¡Libertad para el activista cubano José Daniel Ferrer García!

¡Libertad para el activista cubano José Daniel Ferrer García!

Washington D.C., 19 de septiembre de 2024 – El Parlamento Europeo votó hoy una resolución de urgencia en la que se solicita la liberación inmediata e incondicional del activista cubano José Daniel Ferrer García (53 años), líder de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), quien permanece en prisión desde el 11 de julio de 2021, día en que se llevaron a cabo en la Isla multitudinarias protestas, también conocidas como 11J.  

En el documento, el órgano legislativo de la Unión Europea (UE) insta al Estado de Cuba para que libere también a quienes se encuentran privados de libertad por motivos políticos en este país; que, de acuerdo con la organización Justicia 11J, son más de 600 personas en las 15 provincias y el municipio especial Isla de la Juventud. En la resolución de igual manera se solicita al Consejo de la UE que “aplique el régimen de sanciones en materia de derechos humanos, contra los y las responsables de las persistentes violaciones de los derechos humanos” en este país. 

“Para nosotros, como familiares de José Daniel, es muy importante que mi padre tenga este apoyo visible, para así salvaguardar su vida y la dictadura deje de torturarlo. También es importante que sean visibles los casos de todos estos hombres y mujeres que están presos injustamente, solamente por pedir la libertad de Cuba, y por defender sus derechos”, afirma Martha Beatriz Ferrer, hija del activista, quien vive exiliada en Estados Unidos. 

El líder de Unpacu, que hizo parte del grupo de los 75 prisioneros de conciencia condenados en la primavera negra de 2003, permanece en prisión tras la revocación de una condena de 4 años y 6 meses que había sido “subsidiada” en 2020; es decir, luego de su detención, la sentencia que antes cumplía en casa fue modificada por reclusión en el Centro Penitenciario de Mar Verde, ubicado en la provincia de Santiago de Cuba, la misma región donde ha vivido toda su vida y fue capturado.

Dentro de la cárcel, Ferrer García lleva más de un año y seis meses sin recibir visitas familiares ni poder comunicarse vía telefónica con sus seres queridos. El pasado 17 de septiembre de 2024 se conoció una carta en la que el defensor de derechos humanos denunciaba que “la dictadura” lo ha sepultado vivo. “Quieren silenciarme a toda costa, por eso no escuchan mi voz, por eso no reciben mis opiniones, mis razones, mis denuncias sobre lo que ocurre en este infierno…”, agregó. 

La familia del activista ha exigido en múltiples ocasiones que las autoridades de este país entreguen información sobre su estado de salud. También han denunciado que él y las personas privadas de libertad por motivos políticos, son torturados en prisión y carecen de una atención médica adecuada. 

Desde el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad) hacemos eco a la resolución expedida por el Parlamento Europeo, y exigimos que José Daniel Ferrer García y las más de 600 personas privadas de libertad por motivos políticos, sean liberadas de forma inmediata, sin condiciones ni represalias. También solicitamos al Estado de Cuba que se abstenga de reprimir, hostigar, amenazar y violentar a activistas, defensoras y defensores de los derechos humanos, artistas, periodistas independientes y todo aquel que se exprese de manera crítica sobre las políticas implementadas por las autoridades cubanas.



Raza e Igualdad y #NicasLibresYa celebran la excarcelación de 135 personas presas políticas y exigen al régimen Ortega-Murillo cesar las detenciones arbitrarias y la prisión por motivos políticos

Washington D.C., 5 de septiembre de 2024.- Raza e Igualdad y las organizaciones que conforman la campaña #NicasLibresYa, celebramos la reciente liberación de 135 personas que se encontraban privadas de libertad por motivos políticos en Nicaragua en condiciones inhumanas. 

La mañana de este jueves 5 de septiembre, estas 135 personas fueron liberadas y posteriormente desterradas hacia Guatemala tras las gestiones del gobierno de ese país y de los Estados Unidos. Allí se les brindará asistencia humanitaria y podrán reiniciar sus vidas. 

Entre estas 135 personas, están las 13 detenidas de la organización Puerta de la Montaña, así como laicos católicos, estudiantes, defensores de derechos humanos, periodistas y otros, “que Daniel Ortega y Rosario Murillo consideran una amenaza para su régimen autoritario”, según el comunicado publicado por la Casa Blanca. 

Nos alegra saber que no continuarán sufriendo de torturas, podrán recibir atención a sus problemas de salud y podrán tener acceso a una alimentación adecuada, condiciones que no tuvieron en el tiempo que estuvieron encarceladas injustamente. 

Sin embargo, nos preocupa que las detenciones arbitrarias y la prisión por motivos políticos sigan siendo parte del patrón represivo que el régimen ha impuesto a los nicaragüenses desde antes de la crisis política de 2018. 

Tras la Operación Guardabarranco que se ejecutó para la liberación de 222 personas presas políticas en febrero de 2023, las detenciones arbitrarias continuaron y el régimen pasó de tener 35 personas en las cárceles a 151, última cifra que registró el Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas hasta julio de 2024. 

Desde Raza e Igualdad y la campaña #NicasLibresya, exigimos que este patrón acabe y que, pensar diferente, no constituya un motivo para que los y las nicaragüenses sean encarcelados, torturados, aislados y luego desterrados a otros países.  Exhortamos al régimen en los meses siguientes a cesar las detenciones arbitrarias por motivos políticos.

Aunque salir de la cárcel y de Nicaragua permite a estas personas rehacer sus vidas en otro país, ello suele conllevar afectaciones psicológicas por el destierro, padecimientos de salud como consecuencia de la falta de atención médica durante el encarcelamiento y, en ocasiones, la separación forzada de sus familiares, ya que el régimen no les permite salir de Nicaragua. 

El régimen también tiene que garantizar la no persecución de estas personas más allá de las fronteras nicaragüenses, y la comunidad internacional debe velar para que las recientes reformas al Código Penal nicaragüense no extiendan las garras de la represión a otros países donde se encuentran personas exiliadas o desterradas. 

Las confiscaciones de propiedades, cancelaciones de personerías jurídicas de organizaciones no gubernamentales y cámaras empresariales, así como violaciones sistemáticas de los derechos humanos en contra de la población nicaragüense continúan, y la comunidad internacional debe hacer responsables a Ortega y Murillo, así como a sus funcionarios por todos los crímenes que han cometido.

Es hora de que el régimen Ortega-Murillo vea que la solidaridad mundial con las y los nicaragüenses es más grande que sus ansias de poder y así lo demuestran las acciones de los gobiernos de Estados Unidos y de Guatemala en el traslado y atención de estas 135 personas excarceladas.

Agradecemos que, por segunda ocasión, el gobierno del presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris dispongan de la diplomacia para lograr la liberación de las personas privadas de libertad por motivos políticos y que, en Guatemala, el presidente Bernardo Arévalo, aceptara recibirlas y brindarles, en conjunto, la asistencia humanitaria tan necesaria.

Como indica el comunicado de la Casa Blanca, estas personas también podrán optar a reubicarse en Estados Unidos u otro país, a través del programa de Movilidad Segura implementado por la administración Biden-Harris. 

No olvidamos que en las cárceles de Nicaragua todavía quedan una veintena de personas que están detenidas por pensar diferente y desde Raza e Igualdad y #NicasLibresYa, les aseguramos que continuaremos trabajando para exigir su liberación. 

¡Todos y todas son inocentes!

¡Nicaragua merece vivir en democracia!

En América Latina y el Caribe, las desapariciones forzadas entorpecen la democracia

Washington D.C., 30 de agosto de 2024 – En Venezuela, luego de que se cumpliera un mes de las cuestionadas elecciones presidenciales en este país, más de dos mil personas han sido víctimas de desapariciones forzadas y detenciones arbitrarias, de acuerdo con las organizaciones Provea y Foro Penal.  En México, “son alrededor de 110 mil las personas que a la fecha se encuentran desaparecidas”, según el Comité contra la Desaparición Forzada de la ONU (CED, por sus siglas en inglés). Mientras, en Cuba se registran casos de activistas “víctimas de desapariciones forzadas que no se prolongan en el tiempo”, de acuerdo con el Grupo de Trabajo sobre las Desapariciones Forzadas o Involuntarias

La situación en estos tres países evidencia parte de las graves violaciones a los derechos humanos en América Latina y el Caribe, según el miembro del Comité contra la Desaparición Forzada, el abogado ecuatoriano Juan Pablo Albán, con quien dialogamos a propósito de la conmemoración del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, este viernes 30 de agosto. 

Las desapariciones forzadas ocurren “siempre que se arreste, detenga o traslade contra su voluntad a las personas, o que estas resulten privadas de su libertad de alguna otra forma por agentes gubernamentales de cualquier sector o nivel, por grupos organizados o por particulares que actúan en nombre del Gobierno o con su apoyo directo o indirecto, y que luego se niegan a revelar la suerte o el paradero de esas personas, o a reconocer que están privadas de la libertad”, de acuerdo con Naciones Unidas

Esto es, precisamente, lo que ocurre de manera constante en América Latina y el Caribe, donde, según Albán, se registra el número más elevado de desapariciones forzadas en el mundo, siendo México el país en el que más se han documentado este tipo de violaciones a los derechos humanos. 

“Las tendencias más notables que se registran en la región y en el mundo, tienen que ver con las desapariciones cometidas por actores no estatales, las desapariciones en el entorno migratorio, las desapariciones en contextos de represión de la protesta o bajo el argumento de la lucha contra el terrorismo, o contra la delincuencia organizada; y las desapariciones de personas que son etiquetadas como potenciales miembros de pandillas, de bandas de delincuencia organizada o grupos terroristas”, afirma el integrante del Comité contra la Desaparición Forzada de Naciones Unidas. 

Albán asegura que cuando en un país se registran casos de desaparición forzada, se pierde la calidad de la democracia porque no hay debate social. “Los Estados pierden mucho cuando no responden, no afrontan este fenómeno y peor todavía, cuando practican la desaparición forzada como una política estatal”, agrega.

Colombia

El fenómeno de las desapariciones forzadas en Colombia ha sido un problema persistente durante más de seis décadas, estrechamente vinculado al conflicto armado que ha asolado el país. Según la Comisión de la Verdad, entre 1985 y 2016 se reportaron aproximadamente 121,768 casos de desapariciones forzadas, aunque se estima que la cifra podría alcanzar las 210,000 víctimas. Esta problemática también ha afectado a la población migrante, especialmente a las y los venezolanos. De acuerdo con la Universidad Católica Andrés Bello, de 2015 a 2020 se reportaron 836 personas venezolanas desaparecidas en Colombia. Sin embargo, la ausencia de datos precisos ha dificultado una evaluación completa de la magnitud de estas violaciones a los derechos humanos.

En el marco del Paro Nacional de 2021, se documentaron 4,846 traslados por protección temporal, una figura legal que ha sido cuestionada por su uso arbitrario y su impacto en los derechos de las y los manifestantes. A pesar de la resolución de la Corte Constitucional de exigir reportes detallados y el derecho a solicitar la cesación del traslado, estas prácticas continúan en la actualidad y siguen siendo problemáticas, con numerosos casos de abuso reportados, incluyendo tortura y violencia sexual.

El manejo de las desapariciones forzadas en Colombia enfrenta varios desafíos críticos, como la falta de activación del Mecanismo de Búsqueda Urgente (MBU) por parte de la Fiscalía; la falta de cumplimiento de recomendaciones internacionales y el uso de eufemismos por parte del Gobierno para minimizar la gravedad del problema. Además, el subregistro de casos y la discrepancia entre las cifras oficiales y las reportadas por organizaciones de la sociedad civil complican la evaluación precisa del fenómeno. Estas cuestiones subrayan la necesidad de una reforma integral en las prácticas policiales, y una mejora en la transparencia y eficacia en la respuesta del Estado ante las desapariciones forzadas.

Cuba

En la Isla, entre enero de 2022 y julio de 2024, se registraron “93 incidentes violatorios de derechos humanos, que incluyeron condiciones de desaparición forzada durante varias horas, días, e incluso por más de una semana”, de acuerdo con la organización Cubalex. El movimiento Damas de Blanco, por su parte, ha denunciado que entre 2013 y junio de 2024, se han documentado 3,904 detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas contra mujeres integrantes de este colectivo. La mayoría han sido víctimas en repetidas ocasiones, y por periodos que van de las 24 a las 72 horas.  

Este tipo de desapariciones forzadas, que no se prolongan en el tiempo como sí ocurre en Colombia, afectan principalmente a activistas, periodistas independientes, artistas y, en general, a todas las personas que discrepan del discurso oficial.

Un informe del Grupo de Trabajo sobre las Desapariciones Forzadas o Involuntarias de julio de 2024, también ha expresado su preocupación por las detenciones y el uso excesivo de la fuerza ejercida por la Policía durante las históricas manifestaciones del 11 de julio de 2021, conocidas como 11J. De acuerdo con este Procedimiento Especial de Naciones Unidas, la mayoría de las personas detenidas en ese contexto no comparecieron ante una autoridad judicial hasta muchos días, semanas o meses después, y antes de eso se desconocía la suerte y el paradero de los detenidos, lo que constituyó un acto de desaparición forzada.

Nicaragua 

En Nicaragua nueve personas se encuentran en situación de desaparición forzada, según la Unidad de Registro (UDR).  Entre estas personas se encuentran el líder indígena Brooklyn Rivera, y la periodista y gestora cultural Fabiola Tercero. 

Brooklyn Rivera, 72 años, es indígena miskitu, diputado regional (2022-2026) y líder máximo del pueblo misquito (Ta Upla), y del partido idígena YATAMA (Yapti Tasba Masraka Nanih Aslatakanka, “Hijos de la madre tierra unidos”). Su familia no tiene conocimiento de su paradero desde el 29 de septiembre de 2023. En enero de este año, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) señaló que Rivera se encuentra en “desaparición forzada” y abogó por su liberación.

Fabiola Tercero es periodista, activista y fundadora de “El rincón de Fabi”, un proyecto que tiene como objetivo promover la lectura entre jóvenes nicaragüenses. Su vivienda fue allanada el pasado 12 de julio y desde entonces se desconoce su paradero, al igual que el de su madre y su hermana. 

En una entrevista con el periódico español El País, la directora de la Unidad de Defensa Jurídica (UDJ), Alexandra Salazar, afirmó que las autoridades se niegan a proporcionar información sobre el paradero de estas personas. “De tal manera que no se tiene certeza de sus condiciones de detención, ni constatación de su estado de salud y vida”, añadió. Además, la UDJ identificó casos en los que las autoridades penitenciarias recomendaron a los familiares buscar a las personas detenidas políticas “en las morgues”, lo cual incrementa la angustia y constituye una forma adicional de tortura.

Por su parte, el Grupo de Trabajo sobre las Desapariciones Forzadas o Involuntarias, en su informe de julio de 2024, afirmó que las desapariciones forzadas “de corta duración” están siendo utilizadas como “instrumento para reprimir a opositores y críticos del Gobierno” desde el año 2018. Asimismo, el Grupo puso en relieve que el Estado debe proporcionar rápidamente información exacta sobre la detención de las personas privadas de libertad y el lugar o lugares a los miembros de su familia y a cualquier otra persona que tenga interés legítimo (art. 10, párr. 2, de la Declaración), y que el hecho de no hacerlo constituye una desaparición forzada. 

Perú 

En el caso de Perú, según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y Sitios de Entierro (Renade) del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, entre los años 1980 y 2000, durante el conflicto armado interno, hubo 21,918 personas desaparecidas, de las cuales aún falta determinar el paradero de 19,200 casos. A la fecha, solo se ha concluido con la búsqueda de 2,718 personas desaparecidas, en las que 39 fueron halladas con vida. Además, se pudo identificar y restituir 682 restos óseos que fueron entregados a las familias. A inicios de julio de 2024, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se pronunció sobre la restitución de restos del caso Putis, alentando al Estado a continuar la búsqueda, identificación, restitución digna y juzgamiento de los responsables.

Lamentablemente, el país ha retrocedido en el acceso de justicia, derecho a la verdad y a la reparación de las víctimas de desapariciones forzadas. Recientemente, el Congreso de la República aprobó la Ley 32107 que prescribe los crímenes de lesa humanidad o crímenes de guerra cometidos antes de 1 de julio de 2002, es decir, antes de la entrada en vigencia del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional y de la Convención sobre la Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de los Crímenes de Lesa Humanidad. Con esta ley, nadie podrá ser procesado, condenado o castigado por desapariciones forzadas, genocidio, esclavitud, terrorismo, tortura sistemática y generalizada, y otros crímenes de lesa humanidad. 

“Todo esto para darle impunidad a Fujimori y otras personas involucradas en graves violaciones a los derechos humanos”, enfatiza Albán. De hecho, los actos cometidos por el expresidente Alberto Fujimori dieron paso a la declaratoria de responsabilidad internacional de Perú dentro de  los casos Barrios Altos y La Cantuta, que fueron resueltos por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) y en los cuales varias de estas acciones han sido calificadas como crímenes de lesa humanidad.

En junio pasado, a través de un comunicado, la CIDH expresó que la propuesta de ley es contraria al derecho internacional y alertó que “desobedece abiertamente las sentencias de la Corte IDH”. En la misma línea, Volker Turk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, dijo en una reciente declaración que estos delitos no deben ser objeto de amnistías ni prescripción. Sin embargo, nada de eso impidió que el Congreso aprobara la norma.

Los casos de desapariciones forzadas que se describen en Colombia, Cuba, Nicaragua y Perú, evidencian las graves violaciones a los derechos humanos que también se registran en toda América Latina y el Caribe, y que, al mismo tiempo, entorpecen la democracia en la región. 

De acuerdo con el miembro del CED, Juan Pablo Albán, es necesario que en cada uno de estos países se promueva una cultura de denuncia, se documenten los casos, se utilicen las vías de protección, y más Estados que conforman la Asamblea General de Naciones Unidas se comprometan a luchar contra este fenómeno, para reducir las cifras de desapariciones forzadas en todo el mundo. 

Desde el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad) conmemoramos el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, y enfatizamos que este tipo de violencia afecta a miles de seres humanos incluidos activistas, personas defensoras de derechos humanos, indígenas, artistas de la región, personas opositoras o percibidas como tales, así como a sus familias, entre las que se encuentran niños y niñas que sufren por esta violencia institucional, o por parte de otros actores. Condenamos este fenómeno y hacemos un llamado a las autoridades de América Latina y el Caribe, para que se comprometan a buscar a las personas que aún siguen desaparecidas, y protejan a las voces críticas y disidentes. También instamos a la sociedad civil independiente a que siga denunciando estas violencias ante los mecanismos internacionales de protección de derechos humanos. 



Visita de la Relatora de la ONU sobre el Racismo a Brasil: El racismo sistémico y la violencia contra las mujeres de grupos raciales y étnicos son los aspectos más destacados de su informe

Brasil, 02 de setembro de 2024 – “El racismo sistémico exige respuestas sistémicas”. Así lo enfatizó Ashiwini K.P., Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre las formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia, durante la conferencia de prensa con las conclusiones preliminares de su visita a Brasil. Entre el 5 y el 16 de agosto, la Relatora visitó Brasilia, Salvador, São Luís, São Paulo, Florianópolis y Río de Janeiro, donde se reunió con autoridades del Poder Ejecutivo Federal y de los gobiernos estaduales, así como con diversas organizaciones de los movimientos negro, indígena, quilombola y gitano (pueblos romani).

En preparación para la visita, el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad) junto con el Instituto para el Desarrollo y los Derechos Humanos (IDDH), organizaron una capacitación virtual con entidades de la sociedad civil para apoyarlas en la elaboración del documento con recomendaciones que serían entregadas a la Relatora. Además, en la capacitación se presentaron los alcances y objetivos de la visita con el propósito de orientarles en acciones de diálogo e incidencia ante este procedimiento especial de la ONU.

“La visita de la Relatora sobre el racismo se da en un momento importante para el país, al fin y al cabo, estamos en otro año de elecciones y de abogar por políticas públicas interseccionales. Desde nuestra perspectiva, destacamos la importancia de proporcionar a las organizaciones brasileñas la relación entre la ONU y el gobierno, porque a partir del informe que se presentará, el Estado debe comprometerse a implementar reparaciones en materia de racismo”; destaca Rodnei Jericó da Silva, Director de Raza e Igualdad en Brasil.

Hallazgos preliminares: Aspectos destacados

Raza e Igualdad presenta algunos puntos clave de las conclusiones preliminares destacadas por la Relatora sobre su experiencia en el país, y que serán presentadas en el informe final al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en junio de 2025. Este informe será entregado al gobierno brasileño, que, como país signatario de la ONU, aceptó la visita oficial como una forma de evaluar sus políticas públicas.

En este sentido, Ashiwini K.P. destacó que identificó puntos positivos en algunas acciones gubernamentales, como el reconocimiento del racismo como un fenómeno sistémico; la creación del Ministerio de Igualdad Racial, el Ministerio de Pueblos Indígenas y la Secretaría de los Pueblos Romaníes, adentro del Ministerio de Igualdad Racial; las sólidas propuestas de políticas afirmativas; y la existencia de una unidad de salud en Bahía para el tratamiento de la anemia falciforme. Sin embargo, la Relatora enfatizó que los avances en el gobierno avanzan a un ritmo lento, ya que, reconociendo que el pasado colonialista genera una exclusión de grupos marcados por la violencia estructural, Brasil debe adoptar un enfoque sistémico para garantizar la justicia reparatoria.

La falta de datos desglosados es una cuestión señalada como urgente por la Relatora. Destacando la ausencia de datos sobre los pueblos gitanos, las personas LGBTI+, los migrantes, los refugiados y las personas con discapacidad, que se enfrentan a una discriminación múltiple. También señala el crecimiento de células neonazis, especialmente en Santa Catarina, donde mencionó que hay un borrado de datos sobre este último tema. De esta manera, enfatizó que Brasil debe garantizar que la investigación y las políticas públicas sean apoyadas y consultadas por los grupos en situación de vulnerabilidad.

Así pues, entre sus propuestas figura la creación de una institución nacional de derechos humanos independiente de conformidad con los principios relativos al estatuto de las instituciones nacionales de promoción y protección de los derechos humanos (Principios de París), con el fin de supervisar y aplicar medidas antirracistas.

La Relatora enfatizó que las comunidades indígenas y quilombolas se encuentran bajo numerosos retrocesos protagonizados por el Legislativo y el Congreso Nacional. En sus críticas, destacó la lentitud del Estado en el proceso de demarcación territorial de estas comunidades; la seriedad de la tesis del marco temporal; el racismo ambiental como motor de exclusión y vulnerabilidad; y el descuido de la salud de estas poblaciones ante el avance de la minería ilegal (plaguicidas y enfermedades urbanas). También expresó su preocupación por la violencia sufrida por los pueblos indígenas y los quilombolas, destacando el reciente caso Guaraní-Kaiowá, en Mato Grosso do Sul, y otros conflictos en Bahía. Por lo tanto, la Relatora instó al Gobierno a tomar una posición urgente frente a la intimidación contra los pueblos indígenas y quilombolas, advirtiendo sobre la gravedad de la violencia ambiental consecuente, y que se deben tomar acciones más contundentes, además de enfatizar el compromiso internacional de Brasil con el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

“Es necesario un plan nacional coordinado para los asuntos indígenas y quilombolas, ya que la protección de sus tierras es esencial para enfrentar la crisis climática”, dijo Ashiwini K.P.

La comprensión del racismo religioso como una práctica persecutoria y reproductora de violencia contra los practicantes de religiones de base africana fue uno de los aspectos más destacados de sus conclusiones. En este sentido, la Relatora citó casos que les llegaron a través de la sociedad civil, como el transporte privado que se niega a llevar a las personas con sus vestimentas religiosas, la pérdida de la custodia de los hijos por parte de las mujeres axé y las agresiones físicas organizadas contra terreiros. A su entender, destacó que el Estado permite este tipo de prácticas misóginas y racistas y sugirió que el gobierno cree un programa de protección para enfrentar este problema.

“Incluso si existe Dial 100, la falta de inversión por parte del Estado envía un mensaje de impunidad y de que el gobierno no tomará ninguna medida contra el racismo religioso”, dijo.

En cuanto a la situación de las defensoras y defensores de derechos humanos, la Relatora expresó su consternación por la gravedad de las amenazas y la brutalidad policial a la que están expuestos estos grupos. Aunque reconoció la importancia de la creación del Grupo de Trabajo Técnico de Sales Pimenta, para elaborar propuestas de la Política y el Plan Nacional de Protección de las Personas Defensoras de Derechos Humanos, destacó la falta de recursos para los derechos humanos y la efectividad de los que ya existen. De esta manera, instó a Brasil a implementar las acciones recomendadas por la Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre la situación de los defensores de los derechos humanos, Mary Lawlor, luego de su visita a Brasil en abril de este año.

Ante la situación de las mujeres negras y las interseccionalidades de género, como las mujeres LBT, el precario acceso al sistema de salud y la violencia obstétrica, el tema de las trabajadoras domésticas, la violencia sexual y el feminicidio que impacta desproporcionadamente a estas mujeres, con lo que ponderó la necesidad de la orientación psicológica como política pública gubernamental. La Relatora mostró gran preocupación por los datos presentados que demuestran que las mujeres negras están más expuestas al feminicidio, destacando la violencia que se presenta con las mujeres negras lesbianas y transexuales. Además, en su evaluación se observó la penalización del aborto, además de las barreras que enfrentan las mujeres que buscan incluso el aborto legal, de conformidad con el Código Penal. En este sentido, enfatizó su preocupación por la Propuesta de Enmienda Constitucional 1904/2024, que aumenta las penas para las mujeres que abortan hasta 20 años de prisión. En este punto, se destacó la importancia de que el Gobierno implemente las recomendaciones del Comité CEDAW, que evaluó a Brasil este año, para despenalizar el aborto y garantizar el acceso seguro para todas las personas, respetando los derechos y la autonomía corporal de las mujeres. En cuanto a la economía del cuidado, también observó la explotación económica que sufren las trabajadoras domésticas.

En cuanto a la violencia policial, la Relatora señaló que son especialmente las madres afrodescendientes las que pierden a sus hijos e hijas debido a la brutalidad policial, y que además de ser víctimas, también son criminalizadas.  Por lo tanto, su informe tendrá un punto importante en el que se deben tomar medidas más efectivas contra el sistema penitenciario y, aun reconociendo que el uso de cámaras policiales es un paso importante hacia una política de seguridad antirracista, señaló que hay informes de que estas cámaras no se utilizan y que el gobierno está utilizando medidas de discriminación racial sin base científica. De esta manera, instó al gobierno a crear leyes para el uso de la inteligencia artificial para que no se utilice de manera racista.

La Relatora también destacó la segregación espacial, especialmente en los grandes centros, que en su mayoría están ocupados por afrodescendientes y que tienen un acceso precario a la infraestructura. Además, destacó la falta de apoyo a las personas en situación de calle.

El avance de la extrema derecha y el crecimiento de células neonazis fue uno de los puntos de extrema preocupación de la Relatora, quien destacó que existe una negación por parte del estado de Santa Catarina sobre estos grupos y que se deben implementar políticas y acciones afirmativas que refuercen la legislación local para combatir el negacionismo. Desde esta perspectiva, también destacó su preocupación por la falta de esfuerzos del legislativo brasileño frente a proyectos de ley que pretenden hacer retroceder algunos de los derechos ya conquistados.

Por último, expresó su preocupación por el crecimiento de la violencia política de género y el discurso de odio, e instó al gobierno a tomar medidas cuidadosas en este ámbito. Destacó que la baja representación de grupos en situación de vulnerabilidad en los espacios de toma de decisiones es un reflejo del racismo sistémico. Además, esta falta de representatividad también se puede ver dentro del Poder Judicial.

Raza e Igualdad agradece a Ashiwini K.P. por su apoyo e interés, en el compromiso de su relatoría para promover acciones antirracistas y de justicia racial en Brasil. Destacamos como valor importante el reconocimiento del racismo religioso como práctica racista y discriminatoria ante un mecanismo internacional de derechos humanos. Seguimos luchando por la defensa y garantía de los derechos humanos para enfrentar las desigualdades estructuradas por el sistema racista. Es urgente que el Estado brasileño se comprometa con las demandas de justicia y equidad de su población. Un gobierno cuya propuesta es “Unión y Reconstrucción” debe tener como prioridad la reparación histórica.

Finalmente, compartimos algunas de las recomendaciones entregadas a la Relatoría sobre las formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia por parte de organizaciones brasileñas:

  • Mejoramiento de las políticas públicas de acceso a la asistencia jurídica y a los servicios de apoyo a las víctimas de violencia doméstica y familiar, a partir de un relevamiento de los casos registrados en los últimos años, con el objetivo de apoyar y proteger a las mujeres víctimas de violencia y racismo (especialmente el racismo religioso), entre otras acciones que se señalen, a partir de la colaboración de las agrupaciones feministas, líderes religiosos, gestores públicos y expertos en el tema.
  • Exigir la implementación de la Política Nacional de Salud para la Población LGBTI+ a través de la creación de equipamiento de salud especializado para atender las demandas de alta complejidad en la salud de las mujeres lesbianas;
  • Recomendar que el Estado brasileño aborde de manera efectiva todas las barreras a la justicia que enfrentan las víctimas de delitos racistas acelerando los enjuiciamientos, revisando los estándares de evidencia para fortalecer la rendición de cuentas por actos discriminatorios y monitoreando las disparidades raciales en el acceso a la justicia, especialmente para las mujeres afrodescendientes y las personas LGBTI+.
  • Pedir al Estado brasileño que procure implementar adecuadamente medidas de reparación para las víctimas y familiares afectados por la violencia del Estado, que deben incluir apoyo psicológico, asistencia médica e indemnización económica, además de otras que sean necesarias en el análisis del caso concreto.
  • Asegurar que el Estado brasileño también cumpla con las recomendaciones preparadas por los Comités para la Eliminación de la Discriminación Racial y el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, órganos creados en virtud de tratados que recientemente examinaron el país y señalaron preocupaciones similares.
  • Recomendar la participación política de los pueblos indígenas y comunidades quilombolas en el desarrollo de políticas públicas que afecten sus territorios y en las políticas de defensa del medio ambiente. Además, instar al Estado brasileño a garantizar la demarcación y titulación de las tierras quilombolas e indígenas, además de rechazar la tesis del Marco Temporal.

Raza e Igualdad y organizaciones de RegionaR expresan preocupación por denuncias de violaciones de derechos humanos en el contexto electoral de Venezuela y demandan verificación independiente de votos

1 de agosto, 2024.– El pasado 28 de julio se celebraron elecciones presidenciales en Venezuela, sin embargo, existen dudas fundadas sobre la veracidad de los resultados proclamados por el Consejo Nacional Electoral (CNE), según los cuales el señor Nicolás Maduro habría sido reelecto.

De acuerdo con información pública, el domingo se llevó a cabo una jornada mayoritariamente pacífica en la que millones de personas venezolanas salieron con ilusión, entusiasmo y espíritu democrático a expresar su voto en las urnas. Durante este proceso nacional recibimos noticias sobre impedimentos para votar, principalmente, respecto de personas en el extranjero.

Ahora bien, los cuestionamientos en relación con los resultados no surgen solamente de lo ocurrido el pasado domingo. Es importante recordar que las citadas elecciones se llevaron a cabo en un contexto de fuertes restricciones al espacio cívico, incluyendo actos de persecución y criminalización a personas que el Gobierno considera opositoras políticas y personas defensoras de derechos humanos. Asimismo, organizaciones locales y expertas han reclamado insistentemente al máximo órgano electoral las garantías de independencia e imparcialidad, y en general,  han denunciado una presunta cooptación  de los órganos de control por parte del actual Gobierno.

Dados estos antecedentes, en RegionaR nos unimos a la solicitud internacional dirigida a las autoridades actuales para que demuestren de forma absoluta y transparente los resultados emanados de las actas correspondientes a cada mesa de votación, a fin de que no exista duda sobre cuál ha sido la voluntad electoral de la ciudadanía venezolana.

Las organizaciones firmantes, todas integrantes de RegionaR, manifestamos nuestra solidaridad con las y los ciudadanos de Venezuela, y con las organizaciones defensoras de los derechos humanos que allí están al servicio de la población en general. Condenamos todo tipo de violencia cualquiera que sea su origen y hacemos un llamado al diálogo que devuelva la paz al país.

Particularmente, recibimos con preocupación noticias sobre actos de represión desproporcionada de protestas cívicas y pacíficas que estarían ocurriendo en diversas partes del territorio venezolano, así como de múltiples detenciones arbitrarias y desapariciones forzosas. Ante ello, exhortamos con vehemencia al Estado venezolano para que respete las garantías constitucionales, y el respeto a los derechos contenidos en los tratados internacionales, en especial, los referidos a libertad de expresión, de reunión y asociación pacíficas, y se abstenga de incurrir en actos de represión, persecución o criminalización. En especial, recordamos que las autoridades están obligadas a proteger y brindar garantías para que las personas puedan ejercer y defender su derecho al sufragio y a elegir libremente a sus autoridades.  Una democracia sin libertades civiles y políticas ni respeto a los derechos humanos no es democracia.

RegionaR es un espacio diverso de análisis sobre los factores comunes que amenazan y afectan los derechos humanos, el Estado de derecho y la democracia en la región. Además, hacemos llamados a la acción y formulamos propuestas desde un abordaje articulado a partir de experiencias exitosas de resistencia, resiliencia y de nuevos enfoques y narrativas innovadoras para la defensa de derechos humanos en la región.

Organizaciones firmantes:

  • Asociación ALFIL – Ecuador
  • Asociación Ciudadana ACCEDER – Costa Rica
  • Asociación Indígena Taiñ Adkimn – Chile
  • Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE) – Regional
  • Centro Loyola Ayacucho – Perú
  • Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más – Nicaragua
  • Comité de Familiares de Víctimas del Caracazo – Venezuela
  • Foro Indígena Abya Yala – Regional
  • Equipo Jurídico por los Derechos Humanos – Honduras
  • Fundación Ecuménica para el Desarrollo y la Paz (FEDEPAZ) – Perú
  • Fundación Mahuampi Venezuela – Colombia
  • Grupo COMUNICARTE – Colombia
  • Iepé – Instituto de Pesquisa e Formação Indígena – Brasil
  • ILEX Acción Jurídica – Colombia
  • Instituto de Defensa Legal – IDL – Perú
  • Instituto Internacional sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos – Internacional
  • Movimiento Sociocultural de trabajo humanitario y ambiental los Trabajadores Haitianos – República Dominicana
  • Organización Las Crisálidas – Guatemala
  • Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos (PROVEA) – Venezuela
  • Servicio Jesuita a Refugiados para Latinoamérica y el Caribe – JRSLAC – Regional
  • Servicio Jesuita para Migrantes Costa Rica – Costa Rica
  • Servicio Social Pasionista (SSPAS) – El Salvador
  • Unidad de Defensa Jurídica (UDJ) – Nicaragua

En los tres años del 11J, diez activistas de Cuba denuncian violaciones de DDHH en este país

Washington D.C., 10 de julio de 2024 – En Cuba, este jueves se conmemoran tres años de las históricas y multitudinarias protestas del 11 y 12 de julio de 2021, también conocidas como 11J. Miles de personas se tomaron las calles y más de 1400 habitantes de este país, fueron detenidos de forma arbitraria, de acuerdo con cifras de Justicia 11J, organización que ha documentado que actualmente hay más de 600 personas condenadas por haber participado en estas manifestaciones.

Marcharon para denunciar la crisis social, política y económica que se registra en la Isla, donde escasean alimentos y medicamentos. Como resultado de esto, existe una cifra superior a 340 mil personas, que migraron fuera de Cuba en 2022, según el informe 2024 sobre Migración Mundial de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

A raíz de los tres años de estas manifestaciones, dialogamos con 10 activistas de la Isla, dos residiendo en este país, una desterrada y siete viviendo en el exilio, quienes denunciaron que las violaciones de derechos humanos registradas en 2021 continúan ocurriendo, y han empeorado. 

Los apagones, las detenciones de forma arbitraria, las condenas injustas, la violencia de género, y la imposibilidad de expresarse libremente y cuestionar las acciones del régimen autoritario de este país, son parte de las denuncias que hizo el grupo de personas que, desde Cuba, España, Estados Unidos, México y Panamá, confirmaron la grave crisis social, política y económica en este país.

Dunia Medina, Dairon Hernández, Anamely Ramos, Manuel Cuesta, Yanelys Núñez, Raúl Soublett, Camila Rodríguez, Mario Luis Reyes, Alicia Fernández y Carolina Barrero, son los nombres de las 10 personas activistas que, a punta de un papel y marcadores, hicieron estas denuncias en forma de protesta pacífica a través de las redes sociales.

Con esta iniciativa, el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad) recuerda el estallido social de 2021 en Cuba, condena la represión, y exige que sean liberadas las más de 600 personas que todavía permanecen privadas de libertad por haber participado en las marchas del 11J. También recuerda que continúan vigentes los reclamos que hizo la sociedad civil independiente en aquel entonces, los cuales han ocasionado nuevas protestas, como las ocurridas en agosto de 2022 en Nuevitas (provincia de Camagüey), en mayo de 2023 en La Caimanera (Guantánamo), y en marzo de este año en Santiago de Cuba, Granma y Matanzas.

Audiencia ante la CIDH

Este jueves 11 de julio, a partir de las 11:00 a.m. (hora Washington D.C.), se realizará la audiencia temática ‘Violaciones a los derechos humanos en el contexto de la violencia institucional en Cuba’. Este espacio, que se hará en el marco del 190 período de sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), se llevará a cabo el mismo día en que se conmemoran tres años de las multitudinarias protestas del 11 de julio de 2021. Para ver y escuchar la audiencia, es necesario registrarse en este enlace.

Durante este espacio que otorga la CIDH a la sociedad civil independiente, se abordarán varios temas como las muertes en custodia, la represión de las protestas pacíficas, y la violencia contra personas afrodescendientes, defensoras de derechos humanos, mujeres y personas LGBTI+.

En esta audiencia intervendrán La Coalición que está compuesta por las organizaciones Cubalex, Iniciativa para la Investigación y la Incidencia, la Mesa de Diálogo de la Juventud Cubana (MDJC), el Museo Virtual de la Memoria contra la Violencia Basada en Género (Museo V) y el Museo de la Disidencia en Cuba, en conjunto con Raza e Igualdad, el Centro de Estudio Liderazgo y Desarrollo (CELIDE), el Observatorio de Género de Alas Tensas y las Damas de Blanco.

Tres años del 11J: Más de 600 personas permanecen privadas de libertad por protestar pacíficamente en Cuba

Washington D.C., 10 de julio de 2024 – Las organizaciones firmantes realizan la siguiente declaración en conmemoración del tercer aniversario de las manifestaciones realizadas el 11 de julio de 2021 (11J -en adelante) y los días siguientes en Cuba, y demandan al Estado cubano el respeto, protección y garantía de los derechos humanos de todos sus habitantes, sin discriminación de ningún tipo.

Las protestas del 11J surgieron como una respuesta de la población a la crisis social, económica y de derechos en Cuba. Pese a que han transcurrido tres años de estas históricas manifestaciones, la situación en la isla no ha mejorado, resultando, por el contrario, en el incremento de violaciones de derechos. Tan solo entre enero y febrero de 2024, las organizaciones de la sociedad civil independiente reportaron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) “cerca de 300 acciones represivas contra personas activistas y defensoras de derechos humanos, disidentes políticos, periodistas, artistas independientes, y familiares de personas privadas de libertad por motivos políticos”.

Estos hechos surgen en medio del incremento de restricciones ilegítimas a la libertad de expresión, de reunión, asociación y de otros derechos humanos. En palabras de la CIDH, en Cuba existe un patrón de “violaciones masivas, graves y sistemáticas de derechos humanos”, lo que se corrobora en datos documentados por organizaciones de la sociedad civil independiente como el Observatorio Cubano de Derechos Humanos y Cubalex.

En este contexto, los y las cubanas continúan alzando sus voces. De acuerdo con el Observatorio Cubano de Conflictos, en junio de 2024 se registraron al menos 671 protestas. A la par, el gobierno cubano continúa reprimiendo y asediando a quienes deciden manifestarse pacíficamente. La organización Justicia 11J ha documentado que más de 650 personas permanecen privadas de libertad por su participación en diferentes protestas que se han realizado desde julio de 2021. A esto se suma la cifra de personas exiliadas forzosamente quienes se vieron obligadas a abandonar la isla en búsqueda de protección. El informe 2024 sobre Migración Mundial de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) reveló que más de 340 mil personas cubanas salieron de su país en 2022, uno de los mayores éxodos que se hayan registrado en la historia de la Isla.

Los hechos descritos evidencian un panorama preocupante en materia de derechos humanos en Cuba. Los efectos del 11J persisten hasta la actualidad afectando a miles de familias cubanas. Para limitar el ejercicio del derecho a la protesta y la libertad de expresión, se han intensificado las detenciones arbitrarias, las desapariciones forzadas de corta duración, la vigilancia, las citaciones ilegales y las amenazas, entre otras prácticas sistemáticas. Además, el gobierno cubano ha amenazado con aplicar severas sanciones, e incluso la pena de muerte, a las personas manifestantes. La política estatal, basada en la represión y el amedrentamiento constante a la población, requiere acciones urgentes para cesar estas violaciones a sus derechos humanos. Por ello, con motivo del tercer aniversario del 11J hacemos un llamado al Estado de Cuba para que respete, proteja y garantice los derechos humanos de todos sus habitantes sin discriminación de ningún tipo; además, exigimos la liberación de las personas privadas de libertad por ejercer sus derechos civiles y políticos.

 

Firmamos,

  • ARTICLE 19 México y Centroamérica
  • Artists at Risk Connection (ARC)
  • Civil Rights Defenders
  • Centro de Documentación de Prisiones Cubanas
  • Cubalex
  • Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad)
  • Justicia 11J
  • Mesa de Diálogo de la Juventud Cubana
  • PEN Internacional
  • PEN de Escritores cubanos en el exilio

Asamblea de la OEA: Raza e Igualdad dialogará con sociedad civil y expertos sobre discriminación racial, violencia de género y seguridad hemisférica

Washington D.C., 14 de junio de 2024 – De cara al 54º período de sesiones de la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad) reafirma su compromiso con la defensa de los derechos humanos en la región realizando tres eventos paralelos. El primer evento, el Foro Interamericano contra la Discriminación, que forma parte del calendario institucional desde el año 2005, reunirá a líderes y lideresas de diferentes países para un diálogo sobre la reparación y las principales demandas de la población afrodescendiente, indígena y LGBTI+. El segundo evento abordará la crisis de derechos humanos en Nicaragua y el apoyo financiero internacional; y el tercer evento, coordinado por el Consorcio Latinoamericano de Derechos Humanos, reunirá a actores clave de diferentes países para debatir sobre los derechos humanos como pilar de la seguridad hemisférica en las Américas. 

La Asamblea General de la OEA se celebrará del 26 al 28 de junio en la Conmebol, ubicada en la ciudad de Asunción, Paraguay, bajo el lema “Integración y Seguridad para el Desarrollo Sostenible de la Región”. Para Raza e Igualdad, la Asamblea General de la OEA es un espacio de amplio diálogo e intercambio de buenas prácticas de la sociedad civil de la región, además de una oportunidad para fortalecer sus demandas a través de la escucha de delegaciones integradas por los Estados Miembros y su Secretaría. De esta manera, los eventos paralelos logran el propósito de una incidencia política efectiva ante este mecanismo internacional de derechos humanos. 

Foro Interamericano contra la Discriminación

Este año, el Foro Interamericano contra la Discriminación se llevará a cabo el martes 25 de junio, y constará de cuatro secciones con los siguientes temas: “El papel de los sistemas de protección de derechos humanos en la reparación de diferentes grupos discriminados en la región”; “Experiencias de reparación en la región y sus alcances en relación con grupos racializados, móviles o desplazados, minorías sexuales, religiosas, lingüísticas, políticas, entre otros”; “Reparación en el contexto de género”; y, por último, la sección “La población étnica y el 54º Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea General de la OEA”.

En su panel de apertura, el Foro contará con Gloria De Mees, relatora de la OEA sobre los Derechos de las Personas Afrodescendientes y contra la Discriminación Racial. En sus siguientes paneles, líderes y lideresas de la región se sumarán al debate con información sobre sus contextos y sus luchas por la reparación, restitución y garantías de no repetición. Además, en el contexto de la reparación de género, varias activistas presentarán y discutirán las implicaciones de la recomendación general del Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará (MESECVI) sobre las mujeres afrodescendientes. 

En el marco del Foro anual, también se discutirá el fortalecimiento de la Coalición Afrodescendiente de las Américas y la Convención Interamericana contra el Racismo, la Discriminación Racial y Formas Conexas de Intolerancia (CIRDI). 

Para participar, inscríbase aquí: https://tinyurl.com/2fx7uc29 

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La apoyo financiero internacional a Nicaragua a pesar de la crisis democrática y de derechos humanos

La tarde del martes 25 de junio, Raza e Igualdad reunirá a personas expertas de la OEA, la academia y la sociedad civil, para discutir la responsabilidad de las Instituciones Financieras Internacionales (IFIs) en relación con los crímenes de lesa humanidad y violaciones de derechos humanos en Nicaragua. Asimismo, se analizará la relevancia estratégica de estas instituciones en el uso de la debida diligencia en materia de derechos humanos para hacer frente a los impactos negativos de sus proyectos de desarrollo. 

En un régimen históricamente marcado por violaciones sistemáticas de los derechos humanos, la continuidad del apoyo financiero internacional saca a la luz varios interrogantes de la sociedad civil. Desde el año 2018 hasta hoy, el régimen autoritario de Daniel Ortega, Rosario Murillo y sus seguidores han llevado a cabo ataques generalizados y sistemáticos contra la población civil nicaragüense en oposición por motivos políticos. Desde 2021, la crisis democrática y de derechos humanos se ha agravado significativamente. El 9 de febrero de 2023, 222 personas fueron liberadas de prisión, luego desterradas a los Estados Unidos y despojadas arbitrariamente de su nacionalidad y derechos ciudadanos. Entre los grupos más vulnerables se encuentran las personas defensoras de derechos humanos, periodistas, líderes religiosos, mujeres, pueblos indígenas y afrodescendientes, y personas LGBTI+.

Sin embargo, la abundante evidencia de la crisis democrática y de derechos humanos en Nicaragua no fue suficiente para que las Instituciones Financieras Internacionales decidieran cambiar su estrategia hacia el país, fortalecer su debida diligencia en materia de derechos humanos, o suspender y/o cancelar la ejecución de sus proyectos en este. En febrero de 2024, el Grupo Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, el Grupo Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Centroamericano de Integración Económica apoyaron 97 proyectos en fase de ejecución en Nicaragua, con la aprobación de US$5.082,43 millones, según la información disponible en sus sitios web. De estos, 57 proyectos fueron aprobados por un total de US$2,784.43 millones, tras el inicio de la crisis en 2018.

Para participar, inscríbase aquí: https://tinyurl.com/57r4b22m 

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Los derechos humanos como pilar de la seguridad hemisférica en las Américas

El Consorcio Latinoamericano de Derechos Humanos -conformado por Raza e Igualdad, Freedom House y la Fundación Panamericana para el Desarrollo (PADF)- realizará el evento “Los derechos humanos como pilar de la seguridad hemisférica en las Américas” el miércoles 26 de junio. Este evento tiene el objetivo de visibilizar las violaciones a los derechos humanos en Cuba, Nicaragua, El Salvador y Venezuela; como motor del debate sobre la seguridad en la región. En estos países con contextos inseguros y represivos, se generan desigualdades en materia de libertad y seguridad con un efecto diferencial en los grupos más vulnerables, como personas afrodescendientes, mujeres, niños, población LGBTI+ y personas privadas de libertad por motivos políticos.

Así, nuevas preocupaciones y desafíos, incluyendo la situación política, social, económica, ambiental y de derechos humanos de los Estados Miembros de la OEA, han llevado a esta organización a redefinir su comprensión de la seguridad hemisférica. Así, el 28 de octubre de 2003, los Estados de las Américas promulgaron la “Declaración sobre Seguridad en las Américas”, proponiendo un nuevo concepto de seguridad multidimensional que reconoce que el objetivo de la seguridad hemisférica es la “protección de los seres humanos”.  

En su declaración, la OEA consideró que “la democracia representativa es una condición indispensable para la estabilidad, la paz y el desarrollo de los Estados del Hemisferio” y que es “responsabilidad de los foros especializados de la OEA, así como de los foros interamericanos e internacionales, desarrollar mecanismos de cooperación para enfrentar estas nuevas amenazas sobre la base de los instrumentos aplicables”. 

En este contexto, el relator Especial para la Libertad de Expresión de CIDH, Pedro Vaca; la directora adjunta del Programa para Latinoamérica y el Caribe de Freedom House, Alejandra Argueta; el abogado de la organización Cubalex, Alain Espinoza; de la organización Cubalex; la profesional en Derecho de la Unidad de Defensa Jurídica de Nicaragua, Arlette Serrano; el periodista venezolano de Voces de la Memoria, Víctor Navarro; y el co-fundador de la asociación Tracoda (Transparencia, Contraloría social, Datos abiertos) de El Salvador, Luis Villatoro, discutirán estrategias para fortalecer la seguridad y protección de la población y las personas defensoras de derechos humanos, entre los desafíos actuales que enfrentan los regímenes autoritarios en las Américas. 

Para participar, inscríbase aquí: https://tinyurl.com/537cdu3w 

 

Más información sobre los eventos 

Foro Interamericano contra la Discriminación

Fecha y hora: Martes 25 de junio, 9:00 a.m. – 12:30 p.m. (Asunción y Washington D.C.) / 10 a.m. – 1:30 p.m. (hora de Brasilia)

Ubicación: Hotel Dazzler, avenida Aviadores del Chaco

Transmisión en vivo a través de Zoom y Facebook Live @RaceandEquality

Inscripciones: https://tinyurl.com/2fx7uc29 

Interpretación simultánea en español, portugués e inglés.

 

La continuidad del apoyo financiero internacional a Nicaragua a pesar de la crisis democrática y de derechos humanos

Fecha y hora: Martes 25 de junio, 5:00 p.m. – 7:30 p.m. (Asunción y Washington D.C.) / 6 p.m. – 8:30 p.m. (hora de Brasilia)

Ubicación: Hotel Dazzler, Avenida Aviadores del Chaco

Transmisión en vivo a través de Zoom y Facebook Live @RaceandEquality

Inscripciones: https://tinyurl.com/57r4b22m 

Interpretación simultánea en español, portugués e inglés.

 

Los derechos humanos como pilar de la seguridad hemisférica en las Américas

Fecha y hora: Miércoles 26 de junio, 5:00 p.m. – 7:30 p.m. (Asunción y Washington D.C.) / 6 p.m. – 8:30 p.m. (hora de Brasilia)

Ubicación: Hotel Esplendor, Avenida Aviadores del Chaco

Transmisión en vivo a través de Zoom y Facebook Live @RaceandEquality

Inscripciones: https://tinyurl.com/537cdu3w

Interpretación simultánea en español, portugués e inglés.

Raza e Igualdad y 23 organizaciones instan a los Estados a crear una Convención para la prevención y el castigo de los crímenes de lesa humanidad

Washington DC, 5 de junio de 2024.– En un documento informativo titulado “Hacia una Convención para la prevención y el castigo de los crímenes de lesa humanidad: Recomendaciones a los Estados relacionadas con amnistías y otras medidas de impunidad similares”, Raza e Igualdad y 23 organizaciones asociadas instan a los Estados a apoyar la apertura de negociaciones para un tratado internacional sobre crímenes de lesa humanidad y a garantizar que la futura Convención prohíba explícitamente las amnistías y otras medidas similares de impunidad, que pueden exonerar a los autores o presuntos autores de crímenes de lesa humanidad de cualquier procedimiento o sanción penal.

En 2019, la Comisión de Derecho Internacional (CDI) adoptó el Proyecto de artículos sobre la prevención y el castigo de los crímenes de lesa humanidad (Proyecto de artículos) y lo transmitió a la Asamblea General de la ONU, recomendando la elaboración de una convención sobre la base del Proyecto de Artículos de la CDI. Está previsto que la Sexta Comisión de la Asamblea General tome una decisión sobre la recomendación de la CDI en otoño de 2024.

El documento informativo está disponible en español aquí 👉 https://bit.ly/3V3gOri y en inglés aquí 👉 https://bit.ly/3VueUle

Cuba y Nicaragua: países donde el periodismo independiente es un crimen

Washington D.C., 3 de mayo de 2024.- En los regímenes autoritarios  de Cuba y Nicaragua el periodismo independiente es castigado con cárcel, exilio, despojo arbitrario de la nacionalidad, confiscaciones de propiedades personales y medios de comunicación. A propósito del Día de la Libertad de Prensa, que se conmemora hoy en todo el mundo, y reconociendo que la libertad es un pilar esencial para la rendición de cuentas y el funcionamiento adecuado de las instituciones públicas, el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad) destaca la labor de las y los periodistas cubanos y nicaragüenses, que trabajan incansablemente por visibilizar las crisis democráticas y de derechos humanos de sus países, y luchan por el derecho de sus pueblos a acceder a información veraz y diversa.

Cuba: detenciones arbitrarias y represión

En Cuba “los arrestos domiciliarios, las citaciones y detenciones de periodistas y comunicadores continúan siendo una de las principales tácticas utilizadas por el gobierno para intimidarlos o como forma de inhibir el ejercicio periodístico independiente y crítico”, de acuerdo con el Capítulo IV.B del informe anual 2023 de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)[1].

Según el informe ‘Cuba: la resistencia frente a la censura’, elaborado por la organización Artículo 19, el año pasado se registraron un total de 274 agresiones contra periodistas y activistas en la Isla[2]. Al menos cinco comunicadores y reporteros permanecen privados de libertad por motivos políticos, enfrentando cargos injustos por ejercer su derecho a la libertad de expresión. Estas personas son: Lázaro Yuri Valle Roca, Jorge Armando Bello, José Antonio López Piña, Jorge Fernández Era y Luis Ángel Cuza[3].

El régimen autoritario cubano también ha incrementado las restricciones y obstáculos para el ingreso y salida del territorio de periodistas independientes. Hasta abril de 2024, las y los periodistas Reinaldo Escobar, Camila Acosta, Anais Remón y Henry Constantín tenían prohibición para salir del país[4].

Además, las autoridades cubanas han impuesto una serie de regulaciones que coartan severamente el ejercicio de la libertad de prensa y la labor periodística en Cuba. Entre estas medidas se encuentran el servicio militar obligatorio para las mujeres que deseen estudiar periodismo, el Decreto 370 que reprime la libre expresión en Internet[5]; y la Ley de Comunicación Social[6], que regula los contenidos de los medios en la Isla y desconoce a la prensa independiente como figura jurídica.

Este panorama sombrío de Cuba obliga a que las y los periodistas independientes trabajen en condiciones precarias, enfrentando constantes amenazas y represalias; sin embargo, su determinación por visibilizar las injusticias y defender los derechos humanos de este país, es inquebrantable.

Nicaragua: entre la clandestinidad, el exilio  y la autocensura

En el Informe Anual 2023 de la CIDH, este organismo y su Relatoría Especial para la Libertad de Expresión (RELE) también advirtieron que “la censura y la represión alcanzaron niveles alarmantes” en Nicaragua[7].

Desde el inicio de la crisis sociopolítica y de derechos humanos en abril del año 2018, más de 250 periodistas han sido obligados al exilio[8], 56 medios de comunicación han sido cerrados y sus edificios confiscados, 22 periodistas han sido despojados de su nacionalidad y sus propiedades confiscadas; y el asesinato del periodista Angel Gahona, quien hace 6 años cubría el inicio de las manifestaciones pacíficas, sigue en la impunidad.

En el último año, el régimen Ortega Murillo ha extendido la detención arbitraria por motivos políticos a periodistas que ni siquiera realizaban coberturas de temas políticos. Tal es el caso de Víctor Ticay[9], arrestado mientras cubría una procesión religiosa y condenado a 8 años de cárcel por los delitos no probados de “propagación de noticias falsas y conspiración y menoscabo a la integridad nacional”.

También se conoce de los casos de cinco personas periodistas que fueron  acusadas por los mismos falsos delitos y apresadas durante unas horas; además de los casos de 22 mujeres periodistas víctimas de acoso sexual por parte de las fuerzas policiales.

Cabe destacar que agentes de la Policía Nacional, uniformados y vestidos de civil, son los principales agresores de la libertad de prensa en el país. Además, el régimen utiliza la Dirección de Migración y Extranjería, y el Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones con fines coercitivos. La aprobación de leyes represivas, como la Ley Especial de Ciberdelitos y la Ley de Soberanía, ha exacerbado la situación al otorgar al régimen poderes para perseguir y castigar a cualquier persona que critique al gobierno.

Todo este contexto represivo ha causado que en 5 de los 17 departamentos de Nicaragua, el periodismo independiente haya sido completamente silenciado[10]. Sin embargo, las y los periodistas nicaragüenses trabajan desde la clandestinidad y el exilio, venciendo la censura y divulgando la verdad de los crímenes de lesa humanidad cometidos en Nicaragua.

Para Raza e Igualdad, el Día de la Libertad de Prensa recuerda la importancia de los derechos  a la libertad de prensa y expresión en el funcionamiento de una sociedad democrática. Aprovechamos esta oportunidad para hacer un llamado a  la comunidad internacional a defender estos derechos, y trabajar coordinadamente  para garantizar que las voces de periodistas independientes no sean más silenciadas por los regímenes autoritarios de Cuba y Nicaragua. Exigimos que las autoridades de ambos Estados garanticen este derecho, y permitan el desarrollo del ejercicio periodístico independiente, sin violentar y reprimir a quienes ejercen esta profesión.

 

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[1] Capítulo IV.B Cuba. Informe anual 2023 de la CIDH. Publicado el 25 de abril de 2024. Disponible: https://www.oas.org/es/cidh/docs/anual/2023/capitulos/IA2023_Cap_4B_Cuba_SPA.PDF

[2] Informe Cuba: la resistencia frente a la censura. Publicado el 19 de marzo de 2024. Disponible en: https://articulo19.org/cuba-la-resistencia-frente-a-la-censura/

[3] Balance parcial 2023. Hechos violatorios a la libertad de expresión y prensa en Cuba, recopilados por el Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP). Disponible en: https://iclep.org/informes-por-indicador/6/2023/

[4] Resolución – Reunión de Medio Año de la Sociedad Interamericana de Prensa. Publicado el 19 de abril de 2024. Disponible en: https://www.sipiapa.org/notas/1216479-cuba

[5]  Resolución – Reunión de Medio Año de la Sociedad Interamericana de Prensa. Publicado el 19 de abril de 2024. Disponible en: https://www.sipiapa.org/notas/1216479-cuba

[6] La RELE manifiesta su preocupación por nueva ley de Comunicación Social en Cuba. Publicado el 16 de junio de 2023. Disponible en: https://www.oas.org/es/cidh/expresion/showarticle.asp?lID=2&artID=1278

[7] Capítulo IV.B Nicaragua. Informe anual 2023 de la CIDH. Disponible en: https://www.oas.org/es/cidh/docs/anual/2023/capitulos/IA2023_Cap_4B_Nicaragua_SPA.PDF

[8] Al menos 253 periodistas dejaron Nicaragua por persecución de Daniel Ortega. Publicado el 21 de abril de 2024. Disponible en: https://efectococuyo.com/internacionales/al-menos-253-periodistas-dejaron-nicaragua-por-persecucion-de-daniel-ortega/

[9] Víctor Ticay: detenido por transmitir un evento religioso durante Semana Santa. Disponible en: https://nicaslibresya.org/perfiles_pp/victor-ticay/

[10] Represión y problemas financieros provocan el abandono del periodismo en Nicaragua. Publicado el 10 de abril de 2024. Disponible en: https://fled.ong/represion-y-problemas-financieros-provocan-el-abandono-del-periodismo-en-nicaragua/

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