Tres años del 11M en Cuba: las demandas de las personas LGBTI+ y el Código de las Familias

Washington D.C., 11 de mayo de 2022 – Hoy se conmemoran tres años de la primera marcha que la población LGBTI+ de Cuba organizó con independencia del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex). La conmemoración de esta fecha se da en medio de las sentencias que se han conocido en contra de las personas que […]

Washington D.C., 11 de mayo de 2022 – Hoy se conmemoran tres años de la primera marcha que la población LGBTI+ de Cuba organizó con independencia del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex). La conmemoración de esta fecha se da en medio de las sentencias que se han conocido en contra de las personas que participaron en las manifestaciones de julio de 2021, el proyecto del nuevo Código Penal, que podría afectar a varias personas activistas LGBTI+; y el Código de las Familias, en el que se habla por primera vez del matrimonio igualitario y de la adopción entre parejas del mismo sexo, dos demandas de las personas con orientaciones sexuales e identidades de género diversas en la Isla.

Esta última reforma que se está impulsando desde el gobierno cubano parece un gran paso en el reconocimiento de los derechos LGBTI+ de este país, sin embargo, esta iniciativa se someterá a una consulta popular para ser aprobada; es decir, dos personas del mismo sexo podrían formar una familia en Cuba solo si la mayoría de los habitantes del archipiélago lo aprueba en un referendo que están organizando las autoridades de la Isla.

¿Qué ocurrió el 11 de mayo de 2019 en Cuba?

Ese día, que también se conoce como 11M, se iba a realizar en La Habana una tradicional conga (baile cubano que se acompaña con tambores) contra la homofobia y la transfobia, como parte de una serie de actividades previas a la conmemoración del Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia, que se lleva a cabo en el mundo cada 17 de mayo. Pero en aquel entonces, el órgano oficial que coordina estas actividades, el Cenesex, decidió cancelar a última hora la manifestación (como volvió a ocurrir hoy. Esta entidad del Estado canceló la conga que se realizaría esta tarde), argumentando que no se podía realizar porque había “nuevas tensiones en el contexto internacional y regional”, lo que causó gran malestar entre el movimiento LGBTI+ de Cuba.

A raíz de esto, las personas con orientaciones sexuales e identidades de género diversas de la Isla, se convocaron a través de las redes sociales, y se reunieron, a partir de las 4 de la tarde, en el Parque Central de La Habana. Allí llegaron de distintas partes y, de un momento a otro y sin un rumbo establecido, empezaron a marchar. Era la primera vez que el movimiento LGBTI+ de Cuba se manifestaba por cuenta propia, exigía sus derechos de forma pacífica sin ayuda del gobierno cubano, que continúa sin garantizar el reconocimiento pleno de esta población.

Aquel día miembros de la Seguridad del Estado bloquearon la manifestación, que incluyó un besatón (nombre que se le da al acto en el que varias personas LGBTI+ se besan en público en señal de protesta). Decenas de personas que participaron en la conga improvisada fueron agredidas y detenidas de forma arbitraria por las autoridades.

“A pesar de la prohibición por parte del Estado y la represión a activistas y colectivos LGBTI, cerca de 300 personas se congregaron y marcharon por Prado, pidiendo una Cuba diversa y gritando ‘sí se pudo’, en alusión a la suspensión injustificada de la tradicional conga de la diversidad, único espacio físico y público que tenía la comunidad como parte de las Jornadas Cubanas contra la Homofobia y la Transfobia que organiza el Cenesex”, cuenta Jancel Moreno, coordinador de Dame la Mano, organización LGBTI+ de la Isla.

De acuerdo con varios activistas y organizaciones, el 11 de mayo de 2019 marcó un antes y un después en la lucha por el reconocimiento de los derechos LGBTI+. “Representa un grito, un acto de rebeldía que para algunos incluso pudo haber sido un momento de estallido, y para otros también significó un cambio en sus vidas por las detenciones. Sin duda, es una fecha para nunca olvidar, en donde las personas LGBTI+ decidieron reclamar sus derechos ante un Estado que hasta este momento siempre nos ha discriminado”, dice el activista Yoelkis Torres, coordinador de la organización AfroAtenas.

¿Qué ha pasado desde entonces?

“No se ha conseguido ningún derecho. Si bien el proyecto del Código de las Familias que está en espera del referéndum incluye varias de las principales demandas de la comunidad, todavía no es una realidad y puede no llegar a serlo. El Código será llevado a referéndum en un país con una historia machista y homofóbica que es incluso heredada por ‘la revolución’”, afirma Jancel, quien sostiene también que ser una persona LGBTI+ en Cuba significa cargar con estigmas y prejuicios, además de no tener respaldo ni garantías legales. “Si bien se ha avanzado desde la percepción de la sociedad en sí misma, todavía falta muchísimo por hacer”, agrega.

Después de tres años del 11M, las demandas de las personas LGBTI+ en Cuba, siguen siendo las mismas: que se les reconozcan sus derechos. “Hay un artículo en la Constitución cubana que habla sobre el principio de la no discriminación por la orientación sexual e identidad de género, pero esta es como si no existiera”, dice Yoelkis, quien afirma que el Código de las Familias representa una esperanza para esta población, que ha sido víctima de agresiones, amenazas y asesinatos, a pesar de que no se conozca un registro oficial que cuente la violencia que han sufrido por años.

Las personas LGBTI+ están a la espera de que se realice el referendo del Código de las Familias, que, de ser aprobado por la mayoría de los habitantes de la Isla, representaría un paso enorme en el reconocimiento de sus derechos. Pasarían de no tener una ley que los proteja, a poder formar una familia diversa con garantías para evitar cualquier tipo de discriminación y violencia.

Desde Raza e Igualdad expresamos nuestro compromiso para acompañar las demandas de las personas con orientaciones sexuales e identidades de género diversas en Cuba y llamamos al gobierno a escuchar sus reclamos, en correspondencia con sus obligaciones internacionales de respeto y garantía de los derechos humanos de todas las personas, sin ningún tipo de discriminación. Esto es particularmente relevante porque estamos a dos meses de conmemorar otro hito en la Isla, como son las protestas pacíficas del 11 y 12 de julio, las cuales, al igual que la marcha del 11M de hace tres años, fueron fuertemente reprimidas por las autoridades cubanas, y resultaron en la detención masiva de cientos de manifestantes que hoy siguen siendo condenados por ejercer su derecho a la libertad de expresión. Por ello también hacemos un llamado al Estado de Cuba para que observe los estándares internacionales de derechos humanos y sus actuaciones que afectan de sobremanera a las poblaciones más vulnerables, como las LGBTI+.

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