estos delitos no deben ser objeto de amnistías ni prescripción. Sin embargo, nada de eso impidió que el Congreso aprobara la norma.

Los casos de desapariciones forzadas que se describen en Colombia, Cuba, Nicaragua y Perú, evidencian las graves violaciones a los derechos humanos que también se registran en toda América Latina y el Caribe, y que, al mismo tiempo, entorpecen la democracia en la región. 

De acuerdo con el miembro del CED, Juan Pablo Albán, es necesario que en cada uno de estos países se promueva una cultura de denuncia, se documenten los casos, se utilicen las vías de protección, y más Estados que conforman la Asamblea General de Naciones Unidas se comprometan a luchar contra este fenómeno, para reducir las cifras de desapariciones forzadas en todo el mundo. 

Desde el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad) conmemoramos el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, y enfatizamos que este tipo de violencia afecta a miles de seres humanos incluidos activistas, personas defensoras de derechos humanos, indígenas, artistas de la región, personas opositoras o percibidas como tales, así como a sus familias, entre las que se encuentran niños y niñas que sufren por esta violencia institucional, o por parte de otros actores. Condenamos este fenómeno y hacemos un llamado a las autoridades de América Latina y el Caribe, para que se comprometan a buscar a las personas que aún siguen desaparecidas, y protejan a las voces críticas y disidentes. También instamos a la sociedad civil independiente a que siga denunciando estas violencias ante los mecanismos internacionales de protección de derechos humanos. 



Colombia: Raza e Igualdad promueve inclusión de las juventudes en el movimiento negro del país

Bogotá, 29 de mayo de 2024.– En el marco del Día de la Afrocolombianidad, el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos organizó el conversatorio “La Vocería: El Rol de los Procesos Juveniles en el Fortalecimiento del Movimiento Negro en Colombia“, que reunió a jóvenes de diversas organizaciones afrocolombianas para discutir su papel en la construcción y fortalecimiento del movimiento negro en Colombia.

Jóvenes integrantes de proyectos como CAPREE, de la Conferencia Nacional de Organizaciones Afrocolombianas (CNOA); del Semillero Afrodes Cali y de la Fundación Somos Identidad participaron activamente en la discusión. Las y los participantes destacaron la importancia de su vocería para la construcción de un futuro más inclusivo y representativo, permitiendo identificar nuevas narrativas que promuevan la integración de las juventudes en el movimiento negro de Colombia.

El primer momento clave del conversatorio se centró en el tema “Acciones Sostenibles para la Inclusión de la Juventud Afrocolombiana en Políticas Públicas y Programas Étnicos”. En este espacio, se compartieron experiencias y desafíos enfrentados por las juventudes afro en relación con las políticas públicas y los programas étnicos en Colombia.

En ese sentido, enfatizaron la necesidad de trabajar con quienes han allanado el camino dentro de las organizaciones y fortalecer las capacidades juveniles para superar las barreras de financiación de proyectos.

Alejandrina Falquez Sinisterra, de la Escuela de Formación Ancestral Afrocolombiana Mali Ya Weusi, subrayó: “Como jóvenes hemos tenido algunos desafíos para avanzar en términos organizacionales, puede que lleguen esos proyectos. pero si no tenemos las capacidades, es complejo”.

En el segundo momento clave el tema central fue “Aportes y Desafíos de la Juventud Afrocolombiana en los Procesos Organizativos del Movimiento Negro”, donde las y los asistentes compartieron sus experiencias y estrategias para superar obstáculos, destacando la importancia de su participación activa y proactiva en la organización y liderazgo del movimiento.

El evento concluyó con una vibrante presentación de bullerengue afrotravesti a cargo de la Morena del Chicamocha, un acto que simbolizó la diversidad y riqueza cultural de las comunidades afrocolombianas. Este cierre no solo celebró la herencia cultural, sino que también reforzó el mensaje central del conversatorio: la importancia de escuchar y elevar las voces juveniles para impulsar un cambio significativo en el movimiento negro en Colombia.

El conversatorio “La Vocería” fue un espacio poderoso y necesario que permitió a las juventudes afrocolombianas compartir sus experiencias, desafíos y aspiraciones. A través de su vocería, se busca construir un movimiento negro más inclusivo y fortalecido, en el que las juventudes no solo sean partícipes, sino líderes activos en la lucha por la igualdad y los derechos humanos en Colombia. Este evento marcó un paso significativo hacia la integración de nuevas voces y la creación de políticas y programas más representativos y equitativos para la juventud afrocolombiana.

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El Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos es una organización internacional no gubernamental de defensa y protección de los derechos humanos creada en 2017 que trabaja con contrapartes y activistas locales en América Latina para promover y proteger los derechos humanos de poblaciones en condiciones de marginalidad, ya sea por su origen nacional o étnico, su orientación sexual o identidad de género, fortaleciendo a las organizaciones de base para que se conviertan en actores políticos y promuevan cambios estructurales en los países donde trabajan.

La Conferencia Nacional de Organizaciones Afrocolombianas, C.N.O.A., es una convergencia a nivel nacional, en la que confluyen más de 300 organizaciones de primer y segundo nivel, redes y articulaciones. Las organizaciones afrocolombianas que hacen parte de la C.N.O.A., están conformadas por mujeres, jóvenes, comunidad LGBT-Afro, personas en situación de desplazamiento, Consejos Comunitarios, organizaciones urbanas y rurales.

Somos Identidad es una organización de base comunitaria negra cuyo propósito es generar liderazgo y dinamizar acciones, procesos y estrategias que, desde el ámbito educativo, cultural, social, comunitario, político, étnico, económico e ideológico, mejoren las condiciones de vida de la población afrodescendiente, negra, palenquera y/o raizal con orientaciones sexuales e identidades de género diversas en el Valle del Cauca.

La Escuela de Formación Ancestral Afrocolombiana “Mali Ya Weusi”, como proyecto del colectivo Semillero Afrodes Cali, se dedica al fortalecimiento de la identidad étnica, cultural y ancestral de la población negra y afrocolombiana, con un enfoque especial en jóvenes víctimas del conflicto armado que han sido desplazados de sus territorios. A través de una educación étnoeducativa y afrocentrada, nuestra misión es rescatar y revitalizar las tradiciones ancestrales, fomentar el orgullo étnico y cultural, y brindar herramientas para la autoafirmación y el empoderamiento de nuestras comunidades.

Colombia: Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dio trámite a petición en el caso Bernardo Cuero Bravo

Bogotá, 21 de mayo de 2024.– En el marco del Día de la Afrocolombianidad, celebramos que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) haya dado trámite a la petición presentada por la Asociación Nacional de Colombianos Desplazados (AFRODES), el Comité de Solidaridad de Presos Políticos (CSPP) y el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad), sobre el caso de Bernardo Cuerdo Bravo, líder social afrodescendiente y miembro de AFRODES, asesinado en junio del 2017 por su labor y trayectoria como defensor de derechos humanos. El Estado deberá rendir cuentas sobre la situación de riesgo estructural que enfrenta este colectivo y de la falta de eficacia de las políticas estatales dirigidas a abordar esta situación desde una perspectiva étnico-racial idónea y acorde a sus labores y contextos. 

En la petición, que fue presentada el 25 de noviembre de 2022, se denuncia, entre otras cosas, que el Estado de Colombia es internacionalmente responsable por no haber garantizado la protección reforzada de la vida e integridad de Bernardo y así prevenir la consumación del riesgo que corría como consecuencia de sus actividades de defensa de los derechos humanos de la población afrodescendiente, a pesar de que conocía la grave situación de riesgo que el defensor enfrentaba.  

A su vez, el caso de Bernardo refleja el contexto de impunidad estructural que persiste en el país a la hora de identificar, juzgar y sancionar a todos los responsables de los delitos cometidos contra personas defensoras de derechos humanos. Después de 7 años, no se ha avanzado en el esclarecimiento de todas las amenazas que recibió el defensor antes de su asesinato, incumpliendo con ello las obligaciones internacionales relativas a la debida diligencia en la investigación de los crímenes cometidos contra las personas defensoras de derechos humanos. Adicionalmente, el proceso de investigación y judicialización de las personas responsables de estos hechos no tiene avances considerables.  

Asimismo, la petición permite evidenciar otras violaciones a los derechos humanos protegidos por la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH) y otros estándares internacionales e interamericanos sobre discriminación racial y sobre la protección de defensores y defensoras de derechos humanos. El 22 de febrero de este año, la CIDH notificó a las Peticionarias que abrió a trámite la petición y concedió un plazo de tres meses al Estado para presentar información sobre los hechos denunciados.    

A tan solo meses de concluir el primer Decenio Internacional para los Afrodescendientes (2015-2024) y en el marco del día de la afrocolombianidad, las organizaciones peticionarias hacen un llamado al Estado colombiano para que garantice la protección del derecho a defender los derechos de las personas afrodescendientes en su territorio, reconociendo el riesgo y el impacto diferenciado que tienen las amenazas y violencias sobre sus vidas y las de sus comunidades.  

Recordando que en Colombia persiste una situación de racismo, discriminación estructural y exclusión histórica contra las personas afrodescendientes, reconocemos la urgencia de la implementación de medidas de protección eficaces y de proveer justicia para las más de 10 víctimas de homicidio de líderes y lideresas afrodescendientes sucedidos tan solo en el último año.  Como reiteraron diversos órganos internacionales de protección de derechos humanos, las personas defensoras de derechos humanos y las y los liderazgos sociales afrocolombianos son uno de los colectivos con mayor riesgo en el país desde hace décadas. Desde Raza e Igualdad resaltamos la importancia de la ratificación e implementación de la Convención Interamericana contra el Racismo, la Discriminación Racial y otras formas conexas de intolerancia (CIRDI) para avanzar en el reconocimiento de las violencias e impactos diferenciados que se ejercen en contra de las personas afrodescendientes en Colombia. 

La apertura a trámite de la Petición de Bernardo es una oportunidad para que el Estado colombiano reitere su compromiso con la población Negra, Afrocolombiana, Raizal y Palenquera, fijando un precedente que garantice la protección y acceso a justicia de los liderazgos sociales y la necesaria implementación de un enfoque étnico-racial en las rutas disponibles para su protección. 

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AFRODES es una organización que brinda orientación, apoyo, acompañamiento, asesoría, y capacitación e interlocución en defensa de los derechos e identidad cultural de la población Afrocolombiana en situación de desplazamiento; procurando así alternativas de vida más dignas para sus afiliados; mediante la sensibilización de la sociedad colombiana, frente al desplazamiento de las comunidades negras; y proponiendo al estado políticas para el manejo y solución de este problema. 

El Comité de Solidaridad con los Presos Políticos (CSPP) es una Organización no gubernamental que tiene como objetivo defender la vida, la integridad personal y la libertad de las personas más vulnerables de la sociedad colombiana, comunidades y organizaciones sociales víctimas de violencia estatal y política, exclusión socioeconómica, víctimas del conflicto armado interno y promotoras de la paz.  

El Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos es una organización internacional no gubernamental de defensa y protección de los derechos humanos creada en 2017 que trabaja con contrapartes y activistas locales en América Latina para promover y proteger los derechos humanos de poblaciones en condiciones de marginalidad, ya sea por su origen nacional o étnico, su orientación sexual o identidad de género, fortaleciendo a las organizaciones de base para que se conviertan en actores políticos y promuevan cambios estructurales en los países donde trabajan. 

 

Programa de pasantías en el marco del proyecto “Empoderar las voces de las y los jóvenes indígenas y afrodescendientes: construir comunidades más fuertes para la equidad y la inclusión en Brasil y Colombia”

La Organización Nacional Indígena de Colombia – ONIC lleva más de 42 años trabajando bajo los principios de Unidad, Territorio, Cultura y Autonomía y siendo el actor principal del movimiento indígena para la defensa y protección de los derechos étnicos, colectivos y culturales de los pueblos indígenas y para la democratización de la sociedad, logrando con su lucha que hoy la Constitución Política de Colombia, reconozca el carácter pluriétnico y multicultural de la Nación y la garantía de los derechos territoriales y culturales de los pueblos indígenas.

Teniendo en cuenta que el X Congreso ratificó integralmente la Ley de Gobierno Propio, mandato de las autoridades que apropia como pilar fundamental que la “ONIC sea como el Sol que brilla para todos”, refrendando su calidad de Autoridad política de los Pueblos Indígenas y su rol en clave del movimiento indígena liderando de la mano de las otras organizaciones afiliadas, a través de una mayor articulación con las organizaciones de base y el fortalecimiento de su eficacia, eficiencia y la sostenibilidad, vista desde y hacia los territorios.

El Instituto Internacional sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad) es una organización internacional no gubernamental de defensa y protección de los derechos humanos creada en 2014 que trabaja con contrapartes y activistas locales en América Latina para promover y proteger los derechos humanos de poblaciones en condiciones de marginalidad, ya sea por su origen nacional o étnico, su orientación sexual o identidad de género, estado socioeconómico o discapacidad. Raza e Igualdad tiene el enfoque de fortalecimiento y desarrollo de capacidades de organizaciones de base, con el objetivo de convertirse en actores políticos que promuevan cambios estructurales en los países donde trabajamos. Nuestra metodología se basa en la capacitación técnica, movilización comunitaria, investigación y documentación de violaciones a derechos humanos, litigio estratégico y el trabajo de incidencia política a nivel nacional e internacional para lograr cambios estructurales sostenibles.

Actualmente ONIC y el Instituto Internacional sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos en alianza se encuentran desarrollando el proyecto “Empoderar las voces de las y los jóvenes indígenas y afrodescendientes: construir comunidades más fuertes para la equidad y la inclusión en Brasil y Colombia”. Este proyecto tiene como objetivo avanzar en la implementación del Plan de Acción CAPREE creado en 2010 para promover y garantizar la equidad racial y étnica.

En el marco del proyecto se realizará un programa de pasantías con jóvenes en entidades estatales y no gubernamentales con el fin de promover el fortalecimiento de sus habilidades en procesos de liderazgo social y comunitario, y conseguir avanzar en la implementación del Plan de Acción.

El programa es presencial y dura tres meses; los primeros dos meses se realizarán las prácticas en la Consejería Mujer, Familia y Generación y el último mes se realizarán los conocimientos y habilidades adquiridas durante la pasantía. También recibirán procesos de acompañamiento por parte de la ONIC y procesos de formación sobre el Plan de Acción CAPREE por parte del Instituto Internacional sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos. Después de finalizar el programa, se realizará un intercambio de experiencias con organizaciones de la sociedad civil en Estados Unidos.

El programa de pasantía tiene un estipendio mensual para los costos de sostenimiento y destinará un rubro para el desarrollo del proyecto final que cada persona realizará y se seleccionará cuatro (4) pasantes para el año 2024.

Los requisitos para participar en el programa de pasantías son:
ITEM REQUISITO EVIDENCIA
1. Pertenecer a un pueblo indígena, y estar registrado en la base censal de su territorio Certificado de la autoridad indígena / Registro en el Ministerio interior- opcional.
2. Tener entre 20 y 35 años Copia Documento de identidad
3. Carta de motivación con declaración de disponibilidad para viajar a la ciudad de Bogotá. Diligenciar Formato adjunto (Ver abajo)
4. Hoja de vida Diligenciar Formato adjunto (Ver abajo)

Criterios de selección:

● Hacer parte de los procesos organizativos y asociaciones afiliadas a la Organización Nacional Indígena de Colombia- ONIC.
● Disponibilidad para viajar a la ciudad de Bogotá en las fechas requeridas.
● Contar con habilidades de liderazgo en sus comunidades y estas se encuentren registradas en sus hojas de vida.
● Contar con habilidades tecnológicas para la presentación de informes a la organización indígena y al instituto.

Proceso de selección:

El proceso de selección se realizará de manera virtual, los documentos para la postulación deben enviarse al correo electrónico mujeryfamilia@onic.org.co, de acuerdo con las fechas establecidas; con el siguiente asunto:

ASUNTO: PASANTES CMFG- Macro regional ( Tener presente su macroregional), y su nombre

EJEMPLO: ASUNTO: PASANTES CMFG- Macro regional ORINOQUIA, GLADYS HERNÁNDEZ DE GALINDO.

Una vez revisadas las hojas de vida, se remitirá correo electrónico a cada uno de los postulantes, mediante filtro realizado por el equipo técnico de la Consejería de Mujer, Familia y Generación y se les convocará a entrevista a quienes cumplan con los criterios de selección. Se notificará resultados de acuerdo con el siguiente cronograma.

Cronograma de Selección:

Plazo de postulación: 12 al 22 de marzo de 2024.
Entrevistas: 25 al 29 de marzo.

Fecha de notificación de resultados: 31 de marzo.

Inicio pasantía primer grupo: 15 abril de 2024
Inicio pasantía segundo grupo: Agosto 2024

¿Qué cubre el programa de pasantía?

● Estipendio económico para el sostenimiento durante la vigencia de la pasantía por 625 dólares y para el desarrollo de un proyecto final se recibirá un presupuesto de 500 dólares.
● Costos de los tiquetes relacionados con el traslado al lugar donde se va a realizar la pasantía
● Pasajes de ida y vuelta vía aérea, clase económica, desde el lugar de residencia de las personas seleccionadas para un intercambio de experiencias en Estados Unidos.

● Gastos derivados de la gestión y trámite de la visa de Estados Unidos.

● Semana de bienvenida en Bogotá sobre actividades culturales y de incidencia.

Fechas de los dos grupos de pasantía: 2024

Cohorte Duración de la pasantía Número de personas becarias
1 Abril – julio 2
2 Agosto – noviembre 2

Inicio pasantía: El primer grupo iniciará el 15 abril de 2024 y la otra cohorte en agosto.

Formatos:

Hoja de vida. Descargar AQUÍ

Carta de motivación. Descargar AQUÍ

La CIDH dio trámite a la Petición presentada por la Coordinación de Mujeres afrocolombianas Desplazadas en Resistencia (La COMADRE) reclamando la negación del Estado de Colombia a reconocerla como sujeta de reparación colectiva étnica

Bogotá, 13 de marzo de 2024.– La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dio trámite a una Petición presentada por la Coordinación de Mujeres Afrocolombianas Desplazadas en Resistencia (La COMADRE) reclamando la negación del Estado de Colombia a reconocerla como sujeta de reparación colectiva étnica como consecuencia del desplazamiento forzado y otros hechos victimizantes padecidos con ocasión del conflicto armado.

En la Petición, presentada junto a ILEX-Acción Jurídica y el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad), se alega la negativa del Estado de Colombia de reconocer a La COMADRE como sujeta de reparación colectiva étnica por parte de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas (UARIV), con derecho a medidas integrales de reparación por ser víctimas de desplazamiento forzado, violencias sexuales, secuestros, amenazas y atentados contra su vida e integridad personal, con ocasión del conflicto armado y debido a sus actividades de defensa de derechos como lideresas del colectivo.  

La misma fue presentada ante la CIDH el 16 de mayo de 2022 y 22 de septiembre de 2023, a fin de evidenciar violaciones a los derechos humanos contenidos en la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH), a la luz de los estándares internacionales e interamericanos sobre discriminación racial. El 14 de febrero de este año la CIDH notificó a las Peticionarias que decidió abrir a trámite la petición y concedió un plazo de tres meses al Estado para presentar información sobre los hechos denunciados.   

A tan solo meses de concluir el primer Decenio Internacional para los Afrodescendientes (2015-2024), las organizaciones peticionarias hacen un llamado al Estado colombiano a que garantice el acceso a los derechos de las mujeres afrocolombianas víctimas del conflicto armado, reconociendo el impacto diferenciado que la guerra tuvo en las mujeres negras y destacando el rol del liderazgo de las mujeres afrocolombianas impactadas por la guerra. Cabe destacar que según el Registro Único de Víctimas, al 31 de mayo de 2021, 594.562 mujeres pertenecientes al pueblo negro, afrocolombiano, raizal y palenquero han sido víctimas del conflicto armado, siendo el desplazamiento forzado el hecho victimizante más recurrente.

La apertura a trámite de la Petición de La COMADRE es una oportunidad para que el Estado colombiano reitere su compromiso con la población Negra, Afrocolombiana, Raizal y Palenquera, fijando un precedente que garantice la implementación de un enfoque étnico-racial en la ruta de reparación colectiva establecida por la UARIV, cuando se trata de comunidades víctimas del conflicto armado que poseen rasgos culturales y sociales compartidos, que se asumen como miembras de la colectividad. 

Desde La COMADRE, ILEX Acción Jurídica y Raza e Igualdad, instamos al Estado Colombiano a cumplir con sus obligaciones constitucionales e internacionales a fin de implementar medidas efectivas y culturalmente apropiadas que garanticen la reparación integral de las mujeres de La COMADRE víctimas del conflicto armado y del racismo sistémico y estructural.

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Sobre La COMADRE

La Coordinación de Mujeres Afrocolombianas Desplazadas en Resistencia (La COMADRE), vinculada a la Asociación Nacional de Afrocolombianos Desplazados (AFRODES), es un colectivo de mujeres afrodescendientes que busca visibilizar los impactos que el conflicto armado ha ocasionado en las mujeres negras en Colombia, buscando la reparación integral colectiva étnica de las integrantes de la Coordinación. 

ILEX -Acción Jurídica es una organización liderada, por abogadas afrocolombianas y personas afro LGBT provenientes de distintas regiones del país con el propósito de alcanzar la justicia racial en Colombia, Latinoamérica y el Caribe a través de acciones de movilización legal, investigación y comunicaciones estratégicas con enfoque interseccional, a partir del liderazgo de personas negras-afrocolombianas.

El Instituto Internacional sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos es una organización internacional no gubernamental de defensa y protección de los derechos humanos creada en 2017 que trabaja con contrapartes y activistas locales en América Latina para promover y proteger los derechos humanos de poblaciones en condiciones de marginalidad, ya sea por su origen nacional o étnico, su orientación sexual o identidad de género, fortaleciendo a las organizaciones de base para que se conviertan en actores políticos y promuevan cambios estructurales en los países donde trabajan.

Activistas afrodescendientes de Brasil, Colombia y Cuba sostuvieron reuniones estratégicas en Washington D.C. para desarrollar acciones para combatir el racismo

Washington D.C., 5 de diciembre 2023.- Los días 14 y 15 de noviembre, activistas afrodescendientes de Brasil, Colombia y Cuba estuvieron en Washington D.C. sosteniendo reuniones estratégicas para reconocer avances en el combate al racismo y la discriminación racial, y hacer recomendaciones para desarrollar acciones más efectivas en dicha materia.

La delegación entabló conversaciones con la Open Society Foundation sobre colaboraciones conjuntas y oportunidades de financiación. Además, mantuvieron una reunión separada con el sector específico del Departamento de Estado sobre libertad religiosa, abordando recomendaciones sobre cómo invertir en la formación política de líderes de religiones de origen africano. Destacaron la necesidad de reforzar estas recomendaciones en la Acción conjunta para eliminar la discriminación racial y étnica (JAPER, por sus siglas en inglés) y el Plan de acción EE.UU.-Colombia para la igualdad racial y étnica (CAPREE, por sus siglas en inglés). Esto incluye garantizar la expansión de proyectos de investigación liderados por universidades de ambos países, con el fin de recopilar e interpretar datos sobre el racismo religioso en Brasil y otras partes de la región, en aras de mejorar el intercambio de experiencias y buenas prácticas.

Durante su visita, la delegación también se reunió con el Director de DRL y la Representante Especial para Equidad Racial y Justicia en el Departamento de Estado, enfocándose en recomendaciones para la efectividad de JAPER y CAPREE, y su papel potencial en la lucha contra el racismo religioso en las Américas. Las discusiones posteriores en la embajada de Brasil se centraron en el racismo religioso, los ataques a líderes religiosos y practicantes de terreiro y la pérdida de la custodia de los hijos por parte de madres que practican religiones africanas, junto con recomendaciones para JAPER e iniciativas regionales contra la discriminación racial.

En el Congreso, la delegación profundizó en las transformaciones que ocurren en Colombia y Brasil, destacando el compromiso de abordar la discriminación racial a través de JAPER y CAPREE. También abordaron los persistentes ataques a líderes y templos de religiones de origen africano. La visita culminó con una mesa redonda con la sociedad civil americana que destacó aspectos críticos del abordaje del racismo religioso, el impacto de la defensa internacional, la educación antirracista, el genocidio de la población negra y el papel influyente del arte en estas conversaciones vitales.

Raza e Igualdad y Congresistas de Colombia unen esfuerzos para promover la ratificación de la Convención Interamericana Contra el Racismo

Colombia 15 de noviembre del 2023. El Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad) organizó un desayuno de socialización para discutir la Convención Interamericana contra el Racismo, la Discriminación Racial y Formas Conexas de Intolerancia (CIRDI) con representantes de la Comisión Legal Afrocolombiana y la Vicepresidencia de la República. Durante la actividad la Comisión Legal Afrocolombiana se comprometió a agotar todos los esfuerzos necesarios para impulsar la ratificación de la Convención en el país; por su parte Raza e Igualdad se comprometió a brindar asistencia técnica para promover la ratificación del instrumento internacional por parte del Estado colombiano.

Durante el espacio de discusión se abordó el contexto político actual de Colombia, destacando especialmente la representatividad significativa de personas afrodescendientes en el Congreso de la República. Además, se mencionó el hito histórico de tener a la primera vicepresidenta afrodescendiente en el país; lo cual subraya la necesidad de adquirir consensos relacionados con la adopción de instrumentos normativos para erradicar la discriminación racial y todas las formas de intolerancia.

Asimismo, se realizó un análisis exhaustivo sobre la presencia del racismo en todos los ámbitos de la sociedad, incluyendo en el Congreso de la República y las comunidades racializadas. Se hizo hincapié en la necesidad de emprender esfuerzos que conduzcan a la erradicación del racismo sistémico y estructural.

Dentro de los puntos identificados para promover la ratificación e implementación de la CIRDI, se destaca la necesidad de que la Comisión Legal Afrocolombiana se una para impulsar conjuntamente esta iniciativa. Es importante invitar a todos los actores competentes en la materia, como el Ministerio del Interior y el Ministerio de Relaciones Exteriores, a participar en la discusión.

El espacio contó con la participación de Cristóbal Caicedo Ángulo, presidente de la Comisión Legal Afro, James Hermenegildo Mosquera Torres, representante a la Cámara Chocó-Antioquia, Dorina Hernández Palomino, representante a la Cámara por el departamento de Bolívar, Gerson Lisimaco Montaño Arizala, representante a la cámara por el departamento de Nariño, etc.

La ratificación de la CIRDI es un paso fundamental para fortalecer el compromiso del Gobierno colombiano en la promoción y protección de los derechos humanos, así como en la lucha contra el racismo estructural y la discriminación racial.

Raza e Igualdad y Congresistas de Colombia se reúnen para impulsar la ratificación e implementación de la Convención Interamericana contra el Racismo

Colombia, 14 de noviembre del 2023. En un esfuerzo más para promover la ratificación e implementación de la Convención Interamericana contra el Racismo, la Discriminación Racial y Formas Conexas de Intolerancia (CIRDI) en Colombia, el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad) realizará este miércoles 15 de noviembre un desayuno de socialización de la  CIRDI con representantes de la Comisión Legal Afrocolombiana, la Vicepresidencia de Colombia y el Ministerio del Interior. La actividad tendrá lugar en el Hotel de la Opera (Cl. 10 #5-72, La Candelaria, Bogotá) y en ella se buscará generar acciones afirmativas para aumentar el conocimiento sobre esta Convención, y promover su ratificación e implementación por parte del Estado colombiano.

Esta acción forma parte de la campaña CIRDI 2024: “Hacia una región libre de discriminación racial” de Raza e Igualdad, cuyo objetivo es fomentar la firma, ratificación e implementación de la CIRDI por parte de los Estados miembros de la OEA, en el contexto del Decenio Internacional para los Afrodescendientes promovido por Naciones Unidas. Uno de sus propósitos es brindar apoyo a los gobiernos para superar los obstáculos específicos que dificultan la ratificación y la implementación efectiva de la CIRDI, como son las limitaciones en cuanto a recursos, capacidad humana y experiencia técnica.

La firma y ratificación de la Convención Interamericana contra el Racismo es fundamental para visibilizar y reconocer las opresiones que sufren las personas afrodescendientes, los pueblos indígenas y otras minorías raciales en el hemisferio. Esta Convención es clave para que los Estados promuevan la igualdad de oportunidades y combatan la discriminación racial en todas sus formas. A pesar de su potencial, la falta de conocimiento y ratificación de la Convención ha impedido su efectividad, lo cual es preocupante ante el aumento de los crímenes de odio motivados por la raza. Es necesario que se reconozca y aborde el racismo para adoptar las leyes y políticas necesarias para combatir la discriminación racial y étnica. El diálogo sobre esta problemática es fundamental para proteger los derechos humanos en igualdad de condiciones para todas las personas del continente.

El objetivo de Raza e Igualdad es fomentar la ratificación de la Convención Interamericana contra el Racismo por parte de todos los Estados miembros de la OEA durante el Decenio Internacional para las personas Afrodescendientes. Con este fin, lanzamos la campaña CIRDI 2024 “Hacia una región libre de discriminación racial”, que busca lograr la ratificación y aplicación universal de la Convención para finales del año 2024. el Objetivo de esta campaña es ayudar a los gobiernos a superar los desafíos que surjan en el camino hacia la ratificación y aplicación, como la falta de recursos, capacidad institucional y experiencia técnica.

Con el fin de lograr este propósito en Colombia, Raza e Igualdad ha llevado a cabo diversas actividades[1] con el objetivo de aumentar el conocimiento dentro de la sociedad civil sobre la CIRDI, con el fin de fortalecer su capacidad para monitorear el proceso de ratificación de la Convención.

En el año 2013, la OEA adoptó la CIRDI[2] con el objetivo de proteger y fomentar los derechos humanos de todas las personas, independientemente de su raza, color, ascendencia u origen étnico. Un año más tarde, en el 2014, el Gobierno colombiano firmó dos convenios interamericanos sobre derechos humanos: la Convención Interamericana Contra el Racismo, la Discriminación Racial y Formas Conexas de Intolerancia y la Convención Interamericana Contra Toda Forma de Discriminación e Intolerancia. Estos acuerdos fortalecen la legislación nacional en la lucha contra cualquier forma de discriminación y reconocen que Colombia es un país diverso y respetuoso; no obstante, aún no se han ratificado.

En el año 2021, se presentó un proyecto de ley en el Congreso con el objetivo de lograr la ratificación de la CIRDI[3]. Este proyecto de ley es el resultado de un proceso colectivo que involucró a diversos actores de los pueblos indígenas y rom (gitano), y fue liderado por activistas afrocolombianos a través de la Campaña CIRDI 2024 “Hacia una región libre de discriminación racial”, impulsada por Raza e Igualdad.

En Colombia, el racismo y la discriminación racial son prácticas comunes que limitan el pleno disfrute de los derechos humanos por parte de muchas personas; por ello es fundamental que el Estado se comprometa a garantizar la igualdad y a prevenir la discriminación en todos los ámbitos sociales. La ratificación de la CIRDI es un paso crucial para fortalecer el compromiso del Gobierno colombiano en la promoción y protección de los derechos humanos, así como en la lucha contra el racismo estructural y la discriminación racial.

 

 

 

[1] https://www.cirdi2024.org/es/noticias-y-eventos/noticias/71-cirdi-colombia

[2] https://www.oas.org/es/sla/ddi/tratados_multilaterales_interamericanos_A-68_racismo.asp

[3] https://www.cirdi2024.org/es/noticias-y-eventos/noticias/74-radicacion-proyecto-de-ley-cirdi-colombia

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