Día Internacional del Periodista: ¡SOS Periodismo independiente nicaragüense!

Nicaragua ES

Washington D.C., 8 de septiembre de 2022.- En este Día Internacional de las y los periodistas, el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad) se solidariza con los hombres y mujeres de prensa, que resisten a los graves abusos y violaciones a sus derechos humanos por ejercer su derecho legítimo de informar, […]

Washington D.C., 8 de septiembre de 2022.- En este Día Internacional de las y los periodistas, el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad) se solidariza con los hombres y mujeres de prensa, que resisten a los graves abusos y violaciones a sus derechos humanos por ejercer su derecho legítimo de informar, fiscalizar el poder y denunciar la corrupción. Raza e Igualdad levanta una alerta para la comunidad internacional: ¡SOS Periodismo independiente nicaragüense!

Desde el 2018, año en el que inició la crisis sociopolítica y de derechos humanos en Nicaragua, las y los periodistas independientes y las personas trabajadoras de la comunicación han sido blanco de ataques a su integridad física y psicológica, amenazas, robos y destrucción de sus equipos e instalaciones, exilio, privación de libertad por motivos políticos e incluso, asesinato, como es el caso del periodista Ángel Gahona, quien murió por disparo de arma de fuego  el 21 de abril de 2018 mientras realizaba una transmisión en vivo de las manifestaciones en la ciudad de Bluefields, Costa Caribe Sur. 

En 2021, el Ministerio Público citó e interrogó a más de 50 periodistas, trabajadores de medios y de organizaciones de derechos humanos, en el marco de un proceso de criminalización contra la Fundación Violeta Barrios de Chamorro. Algunas de estas personas fueron detenidas arbitrariamente, injustamente procesadas y, actualmente, permanecen privadas de libertad en condiciones inhumanas. Entre ellas se encuentran: Miguel Mora, Miguel Mendoza, Cristiana Chamorro, Juan Lorenzo Holmann y Pedro Joaquín Chamorro. 

Recientemente, entre julio y agosto del 2022, al menos 23 medios de comunicación fueron cancelados arbitrariamente, entre ellos 8 radioemisoras católicas, radios feministas como Radio Vos de Matagalpa y otros medios críticos, como Radio Darío en la ciudad de León, cuyas instalaciones fueron incendiadas en el contexto de las protestas sociales de abril  de 2018. También se dieron allanamientos ilegales de viviendas de periodistas, detenciones arbitrarias de trabajadores de medios de comunicación y el exilio forzado de toda la redacción del diario La Prensa, algo nunca antes visto en la historia de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Raza e Igualdad conversó con Aníbal Toruño, Director de Radio Darío de León, y  Eduardo Enríquez, Editor Jefe del diario La Prensa, sobre la represión que han vivido estos medios de comunicación a lo largo de su existencia, las diferencias y similitudes con los ataques por parte del régimen actual y qué razones hay detrás de un gobierno que se empecina en criminalizar al periodismo independiente. Al finalizar, ambos periodistas dieron un mensaje de resistencia para sus colegas e hicieron un llamado a la comunidad internacional.

Aníbal Toruño: “Quieren ocultar el horror y la tragedia de la represión”

El pasado 13 de agosto, después de más 73 años de transmisión, Radio Darío anunció que el Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones (Telcor) ordenó su cierre inmediato, mediante un comunicado, alegando que: “Radio Darío ha modificado y alterado sustancialmente las instalaciones autorizadas y las condiciones en que debe operar el servicio de radiodifusión sonora FM, con la previa autorización de Telcor, lo cual constituye una causal de cancelación de la licencia”. 

Su Director, Aníbal Toruño afirma  que antes de este cierre arbitrario, la emisora ya había sido atacada en seis ocasiones, siendo la penúltima vez en el año 2008 y la última en el 2018. “Las formas han sido diferentes, desde quebrar, balear con armas militares, y la más dramática en el 2018, cuando hubo una explosión dentro del edificio… Esto sí fue un atentado, quisieron asesinarnos dentro de la radio”. 

Según Toruño, los ataques del régimen hacia el periodismo son un intento fallido para ocultar la verdad. Ellos (Ortega y Murillo) quieren ocultar el horror y la tragedia de la represión, de tener un estado de sitio y suspensión de las garantías constitucionales, y para esto, una de las acciones más comunes es la eliminación de los medios de comunicación independientes”.

En este sentido, el régimen ha ahogado económicamente a las radios comunitarias y ha sembrado la  censura a través de asedio policial y amenazas a sus colaboradores, “hay periodistas que tienen mucho temor, no presentan sus rostros y no firman sus contenidos periodísticos precisamente para proteger su identidad”. También, ha hecho uso de su poder sobre las instituciones estatales, para desarrollar nuevas formas de represión como el manejo del Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (TELCOR) para realizar cancelaciones de licencias para transmitir en AM o FM.

Pese al panorama adverso para el ejercicio del periodismo, Toruño envía un mensaje de esperanza a sus colegas:Una noche nunca ha vencido un amanecer… y yo creo que desde la noche oscura nació el día hermoso y -eventualmente- nosotros vamos a tener luz y democracia, y vamos a poder retomar la lucha un poco más abierta por el tema de la libertad de expresión en Nicaragua”.

Toruño llama a la comunidad internacional a “volver a ver a Nicaragua con preocupación” y solicita ayuda para que periodistas y medios de comunicación se reinventen y puedan continuar informando.

Eduardo Enríquez: El trabajo de denuncia “le ha costado muy caro” a  La Prensa 

El régimen de Ortega y Murillo concretó el robo de las instalaciones del diario más antiguo de Nicaragua, La Prensa, tras un año de ocupación policial, el exilio de toda su redacción y el encarcelamiento arbitrario de dos de sus conductores, su gerente general, Juan Lorenzo Holmann, y dos integrantes de su Junta Directiva: Cristiana Chamorro Barrios y Pedro Joaquín Chamorro Barrios. Las instalaciones fueron asignadas al Centro Cultural y Politécnico José Coronel Urtecho, una réplica de lo que hizo el régimen con las redacciones confiscadas de los medios de comunicación 100% Noticias y Confidencial al asignarlas a centros estatales.

Su editor jefe, Eduardo Enríquez, cuenta que “La Prensa, en sus 96 años, siempre se ha enfrentado a las dictaduras que han desgobernado Nicaragua”, pero su trabajo de denuncia de la corrupción y los abusos a los derechos humanos “le ha costado muy caro”. En 1944, la familia Chamorro Cradenal tuvo que salir al exilio por dos años para evitar las represalias del régimen de Somoza García. En 1979, durante la insurrección de Somoza Debayle, las instalaciones fueron bombardeadas e incendiadas. En los años 80, el Frente Sandinista dio la orden de cerrarla indefinidamente, y ahora el régimen Ortega-Murillo tomó, confiscó y robó su edificio. 

“En todas las ocasiones la intención ha sido aniquilar a La Prensa, pero no lo han logrado en ninguna”, asegura. El diario, en su edición digital, no ha dejado de informar un solo minuto, incluso cuando la Policía tomó sus instalaciones de forma violenta y se llevó al señor Holmann. 

Para Enríquez, es evidente que el régimen quiere sembrar terror y que -al criminalizar el periodismo independiente- su objetivo es mantener a la población “en la oscuridad” y hacerles creer la “realidad alterna” que promueven a través de “un aparato propagandístico gigantesco”.

“El régimen trata de hacer pensar a todas estas personas que la falta de derechos y oportunidades es normal, y que si no existen esas oportunidades no es su culpa, sino de un enemigo, de los traidores a la patria o de los Estados Unidos”, explica. 

Por ello, Enríquez invita a sus colegas a estar conscientes de que “su labor es importantísima en la construcción de la ciudadanía”, pues están contribuyendo a que las y los ciudadanos sepan que tienen derechos que hay que defender y ejercer, y que si estos son abusados o violentados, tienen derecho a exigir que se respeten. “Tenemos que saber que se puede construir una mejor sociedad. Nuestro trabajo es seguir señalando eso”. 

Asimismo, llama a la comunidad internacional a reconocer que este no es un gobierno legítimo, “este es un grupo de personas que han secuestrado el poder, lo mantienen a punta de balas, violencia y terror”

Pronunciamiento

Raza e Igualdad, recordando que el ejercicio de la libertad de expresión y la libertad de prensa por los medios de comunicación en el marco de un Estado de Derecho constituye una piedra angular de la sociedad, condena los atropellos en los que ha incurrido el régimen contra estas libertades y los recientes cierres de medios de comunicación. Enérgicamente, expresamos nuestro repudio ante la privación arbitraria de libertad en la que se encuentran las y los trabajadores de la comunicación, y continuamos  exigiendo el cese inmediato de los ataques contra periodistas independientes.

El Estado nicaragüense debe: 

  • Derogar las leyes restrictivas para el ejercicio de la libertad de expresión, que además incumplen los estándares internacionales y la misma Constitución de Nicaragua, entre ellas: la Ley Especial de Ciberdelitos, la Ley de Regulación de Agentes Extranjeros y la Ley de Defensa de los Derechos del Pueblo a la Independencia, Soberanía y Autodeterminación para la Paz. 
  • Liberar de forma inmediata y sin condiciones a las 205 personas privadas de libertad por motivos políticos, entre las cuales se encuentran periodistas, trabajadores de medios y de organizaciones defensoras de la libertad de expresión y libertad de prensa. 
  • Abstenerse de continuar el cierre arbitrario de medios de comunicación independientes y organizaciones; así como revertir las sanciones administrativas realizadas, y devolver los equipos e instalaciones incautadas. 
  • Investigar de forma exhaustiva e independiente el asesinato del periodista Ángel Gahona y otros abusos contra periodistas, para luego juzgar y sancionar a las personas responsables.
  • Cumplir con las medidas cautelares otorgadas por la CIDH en favor de las y los periodistas independientes, garantizando un entorno habilitante para el ejercicio de sus labores.
  • Propiciar las condiciones para que las y los periodistas que se han visto obligados al exilio, puedan volver al país de forma segura.

Finalmente, Raza e Igualdad llama a la comunidad internacional, a los organismos de protección de Derechos Humanos y Estados de la región a rechazar y condenar los inaceptables niveles de violencia contra la prensa independiente, así como promover la rendición de cuentas por las violaciones a la libertad de expresión y otras libertades fundamentales. 

Nicaragua necesita de la comunidad internacional para combatir la impunidad y avanzar hacia un proceso de justicia transicional. 

¡Sin periodismo, no hay democracia! #SOSPeriodismo

Únete a nuestros esfuerzos

Apoya el fortalecimiento de individuos y comunidades para lograr cambios estructurales en América Latina.