Memoria Trans: el colonialismo y la resistencia trans

Washington D.C., 20 de noviembre de 2022.– Hoy, en el Día de la Memoria Trans, es importante reflexionar sobre la memoria de las personas trans y de género diverso, su proceso de construcción y la lucha por recuperar sus historias y memoria que fueron borradas por el colonialismo. Por ello, el Instituto sobre Raza, Igualdad […]

Washington D.C., 20 de noviembre de 2022.– Hoy, en el Día de la Memoria Trans, es importante reflexionar sobre la memoria de las personas trans y de género diverso, su proceso de construcción y la lucha por recuperar sus historias y memoria que fueron borradas por el colonialismo. Por ello, el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad) se suma a la conmemoración de esta fecha y le preguntamos a varias personas trans y de género diverso de Latinoamérica sobre qué representa el colonialismo en la memoria trans y cómo rescata su historia.

El Experto Independiente, Victor Madrigal-Borloz, presentó hace poco el último informe de su mandato enfocado sobre sobre el impacto del colonialismo como una de las causas fundamentales de la violencia y la discriminación basada en la orientación sexual y la identidad de género (A/78/227), y cómo ello ha llevado a generar una memoria estigmatizada y binaria de las poblaciones trans en Latinoamérica.

La historia latinoamericana está llena de ejemplos de cómo en la región siempre rescata sus memorias y busca nuevas formas de hacer memoria. En los últimos años, también las personas trans y LGBTI+ en general luchan para recuperar, resignificar y recordar su historia. Aún más, después de los después de los conflictos armados y las dictaduras que produjeron el borramiento de las violaciones de derechos humanos contra la población LGBTI+. Sin embargo, cumplir con esta tarea de recuperar la memoria nos remonta al inicio de los procesos violentos que arrebataron las identidades a muchos pueblos durante la ocupación colonizadora.

Como el informe indica, la colonización fue un proceso de imposición de sistemas de diferenciación, jerarquización y dominación de parte de una potencia colonizadora hacia pueblos indígenas. Además, sugiere que, tras el proceso de descolonización, se mantiene una especie de continuación del proyecto colonial que sigue discriminando y violentando a personas trans, cuando antes de la colonización, muchos pueblos no utilizaban un enfoque binario del género ni correlacionaban la anatomía con la identidad de género, que las jerarquías sociales no dependían del género, en determinados pueblos las personas eran de género fluido y alternaban roles masculinos y femeninos, habían numerosas conductas sexuales y de la fluidez de la expresión de género, que abarcan desde las relaciones homosexuales hasta las identidades transgénero y el travestismo[1].

Como consecuencia del colonialismo que propagó estrictos estándares binarios, la violencia por razón de identidad de género plaga la región, hoy vemos cifras alarmantes del Observatorio de Personas Trans Asesinadas (TMM, por sus siglas en inglés) de TGEU, el cual indica que entre el 1 de octubre de 2022 y el 30 de septiembre de 2023, hubo 320 asesinatos en todo el mundo, de los cuales 235 ocurrieron en Latinoamérica y el Caribe[2].

Bicky Bohórquez, desde su experiencia como mujer trans negra y activista de Fundación Afrodescendiente por las Diversidades Sociales y Sexuales – Somos Identidad menciona que la imposición de la religiosidad cisheteronormada es una de las manifestaciones coloniales que se mantienen hasta la fecha en Colombia.

“La conversión religiosa, la imposición de un binarismo de género rígido a los pueblos colonizados y la criminalización de la diversidad sexual y de género fueron estrategias de control de la opresión colonial”, como señala el informe en línea con lo dicho por Athiany Larios, mujer trans feminista y activista de derechos humanos de Nicaragua: “El colonialismo sigue tan vigente como en un principio. Mucho disque expertos y sicología descalifican el sentir y nos califican de locos aberrantes con ideas oscuras cuasi demoníacas. Se nos ha educado y enseñado bajo un esquema misógino machista patriarcal sobre lo que es ser hombre y mujer”, señala.

En el caso de Perú, aunque en las artesanías de las culturas mochica y chimú ya representaban comportamientos sexuales y afectivas homosexuales como parte de su cotidianidad, hoy en día en Perú las relaciones de personas con el mismo género son discriminadas.

Algo revelador es que parte de las repercusiones que dejó el colonialismo –como señala el informe del Experto Independiente- son las siglas LGBTI, las cuales no pueden captar por completo la diversidad de sexualidades y géneros que experimentan las personas de la diversidad sexual. Además, en algunos países siguen vigentes las leyes parecidas a las que potencias coloniales utilizaron para imponer normas binarias de género.

“No somos nada, siempre nos censuran y cuando vamos a buscar empleo nos dicen que no hay, y si nos aceptan hay que ir vestidos como dicen ellos que dios nos trajo al mundo. Yo en lo personal no estoy de acuerdo con las leyes y las cosas que pasan en este país con respeto a las personas trans.  Nosotros como las demás personas, somos seres humanos, pensamos, tenemos sueños, y deseos de que se nos escuche”, Carlos Hernández, un hombre trans cubano que coordina el proyecto social e independiente Por siempre Trans.

En ese sentido, Raza e Igualdad realiza las siguientes recomendaciones a los Estados a fin de respetar y garantizar los derechos de todas las personas trans:

  • Adoptar las leyes y políticas necesarias para modificar el nombre y género de los documentos oficiales de identificación a fin de garantizar el reconocimiento, respeto e inclusión de las personas trans y de género diverso en línea a los estándares de la Opinión Consultiva 24/17.
  • Recolectar datos de forma sistemática sobre hechos de violencia y asesinatos contra personas trans y de género diverso, desagregados por identidad de género, orientación sexual, identidad étnico-racial y edad.
  • Contar con una política pública de enfoque de género en las investigaciones sobre violencia y asesinatos contra personas trans y de género diverso, el respeto el nombre social, la identidad de la persona, así como al establecimiento de garantías de no repetición.
  • Monitorear y sancionar públicamente los discursos transfóbicos reproducidos en las instituciones públicas, privadas y en medios de comunicación que incurren en llamados a la discriminación y violencia contra la población trans y de género diverso.
  • Promover a través de la institucionalidad y canales oficiales una campaña para educar y sensibilizar sobre la orientación sexual e identidad de género a la población en general, funcionarios públicos y personal de servicios públicos, con miras a generar un contexto de reconocimiento y respeto de la integridad y vida de las personas trans y de género diverso.

[1] ONU (2023). Informe A/78/227. Disponible en https://documents-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/N23/218/50/pdf/N2321850.pdf?OpenElement

[2] Observatorio de Personas Trans Asesinadas (TMM) 2023 de Transgender Europe (TGEU). Disponible en https://transrespect.org/es/trans-murder-monitoring-2023/

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