Fabiola Fernández Guerra Carrillo: “Debemos entender los distintos tipos y lógicas en las que opera el racismo porque hay bastante confusión”

México

Washington DC, 16 de marzo de 2023.- A propósito de la reciente presentación del libro Expresiones contemporáneas de los racismos en México. Cuerpos, medios y educación, el Instituto Internacional sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad) conversó con Fabiola Fernández Guerra Carrillo, directora de 11.11 Cambio Social e integrante del Colectivo para Eliminar […]

Washington DC, 16 de marzo de 2023.- A propósito de la reciente presentación del libro Expresiones contemporáneas de los racismos en México. Cuerpos, medios y educación, el Instituto Internacional sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad) conversó con Fabiola Fernández Guerra Carrillo, directora de 11.11 Cambio Social e integrante del Colectivo para Eliminar el Racismo (COPERA), y quien es una de las autoras de los análisis que conforman el libro.

En esta entrevista, Fernández Guerra Carrillo se remonta a la primera campaña que trató de colocar el tema del racismo en la agenda pública del país. De esta forma, intenta graficar el “complejo y denso panorama de las expresiones contemporáneas de los racismos de México” que se plantea en el libro, y hacer ver que el racismo es un problema estructural.

¿Está el racismo identificado como un problema en la sociedad mexicana, tal como lo pueden estar la pobreza y el narcotráfico?

En la última década, sí, cada vez se va posicionando más en la agenda pública. En 2011 hicimos la primera campaña a nivel nacional que se llamó Racismo en México, con el Conapred (Consejo Nacional para la Prevención de la Discriminación), y hemos visto que a la fecha la cantidad de productos de comunicación, de investigación, así como el movimiento de redes sociales mostrando una postura muy clara sobre anuncios o campañas racistas, ha sido súper positivo. Todavía quedan muchísimas cosas por hacer, pero sí se ha avanzado mucho. No te diría que todo el mundo lo reconozca como un problema público, pero creo que muchísimas más personas en la última década sí, así que ha habido un posicionamiento sobre el tema. También ha habido un trabajo de grupos de activistas, tanto de pueblos originarios como de población afrodescendiente y afromexicana, que también han impulsado muchísimo esta agenda.

Junto a esta especie de despertar en la última década, en México existen instituciones o mecanismos para combatir el racismo y la discriminación racial ¿cómo funcionan y que tan efectivo ha sido su trabajo hasta ahora?

Respecto a los mecanismos e instituciones que han impulsado el tema del racismo en México, creo que hay un pendiente en la forma en que han trabajado. Sí hay avances; sin embargo, en la parte de resoluciones administrativas o de resoluciones de sanciones puntuales, aparte de recomendaciones como las podrían hacer el COPRED o el Conapred o los distintos consejos que existen en los Estados de la República, la parte de la sanción todavía es uno de los pendientes, así como también la incorporación de la mirada antirracista en los Poderes.

¿Podría describir cómo es ese “complejo y denso panorama de las expresiones contemporáneas de los racismos de México”, al cual se hace alusión en el libro?

Se habla de una complejidad sobre todo por la forma en la que se expresa. Por ejemplo, en este libro me parecen muy acertados los tres ejes con los cuales se aborda: cuerpos, medios de comunicación y educación. Cuerpos porque es el primer frente donde se habla de racismo, o sea, el cuerpo de las personas, ya sea que son racializadas de manera positiva logrando estar en un sistema que les favorece o que son racializadas de manera negativa siendo objeto de conductas racistas, es el espacio donde cruzan nuestras historias y donde se viven. El segundo punto es el de los efectos de los medios de comunicación en la comunicación racista y en la comunicación antirracista. Esa es otra de las bases donde los discursos racistas, el racismo estructural, existe en la sociedad mexicana. Las lógicas de operación de ese racismo estructural han generado unas dimensiones del racismo que desde COPERA hablamos mucho, y son la dimensión emocional y la dimensión estructural, entonces cómo estos medios de comunicación generan un discurso público y aceptado, y muy difícil de desaprender, sobre qué cuerpos son válidos y qué cuerpos no son válidos, a qué cuerpos podemos aspirar y a qué cuerpos no podemos aspirar. Y el tercer punto que también se aborda en el libro tiene que ver con la educación, que en México ha sido una educación racista, y con la currícula escolar, cómo han sido estos contenidos, cómo este mensaje de los medios de comunicación de qué cuerpos son deseables y qué cuerpos no son deseables se traduce en el sector educativo a qué lenguas son deseables, qué implica hablar español y qué implica hablar tu lengua materna si eres de un pueblo originario, cómo ha sido desvalorizado y cómo se traduce en la pérdida cada vez mayor del uso de las lenguas maternas.

Las manifestaciones de racismo en México podrían asociarse únicamente a la discriminación en contra de población indígena ¿qué otros grupos étnicos son discriminados en México y que tan grave es la situación?

Aquí en México, en 2020, se hizo por primera vez el censo donde se incorporó la pregunta de autodescripción para personas negras afromexicanas o afrodescendientes, lo cual era un compromiso que tenía pendiente de realizar de acuerdo con la agenda internacional. A partir de este censo se pudo especificar claramente cuál era el porcentaje de población afrodescendiente que existe actualmente en el país, más o menos 2.5 millones de personas en México se autodescriben como personas afrodescendientes. El tema es que el propio racismo ha tenido este proceso de invisibilización, tanto de pueblos originarios como de población afrodescendiente debido a los procesos de mestizaje. Desde el colectivo COPERA se aborda mucho cuál es la figura de este mestizaje, que bajo la idea de que estamos todes mezclades, no se profundiza dentro de esta mezcla, sino que invisibiliza a los pueblos originarios y a la población afrodescendiente. También está la parte que hay unas mezclas que son más favorables que otras, entonces ha habido toda una reconversión y todo un reposicionamiento, lento pero muy profundo, de un trabajo de base hecho por distintas organizaciones y también a nivel institucional, para el reconocimiento de la población afrodescendiente en este país como otra de las poblaciones que existen aquí y que obedecen al proceso histórico de la colonia, del colonialismo y de los efectos y las secuelas que tiene. Una cosa interesante en la campaña de AfroCensoMX, que hicimos con el colectivo COPERA, la Fundación W.F. Kellogg, Race and Equality (Raza e Igualdad) y el Colegio de México, el Conapred también y varias organizaciones que se sumaron a la difusión de esta campaña, fue una intervención que se llamaba José María y Vicente y obedece justamente a las figuras de José María Morelos y Pavón, quien escribe Los sentimientos de la nación, que es uno de los instrumentos jurídicos que sirve de antecedente a la Constitución Política mexicana, pero si analizas que la figura de José María Morelos y Pavón era una persona afrodescendiente, entiendes mucho más el contexto desde el cual escribe Los sentimientos de la nación; y también Vicente Guerrero. Cuando tú vas a una papelería, a José María Morales y Pavón lo ponen rosado y con chapitas; este proceso de blanqueamiento de la historia es irrisorio y tremendo, entonces el tomar conciencia sobre cómo ha sido la historia y cómo nos la van narrando en el papel que tiene la educación respecto al racismo en México, se ve cómo se van interceptando todos los canales.

¿En qué espacios esperan que se amplíe la discusión sobre los racismos en México? ¿Qué resultados esperan a partir de la ampliación de la discusión?

Mira, cuando hicimos esta campaña para el Conapred tuvimos varios productos comunicacionales, y uno fue un video que fue El racismo en México, entonces eso fue una bomba que tuvo millones de vistas en YouTube. Mi tesis doctoral fue analizar los comentarios y analizamos alrededor de 7,250 comentarios, y para contestar la pregunta, lo interesante es que en estos 7,250 comentarios hubo solo uno que hacía referencia a la relación entre el racismo y colonialismo en México, ninguno hablaba sobre la relevancia de la participación o intervención del Estado en el racismo en México. Además había una disputa, que me parece muy interesante y que se retoma en uno de los ejes que abordamos en el libro, que hablaba sobre la escuela y había una confusión sobre cuál es el papel de la escuela; por un lado había comentarios que se referían a que les niñes que aparecían en ese video contestaban así porque no habían ido a la escuela y no había sido educades, y por otro lado habían comentarios que decían “cuando iba a la escuela me decían Oaxaca, me insultaban”, etc, entonces vemos cómo no hay un acuerdo sobre realmente qué hace la escuela. Por cierto, creo que México es el país número uno en el tema de bullying y si vemos qué tanto de este bullying que sucede obedece a discursos racistas, ahí es uno de los lugares que me encantaría que se cambiara la mirada. La concepción argumental del racismo hace diez años obedecía, y yo creo que todavía a la fecha, a entender al racismo como una cuestión de una persona, de un grupo y no se entendía la dimensión estructural; cuando se habla de que la responsabilidad era de las madres y los padres de familia y de les niñes, se está invisibilizando que vivimos en una sociedad racista donde a los 5, 6 años tu ya contestas qué muñeco es bueno y qué muñeco es malo aunque no sepas porqué, pero entiendes cómo es que funciona y opera la sociedad, qué se espera de la sociedad, nuevamente la relación entre cuerpo, medios y educación, qué es importante para la sociedad, qué cuerpos son válidos, dónde hay que estar, qué es lo deseable y qué cuerpos no son los válidos, qué cuerpos no son a donde tenemos que centrar la atención. Entonces me encantaría que esta conversación se ciñera mucho en el sector educativo. Lo que quería decir era que el proceso de cómo se discutía la parte de academia y colonialismo y racismo era un comentario, entonces el puente de cómo se entiende el racismo en una sociedad y la parte de las causas que lo origina siguen siendo muy lejano, entonces acercar más la parte académica con la parte activista y la parte también social, hablar de este tema y de sus causas ese sería otro de los puntos fantásticos. Yo creo que otra de las cosas que va a cambiar el racismo en México, como sucedió también con el tema del feminismo, son las conversaciones día a día que tenemos en casa, con nuestras amistades, los chistes, qué nos da gracia y qué nos deja de dar gracia, ahí es donde puedes ver los termómetros de una sociedad, cuando puedes ver que hay ciertos humores que son un lubricante social que da una permisividad de acciones y conductas en una sociedad y hay sociedades que no lo permiten, donde es como fuera de lugar, no es gracioso, y eso tiene que ver con un nivel de conciencia, con un nivel de discusión en el espacio público de hacia dónde vamos. Otro de los lugares también sería sin duda, y ya está sucediendo, son los medios de comunicación; por un lado están todos los discursos de odio que las redes generan porque hay una parte impersonal cuando estás atrás de la computadora que te permite no ser políticamente correcto y entonces ahí dices lo que piensas y lo que sientes, y es un termómetro también para entender qué está pasando con la sociedad; pero por otro lado ves a muchísima gente joven que está tomando las redes para discutir teoría, práctica y activismo con respecto al racismo en México y con respecto al racismo en América Latina y en el mundo.

México es uno de los siete países de la región que tiene un compromiso internacional para combatir el racismo y la discriminación racial ¿Qué acciones consideran clave para impulsar una agenda antirracista?

Creo que hay una parte de difusión y de discusión que todavía está pendiente; aunque el tema del racismo en el debate público tiene una mayor presencia de la que tendía hace 10 años, todavía es poca la participación que se tiene. Creo que en parte de las dependencias públicas tendría que haber, así como se incluye la perspectiva de género en varios protocolos, una perspectiva antirracista como parte de sus protocolos, pero para ello tendría que haber también una claridad incluso conceptual sobre a qué nos referimos cuando se habla de racismo, la diferencia entre racismo y clasismo. Hay varias cosas que todavía quedan medio confusas en la esfera pública y que son importantes de especificar con toda su claridad, todavía la parte de formación, que es lo que hacemos bastante en el colectivo COPERA, es uno de los puntos que sigue siendo esencial. Por parte del Estado se tienen que abrir espacios para que esa formación y esa capacitación se de en todas las instancias. Digo cursos de capacitación en los tres Poderes sobre qué es el racismo, cuáles son los efectos y las lógicas en las que opera, experiencias vividas en América Latina, entender muy claramente la diferencia entre un racismo segregacionista como es en Estados Unidos y el tema del mestizaje en México y América Latina, o sea entender también los distintos tipos y lógicas en las que opera el racismo porque hay bastante confusión. También la currícula escolar, creo que es otro de los lugares donde se podría bajar la política pública, irla bajando desde el compromiso internacional, tratados internacionales, cómo se aterriza en instrumentos en México a partir de las instancias que aquí existen para el trabajo y la visibilización del racismo para que forme parte de las estructuras del Estado en términos de capacitación y de implementación de distintos protocolos. Y por otro lado está la parte de las organizaciones y de la sociedad y de los pueblos originarios y pueblos afrodescendientes que tienen muchísimo que decir al respecto, así como el cuestionamiento que tenemos que hacer a nivel colectivo sobre cómo estamos con respecto a ese tema en México y cuáles son los costos que tenemos como sociedad mexicana con respecto al racismo.

El libro Expresiones contemporáneas de los racismos en México. Cuerpos, medios y educación, fue coordinado por Juris Tipa, Saúl Velasco Cruz y Uriel Nuño Gutiérrez, y cuenta con los aportes de Fabiola Fernández Guerra Carrillo, Elsa Muñiz, Alejandra Ramírez López, Carl Winston Jones, Rodrigo Zárate Moedano, Cristina Masferrer León, Miguel Ángel Paz Frayre, Juris Tipa y Saúl Velasco Cruz.

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