“Seguimos vivos en un abismo sin fin”: tres activistas cubanos a un mes del huracán Melissa

“Seguimos vivos en un abismo sin fin”: tres activistas cubanos a un mes del huracán Melissa

Washington D.C., 29 de noviembre de 2025 – Hoy hace un mes, el paso del huracán Melissa por el oriente de Cuba dejó destrucción, angustia y un panorama agravado para los habitantes de esta región. Dialogamos con tres activistas que, además de enfrentar el impacto del ciclón, sobreviven al abandono estatal, el hostigamiento político y el colapso de los servicios básicos. Desde la provincia de Holguín, Ronald Mendoza (50 años), Eduardo Cardet (57) y Geydis Jaime (24) relatan cómo vivieron el desastre y cómo la emergencia humanitaria se profundiza en una isla sumida en una crisis social, política, económica, y sanitaria.  

El pasado 29 de octubre, el huracán Melissa tocó territorio cubano como uno de los fenómenos más fuertes de la temporada de huracanes de 2025 (de junio a noviembre), provocando inundaciones severas, daños estructurales y el colapso de servicios esenciales. Aunque no se registraron fallecidos en Cuba, las afectaciones profundizaron la vulnerabilidad de comunidades ya sumidas en la escasez. De acuerdo con la misión de Naciones Unidas en Cuba, Melissa dejó más de 3,5 millones de damnificados, 90,000 viviendas afectadas o destruidas, y alrededor de 10,000 hectáreas de cultivos dañados.

El impacto del ciclón y la ausencia de ayudas

En Levisa, localidad del municipio de Mayarí (perteneciente a Holguín), Ronald Mendoza relata: “la mayoría de las cosas las perdimos (durante el paso del fenómeno natural)”. Afirma que, cuando el ciclón alcanzó su fuerza máxima, él “estaba metido debajo del fregadero”. El techo de su vivienda voló y el río desbordado inundó su casa: “El agua me llegó hasta el ombligo”. Un mes después, asegura que “la ayuda es mínima” y que solo han recibido algunos víveres básicos. “Seguimos en pie gracias a la ayuda de los vecinos”, agrega.

En Velasco, otra localidad de Holguín, el médico y activista Eduardo Cardet vivió una noche sin precedentes. “Nunca había llegado el agua a esos niveles. El río Paneque creció bastante. En mi casa alcanzó los dos metros”, señala. Él y su familia lo perdieron casi todo. “Uno siempre lamenta las pérdidas materiales porque es bien difícil recuperarlas”, dice, mientras afirma que la poca ayuda que ha recibido ha llegado por parte de la comunidad y de la iglesia católica. 

En la ciudad de Holguín, Geydis Jaime cuenta que “era la primera vez” que veía algo así (la fuerza del huracán Melissa). “El agua entró a la casa y perdí colchones, ropa, televisor, nevera y hasta mi teléfono”, agrega. Durante la emergencia, los cables eléctricos se desplomaron y “habitantes del barrio tuvieron que arreglarlo” porque ninguna autoridad respondió. “Aquí cada seis horas se va la luz y nadie nos ha brindado ayuda”, sostiene. 

Hostigamiento y vigilancia en medio del desastre

A la devastación se suma la represión. A Cardet, por ejemplo, dos días antes de esta entrevista (el 13 noviembre), un hombre se presentó en su casa para exigirle que dejara de denunciar la grave situación sanitaria en Cuba. El coordinador nacional del Movimiento Cristiano Liberación (MCL), encarcelado por motivos políticos entre 2016 y 2019,  asegura que en varias ocasiones le han sugerido que abandone la Isla, propuestas que él ha rechazado.

Mendoza, coordinador regional del Centro de Estudio Liderazgo y Desarrollo (CELIDE); y Jaime, integrante de la organización Plataforma Femenina, también reportan hostigamientos y amenazas constantes. “En el pasado he buscado trabajo y me lo han negado. Me dicen: solo hay trabajo para los revolucionarios”, denuncia Ronald, quien antes del huracán se dedicaba a vender miel y perdió la mayoría de sus colmenas tras la emergencia.

Una crisis epidemiológica fuera de control

La situación sanitaria se agrava con enfermedades transmitidas por mosquitos, agua contaminada y alimentos dañados por la falta de energía eléctrica. De acuerdo con el jefe de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (Minsap), Francisco Durán, 47 mil habitantes de Cuba han sido diagnosticados esta semana con un virus que acecha a la Isla, aunque médicos, activistas y comunidades señalan que el subregistro es mucho mayor y que hay más personas enfermas que no figuran en los datos oficiales.

Cardet advierte que hay dengue, zika, chikungunya, oropouche y otras enfermedades, y que “hay personas fallecidas y miles de enfermos”. Él mismo contó recientemente (el 24 de noviembre) que también está enfermo con uno de estos virus. Geydis y su madre (de 54 años), por su parte, han enfermado antes y después del ciclón, en un sector que, afirma, ha permanecido sin agua hasta por siete meses.

Los apagones son constantes y hay zonas que permanecen sin electricidad desde el paso del huracán. Las familias cocinan con carbón, guardan alimentos en casas de conocidos y viven pendientes de las pocas horas en que vuelve la corriente. 

Cardet dice una frase que tal vez resume mejor este momento: “Estamos sumidos en un abismo sin fin”. Y, pese a todo, los tres siguen en Cuba. Siguen denunciando. Siguen resistiendo. Siguen vivos.

Desde Raza e Igualdad continuamos monitoreando la situación en Cuba y acompañando a las personas activistas y defensoras de derechos humanos que enfrentan riesgos crecientes en este contexto. Llamamos a los organismos internacionales, gobiernos y organizaciones de la sociedad civil a mantener la atención sobre la Isla, exigir garantías para los derechos fundamentales y respaldar a quienes trabajan por la libertad, la justicia y la dignidad de Cuba.

Organización cubana Damas de Blanco denuncia ante la CIDH la violencia ejercida por el régimen autoritario de Cuba

Miami, 19 de noviembre de 2025 – “Detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas y amenazas”. Estas fueron algunas de las violencias denunciadas el pasado lunes 17 de noviembre por integrantes de la organización cubana Damas de Blanco durante una audiencia privada ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), realizada en el marco del 194° Período de Sesiones celebrado en Miami, Estados Unidos.

La delegación estuvo conformada por las activistas Lourdes Esquivel, Blanca Reyes y María Elena Alpízar, quienes participaron como representantes de la organización en el exilio. Esquivel relató la represión estatal que sufrió hasta diciembre de 2022, cuando fue desterrada. El exilio forzado continúa siendo una de las prácticas empleadas por el régimen cubano para castigar y silenciar a las defensoras de derechos humanos, como ocurrió con la activista Aymara Nieto, también miembro de las Damas de Blanco, liberada en agosto de 2025 bajo la condición de abandonar la Isla.

La audiencia fue solicitada por el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos. Durante su intervención, el abogado Fernando Goldar recordó que dos integrantes de las Damas de Blanco siguen privadas de libertad: Sissi Abascal y Saylí Navarro, encarceladas por pertenecer a la organización y exigir el respeto de sus derechos fundamentales.

Ante la CIDH, la delegación integrada por las representantes de las Damas de Blanco y Raza e Igualdad expuso el patrón sistemático de violencia ejercido por el Estado cubano durante más de dos décadas. Entre ellas se encuentran miles de detenciones arbitrarias sin registro oficial, desapariciones forzadas, vigilancia constante, asedio y amenazas dirigidas tanto a las activistas como a sus familias. También denunciaron tratos diferenciados por razones de género y raza: entre otros, insultos sexualizados, represalias vinculadas a sus roles de cuidado y discriminación específica contra las integrantes afrodescendientes. Asimismo, señalaron la criminalización mediante figuras penales ambiguas, la imposibilidad de ejercer su libertad religiosa debido a detenciones sistemáticas los domingos y las restricciones impuestas desde 2021 para reunirse o acceder a la sede de la organización. Ninguno de estos hechos ha sido investigado, lo que perpetúa un escenario de absoluta impunidad.

Los testimonios presentados reflejan cómo un grupo de mujeres, inicialmente movilizadas para exigir la liberación de sus familiares presos por motivos políticos (en 2003), se ha consolidado como un referente en la defensa de los derechos humanos en Cuba, en la región y en el ámbito internacional. Sin embargo, las agresiones y represalias que enfrentan buscan apartarlas de la vida pública y desarticular su labor.

Desde el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos reiteramos nuestro compromiso con el acompañamiento a las Damas de Blanco y con la denuncia permanente de las violaciones cometidas contra mujeres activistas en Cuba. Hacemos un llamado a la CIDH  para que condene estos hechos y a la comunidad internacional para que respalde y acompañe el legítimo reclamo de respeto y protección hacia las integrantes de esta organización. 



Libertad con destierro: el caso de la activista cubana Aymara Nieto

Washington D.C., 11 de noviembre de 2025 – Hoy hace tres meses, Aymara Nieto Muñoz comenzó a reconstruir su vida en Santo Domingo, República Dominicana, donde reside desde el 11 de agosto de 2025, tras ser liberada y desterrada junto a su esposo, Ismael Boris, y dos de sus hijas. Luego de más de siete años privada de libertad por motivos políticos en Cuba, la activista de 49 años, integrante de las Damas de Blanco y de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), intenta adaptarse a una nueva realidad lejos de la Isla.

“Nos han recibido muy bien en Santo Domingo. Estoy muy agradecida. Ya hicimos (Aymara y su familia) una serie de entrevistas para regularizar nuestra situación migratoria y poder trabajar. Mis hijas ya están en la escuela, gracias al apoyo de la Asociación Cubana en la República Dominicana, y del gobierno de este país”, cuenta Nieto, quien conserva el optimismo y la fe que la acompañaron durante los años más duros de su encierro. “Mi mayor tesoro en prisión fue una Biblia que me regaló mi hija mayor. Me dio fuerza para resistir”, confiesa.

Aymara fue detenida el 6 de mayo de 2018, cuando salía de su casa para participar en una manifestación pacífica de la campaña ‘Todos Marchamos’, que exigía la liberación de las personas privadas de libertad por motivos políticos en Cuba. Fue condenada por los supuestos delitos de atentado y daños a cuatro años de prisión, que comenzó a cumplir en la cárcel de mujeres de El Guatao, en La Habana.

Sin embargo, mientras cumplía esa condena, el régimen autoritario cubano volvió a procesarla, esta vez por presuntamente haber liderado un motín dentro de la prisión. El nuevo proceso terminó con una segunda sentencia de cinco años y cuatro meses, impuesta sin garantías judiciales ni derecho a una defensa efectiva. Así, Aymara pasó más de siete años consecutivos en prisión, entre castigos, traslados y condiciones degradantes.

Desde 2013, Aymara Nieto es beneficiaria de medidas cautelares otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). En Raza e Igualdad hemos denunciado de forma sostenida las violaciones a sus derechos y las condiciones inhumanas de su encarcelamiento. Su historia forma parte del informe ‘Voces en libertad: Mujeres presas políticas en Cuba’, de la campaña #CubanasLibresYa, y del documental ‘Dos Patrias’, producido junto a Producciones La Tiorba, que retrata la represión, el encarcelamiento y silenciamiento de tres activistas cubanos.

Desde su nuevo lugar de residencia, donde llegó sin poder despedirse de su hija mayor debido a que las autoridades le negaron la última visita, Aymara sueña con estudiar psicología. “Me gustaría ser psicóloga y ayudar a otras personas. También quiero que mis hijas sean mujeres de bien”, agrega. Aunque está lejos de la Isla, mantiene su compromiso con la lucha pacífica. “Me duele mucho la situación en mi país, pero seguiré trabajando y luchando por la libertad de Cuba, incluso en la distancia”, afirma. 

Desde el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos celebramos la libertad de Aymara Nieto y reconocemos su fortaleza y dignidad después de años de represión. Al mismo tiempo, condenamos su exilio forzado, una práctica sistemática del régimen cubano para castigar la disidencia y silenciar las voces que defienden los derechos humanos.

Exigimos al Estado cubano poner fin a estas prácticas violatorias del derecho internacional, y llamamos a los organismos internacionales y a los Estados democráticos a exigir el respeto a los derechos humanos en Cuba, incluyendo la libertad inmediata e incondicional de Sissi Abascal, Felix Navarro, Saylí Navarro, Luis Manuel Otero Alcántara, Lisandra Góngora, Maykel Castillo, y todas las personas aún encarceladas por motivos políticos.



Denunciamos el desmonte de una valla en Santa Marta que exigía libertad de los presos políticos en Cuba, Nicaragua y Venezuela

Santa Marta, 8 de noviembre de 2025 — Desde Raza e Igualdad denunciamos la censura ejercida por las autoridades locales de Santa Marta, que este viernes 7 de noviembre ordenaron el desmonte de una valla instalada por nuestra organización a las afueras del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar. La pieza exigía la libertad de las personas presas políticas en Cuba, Nicaragua y Venezuela, en el marco de la IV Cumbre CELAC-UE.

La valla llevaba el mensaje: “Cada persona encarcelada por defender los derechos humanos en Cuba, Nicaragua y Venezuela representa una promesa incumplida de la democracia. ¿Hasta cuándo?”

Acompañada por la imagen de un hombre encarcelado y las banderas de los tres países, la valla buscaba recordar a los representantes de los Estados miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y de la Unión Europea (UE) reunidos en Santa Marta, la urgente necesidad de abordar la falta de democracia en la región. Sin embargo, fue desmontada en menos de 24 horas por orden de la Alcaldía de Santa Marta, en cumplimiento de supuestas directrices que prohíben la exhibición de mensajes “de contenido político” durante la cumbre.

Esta decisión vulnera nuestro derecho a la libertad de expresión y limita la posibilidad de denunciar las violaciones a los derechos humanos en estos tres países, precisamente en un espacio que se presenta como un foro de diálogo sobre democracia, cooperación y derechos humanos.

En 2023 ocurrió un hecho similar en Buenos Aires (Argentina), cuando, en vísperas de la Cumbre de la CELAC, también fue retirada una valla instalada por nuestra organización que exigía el restablecimiento de la democracia en Cuba y Nicaragua.

En la IV Cumbre CELAC-UE, que se celebra del 7 al 10 de noviembre en Santa Marta, se abordan temas clave como la triple transición (energética, digital y ambiental), la equidad de género, la seguridad alimentaria y el fortalecimiento de la cooperación birregional. Todo ello ocurre mientras Cuba, Nicaragua y Venezuela continúan marcadas por la represión y el encarcelamiento de quienes defienden los derechos humanos.

Solo hasta finales de octubre de 2025, las organizaciones de la sociedad civil documentaban 749 personas presas políticas en Cuba (de acuerdo con Justicia 11J), 77 personas en Nicaragua (Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas), y 875 en Venezuela (Foro Penal). Estas cifras reflejan la magnitud del cierre de los espacios democráticos y la persistencia de graves violaciones a los derechos humanos.

Asimismo, el Parlamento Europeo, en una resolución reciente sobre la estrategia política de la Unión para América Latina y el Caribe, reafirmó la importancia de la cooperación birregional y condenó el debilitamiento democrático en estos tres países, a los que describió como algunos de los regímenes más autoritarios del mundo.

Desde Raza e Igualdad denunciamos esta censura y reafirmamos nuestro compromiso con la libertad de expresión, la justicia y la democracia. Continuaremos haciendo un llamado a la comunidad internacional para que se denuncien las violaciones a los derechos humanos en Cuba, Nicaragua y Venezuela, y para que se garantice el restablecimiento de la democracia en estos países.



MUDE, un refugio amenazado por defender los derechos de mujeres e infancias negras en Palmira, Colombia

Bogotá, 20 de octubre de 2025 – El 15 de julio de 2024, las integrantes del Movimiento de Mujeres Unidas, Diversas y Emancipadas (MUDE) denunciaron que, en horas de la  madrugada, varias personas ingresaron violentamente a la casa donde funcionaba la sede de la organización, en el municipio de Palmira, Valle del Cauca. A través de sus redes sociales, hicieron público cómo fueron destruidos los computadores, y en general, el refugio de más de 300 personas, entre ellas niños, niñas, adolescentes y mujeres negras y diversas de esta región de Colombia, beneficiarias de MUDE. 

Ese día, las mujeres de esta organización sintieron que se ‘rebosó la copa’, tras años de amenazas, hostigamiento, actos de racismo, transfobia y campañas de odio difundidas a través de redes sociales. Les dejaron un mensaje claro: si siguen realizando esta labor, sus vidas están en peligro.

Después de un año del allanamiento, los hechos siguen en la impunidad y las integrantes de MUDE continúan denunciando lo ocurrido y exigiendo el reconocimiento y garantía de sus derechos en esta zona del Pacífico colombiano. “Seguimos haciendo un llamado a las autoridades y a las otras organizaciones, para que se nos escuche y se nos atienda. Queremos saber que tenemos un respaldo, que nuestras vidas importan, que a la gente le importa lo que pase con MUDE, con las infancias y con la diversidad”, dice María Camilia Saa, integrante de la organización. 

El Movimiento de Mujeres Unidas, Diversas y Emancipadas nació en 2019 y, desde entonces, ha acompañado y transformado la vida de más de seis mil niños, niñas, adolescentes, mujeres afrodescendientes y diversas, junto a sus familias, en Palmira y otros municipios del Valle del Cauca. Sady Carreazo, otra de sus integrantes, afirma que MUDE es un espacio para “colectivizar”. 

“Juntarnos garantiza la vida de la gente negra; es otra forma en la que podemos ser y habitar en libertad. Es otra oportunidad para estudiar, trabajar, ser y expresarse”, agrega Carreazo. La organización impulsa estrategias de incidencia, formación y visibilización con enfoque étnico y diverso, a través del arte y la música. Un ejemplo de ello es la agrupación Agojie de MUDE, que en sus canciones aborda temas como el cabello afro, el feminismo y las disidencias sexuales y de género.

Tras el ataque, MUDE se vio obligado a reubicar su sede en otro sector de Palmira, mientras sus integrantes siguen denunciando la continuidad de las amenazas y el hostigamiento que reciben, derivados de sus identidades diversas y de la labor en defensa de los derechos de sus comunidades.

Desde el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad) expresamos nuestro acompañamiento a MUDE y reiteramos nuestro llamado urgente a las autoridades competentes para que actúen con diligencia, garanticen la protección de sus integrantes, y aseguren que hechos como estos no queden en la impunidad. Defender la vida, la diversidad y el liderazgo de las mujeres negras y diversas es una responsabilidad ineludible del Estado colombiano.



“La lucha continúa dentro y fuera de Cuba”: José Daniel Ferrer, tras su exilio forzado en EEUU

Washington D.C., 16 de octubre de 2025 – Esa fue una de las afirmaciones de José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), tras llegar a Miami, Estados Unidos, junto con su esposa, la doctora y activista Nelva Ortega, y tres de sus hijos, luego de acogerse al exilio forzado. La salida de Ferrer fue notificada oficialmente por la Cancillería cubana, que precisó que su traslado, junto a su familia, fue resultado de una “solicitud formal” del gobierno estadounidense y de la “aceptación expresa” del activista cubano. 

El defensor de derechos humanos, quien recuperó su libertad el pasado lunes 13 de octubre, expresó tener “emociones encontradas”, al celebrar el reencuentro con parte de su familia, pero lamenta la situación de decenas de activistas que aún permanecen encarcelados en Cuba. “Es un momento muy duro y triste porque hay otros hermanos en Cuba que sobreviven en condiciones terribles en las peores cárceles del hemisferio occidental: Félix Navarro, Saylí Navarro, Sissi Abascal, Luis Manuel Otero, Maykel Castillo, Lisandra Góngora; son muchísimos a lo largo del país”, señaló.

Ferrer, de 55 años, es uno de los activistas más reconocidos de Cuba. Integró el grupo de los 75 prisioneros de conciencia condenados durante la Primavera Negra de 2003 y, desde entonces, ha sido objeto de reiteradas detenciones, torturas y procesos judiciales arbitrarios. Participó en las manifestaciones del 11 de julio de 2021, tras las cuales fue detenido arbitrariamente y, en enero de este año, puesto en libertad condicional. Sin embargo, el 29 de abril de 2025 volvió a ser encarcelado en la prisión de Mar Verde, donde denunció golpizas, torturas y amenazas contra su familia.

En una carta escrita desde esa prisión y divulgada el 3 de octubre, Ferrer había advertido que se encontraba al límite de lo que podía resistir y que estaba dispuesto a aceptar el exilio forzado para proteger su vida y la de los suyos. Desde Raza e Igualdad hemos denunciado reiteradamente ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) las graves violaciones a sus derechos humanos y las condiciones inhumanas de su reclusión, en nuestro papel como sus representantes legales, razón por la cual es beneficiario de medidas cautelares.

Celebramos que José Daniel Ferrer y su familia estén hoy a salvo, pero condenamos que su libertad haya dependido del destierro forzado, una práctica que vulnera derechos fundamentales y que el Estado cubano ha utilizado para silenciar voces críticas. Esta misma estrategia fue impuesta recientemente a la activista Aymara Nieto, integrante de las Damas de Blanco, liberada en agosto de 2025 bajo la condición de abandonar la Isla. Desde Raza e Igualdad reiteramos nuestro compromiso con la defensa de las personas perseguidas por motivos políticos en Cuba y hacemos un llamado a la comunidad internacional a exigir el fin de la represión, el encarcelamiento arbitrario y el exilio forzado de la disidencia cubana.



Rechazamos atentado contra los defensores venezolanos Yendri Velásquez y Luis Peche, muestra de represión transnacional

Bogotá, 14 de octubre de 2025 – Este lunes 13 de octubre de 2025, los activistas venezolanos Yendri Velásquez y Luis Alejandro Peche fueron víctimas de un atentado a tiros en el norte de Bogotá. Ambos resultaron heridos en las piernas y se recuperan fuera de peligro. Según información oficial, tres hombres armados los interceptaron y dispararon en repetidas ocasiones antes de huir del lugar. El Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad) expresa su enérgico rechazo ante este ataque, que representa un nuevo caso de represión transnacional, una forma de persecución política que busca silenciar a quienes defienden derechos humanos incluso más allá de sus fronteras. 

“Nos alarma el crecimiento de la represión transnacional en América Latina: una práctica que pretende castigar el activismo y callar las voces críticas, aun en el exilio. Este atentado contra Yendri y Luis vulnera no solo sus vidas, sino también el derecho colectivo a defender los derechos humanos”, señaló Carlos Quesada, director ejecutivo de Raza e Igualdad. 

Yendri Omar Velásquez Rodríguez es un reconocido defensor LGBTIQ+ venezolano y fundador del Observatorio Venezolano de Violencias LGBTIQ+. En 2024 recibió el Premio de Derechos Humanos y Estado de Derecho otorgado por las embajadas de Francia y Alemania; pero ese mismo año, en agosto, fue víctima de persecución estatal cuando se disponía a viajar a Ginebra para participar en una sesión del Comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación Racial. Fue detenido arbitrariamente en el aeropuerto de Maiquetía y su pasaporte fue anulado. Semanas después fue obligado a exiliarse en Colombia.

Luis Alejandro Peche Arteaga, de 34 años, es internacionalista y consultor político. Fue asesor en la Asamblea Nacional de Venezuela entre 2017 y 2018, durante la presidencia parlamentaria de la oposición, y colaboró con organizaciones de participación ciudadana como Voto Joven. En 2025 abandonó Caracas tras recibir amenazas. 

Este atentado se inscribe en un patrón de violencia transnacional cada vez más visible en la región. En junio de 2025, Raza e Igualdad condenó el asesinato del Mayor en retiro del Ejército de Nicaragua, Roberto Samcam, ocurrido en San José, Costa Rica, un hecho que evidenció que la persecución contra voces críticas y opositoras trasciende las fronteras nacionales. 

Llamado urgente al Estado colombiano 

En este contexto, Raza e Igualdad hace un llamado urgente y respetuoso al Estado colombiano para que adopte medidas inmediatas y efectivas de protección, a través de la Unidad Nacional de Protección (UNP), con el fin de salvaguardar la vida, la integridad y la seguridad de Yendri Velásquez, Luis Peche y sus familias. Asimismo, insta a la Fiscalía General de la Nación a adelantar una investigación pronta, exhaustiva y con la debida celeridad que permita identificar a los responsables materiales e intelectuales del ataque, y garantizar que no haya impunidad. 

De igual forma, exhorta a las autoridades a coordinar acciones con organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) y la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), con el propósito de fortalecer la respuesta institucional y brindar acompañamiento especializado. 

Raza e Igualdad también llama al Estado a reforzar las políticas nacionales de protección para personas defensoras, periodistas y líderes sociales, incorporando un enfoque interseccional, diferencial y de género que reconozca las múltiples vulnerabilidades que enfrentan los defensores migrantes y LGBTIQ+. 

Finalmente, exhortamos a la comunidad internacional, a las organizaciones sociales y a la sociedad civil a no guardar silencio frente a estos hechos. Condenamos enérgicamente las expresiones de represión transnacional en América Latina y el Caribe, y reafirmamos nuestro compromiso de acompañamiento y solidaridad con las víctimas de estos actos de violencia. 

Proteger la vida de quienes defienden derechos humanos es un compromiso colectivo y una obligación ética universal. Defender derechos no puede seguir siendo un riesgo que se pague con la vida. Colombia y toda la región deben ser territorios de refugio y esperanza, no espacios donde se prolonguen el miedo y la persecución. 

Raza e Igualdad condena las torturas y amenazas contra José Daniel Ferrer, quien anunció estar dispuesto al exilio forzado

Washington D.C., 7 de octubre de 2025. – El Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad) expresa su preocupación ante el anuncio del activista cubano José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), quien manifestó estar dispuesto a aceptar el exilio forzado como única alternativa para proteger su vida y la de su familia, tras años de torturas, amenazas y tratos inhumanos sufridos en prisión y mientras estuvo en libertad condicional.

En una carta escrita desde el Centro Penitenciario de Mar Verde, y divulgada el pasado viernes 3 de octubre, Ferrer denunció las graves violaciones a los derechos humanos que ha enfrentado por su activismo. “Durante años he sido sometido a brutales golpizas, torturas, humillaciones, amenazas hasta de muerte y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes por esbirros y otros instrumentos de la peor dictadura que ha conocido el continente americano”, escribió Ferrer.

Raza e Igualdad ha denunciado en reiteradas ocasiones ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) la violencia ejercida contra José Daniel Ferrer, así como las condiciones de reclusión a las que ha sido sometido. El activista también relató las amenazas dirigidas contra su esposa e hijos, lo que lo ha llevado a contemplar el exilio forzado como única forma de salvaguardar su integridad y la de su familia. “He llegado al límite de lo que un ser humano puede resistir. Si mi salida del país es la única opción para proteger a los míos, estoy dispuesto a aceptarla”, agregó.

“Las declaraciones de Ferrer confirman el nivel extremo de persecución y crueldad que enfrentan quienes defienden los derechos humanos en Cuba. Su disposición a aceptar el exilio forzado refleja la desesperación de un activista que ha sido víctima de tortura y represión sistemática durante años”, señala Carlos Quesada, director ejecutivo de Raza e Igualdad.

Ferrer, de 55 años, es uno de los activistas más reconocidos de Cuba. Integró el grupo de los 75 prisioneros de conciencia condenados durante la Primavera Negra de 2003 y, desde entonces, ha sido objeto de reiteradas detenciones, torturas y procesos judiciales arbitrarios. Participó en las históricas manifestaciones del 11 de julio de 2021, tras las cuales fue detenido arbitrariamente y, en enero de este año, puesto en libertad condicional. Sin embargo, el 29 de abril volvió a ser encarcelado en la prisión de Mar Verde.

Las denuncias realizadas por el defensor de derechos humanos reavivan una de las prácticas represivas más persistentes del régimen autoritario cubano: el destierro forzado, una estrategia que vulnera derechos fundamentales y que las autoridades utilizan para neutralizar liderazgos, silenciar voces críticas y despojar a activistas, artistas y periodistas de su arraigo y de sus vínculos familiares. Esta práctica se suma a otras formas de represión —como los procesos judiciales arbitrarios, el hostigamiento, la censura y el acoso sistemático—, cuyo objetivo es limitar o anular la participación política y social de quienes defienden los derechos humanos en Cuba.

En los últimos años, esta estrategia ha afectado a diversas personas activistas y periodistas de Cuba, quienes se han visto forzadas a abandonar el país tras años de represión, amenazas y encarcelamientos. Recientemente, la activista cubana Aymara Nieto, integrante de la organización Damas de Blanco y de la UNPACU, y también representada por Raza e Igualdad ante la CIDH, abandonó la Isla para radicarse en República Dominicana, el 11 de agosto de 2025. Nieto, encarcelada desde 2018, fue liberada bajo la condición impuesta por la Seguridad del Estado de abandonar Cuba. “Estuve presa hasta el último momento en que estuve en el aeropuerto. Ellos fueron los que me llevaron. Nunca me dejaron ir a la casa”, relató la defensora de derechos humanos. Viajó acompañada de su esposo, el también activista Ismael Boris Reñí, y dos de sus hijas, después de cumplir dos condenas consecutivas en una prisión de La Habana.

Desde Raza e Igualdad condenamos enérgicamente las torturas, amenazas y represalias que enfrenta José Daniel Ferrer, y alertamos sobre la gravedad de su situación en prisión. El caso de Ferrer evidencia la continuidad de un patrón de represión que, en los últimos años, ha obligado al exilio forzado a numerosas personas activistas, defensoras y periodistas independientes en Cuba. Instamos a la comunidad internacional a redoblar los esfuerzos para exigir su liberación inmediata, así como la protección de su familia y de todas las personas defensoras de derechos humanos en Cuba y en el exilio.

Asimismo, hacemos un llamado urgente a las Naciones Unidas, a la CIDH y a los gobiernos democráticos de la región a intervenir de manera decidida para garantizar la integridad física y psicológica de Ferrer, y poner fin a la persecución y al destierro forzado de la disidencia cubana.

Escuela Kátia Tapety en Colombia: dos encuentros para fortalecer liderazgos LGBTI+

Bogotá, 2 de octubre de 2025 — La Escuela de Formación Política Kátia Tapety, del Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad), llegó a Colombia con dos encuentros realizados en alianza con el Grupo de Acción y Apoyo a Personas Trans (GAAT), y con la Fundación Somos Identidad. Las jornadas se llevaron a cabo el 23 de septiembre en el Centro de Atención para la Población LGBTIQ+ del programa CaliDiversidad, en el barrio Miraflores de Cali; y el 26 en la Casa LGBTI Sebastián Romero de Teusaquillo, en Bogotá, donde se reunieron más de 50 personas con orientaciones sexuales e identidades de género diversas, para dialogar sobre participación política, violencia, mecanismos internacionales de protección de derechos humanos, y las luchas compartidas entre Brasil y Colombia.

La escuela, creada en Brasil en 2022 y que ya ha tenido dos promociones (llegando a más de 60 alumnas), lleva el nombre de Kátia Tapety, reconocida como la primera mujer trans elegida por voto directo en el país brasileño. Para Maria Paula Custódio, coordinadora del proyecto en Raza e Igualdad, el nombre es un homenaje a su legado político: “Ella es honrada en este proyecto que ahora se expande a Colombia”.

Los dos encuentros contaron con la participación de dos exalumnas de la escuela en Brasil: Isis Carneiro, integrante de la Articulación Brasileña de Lesbianas (ABL); y Dayanna Louise, secretaria de Educación de la Asociación Nacional de Travestis y Transexuales (ANTRA), quienes compartieron sus experiencias con las y los asistentes.

Isis Carneiro destacó que la escuela le permitió ampliar sus conocimientos: “Aunque soy abogada y ya he estudiado muchas cosas que vimos en la escuela, la visión que tuvimos fue completamente diferente. Logramos tener una perspectiva completamente diferente de la población LGBT y de las cosas que nos importan; no lo que vemos en la academia, que se nos olvida”.

Para Dayanna Louise, la llegada del proyecto a Colombia será un paso importante en la construcción colectiva de la región: “La escuela Kátia Tapety nos permite un proceso de incidencia política en la colectividad, pero también respetando las particularidades de cada persona. Entonces, traer la experiencia brasileña de la escuela Kátia Tapety a Colombia, es invertir en la construcción política de América Latina”.

Con estos dos encuentros, la Escuela Kátia Tapety consolidó un espacio de intercambio entre liderazgos LGBTI+ de Colombia y Brasil, reafirmando su objetivo de fortalecer la participación política de mujeres trans, travestis, negras e indígenas en América Latina. En esa misma línea, desde Raza e Igualdad renovamos nuestro compromiso de acompañar a las y los activistas de la región, impulsando espacios de formación e intercambio que contribuyan a la defensa y al reconocimiento pleno de los derechos de las personas LGBTI+.



Foro Permanente de las Naciones Unidas sobre los Afrodescendientes realizará consulta regional en Bogotá

Bogotá, 16 de septiembre de 2025. Este viernes 19 de septiembre, el Foro Permanente de las Naciones Unidas sobre los Afrodescendientes realizará la consulta regional para América Latina hispanohablante, un espacio que forma parte del proceso de construcción de la futura Declaración de las Naciones Unidas sobre el respeto, la protección y la efectividad de los derechos humanos de las personas afrodescendientes.

Este encuentro, que iniciará a partir de las 9 de la mañana en la sede principal del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia y reunirá a más de 60 líderes y lideresas, forma parte de las consultas regionales que adelanta el Foro Permanente en distintas partes del mundo, para recoger insumos y garantizar que las voces de las comunidades afrodescendientes sean tenidas en cuenta en la elaboración de la Declaración. La jornada en Bogotá será la segunda consulta regional, luego de la realizada en diciembre de 2024 en Barbados, enfocada en el Caribe.

De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en la región viven alrededor de 200 millones de afrodescendientes, equivalentes al 30% de la población total. Sin embargo, persisten barreras estructurales que limitan su acceso a la justicia, la participación política, la educación, la salud y el empleo digno. Dichas brechas se profundizan en el caso de las mujeres afrodescendientes, quienes enfrentan de manera interseccional los efectos del racismo y el sexismo. La consulta regional en Bogotá, dirigida a las comunidades afrodescendientes de los países hispanohablantes de América Latina, busca generar un diagnóstico sobre las múltiples formas de discriminación y racismo estructural en la región, y al mismo tiempo consolidar propuestas que fortalezcan el proyecto de Declaración.

La jornada, que se desarrollará mediante un diálogo amplio y participativo, se centrará en temas prioritarios identificados por el Foro Permanente, entre ellos: el reconocimiento y abordaje del racismo sistémico y estructural; la justicia reparadora frente a los legados del colonialismo, la esclavización, el apartheid y el genocidio; los derechos colectivos de los pueblos afrodescendientes; el desarrollo sostenible y la reducción de desigualdades; así como cuestiones urgentes y emergentes en derechos humanos, como el impacto de la inteligencia artificial, el cambio climático, la injusticia ambiental y la necesidad de reformar el orden económico internacional.

 

Desde el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad) acompañamos la participación de destacadas lideresas de la región, quienes aportarán desde sus experiencias y trayectorias a la discusión. Entre ellas se encuentran: la boliviana Paola Yánez, coordinadora de la Red de Mujeres Afrolatinoamericanas, Afrocaribeñas y de la Diáspora; la hondureña Mirtha Colón, presidenta de la Organización Negra Centroamericana (ONECA); la dominicana María Bizenny Martínez, coordinadora del Departamento de Derechos Humanos e Incidencia Política de MOSCTHA; la colombiana Luz Marina Becerra Panesso, representante legal de la Coordinación de Mujeres Afrocolombianas Desplazadas en Resistencia (La Comadre); y la mexicana Teresa Mojica, presidenta de la Fundación Afromexicana Petra Morga. Su participación permitirá visibilizar las realidades específicas que enfrentan las mujeres afrodescendientes frente a las violencias raciales, el desplazamiento forzado y la exclusión.

Voces de la diáspora: Mujeres afrodescendientes en resistencia y liderazgo global

Como antesala a la consulta, el jueves 18 de septiembre a las 4:00 p.m., en el Hotel Suite Jones (Chapinero, Bogotá), se llevará a cabo el diálogo Voces de la diáspora: Mujeres afrodescendientes en resistencia y liderazgo global. Este encuentro contará con la participación de las lideresas mencionadas y del profesor Justin Hasford, miembro del Foro Permanente de la ONU sobre los Afrodescendientes, cuya trayectoria en Estados Unidos y articulación con movimientos afrodescendientes de la diáspora, permitirá un análisis comparado entre América Latina y el Norte Global.

El evento, organizado por Raza e igualdad, tendrá interpretación simultánea inglés-español y busca consolidar un espacio de intercambio y construcción colectiva, fortaleciendo el vínculo entre las luchas históricas de las comunidades afrodescendientes en América Latina y aquellas que se desarrollan en otros contextos internacionales.



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