Reconocimiento y visibilidad bisexual: obstáculos que enfrentan las personas bisexuales
Washington DC, 23 de septiembre de 2024.- Como cada año, el Día Internacional de la Visibilidad Bisexual ofrece una oportunidad, a nivel global, para el reconocimiento de la identidad bisexual […]
Washington DC, 23 de septiembre de 2024.- Como cada año, el Día Internacional de la Visibilidad Bisexual ofrece una oportunidad, a nivel global, para el reconocimiento de la identidad bisexual como parte importante de la diversidad sexual y de género. El Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad) valora y rinde homenaje a las personas bisexuales defensoras de derechos humanos que contribuyen a la visibilidad bisexual, desafiando los binarismos y estigmas, y encarando las barreras que limitan el acceso equitativo a oportunidades y el ejercicio de sus derechos fundamentales.
A pesar de los progresos en la lucha por los derechos LGBTI+, las personas bisexuales continúan enfrentando discriminación y violencia en varios ámbitos de sus vidas, desde el acceso a cargos públicos hasta la atención en el sector de la salud, pasando por el bullying en las escuelas y las dificultades para ser reconocidas en espacios de activismo.
Obstáculos en el acceso a cargos públicos
Las personas bisexuales a menudo enfrentan una notable falta de representación en cargos públicos. Este déficit perpetúa la invisibilidad y los estereotipos negativos que afectan su vida. La percepción de que la bisexualidad es una “fase” o una identidad menos legítima que otras contribuye a la exclusión de personas bisexuales de espacios para la incidencia y toma de decisiones. Liandra Paz, Coordinadora del proyecto Escuela de Formación Crítica Majorie Marchi del grupo Conexão G de Cidadania LGBTI en favelas de Brasil, dio un ejemplo: “Una persona bisexual que ocupó un cargo público fue Marielle Franco, Concejala de Río de Janeiro, cuya orientación sexual muchas veces se reduce erróneamente a la de una mujer lesbiana, a pesar de que era una mujer bisexual. Constantemente se hace referencia a Marielle como lesbiana, lo que refleja la dificultad que tiene la sociedad para reconocer la complejidad y legitimidad de las identidades bisexuales. Tras su muerte, la propia familia de Marielle reivindicó públicamente su bisexualidad, luchando contra la eliminación de esta parte fundamental de su identidad”.
Esta carencia de representación termina exacerbando las barreras estructurales y limitando la capacidad de las personas bisexuales para abogar por políticas específicas. “Por tanto, la lucha por la visibilidad bisexual, tanto en el espacio político como en la sociedad en general, es vital. La representación de parlamentarias como Marielle Franco no sólo amplía el alcance de las políticas públicas dirigidas a los derechos LGBTQIA+, sino que también confronta directamente la eliminación sistemática de la bisexualidad”, finalizó.
Desafíos en el sector de la salud
“Cuando se trata de la prevención y el tratamiento de infecciones de transmisión sexual, la educación y los recursos disponibles a menudo no están adaptados a nuestras realidades; cuando por rutina pido exámenes de salud sexual, se asume que esto es por ser bisexual, lo que significa para ellxs ‘ser promiscua’. Honestamente, prefiero leer y buscar información por mi parte; y ahorrarme el mal rato o sentirme señalada frente a un extraño sobre mi orientación sexual”, nos narró Ana Gómez, activista independiente bisexual de Colombia.
En la región, les profesionales de la salud a menudo carecen de capacitación adecuada para abordar las necesidades específicas de las personas bisexuales, además, las investigaciones sobre la salud excluyen sus experiencias, como señala un comunicado de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y expertos en derechos humanos de las Naciones Unidas de 2018, imposibilitando la comprensión del tema. Por consiguiente, las personas bisexuales tienen una atención inadecuada, diagnósticos erróneos, falta de comprensión y sufren discriminación y maltratos. El acceso y la calidad de la atención en el sector de la salud son áreas críticas que los Estados aún deben trabajar para mejorar.
“Aunque la salud es un derecho constitucional en Colombia, en la práctica, acceder a servicios de calidad se ha convertido en un privilegio. (…) para quienes viven en zonas rurales, estas situaciones son aún más complicadas: enfrentan mayores barreras de acceso y una estigmatización tan fuerte que muchas veces no hay espacio ni energía para auto-reconocerse como bisexuales”, señaló Ana. Este contexto no solo pone en riesgo la salud física y mental de las personas bisexuales, sino que también perpetúa la desigualdad.
Bullying bifóbico en las escuelas
El acoso hacia estudiantes que se autoidentifican como bisexuales se expresa con comentarios despectivos, humillaciones, exclusión y agresiones psicológicas y físicas, que no solo impacta negativamente en el bienestar emocional y académico, sino que también contribuye a una cultura de silencio y miedo que refuerzan la invisibilización. “Es muy importante incluir las experiencias bisexuales y ser mencionades en los currículos y conversaciones académicas. Educar sobre la diversidad sexual y de género, que no tiene que ver con la monosexualidad”, resaltó Fhran Medina, abogado bisexual de Fraternidad Trans Masculina Perú.
Por ello, es esencial que los Estados adopten políticas nacionales para asegurar que niñes y adolescentes y jóvenes, independientemente de su orientación sexual, puedan aprender y desarrollarse en un entorno seguro y respetuoso.
Barreras en espacios de activismo y lucha social
En muchos casos, tras huir de casa para preservar la integridad física y mental, las personas bisexuales buscan refugio en espacios organizados LGBTI+, nos comentó Cristiana Huerta, Presidenta de la Asociación Feminista Las Malcriadas en Nicaragua; sin embargo, encuentran que no son totalmente comprendidas debido al binarismo de género. A menudo, se les excluye o minimizan sus aportaciones dentro de los movimientos LGBTI+ debido a la creencia de que su identidad no es “suficientemente relevante”.
La editora cubana, Karla Ma. Pérez González, concuerda: “las personas bisexuales, como en muchos otros países, están invisibilizadas y se pierden dentro de las siglas LGBTI+. Sí tendría que decir que en los últimos años ha habido un cambio notable, social, en la actitud hacia las personas LGBTQ+”. Además, señaló que el gobierno cubano ha tomado algunas iniciativas, pero solo con el fin de limpiar su imagen a nivel internacional y no hay un interés real de cambio de paradigmas. “La discriminación aún es algo que ocurre a diario y no podemos olvidar el historial represivo del régimen hacia las disidencias sexuales”, enfatizó.
Esta falta de reconocimiento limita la capacidad de las personas bisexuales para influir en la agenda LGBTI+, posicionar sus demandas y las estrategias en el activismo. Por ello, desde Raza e Igualdad, creemos que solo la representación y participación auténtica de la diversidad bisexual en espacios de articulación y lucha por los derechos humanos logrará un avance real hacia la equidad.
Recomendaciones para los Estados
Para abordar los desafíos y garantizar los derechos de las personas bisexuales, retomamos algunas recomendaciones que Naciones Unidas ha hecho a los Estados:
- Investigar y procesar los actos de violencia, tortura y malos tratos cometidos contra las personas bisexuales y quienes defienden sus derechos, y brindar reparación a las víctimas de esos actos.
- Sensibilizar a los proveedores de servicios de salud y asegurar que las personas bisexuales y sus familias tengan acceso a servicios de salud seguros y no discriminatorios que tomen en cuenta sus intereses específicos.
- Sensibilizar acerca de la bisexualidad mediante el sistema educativo y disipar estereotipos negativos y prejuicios mediante campañas de sensibilización pública.
- Velar por que se consulte a las personas bisexuales y las organizaciones de personas bisexuales en el desarrollo de la investigación y en la elaboración de la legislación y las políticas que afectan a sus derechos y que se fomente su participación en tales procesos.
- Apoyar las investigaciones que generan datos desglosados sobre la situación específica de las personas bisexuales, por ejemplo, respecto de la pobreza, el empleo, la vivienda, la salud, la educación y el acceso a los servicios públicos.