Colombia: primera experiencia de justicia transicional en el mundo en el que se incluye enfoque de diversidad sexual e interseccional

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Colombia, 2 de agosto del 2022.-La Comisión de la Verdad hace historia, al esclarecer que los actores armados y la fuerza pública instrumentalizaron, persiguieron, desaparecieron, desplazaron y asesinaron a las personas LGBTIQ+[1] a razón de sus orientaciones sexuales e identidades y expresiones de género diversas. El pasado 28 de junio, la Comisión para el Esclarecimiento […]

Colombia, 2 de agosto del 2022.-La Comisión de la Verdad hace historia, al esclarecer que los actores armados y la fuerza pública instrumentalizaron, persiguieron, desaparecieron, desplazaron y asesinaron a las personas LGBTIQ+[1] a razón de sus orientaciones sexuales e identidades y expresiones de género diversas.

El pasado 28 de junio, la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición (CEV), publicó su informe final con hallazgos y recomendaciones, luego de tres años de investigación y recopilación de testimonios que dan cuenta de los impactos de más de medio siglo de conflicto armado en Colombia. La entrega de esta informe marca la culminación del trabajo realizado por la Comisión de la Verdad durante los últimos años, en el cual se realizaron de más de 30.000 entrevistas individuales y colectivas, de víctimas, actores armados y funcionarias/os públicos. Entre los objetivos del informe se encuentra el de esclarecer los patrones de violencia identificados en el marco del conflicto armado en el país, hacer públicos los impactos desproporcionados de la guerra en las víctimas, y aportar a la búsqueda de garantías de convivencia y no repetición en los territorios.

El informe final de la Comisión cuenta además con un capítulo específico titulado Mi cuerpo es la verdad: experiencias de mujeres y personas LGBTIQ+ en el conflicto armado, relativo a las violencias ejercidas contra mujeres y personas LGBTI+, que resulta ser pionero en las experiencias de búsqueda de verdad y reconciliación en el mundo. Si bien otros procesos previos en otros países han hecho mención de las personas LGBTI+, como en Ecuador[2] o en Brasil[3], en los que se presentaron recomendaciones específicas para la erradicación de los prejuicios frente a las OSIGD (orientación sexual e identidad de género diversa), esta es la primera vez que una Comisión de la Verdad dedica un apartado completo a comprender la complejidad de la violencia ejercida en su contra en un contexto de violaciones masivas de derechos humanos. En el documento, la Comisión hace uso de los enfoques interseccional, territorial y étnico racial para esclarecer las causas de la violencia perpetrada contra personas LGBTI+ más allá del conflicto armado, reconocer los impactos diferenciados en sus vidas, destacar sus experiencias de resistencia y proponer recomendaciones en clave de reparación y no repetición.

Del acápite centrado en las experiencias de vida de las víctimas LGBTI+ del conflicto armado, se derivan importantes hallazgos y conclusiones. Destacamos el esfuerzo de la Comisión por brindar elementos para reconocer los patrones de violencia ejercidos por los distintos grupos armados y la Fuerza Pública de manera diferenciada, así como su interés en desentrañar las particularidades de esta de acuerdo al periodo de tiempo y la región del país en la que se dio. De igual manera, consideramos de gran relevancia el reconocimiento del ejercicio de violencia reproductiva, perpetrada especialmente contra hombres trans, con el objetivo de controlar el cuerpo y las OSIG de las personas LGBTI+, en especial de cara al anuncio de la Jurisdicción Especial para la Paz de dar apertura al Macrocaso 011, en el que se investigará y juzgará la violencia sexual y otros crímenes motivados por el género, sexo, orientación sexual o identidad de género de la víctima en el marco y con motivo del conflicto armado. Llama también la atención la inclusión de un enfoque que tuviera presentes las experiencias relativas a la violencia contra personas LGBTI+ que tenían VIH/SIDA y el estigma que recaía frente a las personas LGBTI+ por considerarlas portadoras innatas de la enfermedad, el cual fue promovido por los grupos armados a razón del desconocimiento y la manipulación de las creencias sobre esta.

Destacamos también lo esfuerzos de la Comisión por retratar los relatos de resistencia y los esfuerzos colectivos de las víctimas LGBTI+ para hacer frente a la violencia, acompañar en el dolor y sanar, testimonios que brindan elementos muy relevantes para la proposición e implementación de medidas de reparación y de no repetición más cercanas a las experiencias de vida y necesidades de las víctimas.

El capítulo finaliza con una serie de recomendaciones para la garantía de los derechos y la no repetición de las violencias identificadas, luego de escuchar y reflexionar sobre los testimonios de las personas LGTBIQ+ y las organizaciones sociales. Dichas recomendaciones están basadas en promover cambios legales, sociales, políticos, económicos y culturales para garantizar el acceso a la justicia, preservar la memoria y generar condiciones de igualdad material para las personas LGBTI+.

“Cambiar las condiciones históricas de violencia contra las personas LGBTIQ+ implica un compromiso con el reconocimiento de lo ocurrido y la adopción de nuevas formas de acción y visiones para que dichas violencias no sigan ocurriendo”.

A su vez, se resalta el papel del Estado en la creación de condiciones que garanticen la implementación de las recomendaciones expuestas por la Comisión, aplicando los enfoques diferenciales, con perspectiva de género y antirracista; y el de la sociedad colombiana y la comunidad internacional, propiciando espacios de diálogo y reflexión, y haciendo la veeduría correspondiente para generar un camino ideal en la búsqueda de una convivencia pacífica y una vida digna para todas las personas.

Raza e Igualdad celebra la presentación del informe final y hace un llamado al nuevo Gobierno colombiano, a cumplir las recomendaciones señaladas por la Comisión y tomar en consideración los hallazgos al momento de implementar medidas relacionadas con el conflicto armado y la garantía de derechos y la no repetición de las violencias hacia las personas LGBTI+; involucrándolas en los espacios de toma de decisiones de forma activa y permanente.

 

 

[1] Sigla usada por la Comisión de la Verdad

[2] En el año 2010, la Comisión de la Verdad presentó su Informe dividido en cinco tomos con una serie de recomendaciones de índole legal, administrativa y social; y la redacción de una propuesta de Ley de Reparación Integral. Allí se recomienda incorporar políticas públicas que favorezcan la no discriminación por OSIG y la erradicación de la violencia por prejuicio de la mano de las organizaciones LGBTI+ y garantizar la participación de personas LGBTI y de mujeres en los Consejos de Igualdad. Disponible en: https://biblioteca.corteidh.or.cr/tablas/26978.pdf

[3]  Como medidas de reparación integral, la Comisión Nacional de la Verdad solicita al Gobierno de Brasil, entre otras, pedir disculpas públicas al colectivo LGBT, construir lugares públicos de memoria para las víctimas del colectivo LGBT, la penalización de la homolesbotransfobia y la aprobación de una ley sobre la libre identidad de género.

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