Organizaciones afrocolombianas denuncian ante la CIDH que al menos el 39% de las víctimas de violaciones a DDHH en medio del paro son afrodescendientes

Organizaciones afrocolombianas denuncian ante la CIDH que al menos el 39% de las víctimas de violaciones a DDHH en medio del paro son afrodescendientes

Colombia, 10 de junio de 2021.- Ante la CIDH, un grupo de organizaciones afrocolombianas liderado por PCN, AFRODES, Corporación Instituto Internacional Raza, Igualdad y Derechos Humanos, CODHES, Ilex Acción Jurídica, la Casa Cultural El Chontaduro, ASOM, ACONC, Lila Mujer, Comité del Paro Cívico Buenaventura, Somos Identidad, y la lideresa Francia Márquez, denunciaron que al menos el 39% de víctimas de violaciones a los derechos humanos en medio del paro son afrodescendientes.

En el encuentro realizado en Cali, las representantes de las organizaciones defensoras de derechos humanos del pueblo negro afrodescendiente en Colombia, presentó un informe en el que se recopila las distintas denuncias de abuso policial y uso excesivo de la fuerza hacia esta población.

De esta manera, le señalaron a la CIDH que según la base de datos de CODHES (2021), [1] cuya actualización se realiza de manera constante, desde el 28 de abril hasta el 6 de junio se registran 107 homicidios en Cali. De ellos, 39 de las víctimas eran personas visiblemente afrodescendientes, 21 mestizos, 3 personas indígenas y 44 personas cuya identidad étnica racial aún no determinada. Esto significa que al menos el 62% de las víctimas con identidad racial identificada son afrodescendientes.

Según datos de CODHES (2021), con corte de 06 de junio se registraba un total de 107 víctimas en Cali, de estas se destaca que, de los 93 asesinatos registrados con lugar de ocurrencia, la mayoría (37) sucedieron en comunas de alta densidad de población afrocolombiana, 30 en comunas de mediana densidad y 26 en barrios de baja densidad del pueblo negro / afrodescendiente. En cambio, la mayoría de las detenciones y desapariciones forzadas sucedieron en los puntos y lugares de mediana población.

En relación a las detenciones, las organizaciones señalan que tienen un registro de 266 detenciones en el marco del paro en Cali, de los cuales para 237, no se ha determinado la identidad étnica racial de las personas detenidas. Sin embargo, de las 29 personas identificadas, 18 son afrodescendientes y 8 son indígenas.

Entre las solicitudes elevadas a la CIDH se resalta la necesidad de manifestar de forma pública la preocupación por el uso desproporcionado de la fuerza en el contexto de la protesta social en Colombia en contra de la población afrodescendiente, realizando reuniones de seguimiento a la actual visita de trabajo y del informe que emita, con la participación de la relatora sobre los Derechos de las Personas Afrodescendientes y contra la Discriminación Racial, así como de la relatora del país.

También solicitaron asignar una persona específica para realizar seguimiento / acompañamiento al equipo de trabajo de Relatora sobre los Derechos de las Personas Afrodescendientes y contra la Discriminación Racial, así como de la Relatora del país para dar respuesta prioritaria, urgente y oportuna a las solicitudes de medidas cautelares.

El informe se encuentra disponible en las páginas y redes sociales de las organizaciones.

 

 

Raza e Igualdad expresa preocupación por la situación de detención del opositor cubano Yandier García Labrada y solicita al Estado de Cuba cumplir con las medidas cautelares otorgadas por la CIDH

Washington D.C., 26 de mayo 2021.- El Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos humanos (Raza e Igualdad) expresa su preocupación por la situación de riesgo que enfrenta en prisión el Sr. Yandier García Labrada, activista cubano e integrante del Movimiento Cristiano Liberación (MCL). El Sr. García Labrada se encuentra privado de libertad en la prisión “El Típico” desde hace casi ocho meses sin ninguna acusación formal en su contra.

El Sr. Yandier García Labrada fue detenido el 06 de octubre de 2020 luego de que protestara por irregularidades en el abastecimiento de alimentos en las afueras de un supermercado en Manatí, Las Tunas. Tras su detención estuvo incomunicado por aproximadamente un mes, tiempo durante el cual fue golpeado por las autoridades estatales causándole inmovilidad en su brazo izquierdo. Hasta la fecha no ha recibido ningún tipo de atención médica a pesar de que sufre de constantes ataques de asma.

Por la situación de riesgo en el marco de su privación de libertad, el 7 de enero de 2021 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgó medidas cautelares a favor del Sr. García Labrada requiriendo al Estado que proteja su vida e integridad personal, “en particular, garantizando que sus condiciones de detención se adecuen a los estándares internacionales aplicables”. Además, pidió concertar las “medidas a implementarse con el beneficiario y sus representantes” e informar “sobre las acciones adelantadas a fin de investigar los presuntos hechos que dieron lugar a la adopción” de las medidas.

Hasta la fecha, el Estado cubano no ha adoptado ninguna medida para implementar las recomendaciones de la CIDH. Al contrario, la situación del Sr. Yandier García Labrada se ha agudizado por las condiciones carcelarias que enfrenta. No ha podido recibir visitas de sus familiares bajo el argumento de restricciones por la pandemia de COVID-19. La comunicación telefónica es limitada; durante cinco meses le permitieron hacer solamente una llamada al mes y la última la hizo en marzo 2021. Desde esa fecha sus familiares han perdido todo tipo de comunicación y se encuentran muy preocupados, pues conocen que las condiciones carcelarias no son buenas y las altas temperaturas a las que está expuesto incrementan sus ataques de asma. El Sr. García Labrada es constantemente acosado e intimidado por agentes de la Seguridad del Estado y su proceso penal sigue abierto y sin juicio.

Raza e Igualdad hace un llamado al Estado cubano para que adopte las medidas cautelares contenidas en la Resolución 5/2021 de la CIDH a fin de garantizar los derechos fundamentales a la vida, libertad, integridad y seguridad del Sr. Yandier García Labrada. Además, instamos a que se respete el derecho de las personas privadas de libertad, incluyendo el derecho del Sr. García Labrada a mantener comunicación fluida y permanente con sus familiares y abogados defensores.

Raza e Igualdad Llama Al Gobierno Colombiano A Detener La Represión De Las Manifestaciones Ciudadanas Y Exige Que Cumpla Con Sus Obligaciones Internacionales En Materia De Derechos Humanos

Bogotá, 4 de mayo de 2021.- El Instituto Internacional sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad) expresa su máxima preocupación por las violaciones de derechos humanos derivadas de la respuesta del Estado Colombiano a las manifestaciones iniciadas en varios puntos del país el pasado miércoles 28 de abril y que persisten hasta el día de hoy.

Entre el 28 de abril y el 3 de mayo, la organización no gubernamental Temblores registró 1.181 actos de violación de derechos humanos atribuidos a las fuerzas policiales, especialmente a agentes del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD), desplegadas por todo el territorio nacional por orden del Gobierno Colombiano. Entre estos actos, se registran 26 víctimas de homicidio por parte de la Fuerza Pública y 988 denuncias de detenciones documentadas por la Campaña Defender la Libertad es Asunto de Todas; adicionalmente se conocen episodios de violencia sexual, agresiones oculares y desapariciones en el marco de las manifestaciones.

Raza e Igualdad también condena enérgicamente el ataque registrado la noche del lunes 3 de mayo en la ciudad de Cali en contra de una misión de verificación conformada por varias organizaciones locales y oficiales de la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) y la Procuraduría General de la Nación. Según la denuncia de la Campaña Defender la Libertad es Asunto de Todas—que es una de las organizaciones víctima—el ataque ocurrió cerca de las 8:40 de la noche cuando la misión llegó a la estación de Policía Fray Damián para realizar una verificación, y mientras procedían, unos oficiales les agredieron verbal y físicamente y dispararon sus armas.

Uso de fuerza policial desproporcionada agrava situación

Observamos con preocupación que lejos de buscar una solución pacífica, pública y concertada con la sociedad civil, la respuesta estatal de desplegar fuerzas policiales del ESMAD en las principales ciudades (Bogotá, Cali, Medellín, Neiva, Ibagué, Barranquilla, Bucaramanga, Cartagena, Acacias, entre otras donde también se presentan el mayor número de casos de violaciones a los derechos humanos) representa una potencial amenaza contra la seguridad de los y las protestantes. Rechazamos las agresiones y uso de violencia por parte de la Policía Nacional contra Defensores de Derechos Humanos y Condenamos los incidentes ocurridos en la noche del 3 de mayo en contra de la Misión de Verificación de Derechos Humanos.

De acuerdo a los parámetros fijados por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en cuanto al uso excesivo de la fuerza en el contexto de protestas sociales “(…) el mantenimiento del orden público interno y la seguridad ciudadana deben estar primariamente reservados a los cuerpos policiales civiles”. La Corte también ha reiterado que el llamado a fuerzas armadas debe ser excepcional y debe además ser: “a) Extraordinaria, de manera que toda intervención se encuentre justificada y resulte excepcional, temporal y restringida a lo estrictamente necesario en las circunstancias del caso; b) Subordinada y complementaria, a las labores de las corporaciones civiles, sin que sus labores puedan extenderse a las facultades propias de las instituciones de procuración de justicia o policía judicial o ministerial; c) Regulada, mediante mecanismos legales y protocolos sobre el uso de la fuerza, bajo los principios de excepcionalidad, proporcionalidad y absoluta necesidad y de acuerdo con la respectiva capacitación en la materia, y d) Fiscalizada, por órganos civiles competentes, independientes y técnicamente capaces[1]

La CIDH, por su parte, “ha establecido que es fundamental la separación clara y precisa entre la seguridad interior como función de la Policía y la defensa nacional como función de las Fuerzas Armadas, ya que se trata de dos instituciones substancialmente diferentes en cuanto a los fines para los cuales fueron creadas y en cuanto a su entrenamiento y preparación. La historia hemisférica demuestra que la intervención de las fuerzas armadas en cuestiones de seguridad interna en general se encuentra acompañada de violaciones de derechos humanos en contextos violentos, por ello debe señalarse que la práctica aconseja evitar la intervención de las fuerzas armadas en cuestiones de seguridad interna ya que acarrea el riesgo de violaciones de derechos humanos[2]”.

Considerando lo anterior, y ante la situación que se vive en Colombia, Raza e Igualdad llama al Gobierno Colombiano a detener la represión de las manifestaciones y le recuerda—con base en su obligación de cumplimiento a estándares internacionales e interamericanos sobre seguridad interna—que la participación de fuerzas armadas en tareas de seguridad debe ser ante todo excepcional, y en caso de ser usada, debe ser extraordinaria, subordinada, complementaria, regulada y fiscalizada.

Raza e Igualdad hace hincapié sobre la urgencia de abrir espacio a un diálogo nacional que involucre a todos los actores, y hace un llamado al Estado Colombiano y a los organismos internacionales de derechos humanos para:

  1. Que se adopten mecanismos para la observación del cumplimiento de los estándares internacionales de derechos humanos sobre la garantía del derecho al ejercicio de la protesta pacífica, de la mano de los poderes institucionales locales, la sociedad civil, las organizaciones y los organismos internacionales de derechos humanos.
  2. Que se brinden garantías para el ejercicio de la defensa de derechos humanos y la protección y acompañamiento por parte de las organizaciones de la sociedad civil a quienes se manifiestan.
  3. Que se lleven a cabo las investigaciones disciplinarias y penales necesarias para el esclarecimiento de los episodios de abuso y violencia por parte de la Fuerza Pública en el marco de las protestas.
  4. Que tanto la CIDH, como los Comités de Tratados y Procedimientos Especiales de las Naciones Unidas y demás organismos internacionales de derechos humanos, se manifiesten y refuercen sus sistemas de monitoreo sobre la situación en Colombia y adelanten las acciones a las que haya lugar para instar al Estado Colombiano a cumplir su obligación de observar los parámetros internacionales de garantía a la protesta, de la mano de las organizaciones de derechos humanos que trabajan en Colombia.

[1] Corte IDH. Caso Alvarado Espinoza y otros Vs. México. Fondo Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de noviembre de 2018. Serie C No. 370, párr. 177.

[2] CIDH. Comunicado de Prensa. Observaciones y recomendaciones preliminares tras la histórica visita in loco a Venezuela para monitorear situación de derechos humanos. 8 de mayo 2020. Antecedentes.

 

Antonia Urrejola – Presidenta de la CIDH: “Seguiremos siendo incansables en promover los derechos humanos en Nicaragua; la impunidad y la injusticia no lograrán perpetuarse”

Washington D.C., 20 de abril de 2021.- Al conmemorar tres años de la grave crisis socio-política y de derechos humanos en Nicaragua, el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad) entrevistó a la presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Antonia Urrejola, sobre el rol que ha jugado este organismo en la situación que atraviesa el país desde abril de 2018 y cuáles podrían ser los próximos pasos para lograr verdad, justicia, reparación y no repetición para las víctimas de la violencia y represión.

Aunque hasta la fecha nada parece cambiar y el Gobierno más bien ha recurrido a nuevas estrategias para violar y restringir los derechos de la población y perseguir a la sociedad civil, la oposición , personas defensoras de derechos humanos y periodistas, Urrejola valora como positivo el hecho que –gracias al esfuerzo y compromiso de diversos sectores locales, regionales e internacionales—la situación de Nicaragua se mantiene visible y, por tanto, cree que la impunidad puede ser derrotada y que el país retornará eventualmente a un contexto democrático. 

“Los esfuerzos en materia de derecho internacional de los derechos humanos, suelen no tener efectos inmediatos, pero también es cierto que la historia muestra que se trata de esfuerzos que producen resultados finalmente”, asegura. 

¿Qué rol ha jugado la CIDH en la crisis de Nicaragua y cómo valora la respuesta que han recibido por parte del Estado, el rol de la sociedad civil y las víctimas?

Creo que el rol que ha jugado la Comisión en el desarrollo de la crisis de derechos humanos -que se inició con la represión de las protestas de abril de 2018 y que continúa hasta hoy- ha sido fundamental.

Para llegar a esta conclusión, basta observar objetivamente el despliegue de la CIDH  en este contexto: desde el inicio de la crisis se han aprobado cuatro informes de país, dos informes temáticos, 102 comunicados de prensa; se han realizado cientos de posteos en las redes sociales denunciando lo que ocurre en el país; se han otorgado 92 medidas cautelares que protegen a más de 300 personas y sus familias; se han obtenido más de 1700 testimonios que dan cuenta de las características de las violaciones de derechos que continúan ocurriendo en el país. Se debe decir además que la Comisión actualiza al menos tres registros relacionados con la crisis, el de personas fallecidas, personas privadas de libertad, así como el de los testimonios recibidos, directamente de las víctimas o de sus familiares. 

Gracias a este despliegue, me atrevería a afirmar que parte importante de la narrativa internacional sobre la crisis, es decir, la de las propias organizaciones internacionales, de la sociedad civil, así como de los Estados de la región y del mundo sobre la crisis de Nicaragua, ha estado marcada de manera relevante por el trabajo que la CIDH ha realizado a través de su Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (MESENI) y, en su momento, por el  Informe del GIEI (Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes). 

Ahora bien, no cabe duda que la labor de la sociedad civil ha sido fundamental en el ejercicio del mandato convencional de la Comisión Interamericana en Nicaragua. Ustedes mismos, Raza e Igualdad, junto a otras organizaciones de la sociedad civil internacional, por ejemplo, han sido actoras fundamentales en la denuncia y visibilización internacional de la situación de derechos humanos en el país o en la utilización de mecanismos de protección, como las medidas cautelares, en favor de personas cuyos derechos corren grave y urgente riesgo en el país.

Creo que la sociedad civil nicaragüense merece una mención especial cuando reconocemos a las actoras relevantes en esta crisis. Por razones de seguridad de las propias organizaciones y sus integrantes no me parece prudente exponer en detalle, y en su real magnitud, la maravillosa articulación de esfuerzos que la sociedad civil y particularmente las víctimas y sus familiares han realizado. Pero puedo mencionar algunos ejemplos: el registro y denuncia exhaustivo de personas privadas de libertad en el contexto de la crisis, no sería posible sin la articulación de sociedad civil, del activismo, y de las víctimas y familiares que han constituido el “Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas”.  El silencioso, valiente y comprometido trabajo de registro de la Asociación de Madres de Abril (AMA), por poner otro ejemplo, son muestras específicas de lo esencial que, en el trabajo de monitoreo de la situación de derechos humanos en Nicaragua, ha sido la sociedad civil local. Tampoco es posible concebir las excarcelaciones que se han producido hasta ahora, sin la intervención de la Iglesia Católica y la Comisión de Verificación y Seguridad. Todas estas son iniciativas de la sociedad civil que tienen un valor inconmensurable en el abordaje de la crisis de derechos humanos que enfrenta el país.  

Como Relatora para Nicaragua usted ha mostrado un gran interés por el país y se ha pronunciado reiteradamente sobre la situación de este. Ahora, como presidenta de la Comisión, ¿De qué forma se plantea incidir para lograr que la CIDH y el MESENI puedan regresar a Nicaragua?

En esta materia siempre hay novedades que ofrecer, la labor que ha desarrollado la CIDH ha logrado el importante objetivo de mantener la atención internacional sobre la crisis de derechos humanos en Nicaragua, en medio de un ambiente muy acontecido en las Américas, en materia de derechos humanos, frente a los intentos desplegados por el Estado de instalar la sensación de normalidad, y en medio de la pandemia. 

Pero este objetivo se ha logrado por medio de adaptarse a las circunstancias cambiantes de la crisis. En este sentido ya tenemos suficiente evidencia que el 2021 será un año diferente en Nicaragua y en dicho contexto, mantendremos a Nicaragua como parte inevitable de la agenda interamericana y universal, adaptándonos a las circunstancias especiales que ya están caracterizando este año. 

Los esfuerzos en materia de derecho internacional de los derechos humanos, suelen no tener efectos inmediatos, pero también es cierto que la historia muestra que se trata de esfuerzos que producen resultados finalmente. Los Estados a veces, como sucede con Nicaragua ahora, parecen ser inmunes a los llamados internacionales, pero, como decía, la experiencia en nuestro continente nos muestra que los procesos de democratización se producen y que la impunidad al fin es derrotada por la memoria y la justicia. La CIDH sigue y seguirá ahí en la cotidiana labor de cumplir su mandato y estará ahí también, para colaborar con la sociedad nicaragüense y con el propio Estado, cuando esos procesos se produzcan  

El país se encamina a unas elecciones generales sin garantías mínimas y no da señales de realizar reformas electorales de aquí a mayo 2021, tal como exhortó la OEA, ¿Cómo valora el impacto que tendrá en la crisis de derechos humanos el no realizar dichas reformas oportunamente?

La Asamblea General de la OEA ha dictado una resolución el año pasado en que promueve que en Nicaragua se realicen elecciones “libres y justas” este año. En dicha resolución se hace un llamado al Estado para que, entre otras, reforme la normativa que regula el Consejo Supremo Electoral.

La Comisión Interamericana, ya a comienzos del 2018, hizo presente la falta de independencia y neutralidad del CSE como uno de los factores que inciden en la situación en Nicaragua, en que se observa una alteración del orden constitucional que afecta gravemente su orden democrático. Esa falta de neutralidad e independencia, se manifiesta, tal como ya lo señaló la Comisión, en decisiones que afectan a fuerzas políticas de oposición. 

La CIDH no ha sido ajena a estos asuntos y estará muy atenta a los desenvolvimientos de este año de elecciones, porque existen también estándares de derechos humanos que deben ser respetados en materia de derechos políticos. Esa sigue siendo una materia en que el Estado de Nicaragua debe realizar modificaciones institucionales para asegurar elecciones libres y justas.   

En medio de una crisis socio-político y de derechos humanos sin resolver, el Gobierno aprobó leyes y reformas, como la reforma al art. 37 de la Constitución y la reforma al Código Procesal Penal que han ameritado serios cuestionamientos en materia de derechos humanos, ¿Cómo puede incidir la Comisión para que el gobierno derogue estas leyes? 

La Comisión, así como sus relatorías competentes, ya se han manifestado de manera específica sobre la llamada Ley de Agentes Extranjeros, sobre disposiciones de la Ley Especial de Ciberdelitos, así como sobre la Ley de Defensa de los Derechos del Pueblo, expresando que ellas no satisfacen estándares internacionales de derechos humanos y llamó en su momento a dejarlas sin efecto. Del mismo modo, se ha manifestado la preocupación por el uso eventualmente represivo que podría darse a las reformas a la Constitución sobre el establecimiento de la cadena perpetua y al Código Procesal Penal en la extensión de privación de libertad sin acusación fiscal. En el mismo sentido lo ha hecho la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Como le decía antes, estos llamados y pronunciamientos no son garantía directa e inmediata de que esas leyes se deroguen, pero sí inciden en la agenda internacional y ello a su vez influye en los cambios que deben producirse en Nicaragua. Nosotros no descansaremos y sé que la propia sociedad civil no descansará en promover esos cambios.

¿Cuál es su valoración sobre las dificultades que han encontrado las medidas cautelares para su cumplimiento por parte del Estado de Nicaragua y qué oportunidades ve usted de que dichas medidas sean implementadas, en el actual contexto? ¿En qué etapa está la definición de un Protocolo para su implementación?

En las actuales circunstancias, dada la casi total falta de colaboración e información aportada por el Estado, no parece verse en el horizonte la adopción de un protocolo de implementación de medidas cautelares, que requeriría por supuesto de la colaboración y disposición del Estado.

De la misma manera, se puede afirmar que el Estado no ha dado cumplimiento a las medidas cautelares otorgadas por la CIDH. Sin embargo, las medidas cautelares concedidas no han sido del todo estériles en materia de protección a las personas que son sus beneficiarias. Por poner solo un ejemplo, las 17 personas que fueron beneficiarias de medidas cautelares y respecto de las cuales la Corte Interamericana luego emitió medidas provisionales, fueron excarceladas. En medio de la crisis y del sufrimiento que ella causa a las personas, estos pequeños y aún insuficientes triunfos nos dan esperanza.

¿Qué mensaje le manda a la sociedad civil nicaragüense en el contexto del escalamiento de las represalias hacia las organizaciones que impera actualmente?

Que este será un año previsiblemente difícil luego de las leyes dictadas entre fines del año pasado y comienzos de este. En dicho marco, quisiera transmitirles que estaremos muy pendientes del día a día y muy preparados para denunciar públicamente las violaciones de derechos y tomar medidas de protección cuando corresponda.

¿Qué mensaje le envía a las víctimas y sus familiares? 

Que siguiendo su ejemplo, seguiremos siendo incansables en promover los derechos humanos en el país; que la impunidad y la injusticia no lograrán perpetuarse. Además, como siempre resaltamos en la Comisión, tengo que enviarles un mensaje de entrañable agradecimiento, pues su compromiso, valentía y trabajo hacen también posible el nuestro.

CIDH da trámite a petición de declarar la responsabilidad del Estado de Cuba por violaciones de derechos humanos registradas entre 2019 y 2020 en contra de integrantes de la UNPACU

Washington D.C., 8 de abril de 2021.– La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) aceptó dar trámite a la petición presentada por el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad) para que dicho organismo declare la responsabilidad del Estado de Cuba por la violación de derechos humanos de integrantes de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), tras ser detenidos, torturados y enjuiciados arbitrariamente entre octubre de 2019 y abril de 2020.

En la petición se identifican como víctimas a los integrantes de UNPACU: José Daniel Ferrer García (fundador y líder de la organización), Fernando González Vaillant, Roilan Zarraga Ferrer y José Pupo Chaveco*, y se denuncia que los cuatro ciudadanos fueron detenidos el 1 de octubre de 2019 sin orden de arresto, al margen de las garantías judiciales contenidas en la legislación cubana y en los instrumentos internacionales de derechos humanos.

Raza e Igualdad solicita expresamente a la CIDH que, previo el trámite reglamentario, declare la responsabilidad del Estado de Cuba con base en la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, por la violación de los derechos a la libertad, seguridad, integridad personal, libertad de expresión, protección a la honra y reputación personal, protección familiar, salud, protección contra la detención arbitraria y proceso regular en contra de los integrantes de la UNPACU antes mencionados. También solicita que, a partir del análisis de este caso, establezca un estándar de caracterización de “personas presas políticas”.

La CIDH notificó que la petición ya fue enviada al Estado cubano para que presente sus observaciones, para lo cual le dio un plazo de tres meses que cuentan a partir del 15 de marzo de 2021.

Con el inicio a trámite de este caso, la CIDH recibirá información del Estado y de Raza e Igualdad para determinar, en un informe que hará público, si la petición es admisible o no, con base en un análisis sobre el cumplimiento de los requisitos establecidos en el Reglamento y el Estatuto de la propia Comisión. Una vez declarada la admisibilidad, la CIDH examinará los hechos, argumentos y pruebas que se hayan presentado, con lo cual estará en posibilidad, en su caso, de declarar al Estado de Cuba responsable de las violaciones de derechos humanos en perjuicio de los miembros de la UNPACU y formulará al Estado recomendaciones dirigidas a brindarles justicia y reparación.

Los hechos

Tras ser detenidos el 1 de octubre de 2019, los integrantes de UNPACU estuvieron sometidos a prisión preventiva y condiciones de prisión inadecuadas durante seis meses y dos días, hasta el 03 de abril de 2020, fecha en la que fueron liberados para cumplir condenas en régimen de limitación de libertad o prisión domiciliaria. Mientras estuvieron en prisión, fueron sometidos a malos tratos, amenazas, incomunicación y condiciones que afectaron su integridad personal.

Continuum de violaciones

Las violaciones de derechos humanos que han enfrentado los integrantes de la UNPACU van más allá de los hechos alegados en la petición, pues han sido reprimidos por el Gobierno cubano en múltiples ocasiones debido a su labor de defensa y promoción de la democracia y derechos humanos en la Isla.

El fundador y líder de UNPACU, José Daniel Ferrer, inició el pasado 20 de marzo una huelga de hambre a la cual se han sumado varias decenas de personas que también forman parte de UNPACU, como una forma de protestar por la represión del Gobierno que, desde hace tres semanas, mantiene cercada la sede de la organización y ha realizado varias detenciones arbitrarias de integrantes y sus familiares.

Este miércoles 7 de abril, la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA) emitió un comunicado en el que expresa su “mayor alerta” ante la delicada situación de las personas que se encuentran en huelga de hambre, y responsabiliza al Gobierno por llevar a dicho extremo la represión en contra de UNPACU y sus integrantes.

Además, el Comisionado Edgar Stuardo Ralón, Relator de la CIDH para Cuba, se ha pronunciado sobre esta situación, solidarizándose con los miembros de la organización y exhortando al Estado cubano a cumplir sus obligaciones en materia de derechos humanos a fin de evitar “el riesgo a la vida e integridad de las personas que sufren ya un deterioro físico visible”.

Desde Raza e Igualdad exhortamos al Gobierno cubano a cesar las acciones de represión en contra de UNPACU y sus integrantes, y a escuchar las demandas de la sociedad civil independiente referidas a garantías de democracia y respeto de derechos humanos en la Isla.

 

*En la petición enviada a la CIDH por Raza e Igualdad en octubre de 2020, se incluyó entre las víctimas al entonces integrante de UNPACU José Pupo Chaveco; sin embargo, posteriormente se notificó formalmente a la Comisión la imposibilidad de continuar la representación del mismo, a partir de la información recibida de que ya no forma parte de la organización y se ha perdido contacto con él.

 

Audiencia sobre violencia política en Brasil: concejalas afro (cis y trans) denuncian negligencia del Estado brasileño ante la CIDH y piden protección

Brasil, 06 de abril de 2021 – En una audiencia dedicada exclusivamente a denunciar la situación de los derechos políticos en Brasil, concejalas afro cis y trans, junto a organizaciones de la sociedad civil, presentaron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) el panorama actual de violaciones de derechos civiles y políticos que atenta contra la seguridad de parlamentarias del país. La audiencia se llevó a cabo el 23 de marzo, en el marco del 179 periodo de audiencias públicas de la CIDH, y fue presentada por las organizaciones: Associação Nacional de Travestis y Transexuais (ANTRA); Criola; Terra de Direitos; Instituto Marielle Franco; Justiça Global; Rede Nacional de Negras y Negros LBGT y el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad).

En la audiencia participaron las concejalas Erika Hilton (PSOL/SP); Ana Lúcia Martins (PT/SC) y Carolina Iara (PSOL/SP); y las representantes de organizaciones de la sociedad civil Anielle Franco, Directora Ejecutiva del Instituto Marielle Franco; y Bruna Benevides, Secretaria de Articulación Política de ANTRA. A pesar del contexto histórico discriminatorio y excluyente que estructura el escenario político brasileño, el avance de las agendas identitarias, antirracistas y anti-LGBTIfobicas promovió el crecimiento de la representatividad parlamentaria en las cámaras legislativas del país, colapsando el sistema y jerarquías de poder existentes. Sin embargo, la reacción de los sectores políticos y sociales conservadores basada en la cultura del odio, ha ido fomentando el fenómeno de la violencia política y electoral en el país.

Anielle Franco denunció que la violencia política ha sido utilizada como una herramienta para privar a las mujeres negras y trans del ejercicio de sus derechos políticos, evitando que debates sobre la desigualdad de género, la raza y la sexualidad ocurran en espacios de política institucional. Además, Anielle sacó a la luz datos sobre la violencia política durante las elecciones de 2020, una de las más violentas de los últimos años, que demuestran la intensificación de las tensiones políticas contra las y los parlamentarios negros y transgénero en el país.

Según una encuesta del Instituto Marielle Franco [1], el 98,5% de las y los candidatos negros informaron haber sufrido al menos un tipo de violencia política. La principal violencia fue virtual, representando el 80% del total de ataques sufridos. Además, solo el 32% de los candidatos denunciaron los episodios que sufrieron, y entre los motivos para no hacer la denuncia está el hecho de que no se sienten seguros o tienen miedo de denunciar la violencia. Entre quienes hicieron las denuncias, el 70% dijo que no les traía más seguridad, además de no contar con el apoyo del partido político ni de la policía.

“Es urgente llevar a otras instancias la necesidad de promover mecanismos para enfrentar todo tipo de violencia contra las mujeres negras, transexuales y travestis y reorientar las políticas que ya existen en Brasil, que hoy todavía son insuficientes para garantizar su protección y sus derechos políticos ”, concluyó Anielle.

La congresista Ana Lúcia Martins compartió que, ante la violencia política, buscó protección a través de la vía legal, y también realizó denuncias en redes sociales y en diferentes medios, sin embargo, no recibió ninguna asistencia del Estado ni del partido para su seguridad, por lo que tuvo que asumir sus propios gastos de defensa. Ante el descuido de las instituciones competentes, Ana Lúcia denunció que casi nada pasó con la investigación de las amenazas de muerte y el delito de racismo sufrido, y que sigue siendo víctima de violencia política a través de las redes sociales con mensajes que incitan al odio y la intolerancia.

“Sabemos que la omisión del Estado tiene un origen, el mismo que ignora la muerte diaria de la población afro de este país, ya sea por la violencia urbana, la falta de políticas públicas para eliminar las desigualdades y el racismo que estructura estas desigualdades  a través  del propio Estado (…) La pregunta de Anielle Franco aún no ha sido respondida: ¿Quién garantiza la seguridad de las mujeres afros electas? ”, argumentó Ana Lúcia a la CIDH. 

La co-concejala Carolina Iara, quien fue atacada en su casa en enero de este año, fue directa en su cuestionamiento: «¿Cuál es la relación entre estas amenazas a parlamentarias trans y el número de 175 mujeres trans y travestis asesinados en Brasil en 2020? ¿Cuál es la conexión entre Brasil con un alto número de muertes de defensores de derechos humanos y las amenazas que estamos sufriendo? ¿Quién va a restaurar el trauma que tengo ahora? ¿Qué Estado es este que, además de callar, fomenta la LGBTfobia a través de innumerables declaraciones del Presidente? ”.

En referencia a la memoria de Marielle Franco, Carolina señaló que no se convertirá en una mártir de la violencia sistémica contra los cuerpos negros y trans en el marco de la necropolítica que banaliza la muerte en el país. Así, señaló que el Estado brasileño tiene la obligación de asegurar que ella y todos los líderes y lideresas afro y trans puedan mantenerse con vida para hacer política, y que la responsabilidad de su seguridad no puede ser exclusivamente de la sociedad civil o del partido.

En su intervención, la concejala Erika Hilton denunció la persecución a defensores de derechos humanos como una forma de silenciar sus voces, especialmente las de mujeres defensoras. Recordó que ya en posesión de su mandato, sufrió un intento de irrumpir en su oficina y que la universidad donde estudiaba tenía las paredes vandalizadas con amenazas. “Escribían las expresiones: mujer, negra, elegida, muerta. Comencé mi mandato teniendo que procesar a más de 50 personas por ataques racistas y transfóbicos. ¿Cómo poder ejercer funciones políticas sin tener garantizada la integridad física? ”, cuestionó.

Con la tarea de presentar las recomendaciones a la CIDH, Bruna Benevides también expuso la situación de violencia política, especialmente la negligencia del Ministerio de la Mujer, Familia y Derechos Humanos, que no hizo ningún pronunciamiento, acción o movilización en torno a la violencia política contra mujeres negras cis y trans. Como ejemplo, Bruna citó el proyecto de ley [2 ] que tiene como objetivo proteger a las víctimas de la violencia política, pero que movimientos de parlamentarios transfóbicos alineados con la falsa narrativa de la «ideología de género» impidieron que se extendiera a parlamentarias trans y travestis.

“También hemos observado varios intentos de institucionalizar la transfobia, asignando criterios biológicos de acceso y garantía de los derechos fundamentales, negando el derecho al reconocimiento de la autodeclaración e identidad de género de las personas trans en diversos proyectos a nivel federal, estatal y municipal. Este descuido se ve corroborado por la negligencia del Estado y la falta de reconocimiento de estas violencias políticas, o de pensar en formas de erradicarlas, especialmente contra aquellas que no forman parte de la base del gobierno y que son las más afectadas por la violencia política”, dijo Bruna.

Representantes del Estado brasileño buscaron escapar de las denuncias con insuficientes declaraciones a las demandas solicitadas durante la audiencia, reafirmando una posición negacionista frente a la violencia racial, transfóbica y política que atenta contra los derechos políticos y la vida de las parlamentarias. A través de argumentos evasivos, los representantes buscaron escapar y minimizar el fenómeno de violencia política en el país, atribuyendo el hecho a un contexto mundial.

Sin embargo, a la luz de las denuncias, los Comisionados de la CIDH solicitaron explicaciones al Estado. Margarette May Macaulay, Relatora sobre los Derechos de los Afrodescendientes y Contra la Discriminación Racial y Relatora sobre los Derechos de las Mujeres, argumentó a las representantes sobre cómo el Estado brasileño monitorea los casos de violencia que ocurren en el país, y exigió la implementación de la Convención Interamericana contra el Racismo, ya aprobada por el Senado Federal. Además, Joel Hernández, Relator para Brasil, concluyó la audiencia subrayando la importancia de avanzar en la construcción de los derechos políticos de las mujeres y que hay un rechazo del Estado brasileño para escuchar denuncias sobre violencia política. Además, Hernández destacó que el monitoreo de las formas en que opera el acoso virtual es necesaria para comprender el ejercicio de los derechos políticos en Brasil.

En línea con las denuncias citadas durante la audiencia y encaminadas a garantizar los derechos y la protección de las mujeres que forman parte del cuerpo político del país, se presentaron a la CIDH las siguientes recomendaciones, producto de la articulación entre las organizaciones:

  • Exhortar al Estado brasileño para que se desarrolle en las cámaras legislativas, en diálogo con las alcaldías y órganos del sistema de justicia, mecanismos de reenvío y agilización de denuncias de violencia política contra mujeres negras cis y trans / travestis, asegurando identificar y responsabilizar a los perpetradores de la violencia, y garantizar el apoyo psicológico a las víctimas, sus asesores y familiares;
  • Instar al Estado brasileño a promover acciones coordinadas e integradas con estaciones especializadas de investigación de delitos cibernéticos para responsabilizar a los autores e inhibir el uso de herramientas y plataformas en línea para ataques de violencia política, particularmente cuando son impulsados ​​por estructuras profesionales, masivas y patrocinadas deliberadamente;
  • Llamar al Estado brasileño a garantizar la formación de funcionarios del Poder Judicial, del Ministerio Público, la Defensoría Pública, la Defensoría y la policía civil y federal para aumentar su conciencia sobre la Violencia Política contra las mujeres negras, trans y travestis, contra la discriminación sexual, racial o por género, así como sobre la incitación al odio, legislación antirracista, derechos de las víctimas, medidas de reparación, entre otros temas;
  • Promover audiencias públicas, debates y discusiones intersectoriales entre las agencias públicas y la sociedad sobre los impactos de la violencia política motivada por la transfobia y temas relacionados con la población trans;
  • Instar al Estado brasileño a que proceda a la aprobación de legislación específica sobre violencia política contra las mujeres con acciones que incluyan prevenir, perseguir y sancionar este tipo de violencia, con una mirada específica a las mujeres negras, travestis y transexuales;
  • Realizar misiones oficiales al país, escuchando a los movimientos sociales y sociedad civil local para conocer más profundamente el contexto actual de violaciones a los derechos de las mujeres negras, transexuales y travestis defensoras de derechos humanos que también ocupan o se postulan a cargos de elección popular. También para conocer conocer el agravamiento de las situaciones de conflicto que las hacen vulnerables, y presentar las perspectivas de los estándares internacionales que pueden contribuir al mejoramiento de las políticas nacionales de protección.
  • Presionar al Estado brasileño para ampliar la estructura y el presupuesto del Programa de Protección de Defensoras y Defensores de Derechos Humanos dependiente del Ministerio de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos, y la inclusión de candidatas y parlamentarias en este programa, a fin de garantizar la protección de estos defensores de derechos humanos y el libre ejercicio de sus derechos políticos.

 

¿Perdiste la audiencia? Mira el video completo: youtu.be/Uu-U3OIoh2I

[1] https://www.violenciapolitica.org/

[2 ] https://g1.globo.com/politica/noticia/2020/12/10/camara-aprova-lei-com-medidas-de-combate-a-violencia-politica-contr-mulheres.ghtml

Cuba: CIDH otorga medidas cautelares a la periodista independiente María Matienzo Puerto y a la defensora de derechos humanos Kirenia Núñez Pérez

Washington D.C., 23 de marzo de 2021.– A petición del Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad), la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgó medidas cautelares a favor de la periodista y escritora María Matienzo Puerto, y de la activista Kirenia Núñez Pérez, tras considerar que se encuentran en una situación de gravedad y urgencia de riesgo de daño irreparable a sus derechos a la vida e integridad en Cuba.

En la resolución 21/2021, la CIDH señala que, en un lapso aproximado de siete años, la pareja ha enfrentado diversos eventos de riesgo como amenazas, seguimientos, intimidaciones y agresiones, acompañados de mensajes descalificativos. La Comisión indica también que solicitó información al Estado el 18 de junio de 2020, sin que hasta la fecha haya recibido alguna respuesta.

En su análisis sobre los elementos de gravedad, urgencia e irreparabilidad, la CIDH advierte con especial preocupación que uno de los mensajes descalificativos indicaba que Núñez Pérez debía “calmar” a su pareja Matienzo Puerto. Esto, según la Comisión, manifiesta un prejuicio existente de género en torno a la labor de mujeres defensores de derechos humanos y genera una “acentuada” situación de riesgo en torno a prejuicios relacionados a “los roles que deberían jugar en la sociedad”.

En virtud de tales circunstancias, la CIDH solicitó al Estado de Cuba que: a) adopte las medidas necesarias para proteger los derechos a la vida e integridad personal de Matienzo Puerto y Núñez Pérez; b) adopte las medidas necesarias para que las beneficiarias puedan desarrollar sus actividades de periodista independiente y defensora de derechos humanos, respectivamente, sin ser objeto de actos de violencia, amenaza, intimidación y hostigamientos en el ejercicio de sus labores; c) concierte las medidas a adoptarse con las beneficiarias y sus representantes; y, d) informe sobre las acciones adoptadas a fin de investigar los presuntos hechos que dieron lugar a la adopción de la presente medida cautelar y así evitar su repetición.

Intimidación y persecución

Tanto la periodista y escritora María Matienzo Puerto como la activista Kirenia Núñez Pérez –quienes comparten la misma residencia porque son pareja—son constantemente víctimas de intimidación y persecución por parte de agentes del Estado o por civiles que se identifican a favor del Gobierno, situación que trasciende a las redes sociales.

Aunque no consta en los hechos referidos por la CIDH en su resolución, cabe destacar que el último hecho de represión ocurrió el pasado 12 de marzo, día en que oficiales no identificados interceptaron a Matienzo Puerto al salir de su casa, la obligaron a subirse a un vehículo y la retuvieron por varias horas en una estación de Policía, tiempo en el que su paradero fue desconocido. Ahí, los oficiales la interrogaron y la amenazaron por su labor de periodista y por tener contacto o amistad con otros activistas independientes.

Desde Raza e Igualdad exhortamos al Estado de Cuba a adoptar las medidas necesarias para salvaguardar la vida e integridad de María Matienzo Puerto y Kirenia Núñez Pérez, en correspondencia con sus obligaciones en materia de derechos humanos y como integrante del Sistema Interamericano de Derechos Humanos. También llamamos a las autoridades a garantizar y respetar la labor de las y los periodistas independientes en la Isla, y de personas defensoras de derechos humanos.

Ante CIDH: Política de colonización del Estado nicaragüense expone a los pueblos indígenas al etnocidio

19 de marzo de 2020.- La colonización de territorios indígenas en la costa caribe nicaragüense, alentada por actividades extractivas sobre los bienes naturales esenciales para la subsistencia de comunidades miskitu y mayangna; las graves violaciones cometidas para despojarles de sus territorios; el desplazamiento forzado y la crisis alimentaria derivados de ello exponen a estos pueblos a un posible etnocidio.

Estos hechos fueron expuestos ayer ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) durante la audiencia temática “Impacto de la colonización en territorios indígenas de la Costa Atlántica en Nicaragua”, celebrada en el marco del 179° Periodo de Sesiones de este organismo.

Durante el espacio, organizaciones de sociedad civil denunciaron que las industrias de la ganadería, la minería de oro y la explotación forestal han impulsado la colonización de la costa caribe, en complicidad con el Estado nicaragüense, que ha fallado en cumplir con el proceso de saneamiento territorial y en garantizar la consulta y el consentimiento de los pueblos indígenas y afrodescendientes para la instalación de proyectos extractivos. Asimismo, aseguraron que el Estado nicaragüense tiene participación e intereses en estos sectores, entre otros, a través de la agencia de promoción de inversiones (ProNicaragua), su plan cuatrienal de desarrollo humano, y de la participación directa de empresas estatales y paraestatales en el despojo, como ENMINAS y Alba Forestal.

Al respecto, las organizaciones expusieron que Nicaragua tiene la mayor industria ganadera de Centroamérica, la cual se destina en 95% a exportaciones. La minería de oro también ha crecido bajo el gobierno de Ortega, destinando aproximadamente el 60% de la masa terrestre de Nicaragua a concesiones mineras, incluyendo aquellas de exploración en territorios autónomos. También denunciaron que altos funcionarios del gobierno regional y nacional han aprobado la venta ilícita de tierras y permisos de tala en comunidades indígenas; y plantearon su preocupación sobre la regulación del permiso para la extracción de árboles caídos tras el paso de IOTA y ETA en 2020.

El Estado de Nicaragua también ha promovido los intereses privados y el control político en los territorios indígenas y afrodescendientes mediante la instalación de gobiernos comunales y territoriales paralelos, mientras se niegan a reconocer a las autoridades comunales y territoriales elegidas por la población.

A raíz de esta política de despojo, tan solo en el 2020 se documentaron al menos 13 asesinatos, ocho personas heridas en ataques armados, dos secuestros y el desplazamiento forzado de una comunidad. Así, en la última década, entre 2011 y 2021, se han registrado 49 indígenas miskitu muertos, 53 personas lesionadas, 46 secuestradas y 4 desaparecidas. Las organizaciones estiman que la violencia ha desplazado forzosamente aproximadamente a 1000 personas miskitu en tan solo 12 comunidades. A la fecha, estos hechos se mantienen impunes.

Las personas y organizaciones que defienden la tierra, el territorio y los derechos humanos de los pueblos indígenas en esta región también enfrentan graves riesgos. De acuerdo con las organizaciones, viven hostigamiento continuo, actos de estigmatización y amenazas, acoso digital, y barreras administrativas y burocráticas impuestas por el gobierno para limitar su labor. Esto, sin que el Estado cumpla su obligación de elaborar los mecanismos de protección y protocolos de investigación para casos contra personas defensoras, como fue ordenado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) en 2017.

Frente a este contexto, la presidenta de la Comisión Interamericana, Antonia Urrejola, recordó al Estado de Nicaragua su obligación de cumplir con el saneamiento de los territorios de la costa caribe, así como el derecho de los pueblos indígenas a la propiedad colectiva que contempla no solo la titulación de territorios ancestrales, sino la obligación de no otorgar concesiones de exploración o explotación en estos territorios; y respetar el derecho de los pueblos a la consulta previa, libre e informada.

Por su parte, el Estado de Nicaragua, representado por Wendy Morales Urbina Procuradora General de la República, se comprometió a recibir información por parte de las organizaciones de sociedad civil, así como informar a la CIDH sobre la situación de los pueblos indígenas en la costa caribe y sus medidas para responder a los hechos presentados.

Finalmente, las organizaciones de sociedad civil plantearon una serie de solicitudes a la Comisión. Entre ellas, solicitaron que la CIDH exija al Estado nicaragüense:

  1. Cesar de inmediato todo tipo de amenazas y ataques contra personas y comunidades defensoras de los derechos de los pueblos indígenas y afrodescendientes; y se abstenga de tomar represalias contra las personas partícipes de la audiencia.
  2. Investigar exhaustiva e imparcialmente y de manera inmediata los hechos denunciados, sancionar a los responsables y reparar a las víctimas.
  3. Implementar de manera urgente e inmediata las medidas cautelares y provisionales otorgadas a las comunidades indígenas.
  4. Informar sobre los planes y medidas concretas para implementar el saneamiento de los 23 territorios de la costa caribe.
  5. Adoptar las medidas necesarias para garantizar el retorno de las familias desplazadas de sus comunidades y garantizar el acceso adecuado a servicios básicos.

Las organizaciones de sociedad civil que participaron en la audiencia son el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), el Centro por la Justicia y los Derechos Humanos de la Costa Atlántica de Nicaragua (CEJUDHCAN), el Centro de Asistencia Legal a Pueblos Indígenas (CALPI), el Instituto Internacional sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (R&E), el Instituto Oakland y la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT).

Raza e Igualdad se une a Relatora Especial de la ONU en su llamado al Gobierno de Cuba para poner fin a la intimidación y detención contra los integrantes del Comité Ciudadanos por la Integración Racial (CIR)

Washington D.C., 11 de marzo de 2021.– El Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad) celebra y se une al pronunciamiento de la Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre la Situación de los Defensores de Derechos Humanos, Mary Lawlor, en el que llama al Gobierno de Cuba a poner fin a la intimidación y detención en contra de las y los integrantes del Comité Ciudadanos por la Integración Racial (CIR).

«Los arrestos periódicos contra las personas defensoras de los derechos humanos en la Isla, la falta de acceso a representación legal durante las detenciones y la vigilancia ejercida por agentes del Departamento de Seguridad del Estado son contrarias al derecho internacional y deben cesar», dijo Lawlor, quien precisó que esta situación en contra de las personas que integran el CIR se repite desde el año 2017. Además, resaltó que se les ha impedido viajar a eventos internacionales relacionados con su trabajo de defensa de derechos humanos, sin ninguna explicación.

La Relatora Especial señaló que las personas defensoras en Cuba son objeto de ataques y frecuentemente «sufren limitaciones a su libertad de movimiento debido a lo que parece ser un entramado de inteligencia que comienza con el uso indebido del derecho penal y termina con el acoso diario de las autoridades.» Agregó que «los defensores de los derechos humanos no deben ser objeto de represalias por su legítima labor para contribuir a crear una sociedad civil y justa».

El llamamiento de la Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre la Situación de los Defensores de Derechos Humanos fue respaldado por cinco integrantes del Grupo de Trabajo de Expertos sobre Personas de Ascendencia Africana, entre ellos su presidenta, Dominique Day, así como por  el Relator Especial sobre los derechos de reunión pacífica y de asociación, Clément Nyaletsossi Voule.

Relevancia

Raza e Igualdad destaca y celebra el hecho que este pronunciamiento surja en un momento en que el Gobierno cubano ha intensificado la persecución y criminalización en contra de activistas y representantes de la sociedad civil independiente en la Isla, entre quienes se encuentran las y los integrantes del CIR, los cuales aparte de enfrentar represión por su trabajo a favor de la justicia racial, han sido objeto de ataques con un discurso estigmatizante difundido por funcionarios y personas afines al Gobierno.

En una entrevistada brindada en días recientes a Cubavisión Internacional, el vicepresidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y presidente de la Comisión Aponte, Pedro de la Hoz, descalificó la labor del CIR y de la organización independiente Cofradía de la Negritud. Calificó a sus representantes como “infames” y “mercenarios”, tras hacer alusión al trabajo de incidencia que han realizado ante los mecanismos de derechos humanos de Naciones Unidas y del Sistema Interamericano para denunciar las violaciones de derechos humanos de la población afrocubana.

Recordamos también que el coordinador nacional del CIR, Juan Antonio Madrazo Luna, fue detenido arbitrariamente el 12 de noviembre de 2020, luego de que agentes de la Seguridad del Estado allanaran su casa en La Habana y se llevaran varios objetos de trabajo y personales, tanto de él como de su hermana. En tanto, los también representantes del CIR, Marthadela Tamayo González y Osvaldo Navarro Veloz, fueron detenidos el 22 de noviembre de 2020, durante una manifestación en el Parque Central de La Habana.

Desde Raza e Igualdad rechazamos toda declaración que estigmatice la labor de defensa de los derechos humanos y que expone a las personas que la ejercen a represalias de parte de funcionarios o personas afines al Gobierno. Demandamos que el Estado de Cuba respete los derechos a la libertad de expresión y de asociación de integrantes de la sociedad civil independiente, y recordamos que—en el caso del CIR—sus dirigentes Juan Antonio Madrazo Luna, Marthadela Tamayo González y Osvaldo Navarro Veloz son beneficiarios de medidas cautelares otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Asimismo, en vísperas de la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial el próximo 21 de marzo, llamamos a las autoridades a garantizar el pleno ejercicio de los derechos de la población afrocubana, acorde a sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos.

La foto corresponde a una audiencia ante la CIDH en marzo de 2017, en la que participaron los representantes del CIR Marthadela Tamayo y Juan Antonio Madrazo(en el centro), en su calidad de integrantes de la sociedad civil independiente en Cuba. Crédito: CIDH/Flickr. 

Raza e Igualdad lanza informe sobre derechos humanos del Pueblo Afroboliviano con miras a incidir en la adopción de políticas públicas para la garantía de todos sus derechos

Washington D.C., 19 de febrero de 2021.– El Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad) lanzó el informe “Situación de Derechos Humanos del Pueblo Afroboliviano”, con el objetivo de brindar un panorama amplio sobre la presencia y derechos de la población afrodescendiente en Bolivia, tanto desde la perspectiva nacional como desde la perspectiva internacional, y tomando en cuenta los principios de igualdad y no discriminación.

Este país suramericano celebrará el próximo 7 de marzo las elecciones subnacionales, en las que se elegirán 9 gobernantes, 337 alcaldes, más de 270 legisladores departamentales y más de 2,000 concejales. Por tanto, el informe busca ofrecer información clave para la adopción de políticas públicas que tomen en cuenta la presencia y derechos de las más de 25 mil personas que actualmente se autoreconocen como afrobolivianas y afrobolivianos.

“El Pueblo Afroboliviano logró su inclusión en la Constitución Política del Estado de 2009 y el reconocimiento de un catálogo amplio de derechos humanos individuales y colectivos”, refiere Ivanna Fernández Martinez, autora del informe, y para quien “aún se requiere un análisis y evaluación exhaustivos para desarrollar política pública coherente en atención a los derechos diferenciados y las prioridades de este segmento heterogéneo de la población, así como el seguimiento y monitoreo a su implementación”.

Fernández Martinet destaca que “las políticas públicas aplicadas al sector (Pueblo Afroboliviano) deben ser sensibles a las cuestiones de género y culturalmente adecuadas, enfocadas en mejorar su calidad de vida y valorar su cultura”.

Contenido del informe

El informe se divide en cinco partes. La primera identifica la presencia y el registro de la población afroboliviana en el país, la segunda presenta el modelo de Estado Plurinacional de Bolivia, incluyendo el reconocimiento constitucional del Pueblo Afroboliviano y la titularidad de; la tercera parte aborda el racismo y la discriminación racial que viven las y los afrobolivianos y la descripción del diseño e implementación de políticas públicas con enfoque de derechos humanos para combatir este flagelo.

Luego, la cuarta parte describe la situación de los derechos humanos de la población en las zonas rurales y la quinta reúne los principales desafíos de las mujeres afrobolivianas por la confluencia de múltiples factores de vulnerabilidad y riesgo de discriminación asociados a sus condiciones particulares. Finalmente, se presentan conclusiones y recomendaciones en todos los ámbitos.

El informe se encuentra disponible en el sitio web de Raza e Igualdad. Puede ser consultado y descargado por medio de este link: https://bit.ly/3nTMm0Y

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