Visibilidad Trans: acceder a la salud es un derecho humano, no un privilegio

Visibilidad Trans: acceder a la salud es un derecho humano, no un privilegio

Washington D.C., 31 de marzo de 2024.- En el Día Internacional de la Visibilidad Trans, el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad) reconoce que las personas trans, trans no binaries y personas de género diverso siguen enfrentando fuertes barreras institucionales, sociales y económicas para ejercer su derecho a la salud, aún más personas racializadas, empobrecidas, migrantes o que ejercen trabajo sexual.

De acuerdo al informe temático sobre personas trans y de género diverso y sus derechos económicos, sociales, culturales y ambientales de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y su Relatoría Especial sobre los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (REDESCA), la falta de reconocimiento legal y social de la identidad de género de las personas trans, trans no binaries y personas de género diverso genera diversas vulneraciones de sus derechos humanos, muchas veces exponiéndolas a situaciones de riesgo.

Aún en los países de Latinoamérica que gozan de una legislación de reconocimiento de la identidad de género, la falta de implementación integral, inversión, sensibilización y capacitación de las autoridades y funcionarios de la salud siguen produciendo situaciones de discriminación y violencia. En Brasil, por ejemplo, “tenemos la Política Nacional Integral de Salud LGBTQIA+ que es un documento fundamental y tenemos el Proceso de Transexualización que es muy necesario para las demandas específicas de las personas trans. Sin embargo, es crucial que el gobierno asigne más inversiones para que el servicio llegue realmente a todas las personas que lo necesitan”, señala Yara Cavalcante, de ANTRA.

Algunos de los perjuicios contra el derecho a la salud de las personas trans, trans no binaries y de género diverso tiene que ver con la imposibilidad de acceder a servicios de salud debido su identidad de género y la exposición a métodos de modificación corporal inseguros, sin supervisión médica y hasta clandestinos (procesos hormonales, intervenciones quirúrgicas). “En el Perú, las personas transmasculinas no tenemos acceso a servicios especializados como terapia hormonal, seguimiento del tratamiento o cirugías de afirmación de género; y muchos deben optar por buscar alternativas en el sector privado que resulta costoso y no es accesible para todos, por lo que varios terminan en la automedicación con medicamentos no adecuados y poniendo en riesgo su salud”, narra Bruno Montenegro, hombre trans, fundador de Fraternidad Trans Masculina Perú.

Asimismo, el desconocimiento de trabajadores de salud sobre las necesidades específicas de salud de las personas trans, los maltratos y la patologización en servicios de salud vinculados a prejuicios y estigmas —también relacionados a los casos de VIH— generan ansiedad, miedo y desmotivación para volver al centro de salud. Por otro lado, el personal médico que no está capacitado ni sensibilizado para atender las necesidades de las personas trans puede llevar a un mal diagnóstico y tratamiento. En el peor de los casos, puede incurrir en negligencias, muchas veces cometiendo tortura, como sucede con las mal llamadas “terapias de conversión” en centros de salud mental, así lo señalan los testimonios en el Informe Cuerpos y resistencias que transgreden la pandemia: transmasculinidades y personas de género no binario AMAN en el Perú (2020).

Otro de los factores que perjudican el acceso de personas trans a servicios de salud es la falta de recursos. En países como Cuba, por ejemplo, la escasez de productos de modificación corporal es uno de los problemas que enfrentan.  “La testosterona a veces escasea. A veces pasamos un mes o hasta cinco meses sin el tratamiento”, enfatiza Carlos Hernández, hombre trans cubano que coordina el proyecto social e independiente Por Siempre Trans.  

A todo ello, que tiene origen en el modelo hegemónico cisgénero, se le suma que ningún avance médico importante ha considerado a las personas trans como población objetiva y específica. Como señala Mateo Rodrigo de Hombres Trans Diversos de Bolivia, “los tratamientos hormonales y otros procedimientos médicos a los que accedemos las personas trans no son originalmente creados para personas trans. Tampoco existe producción académica suficiente que estudie la repercusión a largo plazo de estos tratamientos en la salud de vejeces trans”.

Ante estas situaciones de vulneración y las preocupaciones de las contrapartes trans alrededor del derecho a la salud, nace Mi Salud Transmasculina Importa, un proyecto de alcance regional gestionado por Fraternidad Trans Masculina de Perú, Fraternidad Trans Masculina de Ecuador, Rosa Rabiosa de Perú, Hombres Trans Diversos de Bolivia y el Instituto Brasilero de Transmasculinidades – IBRAT de Brasil, con el apoyo de Raza e Igualdad. Este espacio tiene como objetivo aportar al bienestar integral de la población transmasculina de América Latina a través de la información y comunicación.

Por todo lo anterior, Raza e igualdad recuerda que los Estados tienen la obligación de asegurar el acceso a la salud para todas las personas sin discriminación. En ese sentido, resalta las siguientes recomendaciones sobre el derecho al acceso a la salud de personas trans, trans no binaries y de género diverso, las cuales fueron expuestas por la CIDH en el  Informe sobre Personas Trans y de Género Diverso y sus derechos económicos, sociales, culturales y ambientales (2020):

  • Promover la capacitación del personal médico sobre las necesidades de las personas trans.
  • Combatir los prejuicios y estereotipos binarios masculino y femenino en el acceso a los servicios de salud.
  • Instaurar directivas o protocolos de atención a pacientes trans.
  • Garantizar protocolos de salud para los tratamientos de afirmación de la identidad de género, incluyendo atención psicológica, endocrinológica, y quirúrgica.
  • Los tratamientos de afirmación de la identidad de género deben ser con base en el consentimiento libre, previo e informado avanzar hacia la gratuidad.
  • Prohibir y sancionar las actividades que ofrecen “terapias” para “modificar”, “re-orientar” o “curar” la identidad de género de las personas.

Memoria Trans: el colonialismo y la resistencia trans

Washington D.C., 20 de noviembre de 2022.– Hoy, en el Día de la Memoria Trans, es importante reflexionar sobre la memoria de las personas trans y de género diverso, su proceso de construcción y la lucha por recuperar sus historias y memoria que fueron borradas por el colonialismo. Por ello, el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad) se suma a la conmemoración de esta fecha y le preguntamos a varias personas trans y de género diverso de Latinoamérica sobre qué representa el colonialismo en la memoria trans y cómo rescata su historia.

El Experto Independiente, Victor Madrigal-Borloz, presentó hace poco el último informe de su mandato enfocado sobre sobre el impacto del colonialismo como una de las causas fundamentales de la violencia y la discriminación basada en la orientación sexual y la identidad de género (A/78/227), y cómo ello ha llevado a generar una memoria estigmatizada y binaria de las poblaciones trans en Latinoamérica.

La historia latinoamericana está llena de ejemplos de cómo en la región siempre rescata sus memorias y busca nuevas formas de hacer memoria. En los últimos años, también las personas trans y LGBTI+ en general luchan para recuperar, resignificar y recordar su historia. Aún más, después de los después de los conflictos armados y las dictaduras que produjeron el borramiento de las violaciones de derechos humanos contra la población LGBTI+. Sin embargo, cumplir con esta tarea de recuperar la memoria nos remonta al inicio de los procesos violentos que arrebataron las identidades a muchos pueblos durante la ocupación colonizadora.

Como el informe indica, la colonización fue un proceso de imposición de sistemas de diferenciación, jerarquización y dominación de parte de una potencia colonizadora hacia pueblos indígenas. Además, sugiere que, tras el proceso de descolonización, se mantiene una especie de continuación del proyecto colonial que sigue discriminando y violentando a personas trans, cuando antes de la colonización, muchos pueblos no utilizaban un enfoque binario del género ni correlacionaban la anatomía con la identidad de género, que las jerarquías sociales no dependían del género, en determinados pueblos las personas eran de género fluido y alternaban roles masculinos y femeninos, habían numerosas conductas sexuales y de la fluidez de la expresión de género, que abarcan desde las relaciones homosexuales hasta las identidades transgénero y el travestismo[1].

Como consecuencia del colonialismo que propagó estrictos estándares binarios, la violencia por razón de identidad de género plaga la región, hoy vemos cifras alarmantes del Observatorio de Personas Trans Asesinadas (TMM, por sus siglas en inglés) de TGEU, el cual indica que entre el 1 de octubre de 2022 y el 30 de septiembre de 2023, hubo 320 asesinatos en todo el mundo, de los cuales 235 ocurrieron en Latinoamérica y el Caribe[2].

Bicky Bohórquez, desde su experiencia como mujer trans negra y activista de Fundación Afrodescendiente por las Diversidades Sociales y Sexuales – Somos Identidad menciona que la imposición de la religiosidad cisheteronormada es una de las manifestaciones coloniales que se mantienen hasta la fecha en Colombia.

“La conversión religiosa, la imposición de un binarismo de género rígido a los pueblos colonizados y la criminalización de la diversidad sexual y de género fueron estrategias de control de la opresión colonial”, como señala el informe en línea con lo dicho por Athiany Larios, mujer trans feminista y activista de derechos humanos de Nicaragua: “El colonialismo sigue tan vigente como en un principio. Mucho disque expertos y sicología descalifican el sentir y nos califican de locos aberrantes con ideas oscuras cuasi demoníacas. Se nos ha educado y enseñado bajo un esquema misógino machista patriarcal sobre lo que es ser hombre y mujer”, señala.

En el caso de Perú, aunque en las artesanías de las culturas mochica y chimú ya representaban comportamientos sexuales y afectivas homosexuales como parte de su cotidianidad, hoy en día en Perú las relaciones de personas con el mismo género son discriminadas.

Algo revelador es que parte de las repercusiones que dejó el colonialismo –como señala el informe del Experto Independiente- son las siglas LGBTI, las cuales no pueden captar por completo la diversidad de sexualidades y géneros que experimentan las personas de la diversidad sexual. Además, en algunos países siguen vigentes las leyes parecidas a las que potencias coloniales utilizaron para imponer normas binarias de género.

“No somos nada, siempre nos censuran y cuando vamos a buscar empleo nos dicen que no hay, y si nos aceptan hay que ir vestidos como dicen ellos que dios nos trajo al mundo. Yo en lo personal no estoy de acuerdo con las leyes y las cosas que pasan en este país con respeto a las personas trans.  Nosotros como las demás personas, somos seres humanos, pensamos, tenemos sueños, y deseos de que se nos escuche”, Carlos Hernández, un hombre trans cubano que coordina el proyecto social e independiente Por siempre Trans.

En ese sentido, Raza e Igualdad realiza las siguientes recomendaciones a los Estados a fin de respetar y garantizar los derechos de todas las personas trans:

  • Adoptar las leyes y políticas necesarias para modificar el nombre y género de los documentos oficiales de identificación a fin de garantizar el reconocimiento, respeto e inclusión de las personas trans y de género diverso en línea a los estándares de la Opinión Consultiva 24/17.
  • Recolectar datos de forma sistemática sobre hechos de violencia y asesinatos contra personas trans y de género diverso, desagregados por identidad de género, orientación sexual, identidad étnico-racial y edad.
  • Contar con una política pública de enfoque de género en las investigaciones sobre violencia y asesinatos contra personas trans y de género diverso, el respeto el nombre social, la identidad de la persona, así como al establecimiento de garantías de no repetición.
  • Monitorear y sancionar públicamente los discursos transfóbicos reproducidos en las instituciones públicas, privadas y en medios de comunicación que incurren en llamados a la discriminación y violencia contra la población trans y de género diverso.
  • Promover a través de la institucionalidad y canales oficiales una campaña para educar y sensibilizar sobre la orientación sexual e identidad de género a la población en general, funcionarios públicos y personal de servicios públicos, con miras a generar un contexto de reconocimiento y respeto de la integridad y vida de las personas trans y de género diverso.

[1] ONU (2023). Informe A/78/227. Disponible en https://documents-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/N23/218/50/pdf/N2321850.pdf?OpenElement

[2] Observatorio de Personas Trans Asesinadas (TMM) 2023 de Transgender Europe (TGEU). Disponible en https://transrespect.org/es/trans-murder-monitoring-2023/

Derechos LGBTI+ en Brasil: Impresiones tras la visita de Roberta Clarke, Relatora de la CIDH

Brasil, 09 de octubre de 2023 – En una visita promocional a Brasil facilitada por el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad), Roberta Clarke, Relatora sobre los Derechos de las Personas LGBTI de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), tuvo la oportunidad de dialogar con organizaciones de la sociedad civil y activistas LGBTI+ de Brasilia, Fortaleza y Río de Janeiro. Durante la visita, que tuvo lugar del 18 al 22 de septiembre, la Relatora de la CIDH pudo seguir de cerca la realidad de la población LGBTI+ brasileña, que, en medio de avances y retrocesos, se mantiene unida como movimiento social y en la lucha por la preservación de los derechos conquistados.

La trayectoria de la visita de Roberta Clarke más allá del eje Río-São Paulo fue una estrategia adoptada por Raza e Igualdad después de varias audiencias de la sociedad civil, que constantemente reclamó atención a las diferentes realidades de la población LGBTI+ en el país. Así, con el apoyo del Ministerio de Derechos Humanos, a través de la Secretaria Nacional de Derechos de las Personas LGBTQIA+, Symmy Larrat, la ciudad de Brasilia fue crucial para los encuentros con las oficinas ministeriales y con el movimiento LGBTI+ en el Distrito Federal. Cabe mencionar que el estado de Ceará — uno de los primeros en la lista de asesinatos de personas LGBTI+, sobre todo de personas trans, según el  dossier de la  Asociación Nacional de Travestis y Transexuales (ANTRA) — también formó parte del guión de una escucha activa con activistas de la región nordeste, y por contar con la Unidad Penitenciaria Hermana Imelda Lima Pontes,  dirigida exclusivamente a la población carcelaria LGBTI+.

Reconociendo que aún es demasiado pronto para sacar opiniones y conclusiones sobre la visita de la Relatora LGBTI al país, Raza e Igualdad trae a su audiencia un panorama de las impresiones compartidas por Roberta Clarke después de conversar con más de 15 organizaciones del movimiento LGBTI+ en los estados visitados. Las impresiones de la Relatora sobre la situación de la población LGBTI+ en el país también fueron reportadas durante el evento público realizado en Río de Janeiro; «Construyendo puentes: los derechos de las personas LGBTI+ en una perspectiva interseccional», realizado por Raza e Igualdad.

Durante la semana en la que la Comisionada estuvo en Brasil, dos agendas sobre derechos LGBTI+ — ya conquistadas — estuvieron en discusión a nivel nacional. Una de ellas se refiere al matrimonio civil igualitario, el cual, debido a la inserción del avance de políticos de extrema derecha en el Congreso Nacional, ha vuelto a ser cuestionado en su vigencia. Desde 2011 y 2013, la Corte Suprema (STF) y el Consejo Nacional de Justicia (CNJ) equiparan  las uniones civiles entre personas del mismo sexo con las uniones civiles heteroafectivas; sin embargo, el Proyecto de Ley N.º 5.167/2009 pretende anular este derecho. Aunque se ha pospuesto dos veces por la presión de los diputados LGBTI+, la votación sigue suspendida, pero podría volver al orden del día en el Senado. La otra agenda que se discutió se refiere a una manipulación orquestada también por la creciente ideología antigénero que creó un movimiento para atacar el uso de baños unisex. El fomento de la intolerancia por parte de los actores políticos conservadores creó la falsa idea de que se trataba de una agenda urgente que debía ser votada.

Estos hechos, para la Comisionada, reflejaron otra realidad brasileña, ya que entre los países de la región, Brasil se destaca entre los que más han avanzado en materia de derechos LGBTI+. Al respecto, Roberta Clarke expresó su preocupación por lo que está ocurriendo en el país y, en particular, por el tema de la violencia política basada en género, tema que ha sido denunciado reiteradamente ante la CIDH. Para ella, la propagación de los discursos de odio y el crecimiento del movimiento antigénero lleva a la necesidad de reflexionar y trabajar juntos entre el movimiento social y los líderes LGBTI+. Es decir, organizarse estratégicamente para entender cuándo vale la pena dedicar esfuerzos a los ataques de los conservadores que solo pretenden difundir noticias falsas para desmantelar la sociedad civil e interrumpir el avance de la agenda política LGBTI+.

Ante estos retrocesos, la Comisionada mostró su solidaridad y destacó que la posibilidad de haber vivido diferentes contextos a lo largo del país le hizo comprender, de manera interseccional, los diversos tipos de violencia que afectan de manera diferenciada a la comunidad LGBTI+. Si bien se reconoce el progreso logrado a través de la lucha histórica por la visibilidad y los derechos, escuchar atentamente a los activistas reveló que aún queda mucho por hacer. El momento actual en el país ha demostrado la existencia de una fuerte presión por parte de la extrema derecha para destruir los avances alcanzados a través de las políticas de igualdad de género y el reconocimiento de los derechos LGBTI+, y cómo a través de la difusión de discursos de odio, las personas trans se sienten cada vez más amenazadas y sin acceso a derechos básicos.

Así, Roberta reafirmó el compromiso de la CIDH de estar atentos a lo que sucederá en el país en los próximos meses, dado que Brasil es un país de dimensión continental y lo que sucede en su territorio tiene una incidencia política en toda la región.

En medio de su diálogo con el movimiento social, la Relatora expresó su preocupación por las dificultades reportadas en la documentación requerida para el proceso de rectificación civil de nombre y género; las diversas formas de violencia contra las mujeres lesbianas y la brecha en la provisión de políticas públicas que respondan a sus especificidades, desde la falta de recolección de datos hasta la ausencia de políticas de salud. Además, las mujeres lesbianas denunciaron con fuerza la exclusión social que experimentan cuando muestran afecto en público, prácticas “correctivas” de violación y “terapias” de conversión, además de ser expulsadas de sus hogares cuando asumen su orientación sexual.

Desde la conversación con transmasculinos y transmasculines, la Comisionada pudo percibir cómo la violencia a la que se enfrentan entre ellos/elles está atravesada principalmente por cuestiones de raza, clase y territorio, especialmente en lo que respecta a la violencia policial. En Ceará, el tema de la educación fue un lema importante entre les activistas LGBTI+, destacando la necesidad de políticas de inclusión escolar, ya que muchos estudiantes LGBTI+ abandonan sus instituciones educativas, ya sea por LGBTIfobia, bullying, falta de respeto a la identidad de género, entre otras formas de discriminación, y ni siquiera completan la escuela primaria. En este contexto, el 19 de septiembre, el Consejo Nacional por los Derechos de la Población LGBTQIA+ publicó una resolución que establece lineamientos para garantizar la inclusión y el respeto a la identidad de género en las instituciones educativas.

En Brasilia, además de la agenda con las oficinas ministeriales, Roberta Clarke se reunió con la junta directiva del Consejo Nacional LGBTQIA+ y tuvo la oportunidad de conocer las demandas actuales de la agenda política LGBTI+, con vistas al nuevo momento de la democracia en el país. El encuentro con activistas de la región se llevó a cabo en el Distrito Drag con una mesa redonda en la que se trataron temas como la necesidad de políticas de asistencia social para la población LGBTI+, como la promoción de albergues y el acceso a la salud para la población trans en el tema hospitalario.

Durante su visita a Río de Janeiro, la Comisionada recibió un informe de la Articulación Lésbica Brasileña (ABL) sobre la situación de las mujeres lesbianas en el país; y recibió el ‘Dossier sobre el Lesbocidio’, después de hablar con una de las autoras. Además, se le entregaron los dosieres sobre asesinatos y violencia contra travestis y transexuales brasileños en 2022; y el dossier ‘Trans Brasil’, sobre su situación en el sistema penitenciario, ambos documentos producidos por ANTRA.

Finalmente, Raza e Igualdad agradece profundamente al movimiento LGBTI+ brasileño que movilizó a activistas de diferentes regiones del país para que pudieran transmitir a la Relatora de la CIDH sus experiencias de vida y sus trayectorias de luchas por derechos en un país donde ser y existir como persona LGBTI+ es un acto de valentía. Asimismo, agradecemos a la CIDH por aceptar nuestra invitación y dialogar con el movimiento civil LGBTI brasileño. En vista de nuestra misión, alentar la llegada de relatores y expertos de los mecanismos internacionales es un paso más para garantizar la visibilidad, la no discriminación y la plena realización de los derechos humanos. Por lo tanto, solicitamos a la CIDH que considere las siguientes recomendaciones al Estado brasileño:

1 – Creación de un Consejo Nacional para enfrentar los discursos de odio y la difusión de noticias falsas con un sesgo interseccional, ante la violencia y los ataques que sufre la población LGBTI+ en el país;

2 – Establecimiento de políticas y proyectos de ley que garanticen constitucionalmente el matrimonio igualitario entre personas del mismo sexo, además de garantizar la seguridad de las personas trans en los baños públicos de acuerdo con sus identidades de género y la pluralidad de baños unisex;

3 – Recolección de datos desagregados sobre la población LGBTI+, ya sea a través del Censo Nacional o a través de encuestas que promuevan la creación de políticas públicas específicas para esta población.

4 – Políticas de capacitación y educación dirigidas a las fuerzas de seguridad pública para que puedan garantizar la seguridad de las personas LGBTI+ brasileñas.

5 – Construcción de una política para enfrentar la violencia política basada en género, con la provisión de medidas para proteger a las parlamentarias LGBTI+.

 

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